Jainismo
El jainismo, una de las principales tradiciones filosófico-religiosas de la India, es una vía de salvación en la que las consideraciones éticas y metafísicas van de la mano. Los jainistas no sólo intentan no dañar nunca a los humanos y animales, sino que la estricta no violencia seguida por los monjes y monjas proscribe el daño a cualquier ser, incluso a los organismos microscópicos. Sus prácticas incluyen largos y difíciles ayunos, y los monjes y monjas se arrancan el pelo de raíz de dos a cinco veces al año y viajan por toda la India descalzos. Algunos monjes no usan ninguna ropa. El propósito de seguir la no violencia y las prácticas austeras es purificar el karma, las partículas que se aferran al alma e impiden que ésta alcance un estado de iluminación y evite la reencarnación (el ciclo de la muerte y el renacimiento). La doctrina jainista afirma que las verdades de la tradición son eternas, con enseñanzas renovadas periódicamente por maestros iluminados, o jinas, desde un tiempo sin principio. Al igual que el budismo y el hinduismo, el jainismo forma parte de la herencia ascética de la India, que hace hincapié en la abnegación o la renuncia. Al igual que el budismo, el jainismo se negó a reconocer aspectos importantes del hinduismo: la autoridad de los Vedas (los primeros textos sagrados hindúes), los sacrificios védicos y los sacerdotes brahmanes hindúes.