Una deflación es una caída del nivel general de precios por debajo de cero, es decir, la tasa de crecimiento del índice de precios de bienes y servicios desciende. Las deflaciones perjudican la tasa de ahorro, porque reducen el valor real del dinero a lo largo del tiempo. Sin embargo, la deflación ayuda a los que gastan hoy, porque aumenta el valor real del dinero gastado hoy. El efecto sobre el ahorro será incierto, porque si bien la baja de precios abarata el consumo, alentando el ahorro, también cabe que se reduzca el importe de la renta nominal y que aumente el valor de la riqueza, alentando el gasto. La inversión se verá animada o perjudicada, según lo sean las perspectivas de beneficios, aunque, por otro lado, el tipo de interés y los gastos financieros se reducirán.