El agnosticismo es la tesis de que, contrariamente a lo que los ateos y los teístas asumen, es en la práctica o en principio imposible saber si Dios existe o no. En diversas formas, el agnosticismo se repite a lo largo de la historia de la filosofía.[rtbs name=”filosofia”]Por ejemplo, Huxley ha acuñado el término. Su posición fue ocasionada en parte como resultado de cuestionamientos filosóficos, inspirados por Hume y Kant, la posibilidad misma del conocimiento humano de los reinos que trascienden la experiencia posible. Pero durante el mismo período, la aceptación acrítica de la Biblia como autorrevelación divina también estuvo bajo la presión de la investigación científica e histórica. Sin embargo, la fe puede ser posible allí donde el conocimiento estrictamente llamado no lo es, y por lo tanto hay un sentido en el que es lógicamente posible, aunque sea psicológicamente difícil, ser un creyente tanto agnóstico filosófico como religioso.
El agnosticismo tradicional, que considera la afirmación de que Dios existe como no verificable pero no obstante significativa, fue rechazado por los positivistas lógicos, quienes sostuvieron que si no es verificable, carece ipso facto de sentido.