Antecedentes de la Gran Depresión de 1929
Este texto se ocupa de los aspectos sociales y económicos de los antecedentes de la Gran Depresión, o crisis, de 1929. Las rebeliones y huelgas de posguerra se sucedían en todo el mundo. Las huelgas continuaron en Estados Unidos en múltiples ciudades e industrias. El Congreso y el gobierno trabajaron para recuperar el control de la población. Una economía moderadamente estable impidió las rebeliones masivas. Aunque muchos ciudadanos de clase media prosperaron en los locos años veinte, los ricos fueron los más beneficiados. Los pobres siguieron siendo pobres. Escritores como Sinclair Lewis (1885-1951) y políticos como Fiorello La Guardia (1882-1947) hablaron en favor de la clase trabajadora. Surgió un Partido Comunista para llenar el vacío dejado por el Partido Socialista. Las huelgas del sector textil condujeron al inicio de los sindicatos de las fábricas textiles en el Sur. El crack bursátil de 1929 reveló que la economía no era tan próspera como parecía. Construida sobre el beneficio empresarial y una distribución desigual de la riqueza, la economía estadounidense había sufrido crisis periódicas. Sin embargo, los responsables de la economía estaban aturdidos por el crack. No podían imaginar lo que había sucedido ni cómo solucionarlo. Los trabajadores fueron despedidos y desalojados de sus casas, lo que provocó un creciente espíritu de rebelión en toda la nación. Los veteranos de la Primera Guerra Mundial que tenían certificados de bonificación del gobierno exigieron que se les pagara. Muchos veteranos marcharon a Washington en 1932, acampando y continuando una protesta pacífica hasta que las tropas les obligaron a marcharse.