Mensajes
En el estudio de la comunicación, se puede considerar los mensajes como cualquier conjunto de estímulos que están diseñados y organizados para activar un estado meme particular en otra persona. Un solo estímulo -por ejemplo, un sonido, un gesto, marcas en una página, un movimiento o expresión facial, etc.- puede constituir un mensaje en sí mismo si es el único estímulo que se utiliza para evocar una respuesta concreta. Sin embargo, lo más frecuente es que los mensajes incluyan múltiples estímulos que, en conjunto, tienen un efecto determinado. Así pues, los mensajes suelen consistir en una serie de estímulos diferentes (es decir, más de un estímulo individual) unificados por una causa u objetivo común. La influencia social o relacional se considera una función secundaria, que se deriva de cualquier entendimiento que se cree. Esto contrasta con las definiciones tradicionales de la comunicación, que implícitamente hacen hincapié en los resultados de la comunicación sobre la creación de entendimiento.