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Causas del Desarrollo Sostenible

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Causas del Desarrollo Sostenible

Este elemento es una expansión del contenido de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre este tema.

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Causas y Efectos del Desarrollo Sostenible

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) lanzados por las Naciones Unidas (ONU) establecen una nueva dirección para el desarrollo que abarca los pilares medioambiental, económico y social.

Puntualización

Sin embargo, dada la naturaleza compleja e interdependiente de los sistemas socioeconómicos y medioambientales, la comprensión de las relaciones causa-efecto entre las acciones políticas y sus resultados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible sigue siendo un reto. Se ha llevado a cabo una revisión sistemática de la literatura sobre el análisis causa-efecto en el contexto de la evaluación cuantitativa de la sostenibilidad. La bibliografía sobre el análisis causa-efecto, tanto en las ciencias sociales como en las naturales, ha ganado considerablemente en amplitud y profundidad, y algunas de las aplicaciones pioneras han comenzado a abordar los retos de la sostenibilidad. La revisión se centra en los estudios de experimentos aleatorios, los experimentos naturales, los estudios de observación y los métodos de series temporales, así como en la aplicabilidad de estos enfoques a la evaluación cuantitativa de la sostenibilidad con respecto a la plausibilidad de los supuestos, las limitaciones y los requisitos de datos.

Sin embargo, a pesar de los prometedores avances, parece que cuantificar las consecuencias de una acción política sobre la sostenibilidad y ofrecer recomendaciones políticas inequívocas basadas en ella sigue siendo un reto. Reconocemos que algunos de los requisitos de datos clave y las suposiciones necesarias para diseñar experimentos formales son el cuello de botella para llevar a cabo un análisis causa-efecto científicamente defendible en el contexto de la evaluación cuantitativa de la sostenibilidad. Nuestro estudio reclama la necesidad de un esfuerzo multidisciplinar para desarrollar un marco operativo que permita cuantificar las consecuencias para la sostenibilidad de las acciones políticas. Mientras tanto, hay que seguir esforzándose por avanzar en otras plataformas de modelización, como los modelos mecanicistas y las herramientas de simulación. La litera destaca la importancia de comprender y comunicar adecuadamente las incertidumbres asociadas a dichos modelos, de realizar un seguimiento regular y de informar sobre las consecuencias de las acciones políticas a los modelizadores y a los responsables de la toma de decisiones, y de utilizar escenarios hipotéticos en ausencia de un análisis causa-efecto bien formulado.

Datos verificados por: Chris

El desarrollo sostenible y la perspectiva del agotamiento

Los antropólogos del desarrollo han observado desviaciones entre dos definiciones específicas de desarrollo. La primera es la categoría de la práctica en la que ciertos profesionales, que se investigan a sí mismos como “fideicomisarios”, crean activamente las condiciones de prosperidad y mejora para otros considerados “menos desarrollados” o “subdesarrollados”. Esta creación activa se lleva a cabo ampliando el campo de la disciplina capitalista. Esta labor se identifica con frecuencia como “Desarrollo”. Una forma habitual de que esto ocurra a pequeñas escalas espaciales y temporales es que las ONG y los agentes de desarrollo situados de forma similar y alejados del ámbito del Estado formen a sus súbditos en el valor del espíritu empresarial.

▷ En este Día de 25 Abril (1809): Firma del Tratado de Amritsar
Charles T. Metcalfe, representante de la Compañía Británica de las Indias Orientales, y Ranjit Singh, jefe del reino sij del Punjab, firmaron el Tratado de Amritsar, que zanjó las relaciones indo-sijas durante una generación. Véase un análisis sobre las características del Sijismo o Sikhismo y sus Creencias, una religión profesada por 14 millones de indios, que viven principalmente en el Punjab. Los sijs creen en un único Dios (monoteísmo) que es el creador inmortal del universo (véase más) y que nunca se ha encarnado en ninguna forma, y en la igualdad de todos los seres humanos; el sijismo se opone firmemente a las divisiones de casta. Exatamente 17 años antes, la primera guillotina se erigió en la plaza de Grève de París para ejecutar a un salteador de caminos.

Si el primer desarrollo implica la construcción de la disciplina capitalista en la vida económica individual y comunitaria a pequeña escala para que se consolide un desarrollo autosostenible más amplio, el segundo, el desarrollo “en pequeño”, se refiere a la dinámica de la propia economía en sus procesos regulares de crecimiento y expansión. Este tipo de desarrollo abarca el conjunto de procesos ordinarios y desiguales que subyacen a los desarrollos capitalistas.

Escobar identifica ese concepto de desarrollo poco d más amplio que connota el funcionamiento económico ordinario como el metabolismo continuo de la naturaleza del capitalismo (Escobar [1995], 2012; véase también Paulson 2017). Centrarse en el trabajo más amplio de transformar la naturaleza en recursos ayuda a los antropólogos a entender las ambigüedades que presenta la noción de “sostenibilidad” en el discurso del desarrollo. La sostenibilidad muestra un deslizamiento en sus definiciones entre el desarrollo sostenible basado en la intervención activa y el desarrollo sostenible proyectado como los procesos propios y continuos del capitalismo agregado.Entre las Líneas En los proyectos de intervención para el desarrollo “D”, la conclusión de que es “sostenible” puede ser tan simple como indicar que una intervención ha funcionado según los objetivos declarados del proyecto y que puede seguir funcionando después de que éste termine. Una economía empresarial es sostenible cuando la disciplina capitalista ha calado. Es sostenible cuando los mercados locales deliberadamente compuestos, estimulados y laboriosamente creados por los miembros del personal de las ONG u otros fideicomisarios externos se han incorporado efectivamente al tipo de mercado regional, nacional o transnacional más amplio pensado para garantizar el acceso continuo a la riqueza de ese mercado local anteriormente pobre.

Evaluar la sostenibilidad en las escalas más amplias y los contextos a más largo plazo de los pequeños d de desarrollo significa atender a las consecuencias de esos mercados más amplios recurriendo a cuestiones de capacidad de carga y agotamiento de los recursos a lo largo del tiempo. ¿Cuánto tiempo puede persistir una economía amplia, funcional y quizás creciente, dadas las limitaciones para satisfacer sus necesidades medioambientales? La definición precisa de la sostenibilidad depende, pues, de su escala. Y esto deja claro que una comprensión antropológica de la sostenibilidad que atienda a la escala es esencial para fundamentar sus vastas ambiciones semánticas en la vida cotidiana. La sostenibilidad puede representarse y reconocerse dentro de ciertas limitaciones de tiempo y espacio, pero esa sostenibilidad a nivel micro puede convertirse en una ilusión cuando se amplía.

Los seres humanos estructuran sus vidas de una manera que requiere el uso continuo de animales, objetos y entornos no humanos. Estas cosas se convierten en “recursos” cuando ese uso se sistematiza como una entrada unidireccional en un sistema de necesidades humanas cuyo resultado es la satisfacción de esa necesidad, sin más consideración por el entorno no humano. Esta “lógica de los recursos” (Wenzell 2016) es un supuesto central del desarrollo sostenible. La aparente abundancia de ciertos recursos que proporcionan a los humanos energía, alimentos, agua y herramientas enmascara esa lógica extractiva (Mitchell 2011).Entre las Líneas En su artículo de la Annual Review of Anthropology sobre la minería, Jerry Jacka señala que “los medios de vida globales contemporáneos dependen casi por completo de la extracción de recursos minerales” (Jacka 2018, 61). Los minerales, sugiere Jacka, son esenciales para “sostener” los medios de vida y construir el desarrollo. La globalización y el crecimiento de los últimos quince años han impulsado un sector extractivo en expansión, enmarcando lo que Jacka llama “la era mineral” (Jacka 2018, 62). Si las empresas mineras son vitales para la sostenibilidad económica, también establecen los términos del desarrollo sostenible a través de programas de responsabilidad social corporativa. Estos programas pueden implicar el apoyo a proyectos de agricultura sostenible y herramientas para luchar contra el cambio climático, como se observa en los Andes peruanos. Dichos proyectos establecen los términos del desarrollo sostenible en un esfuerzo por desviar la mirada local de las externalidades de la industria extractiva a medida que dicha industria se expande en Perú y en todo el mundo (F. Li 2015).

▷ Lo último (abril 2024)

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características y el futuro de esta cuestión):

El libro Extracted, del químico italiano y miembro del Club de Roma Ugo Bardi, advierte que esta era de los minerales descansa sobre un terreno precario (Bardi 2014). Bardi se basa en las advertencias, en gran medida ignoradas, del controvertido estudio de 1972 del Club de Roma sobre los límites del crecimiento, que modelaba un futuro de crisis de hambre y población basado en el agotamiento de los recursos como siempre. A partir de una larga historia de agotamiento de los minerales, describe cómo la minería está agotando rápidamente materiales esenciales que las sociedades necesitan. Si Rob Nixon identifica la última fase de la extracción de petróleo como la “Era del petróleo duro” (Nixon 2011, 269), Bardi sugiere una era simultánea de minería cada vez más “dura” a medida que las fronteras de la extracción se expanden y se vuelven más caras y menos fiables. Alf Hornborg destaca igualmente los vínculos fundamentales entre este desarrollo capitalista extractivo y la historia global del colonialismo. Sostiene que “la teoría económica neoclásica es una ideología desarrollada originalmente en la Gran Bretaña colonial para justificar y neutralizar moralmente la explotación de su periferia extractiva” (Hornborg 2019).

Otros estudiosos han caracterizado el siglo XXI por las consecuencias cada vez más ubicuas del cambio climático y el “capitalismo fósil” extractivo que lo sustenta (Malm 2016). Estas conclusiones parecen ser una noticia difícil para la capacidad de carga de muchos de los ecosistemas del planeta.Entre las Líneas En otras palabras, la mayor parte del desarrollo, ya sea como intervención o como crecimiento ordinario, no ha sido empíricamente sostenible. De hecho, a medida que la frontera de la extracción de combustible y de productos primarios de exportación altamente rentables como el cobre, el oro y la plata continúa expandiéndose, mediada por una intensificación de la fiebre por la tierra (T. Li 2014), los territorios y los ecosistemas de todo el mundo se encuentran bajo un nivel de amenaza posiblemente sin precedentes, lo que pone en tela de juicio lo que se supone que se sostiene bajo la égida del desarrollo sostenible.

La extracción de recursos que subyace a este desarrollo “ordinario” (o poco d) de la economía global ha sido impulsada durante mucho tiempo por ideologías de inagotabilidad que son fundamentales para la asociación cornucopia de la tecnología con la liberación de la restricción ambiental. Vemos esta perspectiva emerger de forma colorida en la obra de Julian Simon, economista y acólito del cruzado neoliberal Milton Friedman. Simon es famoso por haber ganado un debate en 1980 con el biólogo Paul Ehrlich al apostar contra las proyecciones catastrofistas de Ehrlich sobre una próxima escasez de recursos (Sabin 2013). Simon ve todos nuestros recursos necesarios como “infinitos”.Si, Pero: Pero esto sólo funciona porque asume con optimismo que el ingenio humano es infinito. Lo argumenta en un capítulo titulado “¿Puede el suministro de recursos naturales -especialmente de energía- ser realmente infinito? Sí”. El capítulo aparece en su libro The Ultimate Resource, un título cuyo referente es el ingenio humano (Simon 1998). Para Simon, siempre que “recurso” signifique realmente el servicio que una cosa proporciona y no esa cosa en sí, los recursos pueden durar para siempre, ya que los humanos siempre pueden idear nuevas tecnologías para satisfacer sus necesidades.

El trabajo de Simon parece representar una posición extrema sobre el estado real de la riqueza de los recursos a finales del siglo XX.Si, Pero: Pero hace explícita una suposición ampliamente compartida, aunque implícita, sobre la interacción contemporánea entre las grandes economías y los entornos de los que dependen: los entornos tienden a seguir siendo proveedores estables que continuarán produciendo recursos en abundancia. Timothy Mitchell traza una genealogía de esta sensación de inagotabilidad a través de la historia del petróleo en Carbon Democracy. Sostiene que la abundancia temporal de los almacenes de petróleo recién descubiertos a mediados del siglo XX dio forma a un consumismo de masas en Estados Unidos y en todo el norte global en torno a los automóviles, los aires acondicionados y la vida de estilo suburbano que utilizaría suficiente petróleo para hacer subir su precio (Mitchell 2011).

Gökçe Günel se basa en el interés analítico de Mitchell por la aparente infinitud del petróleo en su etnografía sobre el uso ostensiblemente sostenible del agua en la Península Arábiga (Günel 2016). Allí, los Emiratos Árabes Unidos han llegado a depender de la desalinización para satisfacer -y superar con creces- sus necesidades de agua. El gobierno invierte 18 millones de dólares al día en tecnología de desalinización y esta inversión permite a los habitantes de los EAU ir mucho más allá de sus necesidades básicas de agua. Les permite consumir agua de forma llamativa, con céspedes y jardines que imitan los excesos de una urbanización del Reino Unido o de un frondoso barrio suburbano de Estados Unidos en un entorno que debería prestarse a la precaución sobre su conservación. Este escenario demuestra la importancia de las promesas globalizadas de una “buena vida” al estilo estadounidense para organizar el comportamiento del consumidor. El rendimiento de la inversión de los EAU en su tecnología de desalinización es un marco socioecológico subyacente a una ilusión que Günel denomina “la infinidad del agua”, en la que el “ajuste técnico” de la desalinización replantea el agua en el desierto como abundante y capaz de sostener una economía masiva que puede desafiar llamativamente las limitaciones de su entorno (Günel 2016, 293). Aunque Julian Simon estaría orgulloso, la desalinización no está exenta de costes, tanto para la economía como para el medio ambiente. Más allá de su asombroso precio de 18 millones de dólares al día, el proceso de desalinización es altamente intensivo en energía, lo que lo convierte en una adaptación a la escasez de agua que ayuda a exacerbar el cambio climático. Su producto de desecho, una salmuera densa y salada, suele devolverse al océano como un contaminante que es perjudicial para los entornos acuáticos y, con el tiempo, puede hacer que la desalinización sea aún más costosa y de alto consumo energético.

La lógica de los recursos, por tanto, enmarca el entorno no humano como un conjunto de productos que los humanos pueden utilizar sin consecuencias para satisfacer sus necesidades y deseos. El desarrollo sostenible, cuando se aplica a la economía de funcionamiento ordinario, significa seguir la lógica de los recursos, pero aparentemente limitando el uso excesivo por parte del ser humano para evitar el agotamiento total de los recursos.

Detalles

Las etnografías y los estudios históricos han descubierto que la limitación de la sostenibilidad no motiva el replanteamiento del consumismo y sus incentivos elaboradamente estructurados, sino la búsqueda agresiva de nuevas soluciones tecnológicas y ajustes para sustituir o prolongar la vida del recurso y, por tanto, el crecimiento económico en general.

A pesar de que las lógicas de los recursos estructuran gran parte de la economía política mundial, enmarcar la naturaleza como un conjunto de recursos no es más que una construcción cultural. Como han ilustrado Timothy Mitchell y Dominic Boyer en sus reflexiones sobre la extracción impulsada por las necesidades energéticas, las infraestructuras de esa extracción ejercen un poder considerable para estructurar la vida cotidiana. Boyer llama a esto “energopoder” (Boyer 2019). Argumentando en contra de esta lógica de recursos de insumos ambientales unidireccionales que sirven al bien de la humanidad, varios antropólogos están dejando claro que una lógica de recursos unidireccional es un reflejo del colonialismo, el capitalismo imperialista, la supremacía occidental y blanca, y está lejos de ser el único medio por el cual los humanos funcionan.

Los humanos y los no humanos también pueden servirse mutuamente. Marisol De la Cadena ofrece un ejemplo ampliamente citado de esta obligación mutua en su etnografía de los “seres de la tierra”, o seres sensibles que toman la forma de montañas, formas terrestres y cuerpos de agua en los Andes peruanos. Allí describe cómo los seres humanos, los animales no humanos y el paisaje construyen juntos el sustento y la comunidad. Su etnografía, al igual que muchas otras etnografías de la interacción entre humanos y no humanos, no se presenta como una historia de otros exóticos y armoniosos no modernos, sino de una forma no capitalista de vida y medios de habitar el mundo. Esta forma de ser no se articula con los marcos y ontologías de los líderes extractivistas de Perú y las empresas mineras transnacionales que buscan extraer y, por tanto, perturbar a los seres de la tierra andina.

Puntualización

Sin embargo, eso no lo hace menos real. De la Cadena se suma a los antropólogos de todo el mundo que han aportado sólidas etnografías que hacen extrañar la lógica de los recursos y los discursos del desarrollo sostenible.

Ayuda al Desarrollo, Ayuda Exterior, Ayuda Humanitaria, Bancos de Desarrollo, Ciencias Económicas, Ciencias Económico-Administrativas, Desarrollo, Desarrollo sostenible, Economía,

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