Ciencia política
Este elemento es un complemento de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre este tema.
Disciplina científica cuyo objetivo es el estudio sistemático del gobierno en su sentido más amplio. Sus análisis abarcan el origen y tipología de los regímenes políticos, sus estructuras, funciones e instituciones, las formas en que los gobiernos identifican y resuelven problemas socioeconómicos, y las interacciones entre grupos e individuos decisivos en el establecimiento, mantenimiento y cambio de los gobiernos.
Ciencia política en sentido amplio y en sentido estricto
La expresión “ciencia política” puede ser usada en un sentido amplio y no técnico para denotar cualquier estudio de los fenómenos y de las estructuras políticas, conducido con sistematicidad y con rigor, apoyado enun amplio y agudo examen de los hechos, expuesto con argumentos racionales.Entre las Líneas En esta acepción el término“ciencia” es adoptado en su significado tradicional como opuesto a “opinión” donde “ocuparsecientíficamente de política” significa no abandonarse a la creencia del vulgo, no lanzar juicios sobre la basede datos no atinados, remitirse a la prueba de los hechos.Entre las Líneas En este sentido la expresión no es nueva, pues hasido ampliamente usada en el siglo pasado, especialmente en Alemania; no resulta superfluo recordar que los célebres “Principios de filosofía del derecho” de Hegel (1821) tienen como subtítulo “Ciencia del estado [Staatswissenschaft] en compendio”. Una importante tradición de “ciencia del estado” se desarrolla en Alemania en la primera mitad del siglo pasado por obra de estudiosos de la organización estatal (de laadministración pública) como Robert von Mohl y Lorenz von Stein.
En Francia y en Italia la expresión ciencia. política tenía mayor amplitud, como lo demuestra la célebre colección de obras italianas y extranjerasdirigida por Attilio Brunialti bajo el titulo de “Biblioteca de scienze politiche”, donde se publicó un ensayo sobre “Le scienze politiche nello stato moderno” (vol. 1, 1884, pp. 9-74).En un sentido más estricto y por lo tanto más técnico en cuanto cubre un área bastante biendelimitada de estudios especializados y en parte insitucionalizados, con cultores vinculados entre sí que sereconocen “politólogos”, la expresión ciencia política indica una orientación de los estudios que se proponeaplicar, en la medida de lo posible, el análisis del fenómeno político –o sea en la medida en que la materia lo permite, pero siempre con el mayor rigor– la metodología de las ciencias empíricas (sobre todo la que resultade la elaboración y de la codificación efectuada por la filosofía neopositivista). Más brevemente, “c. política”en sentido estricto y técnico designa a la “ciencia empírica de la política”, o a la “ciencia de la política”conducida según la metodología de la ciencia empírica más desarrollada, como en el caso de la física, de la biología, etc. Cuando hoy se habla de desarrollo de la ciencia política se hace referencia a las tentativas orientadas,con mayor o menor éxito pero que intentan obtener una gradual acumulación de resultados, a promover elestudio de la política hasta alcanzar el nivel de ciencia empírica (rigurosamente entendida).
En este sentido más específico de “ciencia”, la ciencia política se distingue cada vez más de toda búsquedadirigida no ya a describir y a comprender aquello que es sino a delinear, y por lo tanto a prescribir, lo quedebe ser, búsqueda apropiada a la que se suele ahora dar comúnmente el nombre de “filosofía política”. Si seacepta esta distinción, en la obra de los clásicos del pensamiento político resulta muy difícil señalar lo que pertenece a la ciencia y lo que pertenece a la filosofía; por el contrario, los “politólogos” contemporáneostienden a caracterizar su propia obra como “científica” en cuanto pone el acento sobre lo que la distingue dela filosofía.[rtbs name=”filosofia”]Si bien no es oportuno detenerse en el concepto de “filosofía política”, en cuanto distinta de la c. política, conviene por lo menos advertir que entramos nuevamente a la noción de filosofía política comoestudio orientado deontológicamente, tanto en las construcciones racionales de la república ideal, que handado vida al filón de la “utopía”, como a las idealizaciones o racionalizaciones de un tipo de régimen posibleo ya existente, característico de la obra de los clásicos del pensamiento político moderno (como Hobbes,Locke, Rousseau, Kant, Hegel). Más que sobre la distinción de proyección utopista e idealizante y análisisempírico, Sartori especifica la diferencia entre filosofía política y c. política en la falta de operatividad o deaplicabilidad de la primera, donde “la filosofía no es […] un pensar para aplicar, un pensar en función de latraductibilidad de la idea en el hecho”, mientras que la ciencia “es teoría que remite a la investigación [… ],traducción de la teoría en práctica”, en suma un “proyectar para intervenir” (Sartori, 1972). Se podría objetar que, en cuanto a la operatividad, no está dicho que los ideales hayan sido, en la historia de los cambios políticos, menos “operativos” que los consejos de los “ingenieros” sociales.
Caracteres de la ciencia política contemporánea
La constitución de la ciencia política en ciencia empírica en tanto empresa colectiva y acumulativa esreciente, pudiendo ser consideradas obras de c. política –al menos en parte y en su inspiración fundamental ytambién en el sentido restringido y técnico de la palabra– algunas obras clásicas como las de Aristóteles,Maquiavelo, Montesquieu, Tocqueville, en la medida que ellas tienden a la formulación de tipologías, de generalizaciones, de teorías generales, de leyes, todas éstas relativas a los fenómenos políticos, fundadas enel estudio de la historia, o sea sobre análisis factuales.Es verdad por otro lado que la ciencia política como disciplina y como institución nace en la segundamitad del siglo pasado: ella representa un momento y una determinación específica del desarrollo de lasciencias sociales, que ha caracterizado precisamente el progreso científico del siglo XIX y ha tenido susexpresiones más relevantes e influyentes en el positivismo de Saint-Simon y Comte, en el marxismo y en eldarwinismo social.Entre las Líneas En cuanto momento y determinación específica del desarrollo de las ciencias sociales, elnacimiento de la c. política moderna se produce a través de la separación de los estudios políticos respecto dela matriz tradicional del derecho (en particular del derecho público). No conviene en efecto olvidar que lafilosofía política moderna desde Hobbes hasta Kant se presenta como una parte, y solo como una parte, deltratamiento del derecho natural, en la que el estado aparece como un ente jurídico, creado a través de un acto jurídico (como el contrato o los contratos, que se constituyen en fundamento de legitimidad) y, una vezinstituido, creador él mismo de derecho (el derecho positivo). Esta separación de la matriz jurídica esevidente y esta dicha en forma taxativa por dos autores que más que el resto pueden ser considerados, a mi parecer, como los iniciadores de la c. política moderna: Ludwig Gumplowicz, cuya obra “Die soziologischeStaatsidee” data de 1892, y Gaetano Mosca, que publicó la primera edición de los “Elementi di scienza politica” en 1896.
En nuestro siglo el desarrollo de la ciencia política sigue de cerca la suerte de las ciencias sociales ysoporta su influjo ya sea porque utiliza el modo de aproximarse al análisis del fenómeno político (o approach) o bien porque hace suyo el uso de ciertas técnicas de investigación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). El país en el cual la c. políticacomo ciencia empírica ha sido cultivada con mayor intensidad, Estados Unidos, ha sido justamente el lugar en el que las ciencias sociales han tenido en los últimos años un mayor desarrollo. Con respecto al “approach,” se ha realizado con particular intensidad en los últimos veinte años (aunque su inicio puede remitirse alartículo de Charles E. Merriam, “The present state of the study of politics”, que es de 1921) el paso del puntode vista institucional (que reflejaba todavía la tradicional matriz jurídica de los estudios políticos) al punto devista “conductista”, según el cual el elemento simple que debe presidir todo estudio de la política que pretenda hacer un legítimo y fecundo uso de la metodología de las ciencias empíricas es el comportamientode los individuos y de los grupos que actúan políticamente, cual es por ejemplo el voto, la participación en lavida de un partido, la búsqueda de una clientela electoral, la formación del proceso de decisión a los másdiversos niveles.
Respecto de la técnica de investigación se produce un pasaje también decisivo del usoexclusivo de la recolección de datos de la documentación histórica, del cual se han valido los estudiosos políticos del pasado, desde Aristóteles hasta Maquiavelo y desde Montesquieu hasta Mosca, al empleo cadavez más frecuente (vuelto posible por lo demás por la tentativa conductista de la observación directa o decampo a través de la técnica, tomada de la sociología; de la investigación por sondeo o por entrevista. Detodo esto ha resultado un enorme aumento de los datos a disposición del investigador que requiere a su vez, para que puedan ser manejables y por lo tanto para su proficua utilización, del uso creciente de métodoscuantitativos. La cada vez más amplia utilización de los métodos cuantitativos en las ciencias sociales, y por reflejo en la c. política, tantas veces solicitada y no siempre fructífera en los hechos, y ante los cambios producidos en el objeto mismo de la investigación, aparece como inevitable; lo que no significa que sea, o deba devenir, exclusiva y exhaustiva.
Sus condiciones de desarrollo
En confrontación con los estudios políticos del pasado el estado presente de la c. política secaracteriza por la disponibilidad de un número de datos incomparablemente mayor que aquellos de los cuales podían hacer uso los estudiosos del pasado. Además del cambio en las formas de aproximación y de laintroducción de nuevas técnicas de investigación, el creciente número de datos depende también de laextensión gradual de los intereses de los politólogos más allá de la zona de las naciones europeas o deinfluencia europea, en el tiempo (civilización primitiva, mundo oriental, civilización precolombina) y en el espacio (las llamadas naciones del Tercer Mundo).
En oportunidad de considerar las instituciones de México, India y China, Mosca había puesto ya de relieve la escasa importancia del análisis de Maquiavelo en lamedida en que había logrado sus datos únicamente de la historia romana y de algunas naciones europeas desu tiempo. La ampliación de los horizontes culturales de los politólogos de hoy por encima de los límitestradicionales de la ciencia europea permitiría devolver a Mosca la misma crítica que él había hecho aMaquiavelo. Karl Deutsch enumera nueve especies de datos desarrollados por los politólogos en los últimosaños o puestos a su disposición: sobre élites, sobre las opiniones de las masas, sobre el comportamiento delvoto de los electores y de los miembros del parlamento, los llamados datos agregados obtenidos a través de estadísticas relevantes para el estudio de los fenómenos políticos, datos históricos, datos producidos por otrasciencias sociales sobre las condiciones y los efectos de las comunicaciones, datos secundarios derivados denuevos procedimientos analíticos, matemáticos y estadísticos y de programas de computadoras. Para darsecuenta de la real entidad de los nuevos datos de que pueden disponer en la actualidad los politólogos,conviene añadir que cada una de las nuevas especies de datos resulta paulatinamente conseguibles en unmayor número de países.Entre las Líneas En otras palabras: la ampliación intensiva de los datos se realiza simultáneamentecon la ampliación extensiva.El rápido crecimiento extensivo de datos ha hecho posible una cada vez más amplia comparaciónentre regímenes de los más diversos países, estimulando los estudios de política comparada, tanto como parainducir a algunos a identificar “sic et simpliciter” la ciencia política contemporánea en su especificidad, o sea en ladiferencia que la distingue de disciplinas afines y de los estudios políticos del pasado, con la políticacomparada.
En realidad la política comparada no es una novedad: el estudio factual del fenómeno político,que se remonta con razón a Aristóteles, ha comenzado con la comparación entre distintas constitucionesgriegas. El “Esprit des lois” de Montesquieu nació de un gran intento por “comparar” entre sí el mayor número posible de regímenes de todas las partes del mundo.Entre las Líneas En realidad lo que resulta nuevo es, como se decía, lacantidad de datos a disposición; pero se trata de una diferencia cuantitativa, no cualitativa. Es probable que el particular relieve otorgado a la política comparada por algunos de los más destacados politólogos de estosúltimos años dependa también de la circunstancia de haber erróneamente aislado de entre los otros métodosde que se sirve la ciencia política, cuales son, juzgados coherentemente, el método experimental, el métodohistórico y el método estadístico, un presunto “método comparativo” que tendría el monopolio precisamentede la política comparada. De hecho un método comparativo no existe: la comparación es uno de los procedimientos elementales y necesarios de toda investigación que pretenda devenir científica.
El que estudia el sistema político italiano, por ejemplo, se sirve habitualmente de la comparación cuando trata deanalizar la diferencia, digamos, entre el parlamento de hoy y el de ayer. El hábito lingüístico de designar “política comparada” al estudio que confronta instituciones de distintos países no impide que el procedimiento usado sea idéntico al que se emplea cuando se quiere destacar las semejanzas y las diferenciasentre dos instituciones del mismo país en una determinada dimensión histórica. Esto valida la comparaciónincluso si lo que hace, a causa de un cierto uso lingüístico consolidado, no se llama “política comparada”.Por otra parte el estudioso de política comparada no se limita en modo alguno a emplear el procedimiento dela comparación a la confrontación de los regímenes de los distintos países, pues hace uso sin retaceostambién del método histórico y del método estadístico.Entre las Líneas En otras palabras: la política comparada no solo notiene la exclusividad de la comparación (en el sentido de que solo los politólogos comparatistas hacen comparaciones) sino que tampoco se identifica con ella (en el sentido de que los politólogos comparatistas hacen solamente comparaciones).
Las principales operaciones de la ciencia política
La creciente acumulación de datos permite a la c. política contemporánea la posibilidad de proceder con mayor rigor en el cumplimiento de las operaciones y en el logro de los resultados que son propios de laciencia empírica: clasificación, formulación de generalizaciones y consecuente formación de conceptosgenerales, determinación de leyes, por lo menos de leyes estadísticas o probabilísticas, de leyes de tendencia,de regularidad o uniformidad, elaboración (o propuesta) de teoría.Como ejemplo de clasificación se pueden citar las numerosas tentativas recientes por perfeccionar latipología de los regímenes políticos que durante siglos permaneciera anclada en la clasificación aristotélicade las tres formas puras y de las tres correspondientes formas impuras de gobierno. Un ejemplo ya clásico declasificación es la tripartición weberiana de la forma de poder legítimo (tradicional, legal y carismático),todavía en uso, aunque sea susceptible de una mayor articulación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). Un procedimiento típico de generalizaciónes el que ha conducido a la formulación del concepto de poder. y que frecuentemente es considerado como elconcepto unificador de todos los fenómenos que caen en el campo de la política (en el sentido de que seconsidera como fenómeno político a aquel en el que se encuentra un elemento que remite al concepto de poder). Un ejemplo bastante fecundo de hipótesis, aunque esté lejos de ser verificada, es aquel que ha presidido la reciente proliferación de los estudios sobre el “desarrollo político”: la hipótesis es que a undeterminado estadio de desarrollo económico-social corresponde un determinado estadio de desarrollo político, de donde se saca la consecuencia (prescriptiva) respecto de la imposibilidad o de la inoportunidadde acelerar el desarrollo político si éste no va acompañado de una correspondiente aceleración de desarrolloeconómico.
Respecto de la regularidad o uniformidad, la ciencia política parece hasta ahora dispuesta a dar mayor crédito a aquella que ha originado a la teoría de la clase política o de las élites, y que afirma que en todo régimen, sin importar su “fórmula política”, siempre es una minoría organizada, o un número restringido deestas minorías que luchan entre sí, la que gobierna.Entre las Líneas En su estudio sobre los partidos Robert Michels haelevado esta regularidad a la categoría de ley (la llamada “ley de hierro de la oligarquía”).
Marx y Engels, y también Lenin, formularon leyes de tendencia en lo que se refiere a la gradualextinción del estado en el llamado “estado de transición”, partiendo de la hipótesis de que el aparato estatales necesario mientras dure la división de la sociedad en clases antagónicas. Si por “teoría” se entiende, enuno de sus múltiples significados, un conjunto de proposiciones (sin que tengan necesariamente el estatus de proposiciones empíricas) en relación entre sí para formar una red coherente de conceptos, que sirvan deorientación para la explicación (y para la previsión)en un campo bastante amplio, una de las teorías másaceptadas, o por lo menos discutidas, entre los politólogos, es la “sistemática” (“general system theory”) propuesta por David Easton, y según la cual la vida política en su conjunto debe ser considerada como un proceso de “inputs” (demandas) que provienen del ambiente externo (económico, religioso, natural, etc.) y que se transforman en “outputs” (respuestas), como son las decisiones políticas a todos los niveles, que a su vezretroactúan sobre el ambiente circundante provocando nuevas demandas, y así sucesivamente.
Explicaciones y previsiones
A través de esta serie de operaciones que van desde la clasificación a la formulación degeneralizaciones, de uniformidad, de leyes de tendencia y de teoría –operaciones que la acumulacióncreciente de datos torna siempre más fecunda, pero en general siempre más difícil–, la ciencia política persigue suobjetivo, que es el propio de toda búsqueda que ambiciona el reconocimiento del estatus de ciencia(empírica), esto es de explicar y no solamente describir los fenómenos que tiene por objeto. El enorme número de datos de que puede disponer el estudioso de los hechos políticos, unido al uso de los métodoscuantitativos que le permiten dominarlos y poder servirse de ellos con cada vez mayor rapidez, ha puesto encrisis el tipo de explicación predominante en las ciencias sociales tradicionales y artesanales, que estabafundado en la búsqueda de uno o de pocos “factores”, y ha alentado a los investigadores a tener en cuentauna notable pluralidad de variables significativas cuyas interrelaciones pueden ser analizadas confiando en elcálculo estadístico.
El estadio presente de la ciencia política, caracterizado por la difusión de la técnica del análisiscon muchas variables (“multivariate analysis”), representa, respecto del objetivo principal de toda búsquedaque se quiera presentar como ciencia (para un examen del concepto, véase que es la ciencia y que es una ciencia física), o sea respecto a una explicación, más que nada un momento crítico, oen el mejor de los casos reconstructivo, pero todavía no el esperado momento constructivo e innovativo. Lasexplicaciones tradicionales son refutadas por su carácter simplista en la medida que no tienen en cuenta lamultiplicidad de factores que interactúan, pero, precisamente como consecuencia de esta reconocida multiplicidad, el proceso explicativo deviene siempre más complejo y sus resultados aparecen al menos hastaahora siempre más inciertos. A medida que aumenta el número de correlaciones, la interpretación de ellas, dela que depende la credibilidad de una explicación, resulta cada vez más compleja. El proceso de explicación está estrechamente conectado con el de previsión, aunque sea posible unaexplicación que no permita la previsión y una previsión no fundada en una explicación: se explicageneralmente para prever.
La previsión es el principal objetivo práctico de la ciencia (así como la explicaciónes el principal objetivo teórico). Desgraciadamente, cuando el proceso de explicación es incompleto no se puede hablar de previsión científica sino en el mejor de los casos de conjetura o, peor aún, de profecía. Se puede añadir que en las ciencias sociales, que tienen por objeto comportamientos humanos, es decir un ser que es capaz de reacciones emotivas y de elecciones racionales, se verifica el doble fenómeno bien conocidode la previsión que se autodestruye (profecía verdadera que no se realiza) o que se autosatisface (profecíafalsa que se realiza).Entre las Líneas En su actual fase de desarrollo la ciencia política está bien lejos de poder hacer previsionescientíficas. Lo que no impide que algunos estudiosos de la cosa política busquen extrapolar ciertas previsiones, si bien a medias, de las conclusiones una y otra vez alcanzadas. La tendencia a hacer previsioneses tan irresistible que un grupo de estudiosos de la política encabezados por Bertrand de Jouvenel estáelaborando de hace algunos años a esta parte un programa de investigación sobre los llamados “futuribles”.
La diferencia entre la utopía (idealista, irreal: derivado del griego “u-topos”, significa “ningún lugar así”) de ayer y el futurible de hoy estriba en que el proyecto utópico (idealista, irreal; el término procede del libro “Utopía” de Sir Thomas More, que imagina una sociedad perfecta pero inalcanzable) está construidode una manera independiente de las líneas de tendencia del desarrollo social y por lo tanto de su mayor omenor grado de realización, mientras que el futurible es el conjunto de aquello que puede acaecer si serealizan determinadas condiciones; no es el futuro imposible (ni tampoco el necesario) sino el futuro posible.El futurible es el producto típico de la actitud científica frente al mundo, en especial frente al mundohistórico, mientras que la utopía (idealista, irreal: derivado del griego “u-topos”, significa “ningún lugar así”) es el producto típico de la imaginación filosófica.
Dificultades propias de la Ciencia Política
Todo lo que se ha dicho hasta ahora sobre las tentativas que se realizan para acercar los estudios políticos al modelo de las ciencias empíricas no debe esconder las enormes y peculiares dificultades que seinterponen a la consecución del objetivo.Entre las Líneas En lo que respecta a la clasificación de la ciencia con base en lacomplejidad creciente, la ciencia política ocupa uno de los últimos puestos: en cuanto el sistema político es unsubsistema respecto del sistema social general, la c. política presupone la ciencia general de la sociedad (un partido político, antes de ser una asociación política, es una asociación); en cuanto que el subsistema políticotiene la función primaria de permitir la estabilización y el desarrollo de un determinado subsistemaeconómico, y la coexistencia o integración del subsistema económico con determinados subsistemasculturales (de los cuales el principal es la iglesia o las iglesias), la ciencia política no puede prescindir de la cienciaeconómica mientras que ésta sí puede desechar a aquélla (es la misma relación que existe entre física y biología); tampoco puede prescindir de los subsistemas culturales (considérese la importancia que tiene paralos estudios de política, por ejemplo, el problema de los “intelectuales” y de las ideologías).
La ciencia política es además una disciplina histórica, o sea una forma de saber cuyo objeto se desarrollaen el tiempo y está en continua transformación: lo que hace imposible de hecho uno de los procedimientosfundamentales que permite a los físicos y a los biólogos la verificación o falsificación de sus propiashipótesis, esto es la experimentación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). No se puede reproducir una revuelta de campesinos en el laboratorio por razones más que obvias, entre las cuales la más significativa es la siguiente: una vez reproducida, nosería más una revuelta (piénsese en la relación entre una acción escénica, que se puede repetir indefinidamente, y la realidad representada: el Hamlet de Shakespeare no es el príncipe de Dinamarcarealmente vivido).
En fin, la ciencia política, en cuanto ciencia del hombre, del comportamiento humano, tiene en común contodas las otras ciencias humanas dificultades específicas que derivan de algunas características de la acciónhumana, de las cuales tres son particularmente relevantes:
- el hombre es un animal “teleológico” que cumpleacciones y se sirve de cosas útiles para el logro de fines no siempre declarados y frecuentementeinconscientes: se puede asignar un significado a la acción humana solo si se logra conocer el fin, de donde laimportancia que tiene en el estudio de la acción humana el conocimiento de las motivaciones (ningunaciencia social, y por lo tanto tampoco la ciencia política, puede prescindir del aporte de la psicología);
- el hombre es un animal “simbólico” que se comunica con sus semejantes mediante símbolos (el más importantede los cuales es el lenguaje): el conocimiento del hacer humano requiere el desciframiento e interpretaciónde estos símbolos, cuyo significado es casi siempre incierto, a veces ignoto y reconstructible solo por conjetura (las lenguas muertas o primitivas);
- el hombre es un animal “ideológico”, que se sirve de valoresvigentes en el sistema cultural en que está inserto para racionalizar su propio comportamiento, que hace usode motivaciones distintas de las reales a los efectos de justificarse o de obtener consenso, y de allí la importancia que asume en la investigación social y política la tarea de develamiento de lo que está oculto.esto es el análisis y la crítica de la ideología.
El problema de la avaloración
Si una forma de saber está más cercana al ideal-límite de la cientificidad cuanto más logra eliminar laintrusión de juicios de valor (la llamada “avaloración”), la ciencia política está ciertamente entre aquellas cienciasen que la avaloración se presenta corno más difícil de lograr. Cuando se habla de avaloración no se hacereferencia ni a la valoración que preside la elección del argumento por estudiar (elección que puede depender muy bien también de una preferencia política) ni a la valoración que el investigador puede sacar de losresultados de la investigación a los fines de reforzar o debilitar un determinado programa político (en esoconsiste la función crítica o prescriptiva a la que la ciencia política no puede renunciar). Se hace aquí referencia ala suspensión de los propios juicios de valor durante la investigación para evitar de esa manera ser influida y perder objetividad.
Es necesario tener siempre presente la distinción entre la ciencia como operación humanasocial, que en cuanto tal es asumida y utilizada para objetivos sociales, y los procedimientos prescritos parael mejor cumplimiento de esta operación, entre los cuales ocupa un puesto importante la abstención de juicios de valor. La avaloración, que es garantía de objetividad (sólo el carácter de objetividad asegura a laciencia su característica función social), es perfectamente compatible con el compromiso ético y político respecto del argumento previamente elegido o de los resultados de la investigación, que garantiza larelevancia de la empresa científica. El peligro de que una investigación en la que el investigador estádemasiado empeñado carezca de objetividad no es menos grave que el peligro inverso, esto es que unainvestigación perfectamente objetiva carezca de relevancia (como podría ser una investigación sobre el color de las medias de los diputados italianos de la tercera legislatura).
Es realmente deplorable la confusión, como ya se hizo notar, entre objetividad e indiferencia: la objetividad es un requisito esencial de la ciencia; laindiferencia es una actitud –no provechosa para la buena investigación científica– del hombre de ciencia.La avaloración, como canon (uno dé los cánones) de la investigación que pretenda ser objetiva, noexcluye, como se ha dicho, la función práctica (o prescriptiva) de la investigación misma a través de lautilización de los resultados alcanzados. Así, la ciencia política tanto más cumple su función práctica cuando másobjetiva es: el desarrollo de las ciencias sociales en general (comenzando por la economía y terminando por la c. política) está estrechamente conectado con la convicción de que el conocimiento científico del sistemasocial general y de los subsistemas que lo componen, y de sus relaciones, justamente en cuanto objetivas, prestan un servicio útil a la acción política y contribuyen a la realización de una sociedad “más justa”: piénsese en la función práctica que ha venido asumiendo desde hace más de un siglo el socialismo“científico” y en la conexión entre su función práctica y su (proclamada) cientificidad.
El desarrollo real de la ciencia política está guiado más o menos conscientemente por el ideal de una “política científica”, es decir de una acción política fundada en el conocimiento cada vez más riguroso de las leyes objetivas del desarrollo de lasociedad y por lo tanto no abandonada al caso o a la intuición de los investigadores políticos.Entre las Líneas En la luchacontra toda falsificación ideológica de los móviles reales de la acción humana, en su concepción “realista”general del hacer humano, la ciencia política nace ella misma en un contexto social e ideológico bien específicodonde se va abriendo paso el ideal de la “política como ciencia,” es decir de una política no ideologizada. Enconsecuencia, la tarea más urgente y al mismo tiempo también más comprometida en lo que respecta a estafase de la ciencia política es la de someter a análisis y, eventualmente, de poner en cuestión la propia ideología dela política científica; examinando su significado histórico y actual, poniendo de relieve los límites y lascondiciones de practicabilidad, en fin, indicando las eventuales líneas de desarrollo.
Nota: Basado en Diccionario de Política (México, 1993), de Norberto Bobbio.
Ciencia Política
Describe la enciclopedia Rialp, sobre ciencia política lo siguiente:Literalmente, ciencia de la vida en la polis o ciudad.Entre las Líneas En su versión griega, todo lo relativo a la vida pública. Dentro del esquema de las ciencias (véase esta voz en la plataforma digital) es parte de la Filosofía práctica o Ética en sentido amplio. Procedente de Alemania comienza a emplearse el término politología o politocología en lugar de ciencia política debido a que, en alemán, politische Wissenscltaft puede connotar el matiz peyorativo ciencia «politizada». Como la connotación castellana es aséptica, no hay razón para emplear ese término de dura eufonía en nuestra lengua.
Más Detalles
La política como ciencia consiste en la tarea de analizar críticamente la vida política como uno de los aspectos de la vida humana, especialmente los de determinada faceta de la vida social. Primera cuestión será establecer su objeto, ya que toda ciencia se constituye en relación a él. La investigación adquiere carácter científico solo cuando, según el objeto, se propone y desarrolla un método adecuado. Conforme a su origen griego, la política como ciencia debería abarcar todo lo relativo al aspecto social o público de la vida humana, mas a partir del Renacimiento sobre todo se empiezan a distinguir diversos órdenes de la vida. Así se diferencia la política como lo propio del gobierno de la sociedad, de la esfera ética, de la esfera religiosa, etc.Entre las Líneas En el s. xix ello da lugar a que todas estas materias se estudien separadamente como ciencias particulares. De ahí que la definición nominal de la ciencia política resulte insuficiente, siendo imprescindible delimitar nuevamente su objeto.
Objeto
En sentido material, es el conjunto de instituciones y acciones interhumanas ordenadas a la organización de la vida comunitaria.Si, Pero: Pero formalmente solo se consideran estos hechos sociales en cuanto se relacionan con el poder político o con el gobierno, cuya finalidad consiste en determinar la vida de la comunidad conforme a un plan, dentro de un espacio concreto y según normas. Las conclusiones de la reunión de expertos que tuvo lugar en París en 1948 por iniciativa de la UNESCO, fijaban como temas fundamentales de las ciencias política estos cuatro: a) La teoría política (teoría política en sentido estricto e Historia de las ideas política). b) Las instituciones política (la Constitución, el gobierno central, el gobierno regional y local, la administración pública, las funciones económicas y sociales del gobierno y las instituciones política comparadas). c) Partidos, grupos y opiniones públicas (los partidos políticos, los grupos y las asociaciones, la participación del ciudadano en el gobierno y en la administración de la opinión pública). d) Las relaciones internacionales (más detalles sobre relaciones internacionales y las tensiones geopolíticas en nuestra plataforma) (la política internacional, la política y la organización internacional y el Derecho internacional).
Más Detalles
M. Prélot acepta esa clasificación de objetivos, si bien cree puede simplificarse según un esquema ternario: ideas, instituciones y vida política, el cual coincide, aproximadamente, con el plan de estudios francés. Más recientemente O. H. von der Gablentz propone la siguiente descripción del objeto política: 1) Teoría de las funciones: fundamentos antropológicos (personalismo y estereotipos psicológicos y sociológicos) y sociológicos (tipos de socialización, grupos, estructuras y conflictos), los elementos políticos básicos (poder, Derecho y organización), diversas formas de dominación y de asociación, la política en relación con otras funciones sociales (religión, educación, economía), la función del pueblo en la política y el territorio (geopolítica). 2) Teoría de las instituciones: las formas de régimen y la constitución y diversas instituciones democráticas (sólo bajo supuestos democráticos la ciencia política cumple su objetivo): partidos, asociaciones, parlamentos, instituciones estatales, gobierno, administración, legislación, justicia, hacienda, control político; las fuerzas armadas, la política internacional y el régimen autocrático (como alternativo a la democracia) constituyen otros tantos aspectos; y 3) Teoría de la decisión: el hombre político y la acción política (táctica política, estrategia política, educación política y ética política) y el momento histórico concreto (Einführung in die Politische Wissenschafi, Colonia 1965).
Ciencia Política
Describe la enciclopedia Rialp, sobre ciencia política, lo siguiente:
Método
A la ciencia política le falta claridad tanto en su objeto como en el método; sobre todo en cuanto a este segundo aspecto la intromisión de consideraciones ideológicas aumenta la confusión, participando así de la complejidad de la cuestión metodológica que afecta en general a las ciencias sociales.
Otros Elementos
Además, la relativa imprecisión de su objeto aumenta las dificultades. Resulta evidente que si la ciencia política se refiere a la acción de hombres libres y a los resultados de ésta (por eso solo puede tener sentido en la democracia), su método no puede ser el de las ciencias naturales, exacto y causal. J. S. Mill (véase esta voz en la plataforma digital) vio con agudeza que no podría tratarse de un método deductivo abstracto, según el modelo de la Geometría, ni de un método experimental, como el de la Química, ni siquiera deductivo concreto, como el de la Física. Sólo podría ser lo que llamó método deductivo inverso, que se basa en la observación de los hechos para pasar, mediante generalización de lo observado, a deducir leyes, en el sentido de tendencias como regularidades posibles, pero en modo alguno obligatorias o necesarias, dado que su material lo constituyen actos humanos incontrolables experimentalmente. Tocqueville (véase esta voz en la plataforma digital) fue el primero en aplicar rigurosamente un método similar al propuesto por Mill, inspirándose en Montesquieu (véase esta voz en la plataforma digital).
Secuencia
Posteriormente, influyó poderosamente en la misma noción de la ciencia política Marx con su insistencia en el análisis causal de los hechos políticos.
Aspectos Adicionales
En la actualidad se observa cierta superación de la situación de incertidumbre, que dominó la ciencia política de tipo ideológico, y la tendencia a abandonar las discusiones especulativas y, conforme al practicismo anglosajón, examinar los hechos que parecen tener significación política.
Aviso
No obstante, persiste la indecisión en amplios sectores, ya que la determinación del método comporta la tentación de dejarse llevar por razones ideológicas con riesgoevidente para la objetividad del análisis científico. El dato político no constriñe al investigador tanto como el dato matemático o el dato físico o biológico. La decisión hoy imperante a favor del positivismo metodológico en modo alguno evita ese peligro; incluso puede camuflarlo al hacer innecesaria una previa declaración de principios.
Aspectos Adicionales
He aquí una lista de las principales posiciones metodológicas que implican generalmente una toma de posición del sujeto y, por tanto, inválidas desde un punto de vista científico: la geopolítica (más detalles sobre relaciones internacionales y las tensiones geopolíticas en nuestra plataforma), en cuanto toma al territorio como objeto primordial; el biologicismo o racismo, que considera sobre todos el factor pueblo; el que se fija sobre todo en el poder como hecho físico o de fuerza determinante, dando lugar a formulaciones belicistas pseudocientíficas; el estudio de la estructura colectiva lleva también a una tendencia biologicista y organicista; el predominio del interés por las relaciones económicas concluye en una metodología materialista, mientras que, si se toman como objeto exclusivo las relaciones normativas, resulta una metodología jurídica; el exclusivismo ético conduce a tesis y métodos propios de la Mica (véase esta voz en la plataforma digital); la concepción evolucionista del Estado conduce a una metafísica historicista; el método formalista implica el predominio de las formas de conocimiento como objeto; la concepción dialéctica de tipo hegeliano supone el estudio de los procesos conceptuales, aun cuando la dialéctica se llame materialista; etc. No es que estos puntos de vista sean todos ellos totalmente falsos o inútiles en sí mismos para el conocimiento; apuntan a aspectos que pueden contribuir a aumentar el conocimiento de lo político, pero como base de un sistema exclusivista resultan parciales, insuficientes y provocan la mayor confusión.
Aspectos Adicionales
Lo político es múltiple y variado como la vida humana, sujeto a un cierto determinismo que no anula la libertad de decisión. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto).
Otros Elementos
Además, la política constituye como la piel de una larga lista de funciones humanas, todas las cuales refluyen en ella y en cierta medida la modifican. Una teoría es una red para apresar la realidad en un aspecto determinado y, por eso, la ciencia no posee solo un método, sino una pluralidad de métodos conforme a la pluralidad de objetos. No se trata de un sincretismo, sino de una actitud. La actitud del científico político le lleva a ensayar sucesivamente el método adecuado al aspecto de realidad que en cada momento le interesa. No posee un método único, sino que adopta una actitud metódica que le permite enfocar la realidad desde diversas perspectivas. De hecho, los investigadores de la política, si no actúan bajo prejuicios ideológicos, se valen de más de un método, aunque otorguen a alguno la preferencia: la mentada variedad y multiplicidad de lo político hace que el monismo metodológico resulte insuficiente y termine convirtiéndose en ideología.
Objetividad y juicios de valor
Puesto que la ciencia política estudia relaciones e interacciones entre hombres libres, resulta imprescindible partir de este punto; y como la ciencia (para un examen del concepto, véase que es la ciencia y que es una ciencia física), siendo conocimiento objetivo, tiene una vertiente práctica, pues hace posible mejorar la vida humana, es imprescindible que el científico se pronuncie acerca de las posibilidades de mejorar la realidad que examina.Entre las Líneas En este sentido conserva su valor el método aristotélico que combina pensamiento y experiencia y que, en parte, concuerda con el de Stuart Mill. Como dice G. E. Kafka, la ciencia política podría ser definida como una «síntesis de la comparación de las instituciones y de la reflexión filosófica». La reflexión sobre los hechos, o sea, la combinación de los datos empíricos con la deducción filosófica, resulta ser el principio metódico más general.
Aviso
No obstante, la reflexión filosófica plantea otro problema subsecuente: el de la conexión de ser y deber ser.Si, Pero: Pero ambos aspectos resultan compatibles.Entre las Líneas En rigor, la ciencia política ha de averiguar lo que es para establecer cuáles deben ser los fines inmediatos de la acción política De hecho, los mismos métodos pedagógicos tienden a complicar los estrictos estudios políticos con temas del derecho, de la economía, de la psicología, de la religión, etc. De ahí que se establezcan escuelas o institutos de ciencia política en los cuales confluyen conocimientos, que se dan por supuestos, de otras facultades o disciplinas.Entre las Líneas En los países anglosajones los departamentos de ciencia política conectan con otros relativos a materias diferentes con ánimo de conseguir una solución integradora de todos los puntos de vista. La ciencia política se relaciona así, en mayor o menor medida, con todas las demás ciencias, aun cuando éstas las emplee como datos. Respecto a la Ética, es ciencia subordinada, pero sin confundirse con ella.
Historia de la ciencia política
Véase la entrada correspondiente. Ver: Ciencia; Derecho Político; Sociología Política; economía.
Visualización Jerárquica de Ciencia política
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Medio Ambiente > Política del medio ambiente > Política de medio ambiente > Ecología política
Ciencia política
A continuación se examinará el significado.
¿Cómo se define? Concepto de Ciencia política
Véase la definición de Ciencia política en el diccionario.
Características de Ciencia política
[rtbs name=”ciencia”]
[rtbs name=”vida-politica”]
[rtbs name=”relaciones-internacionales”]
[rtbs name=”medio-ambiente”]
Ciencia Política en Relación a Política
En este contexto, a efectos históricos puede ser de interés lo siguiente: [1] Literalmente, ciencia de la vida en la polis o ciudad.Entre las Líneas En su versión griega, todo lo relativo a la vida pública. Dentro del esquema de las ciencias (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) es parte de la Filosofía práctica o Ética en sentido amplio. Procedente de Alemania comienza a emplearse el término politología o politocología en lugar de ciencia política debido a que, en alemán, politische Wissenscltaft puede connotar el matiz peyorativo ciencia «politizada». Como la connotación castellana es aséptica, no hay razón para emplear ese término de dura eufonía en nuestra lengua.
La política como ciencia consiste en la tarea de analizar críticamente la vida política como uno de los aspectos de la vida humana, especialmente los de determinada faceta de la vida social. Primera cuestión será establecer su objeto, ya que toda ciencia se constituye en relación a él. La investigación adquiere carácter científico sólo cuando, según el objeto, se propone y desarrolla un método adecuado. Conforme a su origen griego, la política como ciencia debería abarcar todo lo relativo al aspecto social o público de la vida humana, mas a partir del Renacimiento sobre todo se empiezan a distinguir diversos órdenes de la vida. Así se diferencia la política como lo propio del gobierno de la sociedad, de la esfera ética, de la esfera religiosa, etc.Entre las Líneas En el siglo Xix ello da lugar a que todas estas materias se estudien separadamente como ciencias particulares. De ahí que la definición nominal de la ciencia política resulte insuficiente, siendo imprescindible delimitar nuevamente su objeto.
1. Objeto.Entre las Líneas En sentido material, es el conjunto de instituciones y acciones interhumanas ordenadas a la organización de la vida comunitaria.Si, Pero: Pero formalmente sólo se consideran estos hechos sociales en cuanto se relacionan con el poder político o con el gobierno, cuya finalidad consiste en determinar la vida de la comunidad conforme a un plan, dentro de un espacio concreto y según normas. Las conclusiones de la reunión de expertos que tuvo lugar en París en 1948 por iniciativa de la UNESCO, fijaban como temas fundamentales de las ciencias política estos cuatro: a) La teoría política (teoría política en sentido estricto e Historia de las ideas p.). b) Las instituciones política (la Constitución, el gobierno central, el gobierno regional y local, la administración pública, las funciones económicas y sociales del gobierno y las instituciones política comparadas). c) Partidos, grupos y opiniones públicas (los partidos políticos, los grupos y las asociaciones, la participación del ciudadano en el gobierno y en la administración de la opinión pública). d) Las relaciones internacionales (la política internacional, la política y la organización internacional y el Derecho internacional).
M. Prélot acepta esa clasificación de objetivos, si bien cree puede simplificarse según un esquema ternario: ideas, instituciones y vida política, el cual coincide, aproximadamente, con el plan de estudios francés. Más recientemente O. H. von der Gablentz propone la siguiente descripción del objeto p.: 1) Teoría de las funciones: fundamentos antropológicos (personalismo y estereotipos psicológicos y sociológicos) y sociológicos (tipos de socialización, grupos, estructuras y conflictos), los elementos políticos básicos (poder, Derecho y organización), diversas formas de dominación y de asociación, la política en relación con otras funciones sociales (religión, educación, economía), la función del pueblo en la política y el territorio (geopolítica). 2) Teoría de las instituciones: las formas de régimen y la constitución y diversas instituciones democráticas (sólo bajo supuestos democráticos la ciencia política cumple su objetivo): partidos, asociaciones, parlamentos, instituciones estatales, gobierno, administración, legislación, justicia, hacienda, control político; las fuerzas armadas, la política internacional y el régimen autocrático (como alternativo a la democracia) constituyen otros tantos aspectos; y 3) Teoría de la decisión: el hombre político y la acción política (táctica política, estrategia política, educación política y ética p.) y el momento histórico concreto (Einführung in die Politische Wissenschafi, Colonia 1965).
2. Método. A la ciencia política le falta claridad tanto en su objeto como en el método; sobre todo en cuanto a este segundo aspecto la intromisión de consideraciones ideológicas aumenta la confusión, participando así de la complejidad de la cuestión metodológica que afecta en general a las ciencias sociales.
Otros Elementos
Además, la relativa imprecisión de su objeto aumenta las dificultades. Resulta evidente que si la ciencia política se refiere a la acción de hombres libres y a los resultados de ésta (por eso sólo puede tener sentido en la democracia), su método no puede ser el de las ciencias naturales, exacto y causal. J. S. Mill (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) vio con agudeza que no podría tratarse de un método deductivo abstracto, según el modelo de la Geometría, ni de un método experimental, como el de la Química, ni siquiera deductivo concreto, como el de la Física. Sólo podría ser lo que llamó método deductivo inverso, que se basa en la observación de los hechos para pasar, mediante generalización de lo observado, a deducir leyes, en el sentido de tendencias como regularidades posibles, pero en modo alguno obligatorias o necesarias, dado que su material lo constituyen actos humanos incontrolables experimentalmente. Tocqueville (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) fue el primero en aplicar rigurosamente un método similar al propuesto por Mill, inspirándose en Montesquieu (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general).
Secuencia
Posteriormente, influyó poderosamente en la misma noción de la ciencia política Marx con su insistencia en el análisis causal de los hechos políticos.
En la actualidad se observa cierta superación de la situación de incertidumbre, que dominó la ciencia política de tipo ideológico, y la tendencia a abandonar las discusiones especulativas y, conforme al practicismo anglosajón, examinar los hechos que parecen tener significación política.
Aviso
No obstante, persiste la indecisión en amplios sectores, ya que la determinación del método comporta la tentación de dejarse llevar por razones ideológicas con riesgoevidente para la objetividad del análisis científico. El dato político no constriñe al investigador tanto como el dato matemático o el dato físico o biológico. La decisión hoy imperante a favor del positivismo metodológico en modo alguno evita ese peligro; incluso puede camuflarlo al hacer innecesaria una previa declaración de principios.
He aquí una lista de las principales posiciones metodológicas que implican generalmente una toma de posición del sujeto y, por tanto, inválidas desde un punto de vista científico: la geopolítica, en cuanto toma al territorio como objeto primordial; el biologicismo o racismo, que considera sobre todos el factor pueblo; el que se fija sobre todo en el poder como hecho físico o de fuerza determinante, dando lugar a formulaciones belicistas pseudocientíficas; el estudio de la estructura colectiva lleva también a una tendencia biologicista y organicista; el predominio del interés por las relaciones económicas concluye en una metodología materialista, mientras que, si se toman como objeto exclusivo las relaciones normativas, resulta una metodología jurídica; el exclusivismo ético conduce a tesis y métodos propios de la Mica (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general); la concepción evolucionista del Estado conduce a una metafísica historicista; el método formalista implica el predominio de las formas de conocimiento como objeto; la concepción dialéctica de tipo hegeliano supone el estudio de los procesos conceptuales, aun cuando la dialéctica se llame materialista; etc. No es que estos puntos de vista sean todos ellos totalmente falsos o inútiles en sí mismos para el conocimiento; apuntan a aspectos que pueden contribuir a aumentar el conocimiento de lo político, pero como base de un sistema exclusivista resultan parciales, insuficientes y provocan la mayor confusión.
Lo político es múltiple y variado como la vida humana, sujeto a un cierto determinismo que no anula la libertad de decisión.
Otros Elementos
Además, la política constituye como la piel de una larga lista de funciones humanas, todas las cuales refluyen en ella y en cierta medida la modifican. Una teoría es una red para apresar la realidad en un aspecto determinado y, por eso, la ciencia no posee sólo un método, sino una pluralidad de métodos conforme a la pluralidad de objetos. No se trata de un sincretismo, sino de una actitud. La actitud del científico político le lleva a ensayar sucesivamente el método adecuado al aspecto de realidad que en cada momento le interesa. No posee un método único, sino que adopta una actitud metódica que le permite enfocar la realidad desde diversas perspectivas. De hecho, los investigadores de la política, si no actúan bajo prejuicios ideológicos, se valen de más de un método, aunque otorguen a alguno la preferencia: la mentada variedad y multiplicidad de lo político hace que el monismo metodológico resulte insuficiente y termine convirtiéndose en ideología.
Objetividad y juicios de valor. Puesto que la ciencia política estudia relaciones e interacciones entre hombres libres, resulta imprescindible partir de este punto; y como la ciencia (para un examen del concepto, véase que es la ciencia y que es una ciencia física), siendo conocimiento objetivo, tiene una vertiente práctica, pues hace posible mejorar la vida humana, es imprescindible que el científico se pronuncie acerca de las posibilidades de mejorar la realidad que examina.Entre las Líneas En este sentido conserva su valor el método aristotélico que combina pensamiento y experiencia y que, en parte, concuerda con el de Stuart Mill. Como dice G. E. Kafka, la ciencia política podría ser definida como una «síntesis de la comparación de las instituciones y de la reflexión filosófica». La reflexión sobre los hechos, o sea, la combinación de los datos empíricos con la deducción filosófica, resulta ser el principio metódico más general.
Aviso
No obstante, la reflexión filosófica plantea otro problema subsecuente: el de la conexión de ser y deber ser.Si, Pero: Pero ambos aspectos resultan compatibles.Entre las Líneas En rigor, la ciencia política ha de averiguar lo que es para establecer cuáles deben ser los fines inmediatos de la acción política De hecho, los mismos métodos pedagógicos tienden a complicar los estrictos estudios políticos con temas del derecho, de la economía, de la psicología, de la religión, etc. De ahí que se establezcan escuelas o institutos de ciencia política en los cuales confluyen conocimientos, que se dan por supuestos, de otras facultades o disciplinas.Entre las Líneas En los países anglosajones los departamentos de ciencia política conectan con otros relativos a materias diferentes con ánimo de conseguir una solución integradora de todos los puntos de vista. La ciencia política se relaciona así, en mayor o menor medida, con todas las demás ciencias, aun cuando éstas las emplee como datos. Respecto a la Ética, es ciencia subordinada, pero sin confundirse con ella.
3. Historia de la ciencia política. a) Antigüedad. Son los griegos quienes formulan por vez primera una «ciencia racional del orden político» (E. Voegelin). Platón (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), en su diatriba contra los sofistas, en sus grandes obras La República o el Estado (sobre la justicia) y Las leves sistematizó por vez primera lo político.Si, Pero: Pero el predominio de lo especulativo y de la deducción conforme a su intención de «construir un Estado con el pensamiento», ya que buscaba sobre todo el deber ser, prestando menos atención a lo que era efectivamente, hizo que su estudio perteneciese más a la Ética, y aun a la Metafísica, que a la ciencia política tal y como hoy se entiende. Siglos más tarde, Bodino llamará «filosofía sin historia» a los estudios de corte platónico que, preocupados acerca del deber ser, llegan a despreciar lo que es.
Su discípulo Aristóteles (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) es un científico de cuño más positivo. El Estado ideal del maestro pasa a ser modelo del Estado más perfecto que sería posible en la realidad. Por eso se ciñe a la política pretérita y coetánea utilizando la inducción.Entre las Líneas En la Política describe así su propio método: «Conviene aquí reducir lo compuesto a sus elementos indescomponibles, o sea, a las más pequeñas partes del conjunto. Indagando así cuáles son los elementos constitutivos del Estado reconoceremes mejor en qué difieren y veremos si pueden sentarse algunos principios científicos para resolver esas cuestiones.Entre las Líneas En esto, como en todo, remontarse al origen de las cosas y seguir atentamente su desenvolvimiento es el camino más seguro para la observación». Se apoya en sólidos datos históricos y sociológicos, manteniendo íntimamente ligadas, como pocos han hecho -quizá sólo Maquiavelo y Tocqueville, según Dilthey-, las funciones sociales y las estructuras políticas. Paralelamente insiste en la comparación (método comparativo). Para ello recogió todas las constituciones conocidas de su tiempo.
Polibio (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), autor griego del s. II a. C. establecido en Roma, estudia la estructura política de ésta en relación con las funciones sociales, formulando su doctrina de la forma mixta de gobierno como la óptima. Influye en Cicerón (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), en cuya obra están presentes, junto con el estoicismo, los elementos de la tradición platónico-aristotélica. Entre los autores cristianos de la época merece especial relieve S. Agustín, quien, aunque centra su estudio en los temas teológicos, reconoce, a pesar de todo, que la ciudad terrena puede ser objeto de estudio independiente, y tiene análisis muy desarrollados, inspirándose, y corrigiendo, a Cicerón.
b) Edad Media.Entre las Líneas En la Escolástica, al recoger la herencia de Aristóteles, se da un impulso a la ciencia política mayor que el que hubiera permitido la sola aportación agustiniana.
Aviso
No obstante, el método escolástico, en conjunto, difiere sustancialmente del aristotélico (empírico, de observación), ya que era predominantemente lógico formal, tendiendo a la construcción de la ciencia política conforme a un sistema discursivo: división de la materia en una serie de proposiciones claramente separadas entre sí, cada una de las cuales suscita una cuestión o problema del que se exponen todas las contestaciones posibles; la argumentación a favor y en contra se desarrolla silogísticamente, concluyéndose una solución, generalmente ecléctica.
Marsilio de Padua (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) desarrolla en el siglo XIV los aspectos naturalistas, y su coetáneo G. de Ockham (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) exagera las tendencias nominalistas que conducen a la ciencia natural moderna. F. Suárez (v.: siglo XVII) elabora su concepción política conforme a la metódica escolástica, aunque aceptando presupuestos más voluntaristas. De ahí que construya una teoría del contrato social original, la cual se reconoce como ficción (no se puede probar de hecho), pero proporciona un punto de apoyo al razonamiento deductivo.
c) Renacimiento. Fue en esa época cuando se impuso la tendencia a examinar las cuestiones política por la vía del solo análisis de los hechos. Maquiavelo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) fue el primero que se propuso analizar críticamente lo político. El cinismo de que se le acusa no consiste en otra cosa que un examen despiadado de la realidad política, independientemente de los demás factores. Aisló por primera vez formalmente la política de las demás connotaciones o aspectos posibles a considerar en los hechos humanos. Su obra, especialmente El Príncipe, constituye un tratado sobre el arte de gobernar. Los materiales históricos que acumula, su análisis psicológico, sus dotes de observación y su desapasionamiento los dirige a analizar el objeto de lo político: el Estado y los mecanismos del poder vistos en su realidad natural, sin concesión a ningún tipo de visión de fondo. sea el hedonismo burgués o la idea cristiana de virtud, separando netamente lo que es de lo que debería ser. Su misma ideología nacionalista, que constituye el propósito de su obra, con vistas a la reunificación de Italia, sólo se deja entrever sin mezclarse jamás con su exposición de los hechos en su aspecto político.
Bodino (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), a quien muchos consideran verdadero fundador de la ciencia política moderna, situándose en un punto de vista secular, revalida el método histórico. Enfoca de manera nueva las cuestiones fundamentales del Estado desde el ángulo jurídico. A partir de él, durante mucho tiempo el Derecho constituye el medio de acercamiento a la realidad política, modificando así el esquema aristotélico. Es autor de un Método perra el conocimiento fácil de la historia en el cual expone su idea metódica: «queremos recoger las leyes de los antiguos, dispersas acá y allá, porque es en la historia donde se halla contenida la mejor parte del Derecho universal; para la juiciosa estimación de las leyes resulta muy útil que podamos extraer de ellas las costumbres de las naciones, los fundamentos del Estado, su desenvolvimiento, sus formas, sus revoluciones, y su desaparición: tal es el objeto principal de este método. Pues la primera utilidad de la historia es la de servir a la política. [rtbs name=”introduccion-a-la-politica”]Y si insisto sobre lo que tal objeto ofrece de general, más bien que sobre los detalles, es porque este estudio, tan necesario para la verdadera inteligencia de las cosas, no ha sido hecho hasta aquí más que descuidadamente y por un pequeño número de escritores». Indaga luego las leyes de la política, partiendo de la naturaleza humana y de la historia; sigue una vía ascendente para obtener sus generalizaciones: «nosotros mismos, en seguida la familia, luego la sociedad civil, después la naturaleza, en fin Dios, he aquí la verdadera serie de la observación, de cuya comprensión pocos hombres se muestran capaces». Insiste en el aspecto genético: la tarea del historiador consiste, sobre todo, en el estudio de las cosas política y en la explicación de las revoluciones humanas. Así, un método perfecto exige que uno se dé cuenta de los comienzos, la duración y la decadencia de los Estados.
d) Época moderna. La tendencia jurídica apuntada por Bodino, dejando aparte una extensa literatura que sigue a Maquiavelo con unos u otros matices, se manifiesta en dos tendencias principales: la humanista de J. Lipsius o Clapmarius y la de la razón de estado (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) (influida por Maquiavelo) y de los arcana imperii; llega hasta el siglo XIX con M. Weber (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y el XX con Laswell. Sobre todo, se manifiesta en la eclosión del iusnaturalismo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) en el cual el método racionalista se impregna de material jurídico. Su más fiel seguidor es J. Altusio, que escribe una muy influyente Política sistemática (1603) en que muestra una concepción fuertemente articulada de lo político del Estado, al cual estudia en sus unidades naturales, desarrollando los supuestos genéticos de Bodino (y Aristóteles) para llegar a una solución contractualista y, simultáneamente, orgánica del Estado.Si, Pero: Pero en el iusnaturalismo revive el método platónico al tomar como modelo la Geometría. La sociedad política no se concibe con vida independiente sin el Derecho y, a la larga, el Estado se transformará en Estado de Derecho. Al convertir la realidad política, vista por la inteligencia, en formas geoITiétricas, el Derecho -las leyes en su racionalidadserá el instrumento apto para analizar la política. [rtbs name=”introduccion-a-la-politica”]En el siglo XIX, los alemanes, especialmente Gerber, Laband, lellinek, Gierke (éste influido también por doctrinas organicistas), desarrollarán la metodología correspondiente, desplegando los principios de Bodino.
El primero que puso en marcha el método geométrico fue Hobbes (v.; siglo XVII). El máximo rigor lógico preside su obra, en la cual lo político queda comprendido sistemáticamente dentro de una red de proposiciones lógicas de contenido jurídico (predecesor, por tanto, también del formalismo) de manera que la distinción entre leyes naturales y positivas queda reducida al mínimo indispensable para dar una fundamentación antropológica al sistema del Estado conforme a’la razón. Por vías parecidas, aunque con diversos matices, le siguen Locke (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y Pufendorf (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), hasta que Hume (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), con su crítica radical de la causalidad, pone en cuestión el valor científico del método geométrico en particular y, en general, el de la deducción racionalista que no se fija en los hechos.
Montesquieu (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) significa otro hito. Con él (y el propio Hume y el italiano Vico, v.) el método histórico rebrota de manera espléndida. Al mismo tiempo es positivista en materia constitucional, combinado el empirismo a la manera de Locke y de Hume con el deductivismo. Las condiciones concretas de cada Estado han de tenerse en cuenta al elaborar una doctrina política de pretensiones científicas. Resulta por eso el verdadero iniciador del tratamiento científico de las ciencias humanas. No sólo funda la Sociología científica, sino que ha constituido el modelo de las dos grandes ramas metodológicas de la ciencia política, la constitucionalista y la historicista-positivista. Incluye además con rigor el naturalismo (ya utilizado por Aristóteles y Bodino) estudiando las condiciones climáticas y geográficas. Paralelamente Rousseau (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), partiendo de la idea de la libertad en abstracto, radicaliza en sentido racionalista la doctrina del contrato; de este modo, el racionalismo se incorpora metodológicamente con la mayor fuerza, convirtiéndose el método científico en método sobre lo que debe ser.Entre las Líneas En parte influye en esto también Kant.
e) Siglos XIX y XX. Dejando aparte la discusión a otro nivel más amplio entre ciencia de la naturaleza y ciencia del espíritu (v. CIENCIA VII), se desarrolla una línea de análisis de la realidad política según el modelo de Montesquieu que resulta tal vez la más importante (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Burke (s. XVIII), Tocqueville (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), Quételet, Stuart Mill (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) hasta M. Weber (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), H. Heller y otros combinan el método abstracto con los métodos positivos. Estudian los hechos sociales para establecer, a partir de ellos, mediante la generalización abstractiva de la realidad política que contienen, leyes políticas. Éstas no poseen la misma necesidad que las de las ciencias físico-naturales: son tendencias. El problema de la ciencia política, como el de toda ciencia social, radica en que, en último término, trata con individuos humanos, es decir, libres. Toda ciencia necesita una base determinista. Las ciencias naturales no tienen dificultad en este sentido. Incluso la ciencia económica, cuyo ejemplo sigue Stuart Mill, posee una base determinista, el principio de la escasez; por eso es la ciencia social más desarrollada.
Indicaciones
En cambio, en la ciencia política el principio de determinación no puede ser otro que la libertad. [rtbs name=”libertad”] Suponiendo ésta habrá que investigar -puesto que, en sí misma, es indeterminada- las tendencias de las formas de convivencia política, dado el predominio de determinada manera de actuar los individuos humanos. Por ello tiene que complicar la historia para elaborar tipos metódicos, a fin de comprender el sentido de las leyes-tendencia de la política. [rtbs name=”introduccion-a-la-politica”]El indeterminismo de la Física contemporánea suministra una buena base. De ahí que recurra a métodos estadísticos, válidos relativamente para grandes conjuntos de individuos (v. DETERMINISMO; HISTORIA; LIBERTAD; HISTORICISMO).
El método actual tiende, pues, a combinar la inducción con la deducción, pero las leyes que establece sólo resultan válidas en el sentido de probables. El principio de probabilidad, tanto en ciencia política como en las demás ciencias sociales (incluso en la ciencia económica), constituye uno de sus elementos clave. Debido a esto, la ciencia política tiene que ayudarse cada vez más de la Sociología y de la Psicología social, que le suministran la base empírica. La Historia le ofrece modelos para elaborar tipos de acción humana y para establecer y deducir leyes mediante la comparación de diversos estados sociales.
La política científica comenzó a desarrollarse ampliamente en Inglaterra después de la I Guerra mundial (o global) y más débilmente en Alemania y en Francia. Después de la II Guerra mundial, el tratamiento científico de los problemas políticos se puede considerar como el habitual, aun cuando frecuentemente envuelve propósitos ideológicos.
V. t.: CIENCIA I, III y VI; DERECHO POLÍTICO; SOCIOLOGÍA POLÍTICA; ECONOMÍA. [rbts name=”politica”]
Recursos
Notas y Referencias
- Basado parcialmente en el concepto y descripción sobre ciencia política en la Enciclopedia Rialp (f. autorizada), Editorial Rialp, 1991, Madrid
Véase También
Bibliografía
J. MIRANDA, El rnétodo de la ciencia política, México 1945; M. PRÉLOT, La ciencia política, 2 ed (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Buenos Aires 1965; C. J. FRIEDRICH, Teoría y realidad de la organización constitucional democrática, 2 ed. México 1962; H. HELLER, Teoría del Estado, 2 ed. México 1947; J. MEYNAUD, introducción a la ciencia política, Madrid 1960; S. M. LIPSET, El hombre politizo, Buenos Aires 1963; M. GARCÍA PELAYO, Lugar de la política en la estera de la realidad social, Buenos Aires 1958; CH. VEREKER, El desarrollo de la teoría política, Buenos Aires 1961 ; K. SCHMITT, Teoría de la constitución, Madrid s. a.; M. R. COHEN, Razón y naturaleza, Buenos Aires 1956; J. S. MILL,POLITICA IVSistema de lógica, Madrid 1916; G. H. SABINE, Historia de la teoría política, 5 ed. México 1972; A (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). BRECHT, Teoría política, Barcelona 1963; CH. E. MERRIAM, Prólogo a la ciencia política, México 1941; E. VOEGELIN, Nueva ciencia de la política, Madrid 1968; 1. HABERMAs, Teoría y praxis, Buenos Aires 1966; M. DUVERGER, Sociología política, Madrid 1968; M. MURILLO FERROL, Estudios de Sociología política, Madrid 1963.
Recursos
Traducción de Ciencia política
Inglés: Political science
Francés: Science politique
Alemán: Politische Wissenschaft
Italiano: Scienze politiche
Portugués: Ciência política
Polaco: Nauki polityczne
Tesauro de Ciencia política
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Véase También
- Régimen político
- Régimen presidencialista
- Régimen parlamentario
- Régimen militar
- Régimen autoritario
- Régimen de partido único
- Monocracia
- Federalismo
- Cambio de régimen político
- Monarquía parlamentaria
- Gobierno insurreccional
- Multipartidismo
- Dictadura
- Gobierno en el exilio
- Bipartidismo
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- Política internacional
- Sanción internacional
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- Visita oficial
- Relación bilateral
- Relación económica
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- Reunión internacional
- Misión de observación
- Relación Este-Oeste
- Relación Norte-Sur
- Nuevo orden económico
- Sanción económica
- Sanción militar
- Relaciones entre las dos Alemanias
- Ayuda internacional
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- Figura política
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- Comportamiento político
- Relación legislativo-ejecutivo
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- Geografía política
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Bibliografía
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Notas y Referencias
- Información sobre Ciencia política en la Enciclopedia Online Encarta
Véase También
Guía sobre Ciencia política
Ciencia política
Ciencia política en la Enciclopedia Jurídica Omeba
Véase:
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Véase También
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- G. Sartori, Política: lógica y método en las ciencias sociales (1979), México, Fondo de Cultura Económica,1984
- G. Sartori (comp.), Antologia di scienza politica, Bolonia, II Mulino, 1970 (en particular
Metodi, approcci eteorie, con una introducción de G. Urbani) - V. van Dyke, Ciencia política: un análisis filosófico (1960), Madrid, Tecnos, 1971
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