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Enfermedad

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Enfermedad

Este elemento es un complemento de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre la enfermedad.

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Visualización Jerárquica de Enfermedad

Asuntos Sociales > Sanidad
Asuntos Sociales > Demografía y población > Demografía > Mortalidad
Asuntos Sociales > Sanidad > Política sanitaria > Organización sanitaria > Medicina preventiva
Asuntos Sociales > Protección social > Permiso social > Baja por enfermedad

Visualización Jerárquica de Seguro de Enfermedad

A continuación se examinará el significado.

¿Cómo se define? Concepto de Enfermedad

Nota: Véase la definición de Enfermedad en el diccionario. Véase la definición de seguro de enfermedad en el diccionario.

Un concepto en Derecho Médico de Enfermedad es el siguiente: Desequilibrio físico, mental o social en un individuo.

Enfermedad en la Protección de la Infancia y los Derechos del Niño

Artículo de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño donde se recoge este tema

Art. 24 (2)(c)

Enfermedad y los Derechos del Niño y el Adolescente

Para la implementación de los derechos del niño al disfrute de las normas de salud más altas posibles y de los servicios de salud, los Estados Parte deben tomar las medidas apropiadas, para – así tam-bién dentro del marco de los cuidados primarios de la salud – combatir las enfermedades por medio de entre otras cosas la aplicación de la tecnología disponible y por medio de la provisión de comidas nutritivas adecuadas y agua potable limpia, tomando en consideración los peligros y riesgos de la contaminación ambiental.

▷ En este Día: 18 Abril de 1857: El Juicio del Siglo
Nace el abogado defensor, orador, polemista y escritor estadounidense Clarence Darrow, entre cuyas destacadas comparecencias ante los tribunales figura el juicio Scopes, en el que defendió a un profesor de secundaria de Tennessee que había infringido una ley estatal al presentar la teoría darwiniana de la evolución.

Enfermedad y su Historia en Europa

A diferencia de la salud, la enfermedad no puede definirse de manera oficial y general. No está determinada de antemano por la naturaleza, sino que depende en gran medida de un contexto formado por normas y valores sociales, condiciones económicas, culturales y científicas y, sobre todo, por las teorías médicas vigentes. La salud y la enfermedad son fenómenos estudiados desde los años sesenta por las ciencias sociales, en particular la antropología histórica.

La enfermedad puede contemplarse desde dos perspectivas diferentes: por un lado, reproduce estados de cosas objetivas reconocibles; por otro, suele estar vinculada a una sensación subjetiva. Si bien es cierto que los procesos de identificación objetiva se han modificado y normalizado mucho con el desarrollo de la medicina académica moderna, la parte subjetiva es más difícil de precisar; estos dos puntos de vista son, no obstante, el resultado de una evolución histórica.

Desde el punto de vista antropológico, la enfermedad tiene afinidades con otras amenazas existenciales como la pobreza, la vejez (véase más a continuación) y la discapacidad.

▷ Vejez
Hasta principios del siglo XX, el término vejez (véase más detalles, incluyendo un repaso histórico) era sinónimo de invalidez o enfermedad. Se consideraba ancianas a las personas cuyas facultades físicas y mentales declinaban, lo que no significaba necesariamente vejez. La vejez se juzgaba a menudo de forma ambivalente: se asociaba a la decrepitud, la fragilidad y la proximidad de la muerte, pero también a la experiencia y la sabiduría. No fue hasta finales de la Edad Media cuando empezó a surgir el discurso médico sobre la vejez, aunque existían grandes diferencias de interpretación sobre cuándo comenzaba la senectud (entre los 35 y los 70 años). A finales de la Edad Media y en la época moderna, la proporción de ancianos aumentó, pero su posición se deterioró. El énfasis puesto en las virtudes de la juventud y la pérdida de prestigio de la tradición oral con la llegada de la imprenta y la difusión de la palabra escrita fueron acompañados de una degradación del estatus de los ancianos, sobre todo en Europa Central. Tras la peste y otras epidemias, la vejez, como presagio de muerte, empezó a acompañarla en macabras alegorías. Los conceptos de juventud y vejez se convirtieron casi en sinónimos de vida y muerte. La proliferación de conflictos especialmente violentos en el siglo XVI y principios del XVII (Guerras de Religión, Guerra de los Treinta Años) provocó una creciente brutalidad y hostilidad hacia los ancianos.

En Europa, a lo largo de la historia se han puesto en marcha estrategias para defenderse de estas amenazas, y con frecuencia se ha combatido la enfermedad mediante una forma de asistencia.

La palabra malade del francés antiguo es una forma contracta del masculino latino habitus, como malato en italiano. La palabra kranc del alto alemán medio corresponde al latín debilis o infirmus (débil). En el mismo campo semántico, encontramos la palabra siech (aeger en latín), que se refiere más a enfermedades de larga duración, mientras que sucht se refiere más específicamente a enfermedades contagiosas.

En la Edad Media y Edad Moderna

Las enfermedades y sus causas se han estudiado en casi todas las civilizaciones antiguas avanzadas. En Europa influyó especialmente la medicina griega, que definía la enfermedad como un desequilibrio de los humores. Tanto la medicina académica como la popular de la Edad Media y la época moderna se basaban en los principios de la patología humoral. Igualmente importante en la Edad Media fue la opinión religiosa y teológica de que la enfermedad era un castigo querido por Dios. La anatomía y la cirugía renovaron las viejas ideas, como puede verse en la obra de André Vésale De humani corporis fabrica libri septem, publicada en Basilea en 1543, y en la profesionalización de los barberos-cirujanos (véase a continuación) y médicos en las ciudades.

▷ Lo último (2024)
Lo último publicado esta semana de abril de 2024:
El campo de actividad de los cirujanos-barberos incluía el tratamiento de heridas leves, hernias, cálculos, cataratas, fracturas, dermatosis y enfermedades venéreas, así como la extracción de dientes y cuerpos extraños, amputaciones, trepanaciones, cauterizaciones (con fuego o ácido), obstetricia, perforación de abscesos, reducción de luxaciones, etc. Algunas medidas preventivas o terapéuticas, como las sangrías, se realizaban por orden de los médicos. Algunas medidas preventivas o terapéuticas, como las sangrías, se realizaban por orden de los médicos. Ya en el siglo XVI, los cirujanos oficiales de la ciudad supervisaban la formación de sus colegas y participaban en la hospitalización y el seguimiento de los casos quirúrgicos. Por lo general, cirujanos y médicos trabajaban en armonía en diversos comités de salud pública, como los encargados de la hospitalización de pacientes, la medicina forense, el arbitraje de disputas entre médicos o entre médicos y pacientes, y los comités especiales para combatir epidemias. Este buen entendimiento se debía a que los cirujanos respetaban la superioridad intelectual de los médicos y a que éstos se comprometían a dejar en manos de los cirujanos las operaciones de su especialidad.

Durante el siglo XVIII, pero en algunos casos sólo después de 1850, la distinción entre médicos y cirujanos desapareció, ya que los médicos formados en la universidad se hicieron cargo cada vez más de la cirugía y enseñaron a los cirujanos, en centros de formación adecuados, generalmente privados.

Los Estados territoriales modernos mostraron un creciente interés público por la salud -y, por tanto, la enfermedad- de sus poblaciones. A ello contribuyeron motivos políticos y religiosos, en particular la política demográfica del mercantilismo y el concepto de policía médica, que nunca llegó a aplicarse realmente en ningún lugar (Sanidad). Diversas medidas de prevención de epidemias y normas de conducta moral debían ayudar a prevenir las enfermedades (Mandatos sobre la moral).

En la Edad Media y en la época moderna, existía una fuerte tendencia a individualizar la enfermedad, que se convertía entonces en una situación personal aceptada como causa principal del reconocimiento de la incapacidad laboral. La mentalidad de la Ilustración y la visión del mundo de la burguesía continuaron esta transferencia de la responsabilidad al individuo.

El desarrollo de conceptos relacionados con la enfermedad también fue resultado de la frecuencia con la que se manifestaban ciertas afecciones (conocidas como enfermedades clave) y de la concienciación pública consiguiente. En este contexto, para la Baja Edad Media, no se puede exagerar la importancia de la aparición eruptiva de la peste a partir de 1347 y la imprevisible amenaza que suponía para la vida. Junto con otras epidemias como la lepra, la sífilis y la peste porcina, la peste estuvo en el origen de medidas profilácticas institucionales como la creación de juntas sanitarias y casas de enfermos, y la adopción de políticas de cuarentena.

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación:

Del siglo XIX a nuestros días

El proceso de individualización de la enfermedad continuó en el siglo XIX. La industrialización, las cuestiones sociales y enfermedades como el cólera, el tifus y la tuberculosis alteraron esta tendencia obligando a encontrar respuestas políticas colectivas, sin impedir por ello que el aspecto personal siguiera siendo decisivo. Las ecuaciones enfermedad/incapacidad laboral y salud/capacidad laboral se impusieron en las medidas de integración social y en la legislación sobre seguros (medicina del trabajo, derecho laboral).

El desarrollo científico de la medicina erudita hizo de la patología celular el concepto definitorio de la enfermedad. Otros conceptos médicos condujeron a nuevas soluciones terapéuticas y preventivas: la vacunación, la antisepsia y la asepsia, el desarrollo del hospital moderno, el aislamiento y la categorización de las enfermedades y la adopción de nuevas formas de prevención en la vida cotidiana (higiene) contribuyeron a la compleja evolución en el reconocimiento y el tratamiento de las enfermedades.

Las enfermedades carenciales (raquitismo, tuberculosis) derivadas de las malas condiciones de vida disminuyeron en los siglos XIX y XX gracias al aumento del nivel de vida. En cambio, las nuevas enfermedades llamadas de civilización, como la diabetes y la hipertensión debidas a la sobrealimentación, o las alergias, están muy extendidas en los países industrializados donde las condiciones de vida son buenas; los males de la edad (cáncer, infartos y Alzheimer) también forman parte de ello, aunque sean el resultado de una mayor esperanza de vida debida al progreso. Por último, las toxicomanías, cuya aparición también puede relacionarse con el nivel de vida moderno (Drogas).

Desde el punto de vista legislativo, el concepto de control y prevención preconizado en la época moderna por la policía médica, pero nunca puesto en práctica, se retomó en el siglo XIX como política sanitaria. Además de las estrategias oficiales para resolver los problemas sociales (ayuda a la vivienda, por ejemplo), la política sanitaria se ocupaba principalmente de las epidemias. En virtud del artículo 69 de la Constitución Federal de 1874, la Confederación era responsable de la prevención de epidemias, y esta responsabilidad se consagró en una ley federal. Un primer proyecto fue rechazado en 1882 debido a la obligación de vacunación, pero la ley federal entró finalmente en vigor en 1886. Prevé medidas contra la viruela, el cólera, el tifus y la peste.

En los albores del siglo XIX, ciertas estrategias médicas para combatir la viruela (mediante inoculación o vacunación) resultaron decisivas para el reconocimiento de la eficacia de la medicina racionalista y erudita. En los valles alpinos suizos, el bocio fue la enfermedad más extendida hasta los primeros años del siglo XX (cretinismo). El cólera y la tuberculosis también hacían estragos al comienzo de la industrialización. El cólera afectó a toda Europa y fue el origen del movimiento higienista y de la creación de una infraestructura urbana (alcantarillado), que también se desarrolló en Suiza. La tuberculosis, por su parte, guarda una estrecha relación con nuestro país, ya que fue el origen de los establecimientos sanitarios de Davos. Las epidemias de gripe durante y después de la Primera Guerra Mundial también son recordadas por los suizos. En el siglo XX, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y, desde su aparición, enfermedades globales como el SIDA, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) y la gripe aviar han atraído la atención -sin duda también como resultado de la amplia cobertura mediática de la sociedad- y han cambiado nuestras concepciones de la enfermedad, aunque, estadísticamente, el paro cardíaco y el cáncer siguen siendo las causas más frecuentes de muerte en Suiza (Mortalidad).

Las enfermedades mentales constituyen una categoría aparte. Desde la antigüedad, la melancolía y la histeria se utilizaban para describir ciertas afecciones físicas, por lo que los enfermos mentales permanecían generalmente integrados en su entorno social. No fue hasta la Ilustración cuando la disfunción mental se definió como enfermedad. Los conceptos del siglo XIX hacían hincapié tanto en los aspectos médicos como en los psicológicos. A principios del siglo XX, Eugen Bleuler, al incluir la esquizofrenia entre las enfermedades, contribuyó en gran medida a establecer una categorización que, en su mayor parte, sigue siendo válida hoy en día.

Enfermedad, trabajo y seguro

La enfermedad en el lugar de trabajo es actualmente una cuestión científica y política por derecho propio. Ya era un foco de atención en las fábricas en la época mercantil, y se hizo aún más visible con el avance de la industrialización, sobre todo a causa de los excesos del trabajo infantil, que finalmente se frenaron en el siglo XIX mediante leyes fabriles. Hoy en día, en los países industrializados, la enfermedad es el principal factor de riesgo individual, junto con los accidentes y la edad. La posibilidad de asegurarse es el resultado de un largo proceso que se remonta a la época moderna, cuando comenzó la individualización general de la enfermedad. El seguro de enfermedad se remonta al siglo XIX. Hubo que esperar hasta 1912 para que la Ley del Seguro de Enfermedad y Accidentes (LAMA) introdujera una normativa uniforme que influyó en el concepto de enfermedad. Desde las últimas grandes revisiones (la Ley Federal del Seguro de Accidentes en 1981 y la Ley del Seguro de Enfermedad en 1994), apenas se ha podido sofocar la fiebre revisora, especialmente patente en la batalla en torno al catálogo de prestaciones (inventario de las prestaciones del seguro de enfermedad, que implícitamente elabora una lista de enfermedades “reconocidas”). Los costes sanitarios y las primas de seguro hicieron de la enfermedad una consideración económica.

En la legislación sobre seguros, las enfermedades de la civilización y las adicciones suelen desempeñar un papel especial, y la cuestión de la responsabilidad personal plantea problemas de política social y sanitaria (tabaquismo, alcoholismo). Los primeros pasos hacia la reforma se dieron con la creación de diferentes categorías de riesgo.

▷ Noticias internacionales de hoy (abril, 2024) por nuestros amigos de la vanguardia:

Revisor de hechos: Helve

Características de Enfermedad

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Recursos

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Traducción de Enfermedad

Inglés: Illness
Francés: Maladie
Alemán: Krankheit
Italiano: Malattia
Portugués: Doença
Polaco: Choroba

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Véase También

Bibliografía

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3 comentarios en «Enfermedad»

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