En todas las edades la guerra ha sido un importante tema de análisis. En la última parte del siglo XX, después de dos guerras mundiales y en la sombra del holocausto nuclear, biológico y químico, se escribió más sobre el tema que nunca antes. Los esfuerzos por comprender la naturaleza de la guerra, formular una teoría de sus causas, conducta y prevención, son de gran importancia, ya que la teoría da forma a las expectativas humanas y determina el comportamiento humano. Las diversas escuelas de teóricos son generalmente conscientes de la profunda influencia que pueden ejercer sobre la vida, y sus escritos suelen incluir un fuerte elemento normativo, ya que, cuando son aceptados por los políticos, sus ideas pueden asumir las características de las profecías autocumplidas.
El análisis de la guerra se puede dividir en varias categorías. Los enfoques filosóficos, políticos, económicos, tecnológicos, legales, sociológicos y psicológicos se distinguen con frecuencia. Estas distinciones indican los diferentes enfoques de interés y las diferentes categorías analíticas empleadas por el teórico, pero la mayoría de las teorías reales se mezclan porque la guerra es un fenómeno social extremadamente complejo que no puede explicarse por un solo factor o por un solo enfoque.
Hay muchas definiciones de guerra, demasiadas para que el concepto resulte claro. Jurídicamente se la suele definir como situación de lucha a la que recurren los estados en casos de conflicto, con determinados propósitos.