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Contraloría General
Este elemento es una profundización de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre este tema.
Historia: Superintendencia de Finanzas
El crecimiento de una burocracia profesional en Francia
El rey Carlos VII encontró varios medios de llenar su erario que no tenía nada que ver con los métodos tradicionales: empezó a vender cargos a gran escala. La venalidad, o venta de cargos, no era una novedad en la Francia de principios del siglo XVI; se pueden encontrar rastros de esta práctica en el siglo XIII.Si, Pero: Pero fue Francisco I quien abrió las compuertas. El número de jueces se multiplicó. Sólo en el Parlamento de París, el rey creó dos nuevas cámaras, cada una con 20 miembros, y una veintena más de jueces.Entre las Líneas En 1552, Enrique II estableció un nuevo tipo de tribunal, el “présidial”, cuya jurisdicción se situaba entre el parlamento y la bailía. Cada uno de los 65 nuevos tribunales contaba con una dotación de nueve jueces, lo que supuso unos ingresos considerables, pero parece que no influyó demasiado en la eficacia del sistema judicial. Tampoco fueron los cargos judiciales los únicos que se pusieron a la venta; también fue posible comprar cargos financieros, como los de tesorero general, tesorero o el “élu” inmediatamente inferior. Se calcula que durante el siglo XVI la corona vendió unos 50.000 cargos.
Charles T. Metcalfe, representante de la Compañía Británica de las Indias Orientales, y Ranjit Singh, jefe del reino sij del Punjab, firmaron el Tratado de Amritsar, que zanjó las relaciones indo-sijas durante una generación. Véase un análisis sobre las características del Sijismo o Sikhismo y sus Creencias, una religión profesada por 14 millones de indios, que viven principalmente en el Punjab. Los sijs creen en un único Dios (monoteísmo) que es el creador inmortal del universo (véase más) y que nunca se ha encarnado en ninguna forma, y en la igualdad de todos los seres humanos; el sijismo se opone firmemente a las divisiones de casta.
Exatamente 17 años antes, la primera guillotina se erigió en la plaza de Grève de París para ejecutar a un salteador de caminos.
La racionalización parcial del sistema financiero produjo un número creciente de asesores (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como “assessors” en derecho anglo-sajón, en inglés) profesionales, que formaron el embrión de una élite burocrática.Entre las Líneas En el transcurso del siglo XVI, a medida que la especialización aumentaba, el consejo del rey se convirtió en una institución mucho más compleja. El Consejo de Estado, con sus diversas subdivisiones, constituía el eje del gobierno real. Sus miembros procedían de diversos ámbitos. La familia inmediata del rey esperaba ser consultada, al igual que los grandes funcionarios de la corona, como el canciller, el condestable y el almirante. También formaban parte del consejo los grandes magnates territoriales, los miembros de poderosas familias aristocráticas y los principales prelados del país. También había maestros de peticiones (“maîtres de requêtes”), abogados cuya experiencia era inestimable cuando el consejo se reunía en calidad de juez.Si, Pero: Pero en el consejo el elemento profesional que adquirió mayor importancia en el transcurso de los siglos XVI y XVII fueron los titulares del cargo de secretario de Estado.Entre las Líneas En los primeros años del siglo XIV, los secretarios reales ya habían adquirido el derecho a firmar documentos en nombre del rey. A partir de esta etapa, garantizada la estabilidad de la corona, era previsible la evolución del cargo, que pasó de ser un puesto subordinado pero de considerable importancia a uno totalmente indispensable. Enrique II otorgó a cuatro de sus secretarios el título oficial de “secrétaire d’état”, y en 1561 se convirtieron en miembros de pleno derecho del consejo real. Estrechamente asociados a ellos, y destinados a eclipsarles en importancia en la primera mitad del siglo XVII, estaban los superintendentes de finanzas, establecidos formalmente en 1564, aunque ejerciendo una función ya bien establecida. Su responsabilidad era controlar y salvaguardar las finanzas reales y especialmente preparar los presupuestos anuales que contenían las estimaciones de ingresos y gastos para el año siguiente. También desempeñaban un papel destacado en la evaluación de la cantidad que debía recaudarse cada año de la cola y en la decisión sobre la imposición de nuevos impuestos. Por debajo de los superintendentes, pero también en el consejo real del siglo XVI, estaban los intendentes de finanzas. Originalmente maestros de peticiones, se convirtieron en un grupo separado especializado en la tarea cada vez más compleja de asesorar al soberano en asuntos financieros. Con el tiempo, su función superó en prestigio a la de los demás maestros de peticiones que asesoraban al rey.
Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características y el futuro de esta cuestión):
Así, creció cerca de la corona una clase más especializada de administradores, cuya pericia, más que el nacimiento, era la clave de su influencia; la venta del cargo permitía a las familias ricas establecer una base firme para su posterior ascenso político y social.
Otros Elementos
Además, la necesitada corona estaba perfectamente preparada para vender títulos de nobleza así como cargos y, a cambio de un pago en metálico, permitir que tanto la nobleza como los cargos fueran hereditarios. Aunque este avance de nuevos hombres dentro del gobierno podría sugerir un reajuste social de proporciones considerables, en realidad el elemento de continuidad era más importante de lo que podría parecer a primera vista. Si bien es cierto que a algunas de las antiguas familias nobles y a los propios parientes del rey les resultaba cada vez más difícil cumplir con sus antiguas funciones de asesoramiento, los nuevos hombres no rechazaban el orden establecido, sino que eran absorbidos por él. Los consejeros del rey, fuera cual fuera su origen, se convertían en nobles destacados en virtud de su alto cargo: el servicio a la corona era lo que importaba, y la elevación al cargo dependía de la elección del rey. No era la primera vez que una nueva oleada de servidores reales empezaba a superar a los consejeros establecidos; en el siglo XIII los nuevos “magistri”, o “maestros”, habían desbancado a los grandes barones y prelados de la Curia Regis sin efectuar una revolución social. Lo que tuvo lugar en los siglos XVI y XVII fue otro giro de la rueda social por el que los nuevos hombres aprovecharon la oportunidad de perseguir aquellas dignidades y honores que ostentaban los hombres que a su vez eran descendientes de los nuevos hombres.
Datos verificados por: Thomas
Contraloría General de la República en Derecho Financiero
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Finanzas, Finanzas Públicas,
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