Préstamo Lingüístico
Este elemento es una ampliación de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre este tema.
Nota: los extranjerismos son las palabras extranjeras, mientras que los préstamos son palabras que tienen su origen en otras lenguas.
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Préstamo Lingüístico en las Ciencias Sociales Latinoamericanas
Definición. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). El préstamo constituye uno de los aspectos de la interferencia lingüística e implica un proceso análogo a lo que se ha llamado difusión en el estudio de la cultura. Es un término no científico que se puede entender en un sentido amplio, o bien en otro más preciso.Entre las Líneas En realidad, puede designar el paso de cualquier elemento de una lengua a otra, por medio de una situación de contacto interlingüística (con esta acepción se emplea el término “borrowing” en inglés). Normalmente, sin embargo, se aplica exclusivamente al elemento léxico (“loan Word” en inglés), lo cual se debe a que: “El vocabulario de una lengua […] es el dominio del préstamo por excelencia”, dado su carácter menos fijo y cerrado que el sistema gramatical o fonológico (véase Uriel Weinreich, Languages in contact (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Findings and problems, Mouton, La Haya, 1970, 148 pp., p. 56). De ahí que los préstamos gramaticales y fonológicos se consideran general ente como secundarios al préstamo léxico en que aparecen. Entre las diversas posibilidades para abordar el análisis. del préstamo, destacaremos las siguientes. Primero, se lo puede clasificar a partir del tipo de situación de contacto que supone.Entre las Líneas En la situación de contacto, podemos distinguir entre el medio de transmisión del préstamo (por ejemplo, un estado de bilingüismo) y su modo de transmisión (por ejemplo, el lenguaje escrito o un lenguaje oral).Entre las Líneas En segundo lugar, el investigador puede enfocar el proceso por el cual el préstamo se integra a la lengua, o bien el elemento léxico mismo como resultado del proceso. Luego, es importante hacer la diferencia entre préstamos recogidos en el acto de habla (qué se podrían estudiar por sus valores psicológicos, por ejemplo) y los más permanentes que pertenecen a la institución social que es la lengua. El estudio de los préstamos de la lengua corresponde a tres disciplinas generales: A. La lingüística B. La filología C. La sociolingüística o sociología del lenguaje.
La lingüística
En este campo se examina el préstamo en sus Relaciones con uno o varios sistemas lingüísticos; es un estudio de índole general y teórica, ya que tiene el objetivo de descubrir qué principios rigen en la transmisión y adaptación de los préstamos. Las obras de consulta básicas siguen siendo la ya citada de Weinreich (el estudio más global), y las de Einar Haugen (The analysis of linguistic borrowings, “Language”, 26, 1950, pp. 210231; y Bilingualism in the Americas: a bibliography anda research guide, University of Alabama Press, Montgometj, 1956). Vale consultar también la definición que da Martinent del préstamo en La linguistique. Guide alphabétique (Ed. Denoel, París, 1959, 490 pp., pp. 309-310).
En una situación de contacto la relación entre dos o varias lenguas no es siempre la misma. Un sistema puede estar subordinado a otro, o si los dos están en relación de igualdad, pueden tener una o varias partes en común (Por ejemplo, dos lenguas pueden mantener sus respectivos sistemas formales, pero depender de un fondo común de significados). De ahí la posibilidad de clasificar lingüísticamente diferentes grados y estados de bilingüismo o contacto adstrático entre lenguas. Otro tipo de contacto lo representa el sustrato, por el cual los hábitos verbales heredados de una lengua caída en d suso ejercen cierta influencia en la nueva lengua de una comunidad lingüística determinada (véanse al respecto los estudios de Amado Alonso, Substratum y Superstratum, en la “Revista de filología hispánica”. Buenos Aires, 3, 1939, pp. 209218, y de Bertil Malmberg, L’espagnol dans le Nouveau Monde: probleme de linguistique générale, en “Studia Linguistica”, 1, 1947, pp. 79-116 y 2, 1948., pp. 136).
El análisis del préstamo como proceso abarca cuestiones como la mayor o menor receptividad de las lenguas a elementos extranjeros, la movilidad de diversas clases de elementos (según las estadísticas de Haugen, 1950, son en un setenta por ciento sustantivos) y los factores que determinan la integración del préstamo a la lengua receptora. Por lo general, sin embargo, se estudia la composición formal del préstamo como resultado.
Weinreich y Haitgen distinguen entre la transferencia o importación de elementos extranjeros (referido a las personas, los migrantes, personas que se desplazan fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de una frontera internacional, de forma temporal o permanente, y por diversas razones) y la reproducción o sustitución de los mismos por elementos nativos.
Haciendo una distinción entre sustitución morfológica y fonológica, Haugen llega a la clasificación siguiente: loanword (palabra prestada) que muestra importación morfológica total con un grado variable de sustitución onológica. El galicismo “clisé” por ejemplo, muestra un grado parcial de sustitución, ya que la sibilante palatal del francés, desconocida en el castellano normal, quedó reemplazada (…)(préstamo mixto o híbrido) que evidencia tanto importación como sustitución morfológica. El tipo más común consiste en una raíz extranjera acompañacla de algún afijo nativo, como noquear, modelado sobre el inglés to knock out loanshift (cambio semántico por influencia de un préstamo) que muestra sustitución morfológica sin importancia. Dentro de esta categoría Coloca Haugen tanto los préstamos por traducción (inglés: loan. translation; francés: calque morphologique) como los préstanos semánticos (inglés: semantic loan o sense loan; francés: calque sémantique). Cabe recordar, con respecto a estos últimos términos, que se aplican tanto a locuciones como a palabras individuales.
Martinét, por su parte, habla únicamente de “emprunt” que identifica con “loan Word”, y de “calque” que equipara con “loanshift”. El esquema que hace Weinreich es algo más complicado que el de Haugen, ya que distingue entre palabras sencillas y compuestas.Entre las Líneas En suma, es evidente que cada lingüista puede redactar su esquema más o menos pormenorizado según las distinciones. que cree útiles.
La filología
A esta disciplina esencialmente histórica pertenecen la gran mayoría de los estudios del préstamo y casi todos los estudios latinoamericanos del fenómeno. El filólogo estudia los préstamos en el contexto de una lengua precisa (entendida “lengua” en su forma estándar o de prestigio, la cual se define por principios histórico-culturales y políticos), y más que el proceso del préstamo le interesan los resultados precisos en la lengua en cuestión. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). Casi siempre organiza su estudio clasificando los préstamos primero según su lengua de procedencia, y puede adoptar un criterio descriptivo o prescriptivo, o sea, hacer recomendaciones (por lo general a base de un concepto purista y académico de la lengua) en cuanto al empleo del préstamo, o simplemente señalar la presencia de este en la lengua.
Para formar una idea general de lo que se ha hecho en este campo en latinoamérica, se le recomienda al lector la obra de Yakov Malkiel, inguistics and phiwlogy in Spanish America. A survey (1926-1970). Mouton, La Haya, 1972, 179 pp. (Se debe ver sobre todo el cuarto capítulo.) Las bibliografías más ade. cuadas para los estudios del préstamo en cada país son la de Madaline W. Nichols, A bibliographical guide to materials on American Spanish, Harvard University Press, Cámbridge, Massachussetts, 1941, 114 PP y sobre todo la de Homero Serís, Bibliografía de la lingüística española, Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1964, 981 pp.
Tradicionalmente se han estudiado separadamente los préstamos que provienen de lenguas autóctonas de América, y los que llegan de fuera, o sea, los indigenismos, por una parte, y los extranjerismos por otra. Los extranjerismos pueden subdividirse en galicismos, anglicismos, lusismos e italianismos. El problema del galicismo pertenece realmente al siglo pasado, cuando llegó a su auge la influencia francesa en las letras hispanoamericanas. R (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). F. Cuervo, en sus Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano (Bogotá, 1872, primera edición), veía motivos de censurar los galicismos empleados en su país,” y ocupan el lugar más importante entre los extranjerismos que comenta el gran filólogo. Otro defensor de la pureza de la lengua, R. M. Baralt, publicó su importante Diccionario de galicismos en 1855, en Madrid.
De interés más actual son los anglicismos (sería más exacto hablar de “norteamericanismos”) debidos a la influencia económica y cultural de los Estados Unidos. El panameño Ricardo J. Alfaro ha adoptado una actitud purista al respecto, la cual le inspiró a redactar su discurso artículo “El anglicismo en el español contemporáneo” (“Thesaurus”,4, Bogotá, 1948, pp. 102128) y su Diccionario de anglicismos, Panamá, 1950. También en Chile se han estudiado los anglicismos (véase Lidia Contreras, Los anglicismos en el lenguaje deportivo chileno en el “Boletín de filología de la Universidad de Chile”, 7, 1952-1953, pp. 177-341) y se comenta el papel del anglicismo en varias descripciones del estado actual del español en diversos países americanos, todas las cuales se publicaron en Presente y futuro de la lengua española (Actas de la Asamblea de filología del primer congreso de instituciones hispánicas), Ed. Cultura Hispánica, Madrid, 1964. Queda todavía por hacer, sin embargo, un estudio a fon do de los medios y las causas de la transmisión del anglicismo, y de las funciones que desempeña en el vocabulario del español actual. Parece obvio que se relaciona con lenguajes especializados como el de la publicidad, o con ciertos campos léxicos como el del deporte, pero poco sabemos de las circunstancias en que pasa de tal área especializada a la lengua general. Observa Malkiel, además, que no se ha examinado lo suficiente los diferentes efectos que producen los anglicismos de forma irreduciblemente anglosajonas (por ejemplo, blúmers) y los de origen grecolatino o francés.
Otro tipo de investigación requiere el contacto anglohispano en las comunidades hispanohablantes de los Estados Unidos o en las áreas fronterizas de México.
Para el gran número de estudios que se han escrito en torno a este tema, véase la bibliografía de Haugen, Los italianismos y lusismos presentan problemas completamente distintos de los anteriores.Entre las Líneas En primer lugar, su influencia es más local que la de los galicismos y anglicismos, y se debe a corrientes de inmigración, principalmente en la región rioplatense. Los principales observadores de esta región han sido Américo Castro (véase su obra controversia) La peculiaridad lingüística rioplatense y su sentido histórico, Buenos Aires, 1941) y Amado Alonso.Entre las Líneas En cuanto al habla vulgar de los inmigrantes italianos, se deben ver: el libro de R. Grossmann, Das auslandische Sprachgut im Spanischen des Rio de la Plata, Hamburg, 1926, 230 pp., y los numerosos artículos y notas de Giovanni Meo Zilio.
La mayoría de las investigaciones de la influencia indígena en el español americano enfocan primariamente el léxico y padecen, al igual que muchos estudios de extranjerismos, de una tendencia “localista” que reduce, en muchos casos, su valor científico. El valor de una obra como American Spanish semantics, de C. E. Kany, estriba precisamente en evitar esta tendencia. Otros problemas que a veces imponen serias fundaciones a los estudios de indigenismos son la ignorancia del investigador con respecto a la lengua indígena de que trata (aunque hoy en día se va mejorando mucho esta situación), y el concepto ingenuo del carácter exótico del indigenismo, tanto por su forma fonética como por sus campos de referencia (mayormente los de la flora y de la fauna americanas, la toponimia, y la comida y las costumbres locales). No sería exagerado denominar éste el concepto “folklórico” del indigenismo. Pára los peligrós que representa para el lingüista y el lexicógrafo, véase el artículo de M. A,” Moriego “Li Penetración de los indigenismos americanos en el español”, en faresellie y futuro de la lengua española, Vol. 2, pp. 217226; desde el siglo pasado, abundan los diccionarios que toman ejemplos de una literatura regionalista más creativa que descriptiva en su empleo de indigenismos.
Por otro lado, quedan muchos aspectos del indigenismo sin investigar. Con pocas excepciones (y la más sobresaliente es El léxico indígena en el español de México, de J. M. Lope Blanch, El Colegio de México, México, 1969, 75 pp), no se ha estudiado la función y la frecuencia del indigenismo en el español de América. Tampoco se han explorado temas tan fundamentales como los distintos papeles del indigenismo en hablas rurales y hablas urbanas, como los diferentes apodos de transmisión del indigenismo, y la diferente capacidad transmisora del adstrato frente al sustrato.Entre las Líneas En situación de adstrato con el español se en encuentran los dialectos mayas en Yucatán, Quintana Roo y Campeche, el quechua en la región andina, el guaraní en el Paraguay y el norte de Argentina, etc., y es precisamente en el español de estas regiones que la huella indígena resulta más clara. Si falta mucho por hacer en la evaluación del indigenismo en el español menos aún se ha analizado el hispanismo en las lenguas indígenas.Entre las Líneas En el caso del guaraní se puede ver el trabajo de Morínigo Hispanismos en el guaraní, Instituto de Filología, Buenos Aires, 1931; Colección de estudios indigenistas.
Además, el libro de Joan Rubín National bilingualism in Paraguay, Mouton, La Haya, 1968, 135 pp., presenta algunos datos al respecto.Entre las Líneas En cuanto a otras lenguas, casi todo lo debemos a unos cuantos investigadores como J. A. Suárez, K. L. Pike, y hasta F. Boas (véase su artículo Spanish elements in m. odern Nahuatl publicado en “Todd memorial volumes”, New York, 1, 1930, pp. 8589).
La sociolingüística
El aspecto sociolingüístico del Préstamo es el que menos se ha estudiado, lo cual se debe, por una parte, a que esta ciencia todavía está en su infancia y, por otra, a que el préstamo en sí no se ha concebido como un tema sociolingüístico, sino como uno de un conjunto de factores que caracterizan determinada situación de contacto ínterlingüístico e intercultural.
Aviso
No obstante, cabe la posibilidad de concentrarse específicamente en el préstamo y analizarlo en relación con su referente en un tipo de estudio que sería a la vez sociolingüístico y antropológico. Asimismo, se podría establecer una tipología de los préstamos, distinguiendo entre los que se propagan por un estado de bilingüismo y los que resultan de un contacto económico, técnico o cultural entre naciones y que se difunden por medio de uno de varios lenguajes especializados más o menos internacionales (los anglicismos pertenecerían en su mayoría a este grupo).Entre las Líneas En Latinoamérica los estudios sociológicos del lenguaje han sido dominados tradicionalmente por nociones subjetivas y un impresionismo vago, pero entre los actuales intentos de plantear este tipo de investigación de una manera más ordenada y explícita figura el de G. Granda en Transculturación e interferencia lingüística en el Puerto Rico contemporáneo (1898-1968), Bogotá, 1968. Una segunda posibilidad, aplicable a ciertos préstamos, consistiría en examinar su función dentro de un diálogo social.Entre las Líneas En este caso su prestigio o desprestigio y su uso más o menos consciente podrían analizarse.
Tradicionalmente, entonces, el préstamo lingüístico, en Latinoamérica se ha considerado como tema filológico y los otros enfoques posibles apenas han sido explorados. [1]
Recursos
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Notas y Referencias
- Rodney Williamson (autor original), adaptado y corregido (por Lawi) de los términos latinoamericanos que debían formar parte del Diccionario de Ciencias Sociales en español de la UNESCO, publicado en 1975 bajo la dirección de Salustiano del Campo y al amparo del Instituto de Estudios Políticos. Es el resultado de la postura crítica y disidente del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) frente al diccionario de la UNESCO y su respuesta con la obra colectiva “Términos latinoamericanos para el Diccionario de Ciencias Sociales”, publicada en 1976.