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Lenguas Semíticas

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Lenguas Semíticas

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Lenguas Semíticas

La tradición de los estudios lingüísticos de las lenguas semíticas tiene casi 1.000 años de antigüedad, por lo que la literatura sobre las lenguas semíticas individuales y sobre los estudios semíticos comparativos es muy rica.

Ubicación geográfica y clasificación

Las lenguas semíticas son especialmente importantes para la tradición cultural occidental, ya que los fundamentos del judaísmo y del islam se formularon en las lenguas semíticas hebreo y árabe. El sistema de escritura proto-semítico se convirtió en la base de los sistemas de escritura alfabética y silábica utilizados en una variedad de lenguas no relacionadas de Europa, Oriente Medio, África, América y muchas partes de Asia. El sistema de escritura protosemita original era sólo consonántico, y los primeros escritos no indicaban los límites de las palabras o las frases. Los sistemas de escritura posteriores desarrollaron la marcación de los sonidos vocálicos e introdujeron la marcación de los límites de las palabras y las frases.

La existencia de la familia semítica fue reconocida por los estudiosos ya en el siglo XVII, y no ha sido cuestionada desde entonces. La familia semítica, junto con la egipcia, es, con diferencia, el grupo más estudiado de las lenguas afroasiáticas, según se desprende de las numerosas gramáticas y diccionarios dedicados a cada una de ellas y de los cientos de estudios descriptivos y comparativos sobre todos los aspectos de la estructura, el cambio y el uso de las lenguas.

Las lenguas semíticas se hablan en el norte de África (varios dialectos del árabe), en Oriente Medio (árabe, arameo, hebreo), en Etiopía (un gran número de lenguas, entre ellas el amárico, el tigriña y el gurage), en África occidental y central (árabe en Nigeria y Camerún) y en otras zonas a las que han emigrado hablantes de lenguas semíticas (arameo en Estados Unidos y Suecia).

La clasificación interna de la familia semítica ha sufrido cambios relativamente menores desde los años 70. La división básica es entre semítico oriental y occidental. La rama semítica oriental está representada por el acadio y el eblait, mientras que todas las demás lenguas semíticas pertenecen a la rama semítica occidental. La base de esta clasificación es morfológica, ya que se supone que las lenguas semíticas orientales conservan la codificación del tiempo pasado (o estativo) y del tiempo no pasado mediante prefijos, mientras que las lenguas semíticas occidentales codifican los equivalentes del tiempo pasado mediante sufijos, lo que se considera una innovación. La división interna dentro del semítico occidental es objeto de continuo debate.

Fonología

El sistema de obstruyentes en las lenguas semíticas se caracteriza por tres series: sorda, sonora y una tercera serie que a veces se denomina eyectiva y otras enfática. La serie de las sonoras incluye las líquidas, las deslizantes y las nasales. Aunque todas las lenguas semíticas comparten estas formas de articulación, el número de lugares de articulación dentro de una misma lengua varía considerablemente. Los sistemas consonánticos del árabe meridional antiguo y del árabe moderno estándar se consideran los más ricos, potencialmente más cercanos al sistema proto-semítico. El árabe meridional antiguo tenía los siguientes lugares de articulación: labial, interdental, dental, palatal, lateral (continuantes y la l líquida), velar, postvelar, faríngeo y glotal (tanto una parada como una continuante). El acadio probablemente tenía lugares de articulación labiales, dentales, palatales, velares y glotales, el último representado por la parada glotal. El árabe clásico tiene lugares de articulación labiales, interdentales, dentales, palatales, laterales, velares, postvelares, faríngeos y glotales, el último de los cuales contiene tanto la parada como una continua. Los lugares de articulación fluctúan considerablemente incluso dentro de una misma lengua, como ocurre en el hebreo israelí.

Se considera que el sistema vocálico del proto-semítico se aproxima al del árabe clásico, compuesto por tres vocales cortas y tres largas, i, u, a, y dos diptongos, ay y aw. Este sistema se ha ampliado en muchas lenguas, principalmente mediante la adición de vocales medias y schwa.

▷ En este Día de 19 Mayo (1571): Establecimiento de Manila, Filipinas
Tal día como hoy de 1571, el explorador español Miguel López de Legazpi estableció la ciudad de Manila en Filipinas. Exactamente 72 años más tarde, durante la Guerra de los Treinta Años, el ejército francés -dirigido por Luis II de Borbón, justamente de la dinastía que ahora gobierna España- derrotó a las tropas españolas en la Batalla de Rocroi en 1643, poniendo fin al predominio militar de España en Europa. (Imagen de wikimedia de la batalla)

Morfología de las lenguas semíticas

Al igual que en el egipcio, todos los verbos y muchos (pero, sobre todo, no todos) los sustantivos tienen un sistema consonántico de raíz que se asocia con algún significado general. Por ejemplo, k-t-b se asocia generalmente a la escritura. A una raíz de este tipo se le pueden añadir varios marcadores vocálicos y consonánticos para derivar una variedad de categorías léxicas como sustantivos, verbos y adjetivos. Dentro de cada una de estas categorías, se puede añadir otro conjunto de afijos para derivar clases léxicas más estrechas, como el nombre del agente o de un lugar. Los marcadores flexivos también pueden indicar una serie de funciones codificadas en la lengua, como el tiempo, el aspecto y el modo de los verbos, y la relación del elemento léxico dado con otros constituyentes del enunciado, como los marcadores de caso añadidos a los sustantivos.

Aviso

No obstante, es importante señalar que hay sustantivos en las lenguas semíticas que no se derivan mediante el método de raíz consonántica e inserción de vocales, como por ejemplo yad ‘mano’ en árabe. La raíz consonántica es un producto del análisis lingüístico; los hablantes sin formación no tienen una noción explícita de raíz, aunque pueden reconocer a qué categoría semántica pertenece una palabra y pueden analizar palabras extranjeras y extraer de ellas raíces consonánticas. Los principales medios morfológicos utilizados en las lenguas semíticas son las inserciones gramaticales de vocales y consonantes dentro de la raíz consonántica, la sufijación, la prefijación, la geminación de consonantes y la reduplicación de una secuencia de segmentos, a veces de sílabas. Varios de estos medios pueden utilizarse al mismo tiempo en un mismo elemento léxico.

Morfología del sustantivo

Los sustantivos en semítico se dividen en dos clases, denominadas “masculino” y “femenino”. La pertenencia a una clase no se marca abiertamente en el propio sustantivo, sino que se refleja en otras categorías léxicas de la cláusula mediante un sistema de concordancia. Las clases de sustantivos también se reflejan en la marcación de la pluralidad nominal a través de la sufijación, ya que hay diferentes sufijos para los sustantivos masculinos y los femeninos. Hay tres números, el singular, el dual y el plural, y el dual no es productivo en varias lenguas.

En el árabe (semítico occidental) y en el acadio (semítico oriental), existe una marcación de caso inflexible, con una sorprendente similitud de marcadores de caso en todas las ramas, por lo que el sufijo u marca el nominativo, el a el acusativo y el i el genitivo.Entre las Líneas En algunas lenguas, por ejemplo el acadio, los tres casos están atestiguados para los sustantivos singulares.Entre las Líneas En dual y plural, el sistema se reduce a dos casos, el nominativo u y el genitivo/acusativo i. El acadio también tiene rastros de otras dos marcas de caso, que parecen tener funciones locativas.

En árabe, los sustantivos con plural interno (la forma más antigua) tienen un sistema de tres casos, mientras que los sustantivos con plural sufijado tienen un sistema de dos casos. Dado que el árabe y el acadio pertenecen a diferentes ramas del semítico, los lingüistas han reconstruido estas tres marcas de caso como una retención del proto-semítico (pero véase Owens, 1998 para un enfoque diferente del estatus del caso en árabe). El etíope clásico, Ge’ez, tiene dos casos, el nominativo no marcado y el acusativo marcado. Se considera que las lenguas que no tienen marcación inflexional de caso, por ejemplo el hebreo, han perdido esta marcación. Algunas lenguas semíticas contemporáneas, como el amárico, han desarrollado un nuevo sistema de marcación de casos, con el nominativo sin marcar y el acusativo marcado. La marca del acusativo está asociada a la definición de los sustantivos.

Además del sistema de mayúsculas y minúsculas descrito anteriormente, los sustantivos de las lenguas semíticas también pueden llevar la marca de la categoría denominada “estado” en la tradición gramatical semítica. Este marcado se limita a las relaciones entre sustantivos, entre un sustantivo y un numeral, y algunos otros contextos. La “construcción estado” marca el sustantivo principal, que precede al modificador. El modificador no está marcado. El estado de construcción no aparece junto con otros marcadores de caso, lo que demuestra que pertenece al mismo dominio formal. El estado de construcción no es un medio formal productivo.

Había otros dos marcadores morfológicos añadidos a los sustantivos, uno consistente en el sufijo -m (“mimación” en la terminología semítica tradicional) y otro consistente en el sufijo -n (“nunación” en la terminología semítica tradicional). Ambos marcadores contrastaban con la ausencia de un marcador y muy probablemente tenían funciones dentro del dominio de referencia.

Morfología del verbo

Todas las lenguas semíticas tienen algún mecanismo para derivar las raíces de los verbos nominales y adjetivos.

Informaciones

Los diversos medios de derivación pueden interpretarse como parte del proceso de derivación de diversas categorías léxicas a partir de una noción semántica amplia.

Los verbos semíticos codifican la persona, el género y el número del sujeto mediante sufijos en un tiempo/aspecto y mediante prefijación y sufijos en otro tiempo/aspecto, que se cree que originalmente codificaba un estado.

El tiempo, el aspecto y el estado de ánimo se marcan por diversos medios, que incluyen patrones vocálicos intercalados con las consonantes de la raíz, un medio formal común a todas las lenguas semíticas; prefijos, sufijos e infijos vocálicos y consonánticos; y geminación de la segunda consonante de la raíz. Muchas lenguas semíticas combinan la codificación del tiempo, el aspecto y el modo del verbo con el uso de auxiliares. Otras lenguas, como el neoarameo nororiental, codifican las categorías de tiempo, aspecto y modo mediante verbos auxiliares.

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características en 2024 o antes, y el futuro de esta cuestión):

Todos los verbos semíticos comparten varios morfemas, que en términos generales pueden considerarse como la codificación de las relaciones semánticas entre las frases sustantivas y el verbo. Estas categorías tienen diferentes etiquetas en las distintas lenguas. Uno de los términos utilizados para estas categorías en las gramáticas árabes es “tema”, seguido de un número. A pesar de la existencia de numerosas gramáticas, todavía no se han descrito las funciones de estos marcadores en la totalidad del sistema. Todos los verbos de las lenguas semíticas deben aparecer en la forma no marcada (“tema básico”) o en una de las formas marcadas. Estos marcadores definen el papel semántico del sujeto y, a veces, de otros argumentos en la cláusula. También codifican la forma del evento. Dado que estos marcadores se dan en todas las lenguas, lo más probable es que formaran parte del sistema gramatical proto-semítico. A continuación se presenta una breve lista de los marcadores y una descripción tradicional, pero muy aproximada, de sus funciones. Las funciones enumeradas, incluso en las lenguas mejor descritas, como el árabe, requieren un análisis profundo y riguroso. Obsérvese que en la terminología semítica tradicional se hace referencia a la totalidad de la raíz, incluso cuando se trata de un solo morfema. Los paréntesis incluyen los términos tradicionales en la erudición semítica.

Tallo básico. Se trata de una raíz morfológicamente no marcada, cuya función sólo puede describirse en comparación con otras funciones marcadas.

Segunda consonante geminada (tallo d). Esta raíz parece derivar los verbos de los sustantivos y crea una oposición entre los predicados transitivos y los intransitivos (por ejemplo, ‘aprender’ [básico] → ‘enseñar’).

La raíz alargada de la primera vocal (raíz l). Hay una gran variedad de significados asociados a esta raíz en árabe, incluyendo intensivo, conativo (que requiere un esfuerzo) y transitivo. La función de esta raíz en las lenguas en las que contrasta con otras raíces requiere una explicación detallada.

Reduplicación de la segunda sílaba (tallo r). Se da en todas las ramas del semítico.Entre las Líneas En amárico tiene el significado frecuentativo.

Causativo (tallo-s). La raíz está marcada por el prefijo s, š, h o la oclusión glotal. Esta raíz transitiviza un verbo intransitivo.

Pasiva (n-tallo). Esta raíz está marcada por el prefijo n.

Observación

Además de indicar que el sujeto de la cláusula es el sujeto pasivo, el marcador n tiene otras funciones.

Pasiva-reflexiva (infijo t). Esta raíz está marcada por el infijo t después de la primera consonante de la raíz. Se utiliza para codificar reflexivos y recíprocos.

Algunos morfemas derivativos pueden combinarse dentro de un tema verbal.

Otros Elementos

Además, en algunas lenguas, por ejemplo en árabe, a cada tema verbal se le puede añadir un marcador pasivo u.

Órdenes lineales

El orden lineal es un medio de codificación en las cláusulas ecuacionales de la mayoría de las lenguas semíticas, donde la primera posición del orden lineal codifica el sujeto y la segunda el predicado. Este hecho es bastante importante, ya que se correlaciona con la presencia del estado de construcción para codificar la función de un sustantivo que modifica a otro.

El orden lineal también es un medio de codificación en las cláusulas verbales del hebreo israelí y en muchos dialectos árabes contemporáneos.Entre las Líneas En el hebreo bíblico, el árabe clásico y el ge’ez el verbo estaba en posición inicial de la cláusula.Entre las Líneas En acadio, el verbo estaba en posición final de la cláusula. Las lenguas semíticas contemporáneas del sur de Etiopía también tienen el verbo en posición final de cláusula, muy probablemente por influencia de las lenguas cusitas y omóticas que las rodean.

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Una Conclusión

Por lo tanto, en las cláusulas verbales de estas lenguas sólo había una posición disponible como medio de codificación, y el orden no era un medio de codificación para las relaciones entre el verbo y las frases sustantivas. Lo más probable es que estas relaciones fueran codificadas por las formas temáticas del verbo, como se ha descrito anteriormente, y posiblemente por la marcación de mayúsculas y minúsculas en los sustantivos.

Adposiciones

La mayoría de las lenguas semíticas tienen preposiciones.Entre las Líneas En algunas lenguas, por ejemplo en amárico, algunas configuraciones espaciales, por ejemplo ‘en’, se codifican mediante postposiciones derivadas de sustantivos. La mayoría de las preposiciones en las lenguas semíticas codifican la configuración espacial y la función locativa; se utilizan siempre que un sustantivo es un complemento locativo, independientemente de la naturaleza del predicado y de la naturaleza del complemento. Esto difiere del uso de preposiciones locativas en algunas lenguas chádicas, donde no se usan preposiciones locativas si el complemento es inherentemente locativo.Entre las Líneas En el hebreo bíblico, la preposición et codifica el foco.Entre las Líneas En el hebreo israelí, la preposición ha adquirido la función de marcador de objeto directo.

Funciones codificadas en el sistema gramatical de las lenguas semíticas

La modalidad

La modalidad asertiva es la modalidad no marcada en todas las lenguas semíticas. Todas las lenguas codifican el modo imperativo a través de la forma flexiva del verbo.

Tiempo, aspecto y modo

Todas las lenguas semíticas codifican mínimamente una distinción de tres modos, que algunos autores denominan Pasado-Presente-Justivo, utilizando la terminología de tiempo, o Perfectivo-Imperfectivo-Subjuntivo, utilizando la terminología basada en el aspecto. Las lenguas individuales han gramaticalizado un sistema mucho más rico de distinciones de tiempo, modo y aspecto. La incertidumbre terminológica que muestran estas distinciones refleja un problema más profundo, el del análisis de las distinciones de tiempo, modo y aspecto en las lenguas individuales y en los estudios comparativos. La cuestión es si las formas denominadas “perfectivas” en las lenguas semíticas codifican eventos limitados, si las formas denominadas “imperfectivas” codifican eventos no limitados, y si existe realmente una distinción entre tiempo y aspecto.

Relaciones entre los predicados y las frases sustantivas

La existencia de la categoría “sujeto” en semítico no es controvertida. El sujeto se codifica a través de un conjunto específico de prefijos o sufijos colocados en el verbo. Tampoco es controvertida la existencia de la categoría “objeto”. Su existencia está respaldada por el conjunto de pronombres de objeto y la marca de caso acusativo en el árabe clásico y el acadio, el amárico y el hebreo israelí. Existe una correlación tanto en amárico como en hebreo entre la codificación manifiesta del objeto y la definitividad de los sustantivos que sirven de objeto, en el sentido de que el marcador de objeto se despliega si el sustantivo está determinado morfológica o semánticamente.

Todas las lenguas semíticas tienen un marcador de pasiva que puede añadirse al verbo, y la función de este marcador es indicar que el sujeto de la cláusula está sufriendo el evento y no lo controla.

La mayoría de las lenguas semíticas tienen un marcador de causativo, cuya función más general, extendida en un gran número de lenguas, es indicar que el sujeto de la cláusula está controlando el evento pero no participa en el proceso descrito por el verbo. De esta función general pueden derivarse otras funciones del causativo, como la transitivización.

La mayoría de las lenguas semíticas tienen preposiciones, y unas pocas tienen postposiciones que codifican la configuración espacial y la función locativa al mismo tiempo. Algunas de estas preposiciones codifican también funciones no locativas, como la instrumental y la asociativa.

La clave de las funciones semánticas de los participantes codificados en las lenguas semíticas reside en los temas verbales. Algunos de estos marcadores tienen funciones claramente delimitadas, como la pasiva o la causativa, pero otros, como la geminación de la segunda consonante del verbo, tienen su función original considerablemente diluida.

Relaciones entre sustantivos. La modificación de un sustantivo por otro, a veces denominada “construcción posesiva”, suele estar codificada por el estado de construcción, en el que la cabeza precede al modificador y éste se encuentra en estado de construcción, codificado por la reducción fonológica.

Sistema de referencia. El proto-semita no tenía un marcador definido o indefinido, pero hay consenso en que la mimación y la nunación desempeñaban un papel en el sistema de referencia. Es muy posible que el sistema de referencia del proto-semítico codificara otras categorías además de la definición y la indefinición. Las lenguas contemporáneas han gramaticalizado un prefijo o sufijo definido pero no han gramaticalizado un artículo indefinido.

Relaciones entre cláusulas

Las lenguas semíticas tienen una conjunción coordinante clausal y una conjunción que codifica un evento inesperado, correspondiente a ‘pero’.

Otros Elementos

Además, las lenguas semíticas distinguen entre “evento paralelo” y eventos secuenciales.

Datos verificados por: Brooks

Recursos

Véase También

Lenguas Extinguidas, Lenguas Afroasiáticas, Lingüística, Lingüística histórica,
Lengua proto-semítica
Alfabetos de la Edad del Bronce Medio
Lengua fenicia

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