Tacitismo
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Tacitismo
Exposición que realiza la enciclopedia Rialp sobre tacitismo:Se conoce con este nombre a una corriente del pensamiento político de fines del s. XVI y primera mitad del s. XVII, que arranca remotamente de 1499, fecha probable del descubrimiento de las obras de Cayo Cornelio Tácito (véase esta voz en la plataforma digital). G. Toffanin, que en 1921 señaló la existencia de esta corriente, la califica como una forma encubierta o enmascarada del maquiavelismo (V. MAQUIAVELO Y MAQUIAVELISMO), que tendría por objeto dar con una versión cristiana, y por ello socialmente inocua, de la «razón de Estado» (véase esta voz en la plataforma digital). Partiendo de la experiencia política, se trataría de formular una concepción de la política menos vinculada a la moral, aunque sin negar la relación con ella. Es muy amplia la zona de influjo del tacitismo, iniciado por el jurista y humanista italiano Andrea Alciato (14921550; V. HUMANISMO III), cuyos Emblemas (1531), rápidamente famosos, se tradujeron a todos los idiomas, dando origen a una prolífica literatura de contenido moralizante (V. EMBLEMÁTICA). Dentro de la misma Italia, S. Ammirato publica unos Discorsi sopra Cornelio Tácito (1599). Tacitistas italianos son también V. de Malvezzi y tacitismo Boccalini. Ecos del tacitismo se encuentran igualmente en el jurista e historiador germano Hermann Conring (1606-81), así como en Hugo Grocio (véase esta voz en la plataforma digital).Si, Pero: Pero en los Países Bajos el mayor exponente del tacitismo es el súbdito a la sazón de Felipe II Justus Lipsius (1547-1606), autor de unos Politicorum sive civilis doctrinae libri sex, qui ad principatum maxime expectant (1589). Este autor, junto con Alciato, son los mentores del tacitismo que se desarrolló en España.
Más Detalles
El tacitismo adquirió tanto auge en la península Ibérica que, a mitad del s. xvll, Perrot d’Ablancourt afirma, en la dedicatoria al card. Richelieu de su traducción francesa de los Anales (1640), que de este libro procede toda la política de España y que en él buscan consejo en los momentos graves los príncipes de la Casa de Austria.
Puntualización
Sin embargo, aunque la prosa elíptica y sentenciosa del historiador romano influya en muchos autores, desde Lupercio Leopardo de Argensola (véase esta voz en la plataforma digital), traductor de Tácito, hasta los escritores políticos Baltasar Gracián (véase esta voz en la plataforma digital), Juan de Mariana (véase esta voz en la plataforma digital) y Francisco de Saavedra Fajardo (véase esta voz en la plataforma digital), no obstante, el tacitismo es un fenómeno más concreto y restringido que se aplica solo a aquellos autores que alcanzaron su madurez vital en la etapa que sigue a la muerte de Felipe II, y que adoptaron a Tácito como modelo con la finalidad de introducir un modo de abordar la política con base empírica, sin caer por ello en la sospecha de maquiavelismo, ya que el clásico romano aparecía obviamente al margen de las rivalidades doctrinales modernas.
Más Detalles
En la Contrarreforma (véase esta voz en la plataforma digital) religiosa de la época del Conc. de Trento, Tácito había sido objeto de la repulsa general que englobaba igualmente a Maquiavelo y Bodino (véase esta voz en la plataforma digital).Si, Pero: Pero en el tercer lustro del s. XVII, junto con las traducciones castellanas de Tácito, se cambió de actitud frente a él en el intento de dar vida a una corriente doctrinal que tuviera en cuenta las nuevas realidades, sin atentar contra las verdades teológicas y los ideales históricos de España. Conviene señalar que estos autores españoles no se sirvieron de Tácito como disfraz, sino que se apropiaron de él con la intención de formular una «razón de Estado de la virtud» opuesta a la «perversa razón de Estado» del «impío» Maquiavelo, y sin caer, por otra parte, en el casuismo exhaustivo de lo prohibido y permitido a la conciencia del Monarca, como ocurrió con otros escritores, como Gracián y Saavedra Fajardo, seguidores en esto del italiano G (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Botero (1540-1617). Los tacitistas querían, dentro del horizonte ético, construir la política como ciencia independiente, al hacer de la política una ciencia experimental basada en la historia. El principal representante del tacitismo español es Baltasar Álamos de Barrientos, autor de un Discurso al Rey Nuestro Señor (1598) y de un Tácito español (1614) acompañado de unos comentarios aforísticos que, sin embargo, no vieron la luz; traductor, asimismo, de la Germanía, y responsable de un Norte de Príncipes, que, quizá falsamente, se atribuye a su amigo Antonio Pérez (véase esta voz en la plataforma digital). Tacitistas son igualmente: Fuerte y Biota, Mártir Rizo, Rodríguez de La Encina, Setanti, etc. Algunos autores de la época, capitaneados por el jesuita Pedro Ribadeneira (véase esta voz en la plataforma digital), manifestaron frente a esos autores un antitacitismo beligerante.
Véase También
Emblemática.
Tacitismo en Relación a Política
En este contexto, a efectos históricos puede ser de interés lo siguiente: [1] Se conoce con este nombre a una corriente del pensamiento político de fines del siglo XVI y primera mitad del siglo XVII, que arranca remotamente de 1499, fecha probable del descubrimiento de las obras de Cayo Cornelio Tácito (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general). G. Toffanin, que en 1921 señaló la existencia de esta corriente, la califica como una forma encubierta o enmascarada del maquiavelismo (véase en esta plataforma: MAQUIAVELO Y MAQUIAVELISMO), que tendría por objeto dar con una versión cristiana, y por ello socialmente inocua, de la «razón de Estado» (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general). Partiendo de la experiencia política, se trataría de formular una concepción de la política menos vinculada a la moral, aunque sin negar la relación con ella. Es muy amplia la zona de influjo del t., iniciado por el jurista y humanista italiano Andrea Alciato (14921550; V. HUMANISMO III), cuyos Emblemas (1531), rápidamente famosos, se tradujeron a todos los idiomas, dando origen a una prolífica literatura de contenido moralizante (véase en esta plataforma: EMBLEMÁTICA). Dentro de la misma Italia, S. Ammirato publica unos Discorsi sopra Cornelio Tácito (1599). Tacitistas italianos son también V. de Malvezzi y tacitismo Boccalini. Ecos del tacitismo se encuentran igualmente en el jurista e historiador germano Hermann Conring (1606-81), así como en Hugo Grocio (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general).Si, Pero: Pero en los Países Bajos el mayor exponente del tacitismo es el súbdito a la sazón de Felipe II Justus Lipsius (1547-1606), autor de unos Politicorum sive civilis doctrinae libri sex, qui ad principatum maxime expectant (1589). Este autor, junto con Alciato, son los mentores del tacitismo que se desarrolló en España.
El tacitismo adquirió tanto auge en la península Ibérica que, a mitad del siglo Xvll, Perrot d’Ablancourt afirma, en la dedicatoria al card. Richelieu de su traducción francesa de los Anales (1640), que de este libro procede toda la política de España y que en él buscan consejo en los momentos graves los príncipes de la Casa de Austria.
Puntualización
Sin embargo, aunque la prosa elíptica y sentenciosa del historiador romano influya en muchos autores, desde Lupercio Leopardo de Argensola (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), traductor de Tácito, hasta los escritores políticos Baltasar Gracián (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), Juan de Mariana (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) y Francisco de Saavedra Fajardo (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), no obstante, el tacitismo es un fenómeno más concreto y restringido que se aplica sólo a aquellos autores que alcanzaron su madurez vital en la etapa que sigue a la muerte de Felipe II, y que adoptaron a Tácito como modelo con la finalidad de introducir un modo de abordar la política con base empírica, sin caer por ello en la sospecha de maquiavelismo, ya que el clásico romano aparecía obviamente al margen de las rivalidades doctrinales modernas.
En la Contrarreforma (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general) religiosa de la época del Conc. de Trento, Tácito había sido objeto de la repulsa general que englobaba igualmente a Maquiavelo y Bodino (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general).Si, Pero: Pero en el tercer lustro del siglo XVII, junto con las traducciones castellanas de Tácito, se cambió de actitud frente a él en el intento de dar vida a una corriente doctrinal que tuviera en cuenta las nuevas realidades, sin atentar contra las verdades teológicas y los ideales históricos de España. Conviene señalar que estos autores españoles no se sirvieron de Tácito como disfraz, sino que se apropiaron de él con la intención de formular una «razón de Estado de la virtud» opuesta a la «perversa razón de Estado» del «impío» Maquiavelo, y sin caer, por otra parte, en el casuismo exhaustivo de lo prohibido y permitido a la conciencia del Monarca, como ocurrió con otros escritores, como Gracián y Saavedra Fajardo, seguidores en esto del italiano G (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Botero (1540-1617). Los tacitistas querían, dentro del horizonte ético, construir la política como ciencia independiente, al hacer de la política una ciencia experimental basada en la historia. El principal representante del tacitismo español es Baltasar Álamos de Barrientos, autor de un Discurso al Rey Nuestro Señor (1598) y de un Tácito español (1614) acompañado de unos comentarios aforísticos que, sin embargo, no vieron la luz; traductor, asimismo, de la Germanía, y responsable de un Norte de Príncipes, que, quizá falsamente, se atribuye a su amigo Antonio Pérez (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general). Tacitistas son igualmente: Fuerte y Biota, Mártir Rizo, Rodríguez de La Encina, Setanti, etc. Algunos autores de la época, capitaneados por el jesuita Pedro Ribadeneira (véase, si se desea, más sobre este último termino en la plataforma general), manifestaron frente a esos autores un antitacitismo beligerante. V. t.: EMBLEMÁTICA. [rbts name=»politica»]
Recursos
Notas y Referencias
- Basado parcialmente en el concepto y descripción sobre tacitismo en la Enciclopedia Rialp (f. autorizada), Ediciones Rialp, 1991, Madrid, España
Véase También
Bibliografía
G. TOFFANIN, Machiavelli e il tacitismo, Padua 1921; F. ELÍAS DE TEJADA, Notas para una teoría del Estado según nuestros autores clásicos, Sevilla 1937; J. A. MARAVALL, Teoría española del Estado en el siglo XVII, Madrid 1944; A. DROETTO, Il «tacitismo» nella storiografia groziana, «Rivista Internazionale di Filosofía del Diritto» 27 (1950); F. MEINECKE, Idea de la Razón de Estado, Madrid 1959; J. A. MARAVALL, La corriente doctrinal del tacitismo político en España, «Cuadernos Hispano-Americanos» (1969); E. TIERNO GALVÁN, El tacitismo en las doctrinas políticas del Siglo de Oro español, en Escritos, Madrid 1971, 11-93.
Recursos
Bibliografía
g. Toffanin, Machiavelli e il Tacitismo, Padua 1921; f. Elías de Tejada, Notas para Una Teoría del Estado Según Nuestros Autores Clásicos, Sevilla 1937; j. a. Maravall, Teoría Española del Estado en el Siglo Xvii, Madrid 1944; a. Droetto, il «tacitismo» Nella Storiografia Groziana, «rivista Internazionale di Filosofia del Diritto» 27 (1950); f. Meinecke, Idea de la Razón de Estado, Madrid 1959; j. a. Maravall, la Corriente Doctrinal del Tacitismo Político en España, «cuadernos Hispano-americanos» (1969); e. Tierno Galván, el Tacitismo en las Doctrinas Políticas del Siglo de Oro Español, en Escritos, Madrid 1971, 11-93.