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Esquema de la Tierra

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Esquema de la Tierra

Este elemento es una ampliación de los cursos y guías de Lawi. Ofrece un amplio esquema de la tierra.

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Esquema de la Tierra

Cabe señalar varios puntos sobre las relaciones de esta parte con otras partes. La consideración aquí de las propiedades físico-químicas de la Tierra presupone el conocimiento físico y químico y las teorías establecidas en la Parte sobre la materia y la energía, incluyendo el Universo. El conocimiento de la Tierra se presupone a su vez por las partes sobre la vida en la Tierra, la vida humana y la sociedad humana. Las diversas ciencias de la Tierra han sido en sí mismas objeto de estudios históricos y analíticos relacionados con su naturaleza, alcance, métodos e interrelaciones. Estos estudios se exponen en la Sección 10/33 de la Décima Parte. La instrumentación utilizada en las ciencias de la Tierra se trata en elementos de la tecnología.

Divisiones:

Las propiedades, estructura y composición de la Tierra

Los esbozos de las cuatro secciones de esta División tratan a la Tierra como un planeta; las propiedades físicas de la Tierra; la estructura y composición del interior de la Tierra; y los minerales y rocas constituyentes de la Tierra.

Secciones:

  • El planeta Tierra (véase más abajo)
  • Las propiedades físicas de la Tierra
  • La estructura y composición del interior de la Tierra
  • Los minerales y rocas constituyentes de la Tierra

El planeta Tierra

A. Los movimientos orbitales de la Tierra
l. La revolución de la Tierra sobre el Sol, la rotación de la Tierra sobre su eje
2 (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Fuerzas y efectos dinámicos relacionados con la rotación de la Tierra
a. La fuerza de Coriolis
b. Los efectos de la fuerza centrífuga
c (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Fricción de marea

B. La figura de la Tierra
1. La definición convencional de la figura de la Tierra: el geoide
2. El desarrollo de mejores aproximaciones al tamaño y la forma de la Tierra
3. El sistema geodésico mundial: la medición de los parámetros geodésicos
a. El método astrogravimétrico
b. Mediciones de los satélites
c. Correlación de datos de diferentes métodos
4. Sistemas de referencia internacionales: cifras de referencia normalizadas, mediciones de precisión y sus repercusiones en la estructura y los procesos mundiales.

[sc name=”macropaedia1″][/sc]

Propiedades de la Tierra
Composición de la Tierra
Estructura de la Tierra
Sistema solar
[sc name=”micropaedia1″][/sc]

atmósfera
biosfera
continente
la deriva continental
La fuerza de Coriolis
Tierra
Marea terrestre
ecuador
geoid
hidrosfera
isostasy
forma de la tierra
latitud
longitud
Polo Norte
océano
órbita
tectónica de placas
el nivel del mar
hipótesis de propagación del fondo marino
Polo Sur
marea

Las propiedades físicas de la Tierra

A. El campo gravitatorio de la Tierra
1. Características del campo terrestre
2. Medición de la aceleración gravitatoria
3. Interpretación de los datos de la gravedad: inferencias sobre el interior de la Tierra
a. lsostasía: el equilibrio aproximado entre la elevación de la superficie de la Tierra y la densidad de las rocas de abajo
b. Anomalías de gravedad

B. El campo magnético de la Tierra
l. Medición y representación de los campos magnéticos
2. Fuentes y características del principal campo magnético de la Tierra
3. Variaciones en el campo magnético principal, incluyendo inversiones de polaridad, tormentas magnéticas, sub-tormentas magnetosféricas y pulsaciones magnéticas

C. Las propiedades eléctricas de la Tierra
l. Las corrientes producidas por el movimiento de las partículas cargadas en la ionosfera de la Tierra
2. La conductividad eléctrica y el comportamiento dieléctrico de las rocas y minerales de la Tierra
3. Corrientes inducidas por las variaciones del campo magnético, corrientes generadas por el núcleo de la Tierra

D. Las propiedades térmicas de la Tierra
l (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Fuentes de calor de la Tierra
2. Transmisión del calor del interior de la Tierra a su superficie: conductividad y gradientes térmicos, datos de flujo de calor
3. Aspectos geológicos del flujo de calor: corrientes de convección dentro de la Tierra, metamorfismo de las rocas y construcción de montañas
4. Manifestaciones superficiales del flujo de calor: volcanes, aguas termales, géiseres y fenómenos relacionados

E. Las propiedades mecánicas de la Tierra
l. Las propiedades mecánicas fundamentales del cuerpo de la Tierra y las pruebas indirectas utilizadas para determinarlas
2. Naturaleza de los medios deformables: tensión y esfuerzo. modelos del comportamiento de tensión-deformación de los materiales. ondas sísmicas
3. Las propiedades mecánicas internas básicas de la Tierra
4. La Tierra se aparta de la simetría esférica: oblicuidad. variaciones laterales asociadas a la estructura de la corteza. isostasia y sus efectos
5. Anticipación en la Tierra
6. Respuesta de la Tierra a las tensiones de larga duración

F. Propiedades físicas de los materiales de la Tierra
1. Propiedades volumétricas: densidad y porosidad de la roca
2. Propiedades mecánicas
3. Propiedades térmicas: calor específico y conductividad térmica. expansión térmica y fusión de rocas
4. Propiedades magnéticas y eléctricas
5. Propiedades hidráulicas: porosidad y permeabilidad. La capacidad de almacenar y transmitir los fluidos.
6. Propiedades ópticas: color, brillo

G. La deformación de los materiales en la corteza terrestre
1. El estrés y la tensión de las rocas
a. Respuesta al estrés
b. Deformación elástica y plástica
2. Plegado de rocas
a. Plegamiento tectónico
b. Foliación, linaje
c. Nopes (grandes láminas de roca que se empujan sobre otras formaciones rocosas)
d. Cúpulas salinas y otras estructuras diapíricas
e. Plegamiento no detectable: por ejemplo, el hundimiento de los sedimentos recientemente depositados
3. Fractura en las rocas: articulaciones, fallas
4. Interferencia estructural: la superposición de cepas producidas por los eventos tectónicos de diferentes edades
5. La deformación del hielo en las capas y los glaciares

▷ En este Día de 1 Mayo (1889): Fundación del Primero de Mayo
Tal día como hoy de 1889, el Primero de Mayo -tradicionalmente una celebración del retorno de la primavera, marcada por el baile en torno a un mayo- se celebró por primera vez como fiesta del trabajo, designada como tal por el Congreso Socialista Internacional. (Imagen de Wikimedia)
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Propiedades de la Tierra
Composición de la Tierra
Estructura de la Tierra
Minerales y rocas
Volcanismo

[sc name=”micropaedia1″][/sc]

la deriva continental
hipótesis dipolar
la teoría de la dinamo
Tierra
Marea terrestre
terremoto
falla
pliegue
geosyncline
gravitación
isostasy
orogenia
tectónica de placas
vagabundeo polar
magnetismo remanente
hipótesis de propagación del fondo marino
corriente telúrica
volcanismo

La estructura y composición del interior de la Tierra

A. Las capas concéntricas de la Tierra
1. Propiedades físicas y estructura zonal de la Tierra
2. Las divisiones básicas de la Tierra sólida
a. La corteza: la capa exterior de la Tierra, que se diferencia en corteza continental y oceánica
b. La discontinuidad de Mohorovicié: la zona que separa la corteza del manto
c. El manto: la capa entre la corteza y el núcleo que comprende el grueso del volumen de la Tierra
d. El núcleo: la región más interna de la Tierra, que se cree que es líquido fundido excepto por una porción interna sólida
3. El desarrollo de la estructura y la composición de la Tierra

B. Terremotos: fuentes de ondas sísmicas dentro de la Tierra
1. Causas de los terremotos
2. 2. Distribución de los terremotos
3. Magnitud, movimiento y energía de los terremotos
4. Las mediciones sísmicas y su interpretación

C. Distribución de los elementos en el núcleo, el manto y la corteza de la Tierra

D. Las pruebas geofísicas y geoquímicas indirectas utilizadas para inferir la estructura y composición del interior de la Tierra
1. Las pruebas geofísicas, principalmente de los análisis de los terremotos
a. Velocidades de ondas sísmicas
b. Distribución de la densidad
2. 2. Pruebas geoquímicas
a. Investigaciones de los equilibrios geoquímicos a altas temperaturas y presiones: transiciones de fase en el interior de la Tierra
b. La composición y mineralogía de los meteoritos que pueden corresponder a las rocas que forman el interior de la Tierra
c. Pruebas de rocas ígneas de la corteza que se derivan del manto superior: por ejemplo, flujos de lava de andesita, inclusiones de peridotita y eclogita en los flujos de lava y algunas rocas ígneas

Lectura sugerida en la Plataforma sobre la estructura y composición del interior de la Tierra

[sc name=”macropaedia1″][/sc]

Propiedades de la Tierra
Composición de la Tierra
Estructura de la Tierra
Terremotos

[sc name=”micropaedia1″][/sc] Tierra
terremoto
escala Richter
cinturón sísmico
onda sísmica

Los minerales y rocas constituyentes de la Tierra

A. Los componentes minerales de la Tierra
1. La composición química, la estructura interna y la morfología de los minerales
2. 2. Las propiedades físicas de los minerales: división, dureza, tenacidad, gravedad específica, propiedades magnéticas, ópticas y radioactivas.
3. Clasificación de los minerales en función de su estructura cristalina y composición química
Los principales minerales no silicatados
l. Elementos nativos
ll. Sulfuros y sulfarsenidos
iii. Sulfosales
iv. Óxidos e hidróxidos
v. Halides
VI. Carbonatos
vii. Nitratos y yodatos
viii. Borates
IX. Sulfatos
X (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Fosfatos, arseniatos y vanadatos
XI. Molibdatos, tungstatos y cromatos
b. Los minerales de silicato
i. Estructura y composición del silicato: la unidad estructural básica, el tetraedro de silicio-oxígeno
ii. Silicatos de grupo tetraédrico aislados y dobles
iii. Silicatos de anillo
iv. Cadena de silicatos
v. Láminas de silicato
v1. Silicatos del marco
4. 4. La presencia de minerales en la naturaleza
a. Los principales grupos minerales formadores de rocas
i. Los olivinos; por ejemplo, la forsterita, la fayalita
ii. Los piroxenos; por ejemplo, augita, jadeíta
iii. Los anfíboles; por ejemplo, la hornblenda, la actinolita
iv. Las micas; por ejemplo, la moscovita, la biotita
v. Los feldespatos; por ejemplo, la ortoclasa, la albita
v1. Los feldespatos; por ejemplo, nefelina, leucita v11. Los minerales de sílice; por ejemplo, cuarzo, tridimita
viii. Los minerales de arcilla; por ejemplo, caolinita, illita
ix. Los carbonatos; por ejemplo, calcita, dolomita
x. Los granates; por ejemplo, almandino, piropo
x1. Otros minerales importantes que forman rocas; por ejemplo, magnetita, pirita
b. La aparición de asociaciones minerales y el equilibrio de fases
i. En las rocas ígneas y metamórficas
ii. En las rocas sedimentarias y los precipitados
111. En la Luna, los planetas y los meteoritos
c. Depósitos de minerales: concentraciones de metales y minerales metalíferos
d. Minerales de calidad gema

B. Las rocas y otros componentes de la corteza terrestre
l. rocas ígneas
a. Propiedades de las rocas ígneas: composición, textura y estructura
b. Clasificación de las rocas ígneas
c. Formación de rocas ígneas: magmas
d. Distribución y abundancia de rocas ígneas
e. Principales familias de rocas ígneas
1. Las rocas ígneas intrusivas que resultan cuando el magma se enfría y se solidifica bajo la superficie de la Tierra; por ejemplo, granito, gabro, diorita
11. Las rocas ígneas extrusivas que se forman a partir del magma que entra en erupción en la superficie de la Tierra; por ejemplo, el basalto, la riolita, la andesita
111. Las rocas ígneas piroclásticas que se forman de los depósitos de las explosivas erupciones volcánicas:
por ejemplo, piedra pómez, toba, escoria
2. Rocas sedimentarias
a. Propiedades de las rocas sedimentarias: textura y composición mineralógica y geoquímica
b. Sistemas de clasificación: clásico, no clásico
c. Estructuras sedimentarias
d. Ambientes sedimentarios: marinos, no marinos
e. Principales tipos de rocas sedimentarias
1. Conglomerados, brechas y otras rocas clásticas heterogéneas (por ejemplo, los tillites)
11. Piedras areniscas: arenitas y chiflados
111. Los lodos, incluidos los esquistos
iv. Calizas y dolomías
v. Rocas silíceas
vi. Fosforitas
vii. Evaporitas
viii. rocas sedimentarias ricas en hierro
ix. Las rocas sedimentarias ricas en materia orgánica
f. Distribución de las rocas sedimentarias a través del tiempo
3. Las rocas metamórficas
a. Variables metamórficas: temperatura, presión y composición de las rocas
b. Características texturales y estructurales
c. Origen de las rocas metamórficas

d. Las rocas de las principales facies
e. Distribución de las rocas metamórficas
4. Las asociaciones de rocas formadas en diferentes ambientes de la corteza terrestre
a. En las regiones oceánicas: lavas basálticas, calizas de arrecifes, sedimentos abisales de los océanos profundos
b. En las regiones continentales estables: conglomerados, areniscas, evaporitas, medidas de carbón
c. En las tierras fronterizas continentales: areniscas, esquistos, calizas
d. En los arcos de la isla: lavas de andesita y spilita, rocas intrusivas ultrabásicas, grisallas, pizarras
e. En las principales cadenas montañosas: rocas regionalmente metamorfoseadas, batolitos graníticos, basaltos y peridotitas de etapa temprana, lavas andesitas de etapa tardía
f. En las regiones del piedemonte que están adyacentes a las cordilleras: gabros, basaltos, arcos
5. Combustibles fósiles
a. Carbones
b. Petróleo
c. Arenas alquitranadas y esquistos bituminosos
d. Gas natural

C. Ocurrencia de los elementos en la Tierra y su envoltura
l. Núcleo
2. Manto (agotado y sin agotar)
3. Corteza: rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas; suelos
4. Hidrosfera
5. Atmósfera
6. Biosfera: concentración selectiva de elementos por parte de plantas y animales
7. El ciclo geoquímico: la diferenciación geoquímica primaria de la Tierra; la migración de elementos a través de la atmósfera, la hidrosfera y la Tierra sólida

Revisor: Lawrence

La Tierra: El Hombre y el Gran Globo en Sí

Todos tenemos un sentido de conciencia y aprecio de la Tierra; todos admiramos el paisaje. Una de las recompensas de estudiar y comprender la Tierra es el desarrollo de este sentido en mayor medida. Este desarrollo nos acerca a la naturaleza, nos acerca a la conciencia de algún poder trascendental, nos acerca a Dios si elegimos definir a Dios en estos términos. Estar en “comunión con la naturaleza” es buscar la paz, pero por supuesto la Tierra no siempre es pacífica y benevolente; a veces es poderosa y salvaje. Incluso las ciudades, la culminación del dominio del hombre sobre el paisaje, no son inmunes a los estragos de la naturaleza. Han sido devastadas por inundaciones, asoladas y desgarradas por tornados y huracanes, arruinadas por la ceniza o la lava de los volcanes y demolidas por terremotos. También deseamos comprender estos acontecimientos.

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características en 2024 o antes, y el futuro de esta cuestión):

La apreciación que el hombre tiene de la Tierra comienza con el contacto físico. A esta experiencia inmediata de los sentidos le sigue el deseo espiritual y la necesidad de comprender de dónde proceden la Tierra y sus observadores humanos, y por qué. La tercera etapa de la apreciación procede del análisis y la interpretación científicos. Antes de examinar con más detalle la relación entre el hombre y la Tierra, debemos considerar nuestra posición en el sistema solar y el universo.

La civilización humana se ha desarrollado y ha florecido en un pequeño nicho en el espacio. Nuestro hogar está encaramado a la superficie de una esfera, enorme para nosotros pero diminuta en comparación con el universo, que gira sobre su eje una vez al día mientras se desplaza a una velocidad fantástica alrededor del Sol, completando una órbita una vez al año. Aunque normalmente no somos conscientes de ello, nosotros también giramos y nos movemos a la misma velocidad que la Tierra, pero nos mantenemos firmes en la superficie gracias a la atracción gravitatoria de la masa de rocas que hay bajo nosotros.

El Sol, un enorme globo de gas ardiente, proporciona la energía que alimenta las actividades y los procesos de nuestro entorno inmediato, la capa límite entre la superficie rocosa de la Tierra y la envoltura fluida de aire y agua que separa la Tierra de la crudeza del espacio. El aire y el agua nutren la vida y al mismo tiempo la protegen de la radiación y las partículas potencialmente dañinas que se acercan a la Tierra desde otras partes del sistema solar y más allá.

Una visión de la Tierra desde el espacio difiere notablemente de lo que vemos desde nuestro propio entorno restringido en la superficie terrestre. Desde donde estamos, parece que el Sol, la Luna y las estrellas se mueven en grandes arcos alrededor de la Tierra, y antaño se creía que así era el universo. El hombre en su mundo era seguramente el centro de todas las cosas. Pero ahora sabemos que esto es sólo una imagen relativa; aunque la Luna orbita alrededor de la Tierra, el sistema Tierra-Luna se mueve alrededor del Sol, que a su vez se desplaza a toda velocidad por el universo.

Existimos porque existe la Tierra, y reclamamos la Tierra como nuestra refiriéndonos a ella como la Madre Tierra, la proveedora universal. La Tierra proporciona todas nuestras necesidades materiales y satisface algunas de nuestras necesidades espirituales: “Alzaré mis ojos a las colinas, de donde viene mi ayuda”. Un día en la montaña, a orillas del mar o en el campo agudiza ese sentido de conciencia de la Tierra que antes se comparaba con la conciencia de Dios.

Desde que apareció por primera vez en la Tierra, el hombre se ha maravillado ante la impresionante belleza de la naturaleza y ha temblado ante su indomable poder. El pavor engendrado por la experiencia física de la naturaleza desbocada, en tormentas, inundaciones o terremotos, ha conformado el desarrollo de las religiones primitivas. Se asignaron atributos místicos o sagrados a los objetos y fenómenos naturales, y se idearon ceremonias para honrar y aplacar a los poderes desconocidos. El hombre moderno se ha ido aislando cada vez más de su entorno natural, en parte porque está separado de él por masas de hormigón, en parte porque la investigación científica tiende a disipar el misterio de la naturaleza. Esto no quiere decir que no queden problemas por resolver, pero hemos aprendido lo suficiente como para estar razonablemente seguros de que todos son explicables en última instancia en términos de ciencia racional. Por lo tanto, ya no sentimos la necesidad de poblar el cielo, las montañas, los árboles y los vientos con dioses, espíritus y almas. Pero aún podemos disfrutar de la apreciación sensual y espiritual de la Tierra y conservar o redescubrir la intimidad con nuestro entorno natural que experimentaba el hombre primitivo.

Uno de los aspectos atractivos del estudio de la Tierra es que, allá donde vayamos, nuestro tema favorito está con nosotros. Siempre hay algo nuevo que ver, admirar o examinar en detalle. Mientras viaja en un avión comercial, un meteorólogo puede examinar las partes superiores de las nubes como un cambio de su visión normal desde tierra y puede seguir el vuelo justo a través de los frentes y las regiones de alta y baja presión trazadas en el mapa meteorológico del periódico que tiene en su regazo. Un oceanógrafo que sobrevuele la costa puede ver de un vistazo los patrones a gran escala de las olas que se desplazan hacia la costa y el efecto de las prominencias costeras en estos patrones. Un geólogo que se asoma por la ventanilla del avión puede examinar la distribución de las colinas y los valles que se extienden bajo él, obteniendo una vista de pájaro que complementa el patrón de las características que antes sólo había visto en los mapas. Estos placeres no están reservados a los científicos profesionales de la Tierra. Cualquiera puede observar la Tierra y los procesos terrestres en acción, casi en cualquier lugar.

El hombre es una especie curiosa; necesita saber cómo y por qué suceden las cosas. Las imágenes simples y visuales de la naturaleza son bellas, sobrecogedoras y, en ocasiones, aterradoras, pero pueden ser más satisfactorias si invocan una serie de imágenes adicionales. Al igual que la apreciación de cualquier obra de arte aumenta si se conoce algo del artista y su posición en la historia del arte, la apreciación de las imágenes de la naturaleza aumenta si se conoce algo de la historia natural. Para apreciar plenamente el esplendor de los picos montañosos que se elevan abruptamente desde las llanuras, alcanzando las bocanadas de nubes que cabalgan sobre ellos, necesitamos saber algo de los procesos que elevan las montañas… ¿o siempre estuvieron ahí? Necesitamos saber algo de los vientos que transportan la humedad de los océanos a los cielos, porque vemos que las nubes llegan, cambian de forma y luego desaparecen. Podemos ganar mucho aprendiendo un poco sobre el enfoque científico de la apreciación de la Tierra. Y no es nada difícil para el no profesional leer y comprender muchos de los conceptos necesarios.

Dos de los conceptos más problemáticos son el tiempo y el tamaño, dimensiones que distinguen a las ciencias de la Tierra de cualquier otro tema relacionado con la Tierra. Nos resulta muy difícil comprender el significado de la afirmación de que la Tierra se formó hace 4.600.000.000 de años. Del mismo modo, el enorme volumen de agua de los océanos o el volumen de rocas de una cordillera casi desafían la comprensión. Hemos estado considerando la Tierra y el paisaje tal y como se nos presenta en la actualidad. Pero cuando estudiamos la Tierra, nos damos cuenta de que el paisaje actual no es más que un rasgo transitorio en el inmenso lapso del tiempo geológico. Los primeros estudiosos de la Tierra se vieron obstaculizados por la creencia de que la Tierra sólo tenía unos pocos miles de años. Muchos de ellos buscaban respuestas a dos preguntas recurrentes que encontramos a lo largo de la historia de la humanidad. ¿Cómo y cuándo se formó la Tierra? ¿Cómo y cuándo se formó el hombre? Los intentos de responder a estas preguntas son responsables de muchos mitos y religiones en diversas culturas, tanto antiguas como modernas.

A principios del siglo XIX, el estudio y la interpretación de las rocas llevaron a los geólogos a la conclusión de que la Tierra debía tener una antigüedad mucho mayor que la que implicaba una interpretación literal de la Biblia. Se dieron cuenta de que las capas de roca ahora expuestas en la superficie contienen registros de la historia de la Tierra durante los tiempos en que se formó cada capa. Una rama importante de las ciencias de la Tierra se dedica al descubrimiento, traducción e interpretación del “registro de las rocas”. Muchas capas rocosas encierran fósiles, y estos restos de animales y plantas sirven como ilustraciones en el libro histórico de la naturaleza, haciendo posible rastrear el desarrollo y los cambios de las especies a través del tiempo.

La caza de fósiles ha sido un pasatiempo popular durante muchas generaciones. Con un poco de experiencia y un poco de conocimiento, un cazador de fósiles aficionado puede añadir interpretación a sus descubrimientos. A partir de unas pocas conchas y corales fósiles en una piedra caliza, puede reconstruir con los ojos de su mente toda la floreciente comunidad de vida que una vez existió en un arrecife de coral, ahora congelada en el registro de la roca. Un trozo de carbón, con huellas fósiles de hojas, helechos y otros restos vegetales de los que se formó el carbón, puede evocar la imagen de un exuberante pantano de hace 300.000.000 de años, poblado por extrañas bestias desaparecidas de la Tierra hace mucho tiempo. La historia de la Tierra, la evolución de la vida y el origen del hombre, al menos en parte, se conservan en las rocas. Es aquí donde los fundamentalistas que aún apoyan el “creacionismo” encontrarán muchas pruebas de la evolución de las formas de vida, si se preocupan por examinarlas. Este aspecto del estudio de la Tierra tiene un atractivo casi universal. La historia de la Tierra y la historia humana se solapan en la arqueología, y los registros de las primeras civilizaciones expuestos en los yacimientos excavados siempre excitan la curiosidad del público.

El enfoque científico de la apreciación de la naturaleza nos informa de que la clave para interpretar la historia pasada de la Tierra a partir del registro de las rocas reside en los procesos que tienen lugar en el presente. Estos procesos se han agrupado en grandes ciclos. Dos de los más importantes son el ciclo hidrológico, relacionado con la circulación del agua, y el ciclo de formación de montañas.

Los océanos constituyen una vasta reserva para el ciclo hidrológico. La atmósfera y los océanos están en constante movimiento, impulsados por la energía del Sol y la rotación de la Tierra. Las masas de aire húmedo, que transportan el agua que se ha evaporado de los océanos tropicales bañados por el sol, migran hacia latitudes más frías, donde el agua se precipita en forma de lluvia o nieve y vuelve así a la reserva oceánica directa o indirectamente, por encima o a través del suelo. Las masas de aire en movimiento y las corrientes oceánicas traen a las masas continentales lluvia o sequía, calor o frío, haciéndolas hospitalarias, habitables o inhabitables para las colonias humanas. Pequeños cambios en la circulación atmosférica han convertido llanuras fértiles en desiertos estériles y han provocado grandes cambios en el desarrollo de antiguas civilizaciones.

El ciclo hidrológico da forma a nuestro entorno local. Los rasgos que conocemos colectivamente como paisaje son producidos principalmente por el agua que fluye, aunque el hielo, el viento y la energía solar también contribuyen. La fuerza de la gravedad y los ríos transportan conjuntamente los productos de la meteorización ladera abajo hasta el depósito oceánico. El ritmo medio al que se desgasta la superficie de la tierra y ésta se dispersa en los océanos es de unos triviales 2,5 centímetros cada 1.000 años, pero las dimensiones del tiempo geológico dan importancia a los números pequeños. A este ritmo, todos los continentes se desgastarían hasta el nivel del mar en 20.000.000 de años. Esto significa que durante los 4.600.000.000 de años transcurridos desde que se formó la Tierra, los continentes podrían haberse desgastado hasta el nivel del mar al menos 200 veces. Ahora ya no debería haber tierra que se eleve por encima del nivel del mar, pero seguimos viendo altas montañas.

Las montañas existen y persisten porque los efectos del ciclo hidrológico se compensan con el ciclo de construcción de montañas. Las fuerzas internas de la Tierra hacen que grandes regiones de la superficie se eleven muy lentamente, de forma imperceptible en términos humanos. Imperceptibles, es decir, hasta que un terremoto señala un movimiento brusco en el proceso continuo de construcción de montañas. Mientras algunas partes de la Tierra se elevan, otras regiones se hunden. Este ritmo lento se ha denominado “el pulso de la Tierra”. Aunque no comprendemos los detalles de lo que ocurre en el interior de la Tierra, ahora estamos seguros de que las fuerzas internas son las responsables de dar forma a las principales características de la superficie terrestre, como la distinción entre continentes y cuencas oceánicas y la persistencia de cordilleras en la tierra y bajo el océano. La escultura detallada de la superficie es el resultado del conflicto entre el ciclo de construcción de las montañas y el ciclo hidrológico.

Las fuerzas internas hacen algo más que provocar que la superficie terrestre se eleve y descienda; también provocan que la tierra se desplace lateralmente. En la actualidad, la mayoría de los científicos cree que los continentes van a la deriva. Existen pruebas convincentes de que la superficie de la Tierra está cubierta por un pequeño número de placas muy grandes en forma de caparazón, de unos 100 km de grosor, a través de las cuales se dispersan los continentes más o menos como troncos congelados en el hielo de un lago. Los rígidos caparazones de roca se deslizan por el interior de la Tierra arrastrando consigo a los continentes y chocando entre sí a lo largo de sus bordes como témpanos de hielo. Los límites de las placas son lugares de actividad geológica: a lo largo de ellos se concentran los terremotos y los volcanes. Debido a estos movimientos, los supercontinentes se han separado y las cuencas oceánicas se han abierto, expandido y vuelto a cerrar al chocar los continentes. Las colisiones de los continentes han empujado hacia arriba grandes cadenas montañosas como el Himalaya. Los continentes siguen desplazándose a un ritmo de uno o dos centímetros al año: el océano Atlántico aumenta de tamaño y el océano Pacífico se hace más pequeño. A la mayoría de la gente le fascina la teoría de la deriva continental. La teoría no sólo es estéticamente agradable, sino que también tiene aplicaciones prácticas.

¿Qué aviva los fuegos subterráneos que impulsan el motor de la Tierra, provocando la deriva continental, la construcción de montañas, las erupciones volcánicas y los terremotos? No tenemos una respuesta satisfactoria a esta pregunta, pero sí sabemos que una enorme cantidad de energía está implicada en la actividad a lo largo de los márgenes de las placas. Un gran terremoto libera más energía que una bomba de hidrógeno. El hombre moderno es un animal poderoso, gracias en gran parte a su explotación de la Tierra en busca de material y energía, y domina el paisaje como ninguna especie antes que él. Se siente razonablemente seguro de su dominio del medio ambiente mientras contempla la escena urbana, porque el paisaje es en gran parte un producto de
su industria, y está claramente supeditado a sus deseos y a sus paneles de control manejados por ordenador. Pero cuando la Tierra libera una ínfima fracción de su energía interna en un gran terremoto, el hombre queda indefenso. Se pierde todo el control mientras la superficie de la Tierra sube y baja en ondas sólidas.

El hombre no puede vivir en armonía con su entorno durante un terremoto. Sin embargo, ha quedado claro que debe aprender a hacerlo en otros momentos si quiere evitar las funestas predicciones de quienes evalúan factores como las poblaciones mundiales proyectadas, los recursos materiales y energéticos de la Tierra, las tasas proyectadas de consumo de estos recursos y el volumen y la toxicidad de los materiales de desecho desechados. Vivimos en un entorno restringido con espacio y recursos finitos, y nos hemos convertido en una fuerza que produce modificaciones importantes en el medio ambiente a ritmos muy rápidos en comparación con los ritmos normales de evolución de la Tierra. Las decisiones sociales sobre la explotación continuada de la Tierra deben tomarse con información completa sobre los problemas, y las decisiones sociales se basan en votaciones, al menos en teoría. Esto por sí solo es razón suficiente para que cualquier persona inteligente se informe sobre la Tierra, aparte de la fascinación del tema, porque su futuro depende de ello.

Revisor de hechos: Brite

Recursos

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Véase También

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