▷ Sabiduría mensual que puede leer en pocos minutos. Añada nuestra revista gratuita a su bandeja de entrada.

Zona Horaria en Economía

▷ Regístrate Gratis a Nuestra Revista

Algunos beneficios de registrarse en nuestra revista:

  • El registro te permite consultar todos los contenidos y archivos de Lawi desde nuestra página web y aplicaciones móviles, incluyendo la app de Substack.
  • Registro (suscripción) gratis, en 1 solo paso.
  • Sin publicidad ni ad tracking. Y puedes cancelar cuando quieras.
  • Sin necesidad de recordar contraseñas: con un link ya podrás acceder a todos los contenidos.
  • Valoramos tu tiempo: Recibirás sólo 1 número de la revista al mes, con un resumen de lo último, para que no te pierdas nada importante
  • El contenido de este sitio es obra de 23 autores. Tu registro es una forma de sentirse valorados.

Zona Horaria en Economía

Este elemento es una ampliación de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre la zona horaria en economía.

Índice de Contenidos

Visualización Jerárquica de Economía Colaborativa

Economía > Estructura económica > Régimen económico
Asuntos Financieros > Financiación e inversión > Financiación > Micromecenazgo

A continuación se examinará el significado.

¿Cómo se define? Concepto de Economía colaborativa

Véase la definición de Economía colaborativa en el diccionario.

Zona Horaria y Comercio Internacional

“Debemos utilizar el tiempo como una herramienta, no como un sofá”.

John F. Kennedy

Comercio y cuestiones conexas: Conceptos básicos y punto de partida

El tiempo es, sin duda, el mayor recurso de varios investigadores. La cita que abre esta sección significa que el tiempo puede “abrocharse” para salvar la distancia entre zonas horarias y así ejecutar acciones con mayor rapidez. También puede utilizarse como “herramienta” para hacer algo rápidamente, en beneficio “natural” de cada uno, en lugar de perder la oportunidad de trabajar más durante el tiempo ahorrado.

Varios investigadores muestran cómo se pueden aprovechar las ventajas de organizar las fases de producción aprovechando las diferencias horarias entre regiones separadas geográficamente, aumentando así la productividad, el crecimiento y el bienestar. varios investigadores se centran y destacan ampliamente una idea que procede de la historia ricardiana de la ventaja comparativa y que aporta el tiempo como catalizador del comercio internacional que es independiente de todos los factores, tal y como se ha debatido en la bibliografía hasta la fecha. Esta visualización de la teoría del comercio es la cuarta después de los modelos de comercio ricardiano, Heckscher-Ohlin-Samuelson (HOS) y Dixit-Stiglitz-Krugman. Además, muestra que países que son idénticos en términos de preferencias, dotaciones y tecnología pueden comerciar si están situados en zonas horarias separadas. Este mismo Elemento es el producto de un intercambio virtual de ideas entre los autores; tres autores se comunicaron a través de zonas horarias semisolapadas (entre Seúl, en Corea del Sur, y Calcuta, en la India, con un desfase de tres horas y media) para aprovechar los costes cero de comunicación, interactuar simultáneamente (interacción en tiempo real con breves desfases) y compartir trabajo.
Varios investigadores se dieron cuenta de que si hubieran sido zonas horarias no solapadas, la frecuencia de la interacción en tiempo real habría sido menor, pero el intercambio virtual de ideas habría sido al menos el mismo, o más intenso. En zonas horarias completamente solapadas (digamos Japón y Corea del Sur), la utilización de las diferencias horarias desempeña un papel menor, aunque las interacciones virtuales para los servicios empresariales podrían seguir produciéndose en función de la naturaleza de los servicios y las actividades. En otras palabras, la diferencia horaria desempeña un papel menos importante cuanto mayor es el grado de solapamiento horario de los socios comerciales, aunque el comercio virtual podría ser grande.

En resumen, todo esto implica que la distancia geográfica está relacionada con la zona horaria . Diferentes medidas de la zona horaria son la distancia en millas náuticas entre capitales, o las horas entre capitales, centros geográficos, etc. Esto también está relacionado con los efectos de sincronización y continuidad para coordinar tareas fragmentadas.

La explotación de las zonas horarias eleva directamente los niveles de producción de bienes y servicios, el volumen del comercio en general y, específicamente, el comercio virtual entre zonas horarias de servicios intermedios o finales (mano de obra). Esto, a su vez, conduce a la acumulación de capital (al aumentar la producción) y al crecimiento de la productividad que afecta a todos los participantes vinculados en una plataforma virtual. Este tipo de comercio es lucrativo y aumenta el bienestar, ya que los consumidores acceden a los productos mucho antes (la puntualidad de la entrega es importante) que sin posibilidades de deslocalización en los intercambios virtuales. La disponibilidad de una infraestructura mundial de telecomunicaciones de gran ancho de banda cataliza la reducción de costes mediante la deslocalización y garantiza la entrega puntual de los productos.

El comercio de servicios empresariales se aprovecha de la no superposición de zonas horarias, ya que la aparición de la tecnología de la información y la comunicación implica la no necesidad tanto de la presencia física de compradores y vendedores en el punto de transacción como del transbordo físico, lo que hace que el coste del envío sea insignificante. (Los servicios empresariales como la ingeniería, la consultoría, la externalización de procesos empresariales (BPO), el desarrollo de software, etc. han surgido a medida que la cuota de la tecnología de la información y la comunicación en las exportaciones e importaciones se ha disparado en EE.UU., India y casi todas las demás naciones).

Así, la utilización de las diferencias horarias elude el “coste de retraso” (como los costes de envío en el sentido convencional) y reduce el efecto iceberg; en consecuencia, el transporte se hace más rápido y barato en un sentido que garantiza la producción y el consumo a tiempo. (El coste de transacción del tipo iceberg es común en los modelos gravitacionales en los que una fracción del bien se pierde durante el tránsito (digamos, productos perecederos podridos) de modo que llega al destino menos del envío original. Con las redes de comunicación, este efecto iceberg disminuye debido a los cambios técnicos que ahorran tiempo (entrega más rápida con menor coste).

En este texto, varios investigadores discuten este punto de partida de los modos tradicionales de comercio internacional basados en tres dimensiones, a saber, las diferencias tecnológicas (productividad), la dotación de recursos y la diversidad de gustos y preferencias por productos diferenciados. A continuación, varios investigadores añaden una cuarta dimensión, las diferencias horarias, en la que dos naciones (idénticas o no) situadas en dos zonas horarias que no se solapan (digamos EE.UU. frente a Japón o India o Corea del Sur) pueden utilizar una red de comunicación virtual para participar en un comercio provechoso. Se trata de comercio virtual, definido como transacciones que no implican la transferencia física de bienes y servicios. Así, aprovechando la separación de las zonas horarias, los países pueden atraer el comercio a través de la división global del trabajo en una plataforma virtual. Esto implica el comercio de servicios intermedios o finales (esencialmente servicios o tareas laborales) dispersos entre países en zonas horarias separadas y, en el proceso, reduce la entrega inoportuna de bienes y servicios finales cuando los consumidores valoran el coste temporal del consumo en su estructura de preferencias. Así pues, el factor huso horario es el determinante adicional, o cuarta dimensión, subyacente al comercio de servicios.

El auge del comercio y los negocios electrónicos que se ha producido desde la firma del Acuerdo sobre Tecnología de la Información (ATI) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha dado lugar a medidas de facilitación del comercio. Aunque la “elasticidad de la distancia” en las estimaciones de la gravedad rondaba – la investigación reciente encuentra que la elasticidad de la distancia ha caído (a pesar de la heterogeneidad entre países) para los principales países de renta alta y media que se ha visto afectada positivamente por la globalización del comercio. Se pueden atribuir esto a varios factores como la fragmentación de la producción, el cambio de las estructuras de exportación de mercancías, la parte de la tecnología de la información y la comunicación y los bienes de alta tecnología en los paquetes de exportación, las entradas de inversión extranjera directa (IED) y la externalización entre países, incluso entre los que no están tan alejados. Todo ello sin preocuparse de la ventaja comparativa “natural” relacionada con la zona horaria de los agentes situados en lugares geográficamente separados con diferencias horarias distintas.

Lo más importante a tener en cuenta es que este tipo de transacciones virtuales empezaron a producirse hace mucho tiempo, ya que la necesidad de que el proveedor estuviera físicamente presente y de que se enviaran bienes y servicios tangibles se redujo gracias a la red de innovación de banda ancha impulsada por las tecnologías de la información y la comunicación. Esto provocó un cambio radical en la forma de producir y de comerciar internacionalmente, y dio lugar a la aparición de un nuevo paradigma de producción -aprovechando el trabajo por turnos sólo durante las horas diurnas de los países participantes- y a un aumento abrupto de los volúmenes comerciales entre países de zonas horarias no coincidentes. Así pues, la explotación de las diferencias horarias basadas en el ciclo día-noche de la producción y el comercio de servicios mediante el uso de servicios facilitados por las tecnologías de la información y la comunicación, a diferencia de lo que predicen los modelos gravitacionales, acelera la integración y el crecimiento mundiales basados en la pura ventaja comparativa natural “complementaria”.

A diferencia de los modelos convencionales de comercio basados en asimetrías en términos de productividad laboral, recursos, demandas y variedades de productos, aquí el comercio puede darse entre dos naciones por lo demás simétricas o asimétricas basándose únicamente en ubicaciones en zonas horarias naturalmente dotadas. Con los avances tecnológicos impulsados por las tecnologías de la información y la comunicación que empezaron a surgir a partir de la segunda mitad del siglo XX (y actualmente la cuarta revolución industrial que engloba la inteligencia artificial [IA], la automatización, etc.), los costes de comunicación se redujeron drásticamente.

A nivel mundial, los servicios que se prestan digitalmente pasaron de representar menos del 52% de las exportaciones de servicios en 2019 a cerca del 64% en 2020, mientras que los servicios de tecnología de la información y la comunicación crecieron del 10% a casi el 14%. Los cambios en la composición del comercio -es decir, la aparición de servicios intangibles y de actividades deslocalizadas- que aprovechan las diferencias horarias no superpuestas contrarrestan los efectos negativos de la distancia física per se y dan lugar a más transacciones, lo que se traduce en ganancias de bienestar. Es obvio que el máximo comercio virtual podría tener lugar entre países situados en zonas horarias no solapadas, mientras que el comercio de bienes físicos podría florecer entre los situados en zonas horarias solapadas (OLTZ) debido a los efectos de los costes de transporte de la proximidad relativa. La posibilidad de economizar los “costes de tiempo” gracias al ancho de banda de las redes de tecnología de la información y la comunicación es el tour de force que subyace a dicho intercambio económico. A diferencia del corpus tradicional de la teoría comercial en el que la distancia disuade el comercio, aquí la distancia promueve el comercio; habilitadas por la tecnología de la información y la comunicación, las empresas pueden actuar sin problemas en línea, proporcionando combinaciones de tareas y servicios especializados a través de zonas horarias asimétricas.

Es importante señalar que la incorporación del volumen de comercio con “zona horaria” como variable en el modelo de gravedad, por lo demás estándar, podría contrarrestar el efecto adverso de la variable distancia que aparece en el denominador.

La teoría del comercio a la luz de las zonas horarias

Numerosas investigaciones en este ámbito del intercambio virtual basado en la ventaja comparativa natural han aportado nuevos conocimientos. La mayoría de los trabajos que incorporan las diferencias de la zona horaria en el comercio internacional son de naturaleza teórica: algunos abordan un marco competitivo y otros se basan en las características de un mercado imperfectamente competitivo. Aquí, varios investigadores ofrecen una visión sinóptica de las aportaciones más significativas dentro de un marco analítico convincente.

La importancia de las redes de comunicación en el comercio de servicios relacionados con los husos horarios es descrita acertadamente por Kikuchi (2011), donde se demuestra que la explotación de los avances tecnológicos en las redes de comunicación interconectadas aumenta la conectividad de las empresas de servicios y mejora la relación de intercambio, con ganancias derivadas de las interconexiones con otros países. La idea de las diferencias de zonas horarias en un modelo comercial se expuso por primera vez en 2007 en un marco ricardiano en el que se modelaba la posibilidad del comercio entre países situados en zonas horarias diferentes, con claras implicaciones para el comercio lucrativo. Los efectos del comercio entre países situados en zonas horarias diferentes sobre el mercado de factores y los precios de los factores de los países que comercian han sido examinados por el autor mencionado y sus colegas, entre otros.

Este tipo de comercio sólo es posible gracias a la disponibilidad de una red de comunicación de la información que funcione correctamente. Como se menciona en la subsección sobre el comercio virtual y sus conceptos básicos , una red de este tipo permite fragmentar la producción de un servicio en países situados en zonas horarias que no se solapan. En cierto sentido, esta idea es bastante similar a la de la especialización vertical, en la que los insumos intermedios se producen en diferentes etapas antes de ser ensamblados para producir el bien final. Además, la producción fragmentada junto con el uso de diferentes zonas horarias que no se solapan permite que un proceso de producción funcione de forma continua durante veinticuatro horas, ya que el final de la jornada laboral de un país marca el comienzo de la jornada laboral del otro.

▷ En este Día de 15 Mayo (1961): Golpe Militar en Corea del Sur
En un día como hoy de 1961, los militares toman el poder en Corea del Sur y derrocan la Segunda República. El general Park Chung-Hee se hace cargo de la maquinaria gubernamental, disuelve la Asamblea Nacional e impone una estricta prohibición de la actividad política. También en un día como hoy, en 1770, María Antonieta se casa con el futuro rey Luis XVI de Francia. Sería la última reina de Francia antes de la Revolución Francesa. (Imagen de wikimedia)

La utilización adecuada del tiempo ayuda a servir mejor al consumidor tanto en términos de producción como de consumo porque, en caso de retraso en la entrega o en la producción, el mantenimiento de existencias puede o no ser útil para satisfacer la demanda de productos a tiempo. A lo que se reduce todo esto es a que la utilización de las diferencias horarias allana el camino para utilizar el tiempo de trabajo (el día, en sí) disponible para la producción de forma más juiciosa, garantizando la entrega temprana de los productos.

Esta idea -la de utilizar una red de comunicación para subcontratar el trabajo inacabado a uno o varios socios comerciales- se planteó por primera vez en 2007 en un modelo ricardiano simple con dos países, por un lado, y el resto del mundo (ROW), por otro. La clave está en que los dos países utilizan la diferencia de sus ubicaciones geográficas y, por lo tanto, sus horarios de trabajo no se solapan. Un año antes se publicó otra importante contribución en este sentido en la que se utiliza un modelo de tres países para mostrar cómo la utilización de las diferencias de zona horaria puede influir en el patrón de ventaja comparativa y afectar a las decisiones de localización de las empresas.

Basándose en los argumentos fundacionales de la diferencia horaria y el comercio, la literatura señala cómo el comercio de servicios a través de diferentes zonas horarias puede ser provechoso cuando la demanda nocturna de una zona horaria se satisface utilizando la oferta diurna de otra zona horaria . Así, estos autores indican por qué las diferencias salariales internacionales también pueden utilizarse junto con las diferencias salariales entre el día y la noche para inducir el comercio. Este tipo de comercio se denomina en la literatura como una nueva versión del comercio periódico intraindustrial. Por otra parte, tomando dos países idénticos situados en zonas horarias que no se solapan, dos mercancías (una que implica el trabajo por turnos, la otra no) y dos factores (trabajo y capital), algunos autores demuestran el impacto del comercio periódico intraindustrial de servicios laborales en la naturaleza del trabajo por turnos, en los precios de los factores y en el patrón de ventaja comparativa. Algunos trabajos ilustran cómo la reducción de los costes de comunicación junto con la presencia de diferencias horarias afectan a los precios y a la afluencia de capital educativo, de mano de obra específica del sector y de capital intersectorialmente móvil. Sin embargo, otros analizan también el efecto del comercio en los precios de los factores cuando los dos países, el interior y el exterior, difieren en tamaño.

El vínculo potencial entre comercio y crecimiento ha recibido menos atención en la literatura comercial estándar. En relación con esta conexión, algunos autores proponen un modelo de comercio de servicios intermedios entre dos países que capta el papel de la diferencia de husos horarios en el crecimiento económico. Hay dos países, el interior y el exterior, situados en zonas horarias diferentes con horarios de trabajo que no se solapan. Hay dos sectores: el sector de bienes finales y el sector de servicios empresariales intermedios.

Considerando una función de producción Cobb-Douglas con capital y un insumo intermedio, Mandal (2015) examina la relación entre la distancia, la producción y el comercio en diferentes zonas horarias en relación con sus repercusiones sobre el bienestar y el crecimiento económico. La producción de output requiere dos etapas consecutivas o días laborables. Debido a ello, la producción del servicio no puede entregarse a tiempo, lo que reduce la valoración del bien por parte de los consumidores. Esta preferencia temporal se denota mediante un factor de descuento. El autor citado relaciona la preferencia-tiempo con la distancia entre zonas horarias. De forma análoga, también demuestra el impacto positivo en el crecimiento de dos países comerciales que se atraen al comercio virtual.

En el frente empírico, algunos autores) utilizan los datos de la OCDE para diecisiete países de origen de la OCDE y cincuenta y ocho países de acogida de 1997 a 1999 para encontrar el efecto de la diferencia de husos horarios en la inversión extranjera directa bilateral. Otros, al analizar la afluencia de inversión extranjera directa a las regiones asiáticas, tomando datos de la UNCTAD sobre inversión extranjera directa y empresas transnacionales (ETN) y las bases de datos del Servicio Mundial de Inversiones de la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU) de 1990 a 2005, también muestran algunos resultados similares. Y otros, utilizando los datos comerciales de cincuenta y un estados de EE.UU. y diez provincias canadienses, muestran un impacto negativo de la diferencia horaria al estimar su repercusión en el coste comercial y el comercio en equilibrio general. La literatura señala el crecimiento del comercio de servicios a lo largo de los años, investigando los efectos en el comercio internacional de servicios tanto de la distancia como de la diferencia horaria. Desarrollan un modelo de comercio bilateral de servicios en el que los puestos de servicios de un país se cubren, a través de las redes de comunicación, con trabajadores establecidos en otros países. Aporta pruebas empíricas de un efecto de continuidad, al tiempo que estima el impacto de la diferencia de zonas horarias en el comercio de servicios empresariales y comerciales y en el comercio de mercancías.

Ventaja comparativa, crecimiento y desigualdad: Cuestiones tradicionales y emergentes

El aspecto del huso horario nunca se ha analizado explícitamente como una “nueva” fuente natural de ventaja comparativa. Por lo tanto, aparte de centrarse en la productividad convencional de los recursos o de la mano de obra o en la ventaja comparativa basada en las economías de escala, todos los trabajos existentes sobre los vínculos entre comercio y crecimiento son deficientes, ya que no logran captar el papel de la utilización de las diferencias horarias en la inducción del crecimiento económico. Para comprender el punto de partida y los cambios paradigmáticos, varios investigadores abordan aquí los fundamentos del enfoque tradicional. Sin embargo, esta plataforma digital profundiza en ello.

Con el comercio basado en zonas horarias (es decir, a través de plataformas virtuales), varios investigadores encuentran que las ventajas tecnológicas impulsadas por las tecnologías de la información y la comunicación que unen a los agentes situados en zonas horarias separadas podrían inducir el crecimiento a través de los efectos de red. A menudo, dicho intercambio implica servicios o ideas (intangibles) que acaban incorporándose a un producto físico (tangibles finales o intermedios). Como han mencionado varios investigadores, los gigantescos saltos tecnológicos, el descenso de los costes de las comunicaciones y el crecimiento del comercio virtual y del sector servicios que aprovechan las diferencias horarias para combinar tareas (división del trabajo) han propiciado este tipo de intercambios.

Dado que la producción “las veinticuatro horas del día” es posible, veinticuatro horas es el tiempo total combinado sobre, digamos, dos zonas horarias en las que las etapas de producción se realizan en una zona horaria adecuada (donde la gente se encuentra de forma natural y existe una ventaja comparativa basada en el tiempo) y la otra zona horaria no tiene ventaja comparativa por ser de noche.

Las diferencias clave se atribuyen a cuatro factores interrelacionados, a saber: (i) efectos de la red de comunicación: reducción de los retrasos gracias a la tecnología de la información y la comunicación, convirtiendo la “distancia física” en una oportunidad; (ii) efectos de la innovación inducida por el comercio y el TOT: aumento conjunto de la producción y la productividad marginal del capital con el aumento de las existencias de capital; (iii) efectos de la asignación eficiente de recursos (uso eficaz de la zona horaria más la mano de obra, el capital) mediante el uso de insumos intermedios; y (iv) efectos de la tasa de inversión: aumento de las existencias de capital debido al incentivo para reinvertir los beneficios.

Aquí es totalmente diferente debido a los efectos de zona horaria. Sin limitaciones de cualificación, los efectos de nivel y crecimiento se producen de forma sostenida.

Ricardo fue el primer economista que desarrolló un modelo de comercio y crecimiento endógeno. Fue a través de su marco que la importación de maíz más barato se tradujo en una disminución de los costes salariales, lo que a su vez indujo un aumento de la tasa de beneficio, que luego condujo a una mayor tasa de crecimiento para Gran Bretaña que sustentó la Revolución Industrial. El comercio condujo automáticamente al crecimiento, aunque todos los modelos modernos notables de comercio y crecimiento endógeno tuvieron que introducir el cambio tecnológico, las innovaciones y la I+D para explorar tal relación porque el comercio como tal nunca promete una tasa de crecimiento más alta. Curiosamente, el comercio con diferencias de zonas horarias reproduce el resultado ricardiano original con un mecanismo diferente.

En el sur, la productividad marginal (y media) del capital en los socios comerciales depende no sólo de la tasa de ahorro (exógena) sino también de la puntualidad de la entrega expresada en términos de los “efectos del coste iceberg” para la utilización de la zona horaria. También provoca una mejora de la TOT para los países menos desarrollados (PMA, en adelante) que se benefician de estas redes de comunicación virtuales.

Con los efectos de la zona horaria, el principal mecanismo se debe a la eliminación de la desutilidad del trabajo en turno de noche. varios investigadores saben también que existen diferencias salariales entre los trabajadores del turno de día y los del turno de noche. Esto suele hacer que el pago de los salarios sea más elevado en cualquier país en el que se utilice el turno de noche. Y tal efecto de coste es mucho más pronunciado en las naciones desarrolladas. Esto les induce a menudo a desplazar parte del trabajo a países situados en una zona horaria diferente , por ejemplo en India o China, donde las tarifas salariales suelen ser bajas. Sin embargo, el comercio virtual tiende a aumentar la brecha salarial, ya que normalmente es el progreso técnico sectorial el que se produce gracias al cambio tecnológico que ahorra tiempo en los intermediarios de servicios empresariales que entran en la producción de tangibles y otros intangibles. El comercio periódico intraindustrial de servicios laborales -debido a las características de los “turnos de trabajo”- provoca la asignación de mano de obra entre los turnos diurnos y nocturnos, y surge un margen para la desigualdad entre cualificación y no cualificación. De hecho, el mecanismo es intuitivo en el sentido de que muestra cómo la explotación de las diferencias de zonas horarias puede dar lugar a desplazamientos de la oferta y la demanda relativas de trabajadores cualificados a escala mundial, con el correspondiente impacto en la desigualdad salarial. Debido a la conexión a través del reparto de tareas entre turnos de servicio, los países desarrollan una ventaja comparativa en la producción del sector por turnos. La explotación de dicha ventaja comparativa de costes basada en los turnos de servicio significa que el comercio se expande.

Las plataformas virtuales

Vemos que el comercio organizado a través de plataformas virtuales es una nueva cuarta dimensión gracias a la red de comunicación facilitada por la tecnología de la información y la comunicación que reduce los costes comerciales. Este comercio “inducido por la tecnología” que aprovecha las diferencias horarias ahorra tiempo y aumenta el comercio por naturaleza; la distancia no importa, a diferencia de lo que ocurre con los modelos comerciales tradicionales. Este es un claro punto de partida con respecto a la teoría comercial convencional.

Teoría y modelo del comercio virtual

A continuación, varios investigadores muestran cómo la piedra angular de la teoría moderna del comercio -basada en tres dimensiones de preferencia, tecnología y dotaciones- podría ampliarse para incorporar la cuarta dimensión adicional de las zonas horarias.

Se establece que los tres principales contendientes en el ámbito de la “base del comercio” son la teoría ricardiana de la ventaja comparativa, el modelo Heckscher-Ohlin-Samuelson de abundancia relativa de factores y el modelo de rendimientos crecientes a escala (IRS) impulsado por Paul Krugman. La utilización de las diferencias horarias desempeña un papel crucial para los intercambios en la plataforma virtual y requiere la debida atención. En el modelo ricardiano, las diferencias de productividad laboral desempeñan un papel crucial para explicar los patrones comerciales y la especialización con un tipo de mano de obra.

Tomemos el caso de un modelo Heckscher-Ohlin-Samuelson generalizado como el elaborado por Beladi y colegas (1999). Los países están dotados de diferentes cantidades de diversos factores de producción. Producen diferentes paquetes de bienes similares o disímiles. A medida que los países atraen el comercio, dichos bienes se transportan de un lugar a otro. Ahora se reconoce que hay muchos tipos de comercio, sobre todo en el sector servicios, que no requieren el envío físico de mercancías. Por ejemplo, los problemas de programación se envían por correo electrónico desde la India a EE.UU. al final del día (en la India). Los especialistas en software estadounidenses trabajan en ellos en su horario de oficina habitual, mientras que en la India la oficina permanece cerrada debido a la diferencia horaria. Cuando las oficinas vuelven a abrir en la India, las soluciones ya han llegado, principalmente como archivos adjuntos por correo electrónico. Esto significa esencialmente que las operaciones comerciales pueden continuar prácticamente durante las veinticuatro horas del día, con muy pocas interrupciones. Este tipo de comercio requiere dos condiciones previas básicas. En primer lugar, la diferencia entre las zonas horarias tiene que ser tal que la división del trabajo sea factible y la diferencia horaria pueda utilizarse adecuadamente. En segundo lugar, la tecnología debe ser tal que los servicios puedan transportarse rápidamente con poco coste. La revolución en el sector de las TI se ha encargado de la segunda condición. Por lo tanto, el primer factor, es decir, que las ubicaciones se encuentren en zonas horarias significativamente separadas, se convierte en la principal fuerza impulsora del comercio en el sector de las TI.

Diferencias de zonas horarias y ventaja comparativa en el modelo ricardiano

Consideremos el caso ricardiano y supongamos que dos países pueden producir X e Y con la siguiente salvedad. Una unidad de X se produce en dos etapas relacionadas verticalmente, cada una de las cuales requiere una jornada laboral, mientras que una unidad de Y puede producirse en una jornada laboral. Hay dos países, EE.UU. e India, que tienen la misma tecnología para producir los bienes, pero están situados en zonas horarias diferentes. La hipótesis ricardiana dice que no deben atraer el comercio entre ellos. Así, en cada uno de los dos países, la producción de una unidad de X comienza el lunes por la mañana. La primera etapa termina a finales del lunes y la segunda comienza el martes por la mañana. Por lo tanto, una unidad de X está lista para la venta el martes por la tarde. Para Y no existe tal problema. Está lista para la venta el lunes por la tarde. Pero existe otra vía para el comercio. En esta forma alternativa de hacer comercio, para el lunes por la tarde la primera etapa de X está terminada y transportada a EE.UU., que comienza su lunes a esa hora y completa la producción para cuando India se despierte el martes por la mañana. Por lo tanto, una unidad de X está lista para la venta al comenzar el martes. Este método comercial ahorra un día a la comercialización de X. Es como si se necesitara la mitad de tiempo para comercializar la misma cantidad de X. La diferencia horaria entre India y EE.UU. permite a cada uno de ellos disponer del producto antes que si no comerciaran entre sí. Con el comercio, el máximo disponible de X en un día se duplica en todo el mundo sin que el nivel de Y varíe. Esto sucede incluso si la productividad física de los trabajadores de ambos países permanece invariable.

Utilización de la Zona Horaria

Una forma de obtener todo el valor es que los productores de X reduzcan el tiempo necesario para la producción. Esto puede lograrse cuando la producción se fragmenta entre dos países con horarios de trabajo que no se solapan. Con ello, el proceso de producción continúa durante veinticuatro horas y los consumidores reciben el producto un día antes.

Como los socios comerciales están geográficamente muy alejados, la utilización de las redes de comunicación facilita las transacciones virtuales que se producen a través de las zonas horarias que no se solapan. Esto difiere del modelo de gravedad convencional sin tener en cuenta el alcance del comercio virtual potenciado por las ventajas que ofrecen las tecnologías de la información. Por lo tanto, las redes posibilitadas por las tecnologías de la información y la comunicación facilitan el comercio mediante una finalización más rápida de las distintas fases de producción, lo que conduce a una producción y un consumo más rápidos, que sin duda reflejan ganancias. Así, al igual que un progreso tecnológico equivalente a la reducción del tiempo necesario para la producción y el consumo, el comercio a través de zonas horarias que no se solapan también implica un cambio técnico que aumenta el tiempo.

Diferencias entre zonas horarias y un modelo monopolísticamente competitivo

En las secciones anteriores, varios investigadores introdujeron los elementos de una cuarta dimensión, a saber, las diferencias de zonas horarias basadas en la ventaja comparativa natural de la localización en tres piedras angulares de la teoría moderna del comercio. En los tres casos, la conectividad virtual entre países situados en zonas horarias que no se solapan produce beneficios sustanciales y contrarresta el efecto adverso de la distancia a través de las redes de comunicación impulsadas por las tecnologías de la información y la comunicación. La apropiación de tales beneficios, a diferencia de lo que ocurre con los modelos de gravedad convencionales, reduce los costes comerciales y los efectos iceberg de la distancia mediante la entrega puntual y aumenta la acumulación de beneficios tanto para los consumidores como para los productores.

Distancia, producción y comercio virtual

La mayoría de los análisis estándar del comercio internacional han pasado por alto los elementos de la omnipresente fragmentación del proceso de producción y, por tanto, la modelización de la organización internacional de la producción a través de ubicaciones en distintas zonas horarias. En la práctica, la fragmentación de la cadena de valor mundial depende de la integración de las zonas horarias para salvar las distancias.

Varios investigadores se enfrentan también a la cuestión de las zonas horarias separadas o no superpuestas (ya explicada). Además, con la llegada de Internet de gran ancho de banda, el comercio de servicios virtuales, que es virtual por naturaleza, se ha vuelto relativamente menos costoso. Hay una disminución radical de los costes comerciales para mover cosas, especialmente cosas ingrávidas (ideas, datos o servicios) en comparación con cosas pesadas (mercancías); esta disminución de los costes comerciales también afecta a las perspectivas de que los empleos se “deslocalicen” en ubicaciones horarias convenientes. varios investigadores ya saben que la diferencia de zonas horarias es a menudo una cuestión sólo de distancia física (en términos de latitud). Por lo tanto, que la distancia sea un factor que obstaculice el comercio ha vuelto a ser una cuestión cuestionable. Hasta la fecha, sólo se han realizado unos pocos trabajos en la interfaz del comercio y las zonas horarias relacionados con la distancia. La mayor parte de la bibliografía examina el efecto de las zonas horarias no superpuestos en los patrones de comercio, los volúmenes de comercio y las implicaciones para el bienestar en una configuración de mercado que es monopolística por naturaleza.

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características en 2024 o antes, y el futuro de esta cuestión):

Es evidente que el volumen total del comercio tiene dos componentes: el comercio físico y el comercio de servicios, incluido el comercio virtual. El comercio físico disminuye con la distancia. Sin embargo, varios investigadores se centran en la relación entre el comercio virtual y la distancia. La idea del comercio virtual es esencialmente el comercio de servicios o de tareas laborales que pueden exportarse e importarse de vuelta a través de Internet. Esta parte está relativamente menos explorada en la literatura existente. En este texto, varios investigadores intentan relacionar la distancia física que influye en las zonas horarias (no) coincidentes entre dos socios comerciales con el comercio virtual. Nótese que este tipo de comercio se ha convertido en una cuestión central sólo desde la revolución de la tecnología de la información. Al ser el mundo circular, las zonas horarios son esencialmente el reflejo de la distancia aérea. Por lo tanto, la distancia entre dos lugares se exhibe por la diferencia de husos horarios. De ahí que, en la retrospectiva de la bibliografía sobre el comercio impulsado por las zonas horarias, sea la distancia física la que desencadene positivamente el comercio virtual. Basándose en esta sabiduría, varios investigadores exploran ahora cómo la distancia puede afectar al volumen del comercio.

El resultado verbal del modelo de competencia imperfecta es que existen beneficios sustanciales para el bienestar debidos a: (i) la organización del comercio de servicios intermedios inacabados gracias a la división virtual del trabajo a través de múltiples zonas horarias; (ii) una producción y entrega más rápidas que explotan la ventaja comparativa de los países participantes y generan ganancias de consumo con preferencia por la entrega temprana de bienes y servicios finales; (iii) todo ello se traduce en precios más bajos de los bienes finales que utilizan insumos intermedios externalizados; (iv) el número de empresas y los correspondientes productos aumentan gracias a la conectividad; (v) a través de la mejora del comercio de productos intermedios, la explotación de las zonas horarias permite la acumulación de capital e induce el crecimiento a largo plazo, lo que equivale a un cambio técnico que aumenta los insumos intermedios; y, (vi) a diferencia de los modelos perfectamente competitivos analizados en esta plataforma digital, los costes comerciales y los efectos iceberg de la distancia tienen un efecto más predominante a través del comercio de productos intermedios.

Zona Horaria en Economía Internacional y Comercio

En esta sección, varios investigadores ampliaron los modelos de comercio tradicionales para incorporar las características de (i) la utilización de las diferencias de zonas horarias entre países no superpuestos y (ii) las redes de comunicación posibilitadas por las tecnologías de la información y la comunicación. Varios investigadores también analizaron el papel beneficioso de la diferencia de husos horarios para lograr con éxito la preferencia horaria de los consumidores para la producción y el consumo, y para reducir los costes comerciales y los efectos iceberg debido al florecimiento de la tecnología de la comunicación. En todos estos modelos comerciales potenciados por la diferencia horaria, el cambio técnico que ahorra tiempo desempeña un papel central. ¿Por qué? Sencillamente porque la explotación de la ventaja comparativa natural basada en la localización conduce a la especialización en etapas (fragmentos) de la producción mediante el aprovechamiento de los ciclos día-noche de veinticuatro horas entre dos (o más) socios comerciales. En el caso de la configuración Heckscher-Ohlin-Samuelson, la intensidad de los factores y los cambios en la tasa de descuento para el tiempo importan para los efectos del precio de los factores y el sector, fragmentando la producción en la zona horaria adecuada gana con el comercio ya que la producción se expande a costa de los otros que no aprovechan la brecha horaria. Con un aumento de la distancia, hay muchas más posibilidades de utilizar las brechas horarias, lo que también podría aumentar el salario de los trabajadores del sector que deslocaliza y utiliza a los trabajadores de forma relativamente intensiva.

La digitalización de las diferencias horarias

El aprovechamiento de esas comunicaciones en red debido a la digitalización de las diferencias horarias no superpuestas entre países separados geográficamente puede convertirse en una fuerza motriz primordial del comercio de servicios empresariales. De hecho, esto ya ha ocurrido; el caso de la India es un buen punto de partida, entre otros.

Dada la naturaleza potenciadora del comercio y ahorradora de tiempo de dicho comercio, varios investigadores pueden prever un mecanismo de crecimiento. A diferencia de los modelos comerciales típicos – que hacen hincapié en la reasignación de recursos y la eficacia asignativa con aumentos de la renta real – el comercio virtual podría generar efectos de crecimiento y nivelación mejorando la productividad e impulsando la tasa de inversión. varios investigadores pueden ver que la utilización de las ventajas de la diferencia horaria posibilitada por la tecnología de la información y la comunicación podría aportar mejoras tecnológicas que ahorren tiempo, lo que conduciría a un aumento permanente de la productividad.

Sin embargo, en la literatura existente sobre crecimiento y comercio, se han hecho relativamente pocos intentos de abordar el efecto de los husos horarios en el crecimiento. El principal objetivo de esta sección es ilustrar, con una sencilla teoría del crecimiento, cómo una mejora que ahorre tiempo en el comercio de servicios empresariales y se beneficie de las diferencias de zonas horarias puede repercutir en la productividad y/o el crecimiento. De hecho, cuando las cadenas de valor están fragmentadas a lo largo de diferentes distancias geográficas (longitudinales), esta utilización de los beneficios de las diferencias horarias no solapadas a través de las redes de comunicación que permiten el comercio intermedio de servicios empresariales importados podría acelerar la realización de un proyecto final y hacer posible una entrega rápida con bajos costes de envío. Se trata de un tipo de cambio técnico “potenciador del comercio”.

Literatura existente y conexión con el comercio virtual

Varios investigadores ven que, especialmente tras la aparición de la tecnología de la información y la comunicación y otras tecnologías que configuran los contornos de la interconexión, el comercio en plataformas virtuales ha sido una fuerza dominante para la integración global. Los problemas de sostenibilidad del crecimiento con el despliegue del comercio virtual dependen de la consideración de las diferencias basadas en las zonas horarias, así como de una constelación de factores como la dotación de competencias de los trabajadores junto con la infraestructura de las tecnologías de la información y la comunicación, entre otros. Son raros los modelos de trabajo de los vínculos entre comercio y crecimiento con un mecanismo claramente explicado de utilización eficiente de los beneficios de las plataformas virtuales habilitadas por las tecnologías de la información y la comunicación en los insumos intermedios a través de zonas horarias no solapadas. Un estudio de 2021 demostró que, más allá de la típica medida tradicional de apertura de los países, el nexo entre comercio y crecimiento se ve reforzado por la amplia red de comercio mundial.

El tiempo es irreversible y la información crece con el tiempo para crear conocimiento, lo que provoca el crecimiento económico a través de grandes redes productivas de seres humanos. Sin embargo, la literatura estándar sobre comercio-innovación-crecimiento no tiene en cuenta cómo el comercio virtual abre ventanas de oportunidad y provoca variaciones a gran escala en las actividades económicas de forma potencialmente rentable. La cuarta dimensión del comercio basado en los husos horarios añade una nueva dimensión al mecanismo de crecimiento, además de los factores convencionales. Con el comercio virtual basado en la tecnología de la información y la comunicación, varios investigadores consideran que este factor adicional provoca un “cambio técnico importado que aumenta los insumos intermedios o el valor añadido” a través de la fragmentación de las fases de producción. A través de un doble efecto -ahorro de tiempo y calidad- se produce un mayor crecimiento que, en última instancia, se traduce en un crecimiento permanente a través de la mejora de la productividad gracias a la utilización eficaz de las zonas horarias. Mientras las florecientes transacciones en línea ganan protagonismo, ésta podría ser una nueva fuerza para el crecimiento con efectos indirectos de beneficios en todas las naciones.

Tres factores clave interrelacionados son:

(i)puntualidad de la entrega – el papel de la puntualidad de la entrega para evitar retrasos o demoras en la entrega;

(ii)puntualidad del consumo – preferencia de los consumidores por la entrega puntual, ya que descuentan el consumo retrasado y el valor del consumo cae con la disponibilidad inoportuna;

(iii)explotación del ciclo de zonas horarias – utilización del ciclo día-noche a través de zonas horarias no solapadas para reducir a la mitad el ciclo de producción habitual de veinticuatro horas. Por supuesto, el comercio de servicios empresariales intermedios que hace beneficiosa dicha utilización sólo es posible gracias a los avances en la tecnología de la información y la comunicación. Como ya se ha mencionado, la revolución global en la tecnología de la información y la comunicación y otros avances a partir de la segunda mitad del siglo XX condujeron a una disminución de los costes de comunicación, así como a un ahorro de tiempo y a un progreso técnico que favorece el comercio. Las diferencias clave se atribuyen a cuatro factores interrelacionados:

(i)efectos de red de la tecnología – reducción de los costes de retraso o efecto iceberg;

(ii)efectos de innovación y TOT inducidos por el comercio – aumento de la producción y de la productividad marginal del capital en ambas naciones, lo que incrementa el stock de capital;

(iii)efectos de asignación eficiente de recursos – a través de la utilización de insumos intermedios;

(iv)efectos de la tasa de inversión.

A diferencia de la literatura tradicional, en la que el mecanismo de transmisión es totalmente diferente, varios investigadores verán que si se tiene en cuenta dicha interfaz de zonas horarias entre los países desarrollados (destino) y los países en desarrollo (fuente de productos intermedios importados), se garantiza un crecimiento más rápido en las economías en desarrollo con una mejora de la TOT en estos últimos. De hecho, esto podría ser una fuerza para el crecimiento inclusivo de forma sostenida a medida que los países en desarrollo aprovechen las oportunidades que ofrece la disminución de los costes de los vínculos de producción basados en los servicios. Asimismo, el efecto de nivel frente al efecto de crecimiento de un mecanismo comercial de este tipo reviste un interés considerable. Los efectos de continuidad y sincronización son importantes aquí para organizar el comercio basado en zonas horarias. ¿Por qué? Sencillamente porque, con los efectos de zona horaria, el comercio surge entre zonas horarias que no se solapan para aprovechar los turnos de trabajo diurno y nocturno en, por ejemplo, EE.UU., el Reino Unido y la India o China, mientras que los trabajadores difieren en cuanto a sus preferencias por el trabajo de ocio, así como en el reparto de las horas de trabajo entre el trabajo diurno y el nocturno. Todo ello depende de las utilidades individuales, de los grados relativos de aversión a sacrificar el tiempo de descanso y de las diferencias de capital humano. Por ejemplo, utilizando tipos de cualificación de mano de obra específica y un modelo comercial de equilibrio general aumentado con capital móvil, la literatura muestra que una reducción de los costes de comunicación junto con la utilización de las diferencias horarias podría aumentar la brecha salarial entre los trabajadores cualificados y los no cualificados. Esto ocurre principalmente porque la externalización de servicios aumenta la demanda de capital educativo. En el caso de los factores de producción complementarios, el salario de los no cualificados aumenta en comparación con la renta del capital porque el proceso de producción es menos intensivo en capital. Aunque el comercio conduce a un salto puntual de la renta real, el mecanismo de crecimiento integrado en el proceso del comercio internacional es escaso y no está bien investigado, a pesar de que se dispone de voluminosas pruebas empíricas.

Un modelo de crecimiento inducido por las diferencias horarias

En esta sección, varios investigadores presentan un modelo representativo basado en el modelo AK prototípico familiar en la literatura moderna sobre la teoría del crecimiento en el que se incorpora este “elemento-tiempo” para mostrar cómo la organización de los servicios comerciales intermedios a través de zonas horarias separadas podría generar un crecimiento de la productividad reduciendo el coste del tiempo. El ingrediente básico es la entrega puntual para reducir los costes de demora, ya que los consumidores valoran el tiempo. Así, las redes de tecnología de la información y la comunicación inducen un efecto de ahorro de tiempo (a través de la entrega rápida) y de aumento del comercio (a través de los bajos costes de envío de los servicios empresariales importados) que se refuerzan mutuamente (aceleración de la producción).

📬Si este tipo de historias es justo lo que buscas, y quieres recibir actualizaciones y mucho contenido que no creemos encuentres en otro lugar, suscríbete a este substack. Es gratis, y puedes cancelar tu suscripción cuando quieras:

La literatura presenta un modelo AK simple de dos países de comercio de servicios intermedios junto con el papel de las diferencias de zonas horarias. Los países de origen y de destino están situados en zonas horarias diferentes sin solapamiento de horas de trabajo. La absorción clave es que la producción de servicios empresariales nacionales requiere sólo un día de trabajo y el producto está listo para la venta después de un día de trabajo. Por lo tanto, la entrega de servicios empresariales nacionales implica costes significativos en términos de retraso, mientras que la utilización de las redes de comunicaciones permite la producción en un país extranjero en el que los horarios de trabajo no solapados y el comercio de servicios empresariales a través de las redes permiten una entrega rápida. Así pues, los servicios importados cuya producción se beneficia de las diferencias horarias aportan un valor superior al de los servicios de producción nacional. Esta absorción contradice los modelos comerciales convencionales con costes comerciales. Basándose en estos argumentos, varios investigadores establecen que una aceleración del comercio intermedio de servicios empresariales puede tener un impacto permanente en la productividad.

La mejora tecnológica de un país en materia de ahorro de tiempo, que induce a las empresas a aprovechar las diferencias horarias basadas en la ventaja comparativa natural, impulsará también el crecimiento permanente o el aumento permanente de la productividad del otro país.

Un modelo de crecimiento óptimo inducido por zonas horarias separadas a través del comercio virtual

Podemos utilizar la idea del comercio virtual de productos intermedios inducido por zonas horarias no superpuestas para mostrar cómo el comercio aumenta la tasa de crecimiento óptimo de equilibrio. varios investigadores deben considerar un marco de crecimiento endógeno con acumulación de cualificaciones para sostener el crecimiento de forma permanente en el que la tasa salarial aumenta y permanece inalterada a largo plazo. El mecanismo es totalmente diferente de la literatura neoclásica típica. Además, se puede incorporar la producción que tiene lugar en turnos dobles con costes más bajos sin producción nocturna. Normalmente, como el salario nocturno es costoso, se utiliza un ciclo de trabajo de doce horas para cada insumo, y esto provoca una producción más temprana así como una mayor producción dado el marco temporal y el coste. En este caso, las diferencias salariales entre el turno diurno y el nocturno, así como las diferencias salariales entre naciones, importan junto con la novedad del mecanismo de comercio virtual en la producción de productos intermedios en zonas horarias que no se solapan para reducir la ineficiencia más allá de los efectos típicos de la asignación de recursos.

Diferencias entre zonas horarias, comercio de servicios e implicaciones para los precios de los factores

A diferencia de otros modelos contemporáneos con fragmentación, deslocalización y comercio de tareas, un estudio publicado en 2020 ofrece importantes perspectivas en las que el tamaño de los países desempeña un papel importante. Los autores amplían un marco de factores específicos del trabajo de 1971 con características de comercio virtual, distinguen entre el capital utilizado en la industria del trabajo por turnos y la industria exclusivamente diurna, y consideran la tierra y la mano de obra homogéneas con preferencias heterogéneas por el trabajo por turnos diurno. En particular, demuestran que con el progreso técnico de las redes de comunicación de las tecnologías de la información y la comunicación: (i) con tamaños idénticos, a pesar de la no superposición de zonas horarias, la prima salarial del turno de noche desaparece con la importación virtual de mano de obra diurna que sustituye a la necesidad nocturna, los precios de los factores se igualan con los mismos salarios independientemente de las horas de trabajo por turnos, y la tasa de renta del capital aumenta; (ii) la producción se expande para el sector del trabajo por turnos conectado por redes. Los salarios de los trabajadores por turnos nocturnos son más elevados que los de los trabajadores por turnos diurnos en los países más grandes, mientras que ocurre lo contrario en los países más pequeños, de modo que allí no trabajan por la noche los trabajadores locales, sino que importan servicios laborales nocturnos virtuales de los países más grandes.

En general, los pares de países conectados atraen el comercio virtual de mano de obra y con dotaciones idénticas – a pesar de las diferencias de husos horarios – tendrían ventaja comparativa en la mercancía trabajo por turnos; así, el avance tecnológico tendría como resultado el aumento del salario diurno, la caída del salario nocturno y la disminución de la renta de la tierra. Con el libre comercio de servicios laborales, las tasas salariales convergen con la desaparición de la prima.

Todos estos ajustes hablan por sí solos de los impactos distributivos del comercio relacionado con las zonas horarias a través de impactos diferenciales en la tierra, la mano de obra y el capital. Estos cambios se producen a través de varios canales de expansión del comercio impulsado por el trabajo por turnos y las redes de comunicación. Basándose en un empirismo casual, varios investigadores saben que la mejora tecnológica que ahorra tiempo puede desencadenar una serie de acontecimientos que conduzcan a una disminución del trabajo en turno de noche en todo el país. Ahora, varios investigadores ilustran, con un modelo comercial sencillo, cómo una mejora que ahorra tiempo en el comercio de empresas y servicios que se beneficia de las diferencias en las zonas horarias puede tener un impacto en los mercados de factores y en los precios de los factores.

El aumento de los rendimientos de la mano de obra cualificada se ve compensado con creces por las pérdidas de la mano de obra no cualificada. Así pues, si el comercio con diferencias de husos horarios aumenta los salarios de la mano de obra cualificada, sin duda aumentará la renta real agregada y la productividad.

Una implicación interesante de esta ampliación es que en cada país aumenta la relación salarial entre los trabajadores cualificados y los no cualificados, un resultado que ha eludido el modelo estándar de Heckscher-Ohlin-Samuelson. Sin embargo, nunca se ha explorado el comercio entre zonas horarias como catalizador natural del proceso. Es posible que la ventaja de las zonas horarias también beneficie a los trabajadores de cualificación media.

Capital humano y separación de las zonas horarias

En esta sección se ha visto como varios investigadores han analizado cómo el crecimiento inducido por el comercio virtual de servicios empresariales intermedios podría tener efectos sobre el nivel y el crecimiento. El breve examen de estas cuestiones puso de relieve que es diferente del nexo tradicional entre comercio y crecimiento, en el que se deja de lado el papel de las redes de comunicación que facilitan el comercio basado en el huso horario. Además, varios investigadores analizaron que el servicio intensivo en mano de obra cualificada requiere la acumulación de habilidades para aumentar el capital humano con un tamaño de población fijo. A través de la separación de las zonas horarias, se generan ganancias simultáneas por los efectos del comercio y del crecimiento, y se produce un aumento permanente de la productividad, ya que la producción tiene lugar las veinticuatro horas del día con efecto de continuidad.

Movilidad de Servicios y comercio virtual

Algunos autores construyeron un modelo de equilibrio general en varias etapas para mostrar el papel del coste comercial en la determinación de la localización de la producción, y la proximidad de la localización, así como la participación en las cadenas de valor. La causa próxima se atribuye al florecimiento de las redes de tecnología de la información y la comunicación y a la “división o troceado” asistido por ordenador de la cadena de valor en etapas. En este punto, varios investigadores deben señalar que la revolución de la tecnología de la información y la comunicación no basta por sí sola para capitalizar la diferencia de costes entre dos socios comerciales. Este fenómeno, unido a la diferencia de zonas horarias, actúa conjuntamente para tener un efecto combinado y repercusiones significativas en el volumen del comercio y en las ganancias derivadas del comercio. Es posible que dos socios comerciales no puedan apropiarse tan eficazmente de la diferencia de costes de producción, aunque exista, si están situados en zonas horarias coincidentes. Aquí es quizá donde la globalización y el comercio tocan más alto para explotar la ventaja que confieren las diferencias.

En este contexto de investigación teórica mezclada con empirismo, varios investigadores analizan las posibles consecuencias para los precios de los factores y la afluencia de capital educativo de la reducción masiva del coste de la tecnología de la información y la comunicación unida a las ventajas de las diferencias horarias entre países.

La inversión extranjera directa y la formación de competencias en el contexto del comercio inducido por las diferencias horarias

Un día (veinticuatro horas) se divide en dos periodos: las horas de trabajo del turno diurno y las horas de trabajo del turno nocturno, cada uno de doce horas. Tradicionalmente, las tarifas salariales se determinan sólo para doce horas. Los mercados son competitivos y están abiertos cada veinticuatro horas. Así pues, el país tiene esencialmente tres opciones en lo que respecta a la producción de X: (i) La mitad del producto/servicio se produce hoy y el resto mañana, con la mercancía lista para la venta en la mañana del tercer día. Como los consumidores prefieren recibirlo pronto, existe una preferencia temporal. (ii) La mitad se produce en el turno diurno y la otra mitad en el turno nocturno del mismo país. En este caso, los salarios de los trabajadores nocturnos suelen ser más elevados que los diurnos. Sin embargo, el producto está listo para mañana por la mañana. (iii) La mitad se realiza en el turno diurno y luego se subcontrata a un país situado en la zona horaria no coincidente. El resto del producto se termina en el horario diurno del otro país. Así, el producto o servicio estará listo mañana por la mañana (por la mañana en el primer país). Aquí es donde entra en juego la diferencia horaria. Con una diferencia de zona horaria superpuesta entre H y F, la opción (iii) carece de sentido. Para centrarse en la cuestión del huso horario, varios investigadores parten de la base de que, de estas tres opciones, la tercera es la mejor. Varios investigadores partirán de una situación en la que partes del servicio se producen en países situados en zonas horarias que no se solapan, pero el coste de la comunicación es significativamente alto. Esto nos ayudará a centrarnos en la importancia de la diferencia de husos horarios y el coste de la comunicación. Las zonas horarias solapadas nos llevan a las opciones (i) y (ii).

Beneficios de las diferencias de zonas horarias

Con los beneficios de las redes de comunicación que permiten las tecnologías de la información y la comunicación, la disminución del coste de la comunicación y la utilización de las diferencias de zonas horarias, es interesante conocer el impacto sobre los trabajadores cualificados y no cualificados y la composición sectorial. La difusión de dicha tecnología y su utilización se traducen en un mayor crecimiento de la productividad. Las transacciones internacionales a través del comercio electrónico y la movilidad de la cualificación inducida por el capital humano, así como del capital físico, favorecen la utilización de tecnologías punteras como la tecnología de la información y la comunicación y sus efectos concomitantes sobre el bienestar y las ganancias derivadas del comercio. Se demuestra que ambos tipos de trabajadores ganan, aunque los trabajadores cualificados acumulan más ganancias. Además, el uso de capital educativo que conduce a la adquisición de cualificaciones garantiza un aumento de la producción del sector intensivo en cualificación, pero a costa de la desigualdad salarial, es decir, de la ampliación de la brecha entre la mano de obra cualificada y la no cualificada. El origen del capital educativo también es importante para la complementariedad entre sectores. En general, las ganancias se producen con el aumento del volumen comercial.

Camino por recorrer

“Podéis retrasaros, pero el tiempo no lo hará”.

Benjamin Franklin
La mayoría de los países están situados en zonas horarias diferentes (solapadas o no), aunque hay países, como Corea del Sur y Japón, que están situados en husos horarios idénticamente solapados. Obviamente, la dimensión temporal desempeña un papel crucial a la hora de abrir la puerta para atraer a través de las redes virtuales. Los avances en la tecnología de la información y la comunicación permiten salvar la diferencia horaria de forma propicia.

A grandes rasgos, los mercados virtuales representan el intercambio de bienes y servicios a través de plataformas virtuales. En este texto, varios investigadores han hablado de los mercados virtuales, haciendo hincapié en las transacciones transfronterizas en términos de subcontratación de procesos empresariales impulsados por las tecnologías de la información y la comunicación entre naciones situadas en zonas horarias que, en su mayoría, no se solapan. Este hecho, que constituye una fuente de ventaja comparativa natural para generar intercambios entre ellas, es bastante intuitivo y, sin embargo, se ignora enormemente en el ámbito de la literatura sobre comercio internacional. Aunque existen algunos trabajos empíricos que hacen hincapié en este tipo de nueva ventaja comparativa natural basada en el huso horario, la literatura teórica que capta el mecanismo esencial es casi inexistente. Claramente, Kikuchi (2011) y Marjit (2007) son los precursores en esta desafiante pero fértil área de investigación. Esto culminó en una monografía que hace hincapié en la cuarta dimensión del comercio: el comercio basado en las diferencias de zonas horarias frente a las dotaciones de factores y las diferencias de productividad.

A estas alturas está claro que las demarcaciones físicas o espaciales de las actividades económicas carecen realmente de sentido en un mundo que está perfectamente conectado virtualmente. Por lo tanto, el problema más fundamental que preocupa a los responsables políticos tiene que ver con la regulación de dichos mercados y, por lo tanto, la política comercial en un mundo separado y con zonas horarias sería un buen tema de investigación en los próximos años. Como todo esto ocurre en plataformas virtuales, las cuestiones relacionadas con las políticas para garantizar la privacidad de la información, la protección de los datos, etc., requieren una cooperación mundial. Estos temas están ganando atención en trabajos recientes (véase, por ejemplo,.

Hemos desarrollado en el texto la idea de que el papel del tiempo en la determinación de los patrones de comercio a través de la interacción virtual a través de zonas horarias no solapadas debe tenerse en cuenta para apreciar nuevos aspectos del comercio internacional. Otra forma en que el tiempo entra en escena es a través del comercio entre países ricos y pobres en términos de transacciones virtuales y no virtuales. Los países más ricos tienen un mayor coste de oportunidad del tiempo y, por lo tanto, están dispuestos a gastar más, en igualdad de condiciones, para evitar las transacciones físicas. Por lo tanto, en régimen de autarquía, los bienes virtuales serían relativamente caros en estos países y éstos importarían bienes virtuales.

Los centros de llamadas de los países en desarrollo atienden las necesidades de los clientes de los países desarrollados proporcionándoles asistencia con respecto a diversos tipos de servicios. Estos centros de llamadas funcionan de hecho durante la noche en países como la India, en contraste con los modelos de BPO con zonas horarias separadas analizados por la bibliografía. Esto podría deberse a que los empleos nocturnos en los países pobres o diurnos en los países ricos se ofrecen a través de plataformas virtuales y los trabajadores no tienen que desplazarse físicamente. Pero esto no responde a la pregunta de por qué, para necesidades similares a las de la India, no se abren centros de llamadas en Estados Unidos. Eso tiene que ver con el hecho de que los trabajadores estadounidenses prefieren trabajar durante el día debido a las mayores oportunidades de empleo en horario regular, lo que hace que la oferta relativa de mano de obra nocturna sea menor en EE.UU. y muy cara, algo que a los indios no les gustaría permitirse. Así pues, el coste de oportunidad del tiempo es un serio factor decisivo en cualquier tipo de comercio virtual.

Pisando los talones a esta cuestión está la idea de si las interacciones cara a cara son necesarias en las transacciones virtuales, es decir, si es necesario utilizar zonas horarias similares (o solapadas) entre los agentes para que las interacciones sean más productivas de algún tipo. Eso reducirá la criticidad de las zonas horarias separadas (o no solapadas) para el comercio virtual.

El comercio con el tiempo como catalizador altera la noción de “distancia” tal y como se ha utilizado habitualmente en la teoría del comercio durante siglos y se traduce en voluminosos trabajos sobre modelos de gravedad. Como se menciona a lo largo del texto, contrariamente a los modelos comerciales empíricos convencionales que utilizan especificaciones de los modelos de gravedad, aquí una mayor distancia espacial puede promover realmente el comercio virtual porque los países pueden trabajar a lo largo de zonas horarias separadas, y la entrega a tiempo favorece la promoción del comercio con la reducción de los costes de comunicación. De este modo, la distancia no disuade necesariamente el comercio.

Revisor de hechos: Mix

[sc name=”empresa-y-economia”][/sc] [sc name=”economia”][/sc] [rtbs name=”asuntos-financieros”]

Recursos

Traducción de Economía Colaborativa

Inglés: Collaborative economy
Francés: économie collaborative
Alemán: Kollaborative Wirtschaft
Italiano: Economia collaborativa
Portugués: Economia colaborativa  
Polaco: Gospodarka społecznościowa

Tesauro de Economía colaborativa

Economía > Estructura económica > Régimen económico > Economía colaborativa
Asuntos Financieros > Financiación e inversión > Financiación > Micromecenazgo > Economía colaborativa

Véase También

  • Economía entre iguales
  • Consumo colaborativo
  • Economía participativa

Ventaja comparativa, crecimiento, desigualdad

▷ Esperamos que haya sido de utilidad. Si conoce a alguien que pueda estar interesado en este tema, por favor comparta con él/ella este contenido. Es la mejor forma de ayudar al Proyecto Lawi.

Foro de la Comunidad: ¿Estás satisfecho con tu experiencia? Por favor, sugiere ideas para ampliar o mejorar el contenido, o cómo ha sido tu experiencia:

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Plataforma de Derecho y Ciencias Sociales

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo