Futuro de la Economía Colaborativa
Hay pocas respuestas inequívocas a la pregunta de cómo serán las economías de intercambio y cómo se practicará y gobernará el intercambio en el futuro. Por ejemplo, las condiciones laborales precarias de quienes trabajan en las economías compartidas a través de plataformas de trabajo a la carta han generado mucho debate, pero la precariedad en sí misma no es nueva ni se limita a las economías compartidas. En el sector del transporte, por ejemplo, muchos taxistas eran contratistas independientes antes de la invención de las empresas de transporte compartido basadas en plataformas. También se da el caso de que los datos sobre las prácticas de la economía colaborativa no son fácilmente accesibles, por lo que las predicciones sobre las tendencias futuras siguen siendo, en el mejor de los casos, especulativas, al igual que las repercusiones sociales, económicas y medioambientales de un ecosistema ampliado de economía colaborativa; sin embargo, el dinamismo del sector, con su boyante cultura de creación de empresas, sugiere que la dinámica de los innovadores dejará a los Estados de todas las escalas jugando a ponerse al día en materia de regulación en el futuro. Los marcos jurídicos y normativos requerirán sin duda una modernización para reflejar las nuevas configuraciones del poder económico, pero hay una serie de factores que dificultan la gobernanza, desde la definición de los límites normativos de las nuevas entidades económicas hasta el cálculo de los costes y beneficios de la regulación y la gobernanza y cómo deben distribuirse.