Negligencia

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Negligencia, en derecho, especialmente en el derecho extracontractual o tort law, es el incumplimiento de una obligación (deber) de actuar con cuidado, o la falta de actuar como una persona razonable y prudente en circunstancias similares.

Generalidades

Negligencia es la omisión de la diligencia que exige la naturaleza de la actividad que se realiza.

Puntualización

Sin embargo, el baremo para valorar si ha existido o no negligencia debe aplicarse siempre tomando en consideración las circunstancias del caso concreto. No puede exigirse la misma diligencia al experto cirujano que al recién iniciado en la profesión (circunstancias personales), ni puede requerirse el mismo celo al que opera en perfectas condiciones de asepsia en el quirófano, asistido por su personal auxiliar, que al que se ve obligado a intervenir en pleno campo al accidentado por una colisión de vehículos (circunstancias de lugar). Asimismo han de estimarse las circunstancias de tiempo.

En Derecho civil y en Derecho mercantil, la culpa o negligencia constituye una forma de incumplimiento de los contratos, que se contrapone al dolo. La culpa o negligencia supone descuido, imprudencia, ligereza, falta de atención, mientras que el dolo implica conciencia y voluntad de incumplir el contrato. Las consecuencias de que ha de responder el contratante incumplidor son distintas si ha existido negligencia que si medió dolo: en el primer caso, las leyes entienden de forma general que el incumplidor solo ha de responder de los daños y perjuicios que resultaban previsibles en caso de incumplimiento en el momento en que se contrató.

Indicaciones

En cambio, en el supuesto de dolo no suele establecerse esta limitación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto).

Puntualización

Sin embargo, cuando la culpa o negligencia es lata o grave, supone la omisión de las más elementales precauciones, y se equipara al dolo.

Cada contrato establece el grado de diligencia con que debe desarrollar el deudor su actividad, y si del contrato no se deduce ese nivel de diligencia, se entiende que debe ser la propia de una persona media (la que en el Derecho romano se describía de un modo muy gráfico: la diligencia del bonus paterfamilias).

Es posible que una persona deba responder de los daños causados por otra, por existir una relación de jerarquía o dependencia: es el caso del empresario, que responde de los daños causados por sus trabajadores por no vigilarles o no supervisar con eficacia su actividad (culpa in vigilando) o por no haber escogido la persona adecuada para llevarla a cabo (culpa in eligendo). También existe esta clase de responsabilidad cuando la persona que causa el daño se encuentra bajo la dependencia familiar de sus padres o de su tutor por ser menor de edad o por encontrarse incapacitado (culpa in educando).

En Derecho penal tiene cabida la imprudencia cuando ha tenido lugar al cometer un acto que, si hubiese sido voluntario o doloso, sería constitutivo de delito. Se habla así de imprudencia punible, que admite diferentes graduaciones según su gravedad: imprudencia temeraria e imprudencia simple. Si es cometida por un profesional que, en el desempeño de su profesión, omite las diligencias propias de ella (la llamada “lex artis”), se habla de impericia o negligencia profesional, y constituye una circustancia agravante de la responsabilidad criminal, sancionada por tanto con penas más severas.(1)

Negligencia en el Sistema del Common Law

Nota: puede interesar la lectura de los orígenes históricos del derecho de daños, las Funciones del Derecho de Daños, y también del derecho de daños (o de agravios) en general.

El derecho de la negligencia se ocupa esencialmente de la ley de los daños accidentales. El agravio de la negligencia regula toda la actividad humana en la sociedad – ya sea entre los usuarios de la carretera; los médicos y sus pacientes, los abogados y sus clientes, etc. – e impone a las partes el deber de tener un cuidado razonable en sus actividades para no causar daño a otros dentro de la sociedad.

Hasta hace relativamente poco tiempo, no había ningún agravio independiente discernible de negligencia.Entre las Líneas En su lugar, existían diferentes tipos de acciones de responsabilidad civil que requerían la prueba de un comportamiento negligente por parte del acusado.

Puntualización

Sin embargo, no había un pensamiento unificado subyacente a estos casos. No fue hasta la decisión de la Cámara de los Lores en “Donoghue c. Stevenson” [1932] AC 562; que nació el moderno agravio de negligencia. Con esta decisión se creó un amplio agravio de negligencia basado en un principio general. Algunos teóricos atribuyen al desarrollo del moderno derecho de la negligencia (“tort of negligence”) el aumento de la industrialización y el desarrollo de la actividad económica, lo que hizo imperativo que el derecho se desarrollara como respuesta. 1 Otros historiadores jurídicos han sostenido que la coincidencia de la responsabilidad por culpa con la industrialización fue obra de los jueces que trataron de crear inmunidades de responsabilidad jurídica y, por tanto, proporcionar subsidios sustanciales a quienes emprendieron planes de desarrollo económico. Observando el desarrollo histórico del derecho de daños a la luz del cambio social provocado por la Revolución Industrial y los riesgos que creó, parece que la respuesta general del derecho a las lesiones accidentales está excesivamente marcada por respuestas ad hoc a circunstancias históricas, y sigue siendo necesario un compromiso intelectual sostenido para proporcionar una base coherente y de principios para una nueva reforma legislativa. Así pues, la negligencia, por ejemplo, puede considerarse una respuesta a la avalancha de accidentes que coincidió con el aumento de la industrialización.

Se ha criticado la sabiduría recibida en relación con el desarrollo de la responsabilidad por culpa. Así, desde principios de los años 80 se argumenta que en realidad es muy difícil explicar la aparición de la negligencia como principio organizador general de la responsabilidad extracontractual como si se tratara de una respuesta tecnológica del derecho a las “necesidades sociales de la industrialización”, ya que habría que explicar, por ejemplo, por qué Inglaterra y los Estados Unidos parecen haber emprendido la generalización sistemática del principio de la culpa para incluir toda la responsabilidad extracontractual al mismo tiempo (décadas de 1870 y 1880) a pesar de la industrialización mucho más temprana de Inglaterra, así como por qué Alemania respondió a la industrialización imponiendo la responsabilidad objetiva en los ferrocarriles y las empresas industriales por accidentes, como excepción a una norma sobre fallas preexistentes. Sencillamente hay demasiadas variables en el crecimiento económico como para apoyar la hipótesis de que cualquiera de ellas es socialmente “necesaria”.

La característica principal de las demandas por negligencia es el comportamiento del acusado. ¿Falló en tomar el cuidado razonable que se esperaba de él o ella a la luz de todas las circunstancias? Por lo tanto, el agravio de la negligencia se basa en la responsabilidad por culpa. No se exige perfección al acusado. La pregunta en esos casos será: ¿ejerció el acusado el nivel de cuidado que se esperaba de él en las circunstancias? En este contexto, la falta de diligencia razonable “… significa actuar con rudeza sin advertir los riesgos sustanciales e injustificables para los intereses de los demás que se crean al actuar así y que una persona razonable advertiría.Entre las Líneas En Blyth v Birmingham Waterworks [1856] Exch 781; Alderson B describió el comportamiento negligente – responsabilidad por culpa – como la omisión de hacer algo que un hombre razonable, guiado por las consideraciones que “ordinariamente regulan” la conducta de los asuntos humanos, haría, o hacer algo que un hombre “prudente y razonable no haría”.

Elementos de la causa de la acción

La negligencia como agravio es una violación de un deber legal de cuidado que resulta en un daño al demandante. Cabe esbozar los elementos de la causa de la acción de la siguiente manera:

• Un deber de diligencia, es decir, la existencia de una obligación legalmente reconocida que requiere que el demandado se ajuste a una determinada norma de comportamiento para la protección de los demás contra riesgos irrazonables;
• Una falta de conformidad con el estándar requerido;
• Pérdida o daño real a los intereses reconocidos del demandante; y
• Una conexión causal suficientemente estrecha entre la conducta y la lesión resultante.

Así pues, para tener éxito en una acción por negligencia, el demandante debe probar que el demandado le debía un deber de cuidado. Este primer elemento actúa como un “guardián” o mecanismo de control por parte de los tribunales para asegurar que éstos no se vean inundados de demandas por negligencia.Entre las Líneas En segundo lugar, el comportamiento del demandado debe haber sido inferior al nivel requerido que se esperaba de él en las circunstancias.Entre las Líneas En tercer lugar, el comportamiento descuidado del demandado debe haber dado lugar a que el demandante sufra un daño previsible reconocido por la ley como merecedor de indemnización.

El deber de cuidado: Principios generales

El deber de diligencia es esencialmente un instrumento de política social utilizado por los tribunales para regular las demandas por negligencia. Respecto a su función, el deber proporciona la puerta de entrada a la recuperación de la principal causa de acción en el derecho de daños. Cada reclamación por negligencia debe pasar por el portal del deber que limita el alcance de la recuperación del daño accidental.

Si bien las demandas de derecho de responsabilidad civil suelen involucrar a partes privadas en la controversia y no implican, al menos aparentemente, cuestiones de política pública, la realidad es que las controversias privadas pueden plantear cuestiones que afectan a la sociedad en general. Así, por ejemplo, las demandas por negligencia privada pueden suscitar inquietudes acerca del establecimiento de un precedente y la apertura de las puertas a las inundaciones de demandas similares. Esa evolución podría tener consecuencias para la sociedad en el sentido de que la actividad que da lugar a la reclamación podría ser restringida o abandonada por completo porque se considera demasiado arriesgada o costosa. Es principalmente un deber de cuidado que los tribunales tomen en consideración estas cuestiones. Sobre cómo funciona el deber de cuidado, cuando un tribunal dice que el demandado no debe ser responsable porque no tenía un deber de cuidado hacia el demandante, esto realmente no significa nada más que, teniendo en cuenta las amplias consideraciones de la política social, el tribunal opina que no sería prudente exigir al demandado, y a otros que actúen de manera similar, que indemnicen a las personas perjudicadas por esa conducta. El tribunal, por lo tanto, modela el deber de cuidado y especifica su alcance con el simple propósito de lograr objetivos sociales.

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características en 2024 o antes, y el futuro de esta cuestión):

El sistema de valores del que forma parte el deber de cuidado es uno de horizontes económicos y utilitarios limitados más que de un pedigrí ético más noble.

El principio del “vecino”

El moderno mecanismo de deber de cuidado que se utiliza hoy en día en los tribunales se estableció en la decisión británica de la Cámara de los Lores en el caso “Donoghue contra Stevenson” [1932] AC 562.Entre las Líneas En ese caso, la demandante estaba disfrutando de un helado en un café con su amiga. La amiga de la demandante había comprado el helado junto con una botella de cerveza de jengibre. La cerveza de jengibre estaba contenida en una botella oscura. La demandante había vertido cerveza de jengibre en su helado y había consumido un poco. Mientras vertía más cerveza de jengibre en su helado, los restos de un caracol descompuesto cayeron de la botella. La demandante se enfermó como consecuencia de ello y entabló una acción por negligencia contra el fabricante de la cerveza de jengibre. Antes de este caso, dicha demanda sólo podía presentarse sobre la base de establecer el secreto del contrato entre el demandante y el demandado. Fuera del secreto del contrato, el fabricante no tenía ninguna obligación con el consumidor final.Entre las Líneas En una ruptura de tal precedente, Lord Atkin desarrolló su ahora famoso “principio del vecino” para establecer una concepción generalizada del deber y la negligencia en general:

La regla de que debes amar a tu prójimo se convierte en ley, no debes herir a tu prójimo; y la pregunta del abogado, que es mi prójimo, recibe una respuesta restringida. Debes tener un cuidado razonable para evitar actos u omisiones que puedas prever razonablemente que puedan perjudicar a tu prójimo. ¿Quién, entonces, en la ley, es mi vecino? La respuesta parece ser: las personas que están tan estrecha y directamente afectadas por mi acto que debería razonablemente tenerlas en cuenta como si estuvieran tan afectadas cuando dirijo mi mente a los actos u omisiones que se cuestionan.

Lord Atkin sostuvo que al demandante se le debía un deber de cuidado por parte del fabricante. Concretamente, se sostuvo que, dado que el producto (la botella de cerveza de jengibre) salía del fabricante en la forma en que éste deseaba que llegara al consumidor (botella sellada) y porque no había posibilidad de que un examen intermedio del producto (por el propietario del café, por ejemplo) hubiera descubierto el defecto (el color oscuro de la botella significaba que era imposible ver los restos del caracol que contenía), significaba que el fabricante tenía un deber de cuidado para con el consumidor. Ese deber se incumplió al permitir que los restos del caracol entraran en la botella. Finalmente, la violación causó a la demandante un daño en el sentido de que se enfermó.

El significado de la fórmula de Lord Atkin es que, antes de esta decisión, no había una concepción singular de la negligencia.Entre las Líneas En su lugar, las demandas por negligencia fueron agrupadas por categoría, es decir, usuarios de la carretera, médico/paciente, abogado/cliente, etc.

Puntualización

Sin embargo, no había ninguna teoría o principio general que relacionara estos casos entre sí.Entre las Líneas En el caso “Donoghue contra Stevenson”, por primera vez, se intentó dar cohesión al agravio estableciendo un principio amplio. La ventaja de este enfoque era que daba espacio para que el agravio creciera y se desarrollara sobre una base de principios. El anterior enfoque categórico hizo prácticamente imposible que los tribunales reconocieran nuevas categorías de demandas y, como resultado, obstaculizó el desarrollo del derecho. El enfoque generalizado del agravio permite un mayor margen para su desarrollo basado en principios. Por supuesto, al hacerlo, el intento fue por su propia naturaleza vago y requirió un desarrollo judicial.

Otra información relevante

Otra información relevante aquí es la siguiente:

• Elementos del Deber de Cuidado
• La previsibilidad del daño
• Proximidad
• Justo, equitativo y razonable
• Desarrollos judiciales sobre el deber de cuidado
• Ampliación de la responsabilidad
• Contracción de la responsabilidad

En Estados Unidos

Para que un demandante recupere los daños, esta acción o falla debe ser la causa inmediata de una lesión y debe ocurrir una pérdida real. Entre las posibles defensas ante una acción de negligencia se encuentran que el demandante asumió el riesgo de lesión (por ejemplo, de ser golpeado por una pelota bateada en un juego de béisbol), o que el demandante provocó la lesión por su propia negligencia. La mayoría de los actos de negligencia son inadvertidos entre ellos y los actos totalmente intencionales son formas de conducta que se denominan intencionalmente, insensibles o imprudentes. Las sentencias deliberadas que son peligrosamente descuidadas (por ejemplo, un diseño de construcción defectuoso) pueden, sin embargo, considerarse actos de negligencia.
La obligación de actuar con cuidado puede surgir de una relación establecida por contrato, como en el deber asumido por un operador común (por ejemplo, un ferrocarril) para preservar bienes y pasajeros de daños o lesiones.Si, Pero: Pero la ley también supone que todas las personas en el curso ordinario de la conducta tienen el deber de evitar infligir lesiones a otros.Entre las Líneas En todas las situaciones no contractuales, este deber es actuar como actuaría una persona razonable y prudente. La lesión que resulta a pesar de tal conducta o de circunstancias fuera del control humano (ver, por ejemplo, el acto de Dios) no es indemnizable, aunque la doctrina de la responsabilidad estricta obliga a quienes participan en ciertos oficios y servicios a pesar de la conducta no negligente.

Por lo general, la función de un jurado es determinar si ocurrió negligencia, y la obligación del demandante de demostrar la negligencia del demandado por una preponderancia de la evidencia.

Otros Elementos

Por otro lado, en los casos en que debe haber falta de cuidado (por ejemplo, cuando una bebida embotellada en la planta del demandado contiene un ratón muerto), el juez puede aplicar la doctrina de res ipsa loquitur [Lat., = Lo que dice es sí mismo] y dictamina que hubo negligencia como cuestión de derecho, esto obliga al acusado (persona contra la que se dirige un procedimiento penal; véase más sobre su significado en el diccionario y compárese con el acusador, público o privado) a demostrar la ausencia de negligencia.Entre las Líneas En los casos en que ambas partes compartan la responsabilidad por negligencia, la ley permite la reducción de daños basada en la doctrina de la negligencia comparativa.

Una Conclusión

Por lo tanto, un conductor que ignoró una luz roja podría no recuperarse por completo por una lesión causada por otro conductor que estaba acelerando a través de la responsabilidad de intersección podría asignarse, por ejemplo, como perteneciente al 70% del deslizador y al 30% al ignorante del señal de tránsito, cuyos daños por lesión se verían limitados por la resta de una recuperación completa.

La ley de negligencia ha sido de gran importancia para los grupos de consumidores, que han ganado grandes premios de daños reales y punitivos, especialmente de los fabricantes de diversos productos.Entre las Líneas En la década de 1990, los grupos empresariales y sus aliados en el Congreso presionaron para que se federalizara la ley de negligencia de EE. UU., Con la limitación legal de las formas de daños, argumentando que casi todo el comercio ahora es interestatal y que la amenaza de grandes daños ha inhibido las empresas estadounidenses.

Más Información

Los opositores responden que la negligencia ha sido históricamente una de las pocas acciones legales útiles para los relativamente débiles en la sociedad estadounidense, y que el negocio no ha sufrido como lo reclama.

En el derecho consuetudinario, el derecho a recuperar por negligencia pertenecía a la parte perjudicada, solo su muerte dio por terminada una demanda, y es posible que los herederos no se recuperen. Hoy en día, todas las jurisdicciones tienen leyes que permiten a los herederos demandar por muerte injusta y por lesiones al fallecido. Las reclamaciones de negligencia son la principal fuente de litigios civiles modernos. La mayoría de los casos surgen de accidentes de tránsito vehicular, la adopción generalizada de un seguro sin culpabilidad puede, sin embargo, reducir el papel de la ley de negligencia en el futuro.

Observación

Además de sus aspectos civiles, la negligencia también puede ser un aspecto de un enjuiciamiento penal, si resulta en homicidio o si es una violación grave de un deber público (por ejemplo, descuido por parte del ingeniero de un tren).Entre las Líneas En las relaciones médicas, psicoterapéuticas, legales y otras relaciones profesionales, la negligencia, que se mide en función de los estándares de conocimiento y práctica generalmente aceptados, se llama, en el ámbito internacional, mala praxis o malpractice.

Autor: Juan Translat

Definición en Derecho

Omisión de la diligencia o cuidado.

Negligencia en la Protección de la Infancia y los Derechos del Niño

Artículo 19 de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño donde se recoge este tema

Referencias

1. Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2009. Microsoft Corporation, 2008.

Véase También

Dolo
Abuso
Descuido
Contrato
Prueba
Diligencia

Bibliografía

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