La política comercial estadounidense es fruto del compromiso, e incluso del enfrentamiento, entre el Congreso y el Presidente, y ha sufrido numerosos giros de 180 grados. En comparación, las opciones de la UE parecen más estables en el tiempo, pero también más ambiguas. China, nueva potencia económica, pone su política comercial al servicio de su objetivo de crecimiento. Se supone que las normas del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) y luego de la OMC proporcionan un marco para estas prácticas nacionales, a menudo dispares. El Estado puede pagar una subvención a determinadas empresas nacionales, lo que tiene como efecto reducir sus costes y aumentar el volumen producido. Este tipo de subvención forma parte de la política comercial si las empresas subvencionadas producen bienes que compiten con los bienes importados o exportan parte de su producción.