▷ Sabiduría mensual que puede leer en pocos minutos. Añada nuestra revista gratuita a su bandeja de entrada.

Política Universal Concreta

Este texto se ocupa de la política universal concreta. Aquí se revisa la cuestión del universalismo y las comunidades éticas concretas, y el problema del universal concreto. En su ensayo “El otro generalizado y el concreto”, Benhabib distinguió entre dos perspectivas del universalismo en la ética y la filosofía política: una que ve al otro como un otro generalizado, y la segunda que ve a la persona humana como un “otro concreto” con necesidades, historias y trayectorias específicas. A lo largo de sus estudios, Benhabib se ha centrado desde entonces en cuestiones a un nivel más sociológico, que van desde la crisis de la pertenencia al Estado-nación y los problemas de la ciudadanía, hasta la cuestión del feminismo y la promesa de una política culta en medio de la tensión y el conflicto mundiales. En general, ha habido dos posturas dominantes en la política de la cultura: el “choque de civilizaciones” y el “multiculturalismo dominante”, ambas sujetas a críticas relativas a la noción ampliada de cultura. La literatura pretende evaluar la contribución de la teoría crítica a los debates actuales sobre la idea de cultura y otros trabajos progresistas relacionados, así como implicar a los teóricos políticos mediante preguntas críticas inspiradas en la Escuela de Frankfurt. Se ha criticado la posición original de Rawls sobre la base de que sólo considera la posición del “otro generalizado” a expensas del “otro concreto”. Cuando asumimos el punto de vista del otro generalizado “nos abstraemos de la individualidad y la identidad concreta del otro”, mientras que cuando asumimos el punto de vista del otro concreto consideramos que cada individuo tiene “una historia, una identidad y una constitución afectiva-emocional concretas”, sostiene Benhabib.