Plenitud Funcional

Plenitud Funcional

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La Doctrina de la Plenitud Potencial o Funcional

Ideas Básicas

El dogma de la plenitud del Derecho sigue dominando también la doctrina jurídica contemporánea.Si, Pero: Pero la explicación ofrecida por las dos principales teorías termina siendo parcialmente desmentida por alguno de los rasgos característicos de los actuales ordenamientos jurídicos.

Resulta obligado intentar una explicación delimitando con la máxima precisión el sentido que se atribuye a la plenitud en la actualidad.

Así, si se atribuye a la plenitud del Derecho el sentido de que éste cuenta siempre con la posibilidad de resolver de alguna manera cualquier supuesto fáctico que se plantee, habrá que concluir que el Derecho es una regulación completa, sin vacíos.

Si, en cambio, se entiende la plenitud en el sentido de que en el Derecho existe siempre alguna norma positiva específica que permite resolver adecuadamente el caso planteado, deberá reconocerse que ningún ordenamiento jurídico llega a ser completo de forma permanente.

Lo que puede afirmarse, por tanto, es que los ordenamientos jurídicos contienen siempre en su propio seno algún elemento de decisión que permite resolver conforme a Derecho cualquier litigio que se plantee. Es decir, poseen una plenitud potencial o funcional, que se cifra en la permanente disponibilidad de alguna vía o mecanismo de regulación que permite dar una adecuada solución jurídica a cada caso o supuesto fáctico.

Perspectiva funcionalista en sociología

Según la perspectiva funcionalista de la sociología, cada aspecto de la sociedad es interdependiente y contribuye a su estabilidad y funcionamiento como un todo. Por ejemplo, el gobierno proporciona educación a los hijos de la familia, que a su vez paga impuestos de los que depende el estado para mantenerse en funcionamiento. Es decir, la familia depende de la escuela para ayudar a los niños a crecer y tener buenos trabajos para que puedan criar y mantener a sus propias familias.Entre las Líneas En el proceso, los niños se convierten en ciudadanos respetuosos de la ley y contribuyentes, quienes a su vez apoyan al estado.

Si todo va bien, las partes de la sociedad producen orden, estabilidad y productividad. Si todo no va bien, las partes de la sociedad deben adaptarse para recuperar un nuevo orden, estabilidad y productividad. Por ejemplo, durante una recesión financiera con sus altas tasas de desempleo e inflación, los programas sociales son recortados o recortados.

Detalles

Las escuelas ofrecen menos programas. Las familias restringen sus presupuestos. Y se produce un nuevo orden social, estabilidad y productividad.

Los funcionalistas creen que la sociedad se mantiene unida por consenso social, en el que los miembros de la sociedad están de acuerdo y trabajan juntos para lograr lo que es mejor para la sociedad en su conjunto. Esto se distingue de las otras dos perspectivas sociológicas principales: el interaccionalismo simbólico, que se centra en la forma en que las personas actúan de acuerdo con sus interpretaciones del significado de su mundo, y la teoría del conflicto, que se centra en la naturaleza negativa, conflictiva y siempre cambiante de la sociedad.

El funcionalismo ha sido criticado por descuidar las funciones negativas de un evento, como el divorcio. Los críticos también afirman que la perspectiva justifica el statu quo y la complacencia de los miembros de la sociedad. El funcionalismo no anima a las personas a asumir un papel activo en el cambio de su entorno social, incluso cuando dicho cambio puede beneficiarlas.

Indicaciones

En cambio, el funcionalismo considera que el cambio social activo no es deseable porque las diversas partes de la sociedad compensarán naturalmente cualquier problema que pueda surgir.

Autor: Black

Verdades inesperadas sobre la plenitud, el amor y el éxito

“Verdades inesperadas sobre la plenitud, el amor y el éxito” es el subtítulo del libro “Feliz millonario sexy”,
de Steven Bartlett (2021), que es en parte una memoria sin filtros, en parte una guía práctica y en parte una súplica desesperada a la generación conectada de hoy en día. Desafiando las narrativas omnipresentes en torno a lo que “deberíamos” estar persiguiendo, postula que la plenitud, las relaciones genuinas y el éxito intrínseco son los verdaderos marcadores de una vida bien vivida, y ofrece una serie de estrategias para ponerse en camino.

La verdadera satisfacción, el amor y el éxito no se encuentran en convertirnos en millonarios felices y sexys, sino en el bienestar mental, las relaciones auténticas y el crecimiento personal, dice el libro. No hay nada intrínsecamente malo en perseguir unos abdominales duros como rocas o un patrimonio neto de siete cifras – sólo hay que saber que nada en el mundo exterior satisfará nunca plenamente nuestro mundo interior.

Afortunadamente, podemos ahorrarnos años aprendiendo esto por las malas y, en su lugar, tomar una o dos hojas del libro de Bartlett. Adopte aunque sea una de las mentalidades o estrategias que él ofrece, e inevitablemente se encontrará más cerca de la persona realizada, amada y exitosa que realmente es.

¿Cree que el éxito es ser un millonario sexy y feliz? Piénselo de nuevo

Imagínese esto: tiene 25 años y es el director general de una lucrativa empresa emergente. Su patrimonio neto ronda las seis cifras, al igual que sus seguidores en las redes sociales. Al menos una vez a la semana, abandona su lujoso piso de Nueva York para viajar al extranjero – sólo en primera clase y cinco estrellas, por supuesto.

Entonces, un día, se despierta con la noticia de que su empresa acaba de cotizar en bolsa por 200.000.000 $. ¿Cómo se siente?

En 2019, ésta era la realidad de Steven Bartlett, y en su caso, no sintió nada. En su lugar, Bartlett se encontró cuestionándose todo lo que creía cierto sobre la vida y lo que realmente importa.

A primera vista, Steven Bartlett parece personificar la narrativa de “de pobre a rico”. Nacido en un pequeño pueblo de Botsuana (África), Bartlett creció en un hogar negro y arruinado en el Reino Unido. Le echaron de la escuela, abandonó la universidad y fue repudiado por su madre. A los 18 años, mientras rebuscaba sobras en locales de comida rápida mientras se afanaba sin parar por crear su primera empresa, garabateó en un diario su objetivo final: convertirse en un millonario sexy y feliz.

Siete años después, era exactamente eso – para el mundo exterior, al menos. Por dentro, se sentía tan vacío y falto como siempre.

En los años transcurridos desde entonces, Bartlett se ha dado cuenta de que se había equivocado en sus objetivos iniciales, desviado por los cantos de sirena de las expectativas sociales. Lo que su yo de 18 años realmente quería era plenitud, amor y éxito. Y hoy, los ha encontrado – sólo que no donde le dijeron que lo haría.

Descripción de la editorial:

“Nos estamos perdiendo a nosotros mismos. Estamos persiguiendo las cosas equivocadas, haciendo las preguntas equivocadas y contaminando nuestras mentes. Es hora de parar, es hora de resistir y es hora de replantearnos el proyecto social fundamental sobre el que se construyen nuestras vidas.

Cuando tenía 18 años, era negra, estaba arruinada, me sentía sola, insegura, había abandonado la universidad y procedía de una familia en bancarrota, escribí en mi diario que quería ser una “millonaria sexy y feliz” a los 25 años. A los 25 ya era multimillonaria tras haber creado un negocio valorado en más de 300 millones de dólares. Irónicamente, al conseguir todo lo que me había propuesto, aprendí que estaba equivocada en casi todo… El mundo me había mentido. Me mintió sobre cómo se alcanza la plenitud, el amor y el éxito, por qué importan esas cosas y qué significan realmente esas palabras.

En este libro, desmontaré las mentiras más populares y sin respuesta sobre la felicidad que nos han hecho creer. Expondré el origen de esas mentiras, examinaré los incentivos que las alimentan y las sustituiré por un conjunto práctico de ideas científicamente probadas y poco convencionales que le ayudarán a vivir una vida verdaderamente plena, una vida llena del amor que busca y del éxito que se merece.”

Resumen del Libro

Si usted también está listo para dejar atrás la mentira del “millonario sexy y feliz”, está en el lugar adecuado. Abróchese el cinturón. Deje que Bartlett le guíe hacia la persona verdaderamente realizada, amada y exitosa que es usted. A continuación se presenta un resumen del libro, en forma de puntos o ideas clave.

Comparación de la muerte

Si la familia de Bartlett se hubiera quedado en su pequeño pueblo de Botsuana, Bartlett habría crecido con una noción muy diferente de lo que es “suficiente” y de lo que realmente importa. Después de todo, la esperanza de vida media allí era de sólo 49 años a principios de la década de 2000.

Pero, en lugar de una vida encaramada en lo alto de la escala social en Botsuana, Bartlett experimentó una vida en lo más bajo en el Reino Unido. Como el cómico Dave Chapelle dijo una vez de sí mismo -y esto golpeó a Bartlett en el instante en que lo oyó-: “A mis padres les fue lo suficientemente bien como para que yo pudiera crecer pobre rodeado de blancos ricos”. Al igual que Chapelle, Bartlett contrastaba inevitablemente la estresada existencia de su familia con la de la gente más acomodada que le rodeaba…

Nuestros cerebros están cableados para comparar. Como es imposible asimilar toda la información con la que nos bombardean a cada momento, nuestros cerebros utilizan la relatividad -comparar y contrastar- para tomar decisiones rápidas a medida que avanzamos en nuestro día.

Por un lado, somos increíblemente afortunados de tener la capacidad de hacer esto. La alternativa sería tan laboriosa y agotadora que estaríamos exhaustos a la hora de comer.

Por otro lado, es un patrón de comportamiento que nos causa un grave perjuicio en la era hiperconectada de hoy en día. Ya no nos juzgamos a nosotros mismos en función de los que sólo están en proximidad física; Instagram e Internet significan que es tan probable que estemos corriendo para seguir el ritmo de las Kardashian como el de los Jones.

¿La solución? Esfuércese por compararse únicamente con la persona que era ayer. En lugar de medir su crecimiento y progreso a partir de la distancia que le separa de alguna persona influyente de las redes sociales, mídase desde donde empezó. Pocos de nosotros nos tomamos el tiempo de reconocer lo lejos que ya hemos llegado, y es una práctica que nos vendría mejor.

Si es necesario (y a menudo lo es), silencie o deje de seguir a esas personas en línea, y haga el equivalente figurado en la vida real.

Si desea mantener figuras inspiradoras y modelos de conducta en su vida – virtuales o no – adelante, pero busque sólo un puñado, y asegúrese de que son individuos reales que promueven ideales saludables en lugar de su último patrocinio.

Centrarse en la conexión

Bartlett no cree que el matrimonio, las relaciones de convivencia o los hijos sean para todo el mundo. Pero tanto él como gran parte de la ciencia sí creen que todo el mundo necesita una conexión humana genuina.

En un estudio reciente sobre adultos de países occidentales, casi la mitad de las 20.000 personas encuestadas afirmaron sentirse solas y carecer de una interacción social significativa. Además, toda esta generación -la generación “conectada”- se considera la más solitaria jamás registrada, lo cual es preocupante, ya que la soledad se ha relacionado con la muerte prematura y la propensión a las enfermedades.

Esta es una lección que Bartlett y sus dos amigos, Dom y Anthony, aprendieron por las malas.

Bartlett creó su segunda empresa a los 21 años, y su vida durante los cinco años siguientes se parecería a esto: glamurosas jornadas de 16 horas pasadas mirando una pantalla, solo en una oficina, a menudo durmiendo allí toda la noche para que fuera más fácil enjuagar y repetir al día siguiente. Puede que Bartlett fuera un pez gordo en el negocio de las redes sociales, pero su existencia era cualquier cosa menos social.

Las vidas de Dom y Anthony parecían iguales. Los tres miraban de reojo a cualquiera que no estuviera quemando la vela empresarial por los dos extremos. No fue hasta que Dom fue diagnosticado como alcohólico funcional y Anthony desarrolló ansiedad y depresión que Bartlett se vio obligado a echar un vistazo duro a sus vidas en las que el trabajo estaba por encima de todo.

Para que quede claro, Bartlett no se sube al carro de “el trabajo es intrínsecamente malo” que actualmente circula a toda velocidad por nuestros feeds sociales. Para Bartlett y compañía, el trabajo era una tremenda fuente de estimulación y alegría. El trabajo en sí no era el problema; el problema era lo que tenían que sacrificar por él.

Al igual que ignorar nuestras necesidades físicas provoca enfermedades físicas, ignorar nuestras necesidades psicológicas provoca enfermedades psicológicas.

Nunca habrá un momento perfecto para comprometerse en una relación romántica, duplicar el número de amigos o ver más a su familia, así que más vale que empiece hoy.

Para Bartlett, esto ha significado priorizar el tiempo con los amigos, las llamadas a su madre y los esfuerzos concentrados por avivar una relación íntima a pesar de las formidables exigencias de su horario de trabajo. No dice que haya sido fácil. Pocas cosas buenas lo son. Pero sí reconoce que ha cambiado su vida -y la de Dom y Anthony- a mejor.

No “siga su pasión”

He aquí algo que quizá no espere: Bartlett cree que el discurso de “sigue tu pasión” es una patraña. Y sorprendentemente, hay investigaciones que sugieren que puede tener razón.

En general, somos pésimos prediciendo lo que nos hará felices, y aún peores apreciando nuestra ineptitud en este terreno. ¿Recuerda el momento en que Bartlett se convirtió en uno de los menores de 30 años más ricos del Reino Unido? Un ejemplo.

El asesoramiento profesional tradicional nos pide que imaginemos nuestro “trabajo soñado”, dando por sentado que todos sabemos cuál es y esperando que las estrellas se alineen de repente porque hemos redactado nuestra mejor conjetura en un papel. Bartlett cree que esto no tiene sentido. A partir de su experiencia -y de la observación de las experiencias de sus compañeros más realizados y exitosos- Bartlett cree que necesitamos crear nuestra pasión.

Hay que reconocer que “crea tu pasión” es algo menos tuiteable que el mantra actual, e implica un trabajo más pesado por nuestra parte. No es la venta más fácil a una generación que lo quiere todo y de inmediato.

Afortunadamente, sin embargo, a partir de su tiempo en las trincheras de los negocios y el espíritu empresarial, Bartlett ha identificado cinco ingredientes que parecen combinarse de forma fiable para crear una carrera significativa. Se trata del compromiso con la tarea, la oportunidad de servir, la alineación con las aptitudes, el apoyo de los compañeros y la armonía entre el trabajo y la vida personal.

Las porciones precisas de cada uno variarán de una persona a otra y a veces incluso de un año a otro. Pero tómese un momento para considerar qué lugar ocupa su trabajo actual en estas métricas. ¿Falta alguna de ellas por completo? ¿Hay algo que pueda hacer para mejorar una o más de sus puntuaciones? Si está entre dos trabajos, ¿puede utilizar estos cinco factores como filtros en su búsqueda?

Ahora bien, esto no es un grito de guerra a favor de la dimisión masiva ni un llamamiento a despreciar los empleos tradicionales en favor de convertirse en un influencer de TikTok. Al contrario, Bartlett nos anima a reconocer que nuestro “trabajo soñado” podría estar justo donde estamos, si nos esforzamos por darle forma. Al fin y al cabo, la hierba es más verde donde la regamos, no donde ha sido filtrada para Instagram.

Apilar en lugar de especializar

Bartlett es el primero en reconocer lo sorprendente que puede parecer su éxito empresarial, dado que fue expulsado del instituto y abandonó la universidad después de una clase. También es el primero en admitir que no es “el mejor” en su campo, a pesar de haber ganado premios que sugerirían lo contrario.

No obstante, Bartlett ha disfrutado de lo que, en cualquier medida, es un gran éxito, y lo atribuye a su pila de habilidades: el conjunto único de competencias diversas pero complementarias que ha perfeccionado y articulado.

En el mundo hiperglobalizado de hoy en día, es más eficaz -y divertido- estar en el 10% superior en un puñado de habilidades diferentes que ser el mejor en una sola. Esto se denomina apilamiento de habilidades, y hace que su trabajo sea infinitamente más valioso y significativamente más satisfactorio.

Cuando definimos y desarrollamos una pila de habilidades singular para nosotros, nos liberamos de la creciente presión de competir en una carrera hacia el fondo con nuestros colegas o compañeros y, en su lugar, disfrutamos montados en la virtuosa espiral ascendente de operar en una clase de uno.

Afortunadamente, construir una pila de habilidades personales es sencillo. Sólo requiere un poco de autorreflexión.

Empiece por hacer balance de las habilidades que ya tiene. Enumere todo aquello en lo que considere que se situaría dentro o cerca del 10% superior. La cocina y la jardinería son respuestas tan válidas como la enseñanza o el marketing.

A continuación, identifique las dos o tres habilidades más aceptadas como esenciales en su sector. Para un artista, esto podría incluir la fotografía y el dibujo. Para un autor, podrían ser la redacción y la edición.

Una vez que haya especificado las que son relevantes para usted, evalúe honestamente si actualmente se situaría en o cerca del 10% superior en cada una de ellas. Si no es así, no se estrese. Simplemente convierta en una prioridad redoblar estas competencias básicas en los próximos meses.

Por último, considere qué competencias poco comunes en su profesión podrían diferenciarle bien de los demás. Es decir, piense en habilidades o rasgos que rara vez se ven en su lugar de trabajo. Un ejemplo podría ser hablar en público si es programador de software, o codificar si es vendedor. Comprométase a hacer de una o dos de ellas sus misiones secundarias secretas una vez que sus aptitudes principales estén más cerca del 10%.

Es fácil quejarse de lo difícil que es sobrevivir en nuestra era súper competitiva, pero en realidad, el éxito se ha vuelto mucho más accesible. Ya no necesitamos ser “los mejores” en nada para ser los mejores en algo.

Tiempo de premios

Supongamos que vive hasta los 80 años. Eso le da unas 700.000 horas – o 500.000 horas activas, dado que pasará aproximadamente 33 años en la cama.

Para Bartlett, metabolizar todo esto le ayudó a poner la vida en perspectiva. Y para mantener esta perspectiva, mantiene en mente una imagen concreta.

Imagínese de pie ante una mesa de ruleta gigante. Esta mesa de ruleta se llama vida, y tiene un conjunto único de reglas. Llegamos a la mesa con 500.000 fichas, y cada hora, cada uno de nosotros lanza una. Afortunadamente, podemos elegir dónde colocamos nuestras fichas: en el trabajo, el tiempo con la familia o el ejercicio, por ejemplo. Por desgracia, una vez que hemos colocado una ficha, no podemos recuperarla – y no podemos ganar más. Por ello, es crucial que gastemos las que tenemos sabiamente.

Bartlett no es el único que tiene presente su reconocimiento de la mortalidad. Steve Jobs dijo una vez: “Recordar que pronto estaré muerto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de la vida”. Y 2.000 años antes, Marco Aurelio se aconsejaba a sí mismo: “Vive cada día como si fuera el último, sin frenesí, sin apatía, sin fingimiento”.

No tenemos que ser directores ejecutivos de empresas revolucionarias ni emperadores de civilizaciones dominantes para valorar mucho nuestro tiempo. Todos tenemos más o menos el mismo número de fichas en la mesa de la ruleta. Cada uno de nosotros debería tener muy claros nuestros valores y prioridades y utilizarlos -y sólo esos- para guiar nuestros comportamientos y acciones hoy. ¿Qué montañas considera que merece la pena escalar? ¿Qué maratones considera que merece la pena correr? Ponga tantas fichas como le sea físicamente posible en alcanzar estas pocas cimas o líneas de meta.

Otra estrategia que recomienda Bartlett es fijar un salario por hora al que se aspira y tomar decisiones diarias teniendo en cuenta este salario. Por ejemplo, digamos que decide que su tiempo vale 100 dólares la hora. A través de esta lente, puede determinar si cocinar la cena cada noche o limpiar su casa todo el fin de semana merece la pena. Quizá lo sea, pero tal vez podría subcontratar estas tareas por menos de su tarifa horaria y en su lugar “emplear” este tiempo en una de sus montañas o maratones principales.

Recuerde que la casa siempre gana. Ninguno de nosotros se va con las fichas en la mano. El verdadero éxito, por tanto, reside en hacer apuestas intencionadas e inherentemente satisfactorias mientras podamos.

Citas del Libro

Algunas citas destacables del libro de Steven Bartlett, “Feliz y sexy millonario: Verdades inesperadas sobre la plenitud, el amor y el éxito” son las siguientes:

  • “Te atrapan en la narrativa tóxica de que renunciar es una debilidad, una salida fácil o, peor aún, que renunciar es fracasar. Se lo aseguro: renunciar es para los ganadores y renunciar es una habilidad”.
  • “Quizá siempre haya sido feliz, pero el mundo, los medios sociales y las comparaciones externas le han convencido de que no es posible serlo”.
  • “Algunas personas simplemente parecen no poder hacer frente a ninguna incertidumbre en sus vidas, y una y otra vez se ven aprisionadas en situaciones que matan su felicidad, las empujan hacia la desesperación y desintegran gradualmente su autoestima. No se dan cuenta de que en su intento de evitar la incertidumbre y la incomodidad a corto plazo que puede acarrear, en realidad están optando inadvertidamente por la miseria a largo plazo. Creo que la felicidad que encontrará en todos los ámbitos de su vida -su trabajo, sus relaciones y todo lo demás- estará positivamente correlacionada con su capacidad para afrontar la incertidumbre.”
  • “El tiempo es a la vez gratuito e inestimable. La persona que es usted ahora es consecuencia de cómo utilizó su tiempo en el pasado. La persona en la que se convertirá en el futuro es consecuencia de cómo utilice su tiempo en el presente. Emplee su tiempo sabiamente, apueste por él intrínsecamente y ahórrelo con diligencia”.
  • “Si va por la vida creyendo que la felicidad está en algún lugar de su futuro, siempre lo estará – nunca estará donde usted está ahora”.
  • “Fundamentalmente, todos somos el subproducto no de lo que nos ha sucedido, sino de cómo elegimos manejarlo”.
  • “Si de verdad le importa ser feliz en su vida y tener éxito en su trabajo, tiene pocas opciones. Tiene que convertirse en el autor de su propio ‘guión’, uno escrito por su corazón, no uno dirigido por su sociedad”.
  • “Sea agradecido, porque la gratitud puede dar vida a la vida, puede convertir una comida en un festín, el resentimiento en amor, el rencor en perdón, un enemigo en amigo, una enfermedad en esperanza y a usted en suficiente.”
  • “Viva de acuerdo con su mundo exterior y pronto encontrará la miseria. Viva de acuerdo con su mundo interior y pronto encontrará la felicidad”.
  • “Las personas que toman decisiones sólidas se preguntan: “No: “¿Ocurrirá X o Y?”, sino: “¿Cuál es la probabilidad de que ocurra X o Y: el 10%, el 50%, el 80%?”.

Revisor de hechos: Mix

Recursos

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Véase También

6 comentarios en «Plenitud Funcional»

  1. He descubierto otro buen libro de autoayuda.

    HAY DOS tipos de juegos a los que jugamos en la vida: juegos finitos y juegos infinitos.

    Si quiere evitar cometer el mismo error dos veces, tome más decisiones basadas en sus recuerdos pasados y menos decisiones basadas en las emociones actuales.

    Concedido, Steven tiene una historia única que contar y una perspectiva totalmente nueva como un CEO muy exitoso, joven y rico. Me gusta su estilo de redacción y algunos de los principios e ideas del libro son realmente interesantes. También está bien investigado y es minucioso, así que enhorabuena por ello.

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    • He tomado nota de muchos puntos y creo que merece la pena reflexionar sobre ellos:

      1. El dinero no compra la felicidad. He oído antes a través de múltiples fuentes que existe un umbral de dinero en el que las personas que ganan más de 75.000 al año ya no se sienten felices. En opinión de Stephen, esta ambición por ganar más y equiparar la independencia financiera a la felicidad ha sido impuesta por la sociedad, algo con lo que estoy totalmente de acuerdo.

      La sociedad impone muchos “grilletes” a los que nos hemos vuelto más susceptibles que la generación anterior. En palabras de Stephen
      1. La sociedad es la que te dice que no eres suficiente obligándote a buscar la felicidad cuando ya la tienes dentro de ti y eres suficiente.

      2. Los medios sociales son malos. Ha convertido lo bueno en desechable, la gente busca la perfección, descartando las imperfecciones y las complejidades. Pero las imperfecciones son precisamente lo que nos hace únicos y nos convierte en quienes somos. Me gustaría referirme a otra cita de Stephen sobre los medios sociales que me pareció muy cierta ” Los medios sociales han creado una zona de guerra de estatus que ha llevado a una disminución de las conexiones significativas Stephen se ha hecho eco de otra cosa que he oído bastante últimamente: que en estos días la gente está más sola que nunca, y la soledad es otra epidemia 🙁

      3. La gratitud es importante. Los diarios de gratitud han experimentado definitivamente un auge masivo durante el covid, y no podría estar más de acuerdo en que practicar la gratitud debería ser tan esencial en su rutina como lavarse los dientes por la mañana. Libera dopamina en su cerebro y le obliga a cambiar de perspectiva. Para darse un poco de ventaja con el diario de gratitud , el autor sugiere dos enfoques:
      a. Visualización negativa
      b. Malestar voluntario.

      Definitivamente voy a practicar estos dos.

      4. Llevar un diario alimenta su mente y su alma. La gente subestima el poder de llevar un diario, pero no podemos guardarnos todos los pensamientos para nosotros. Escribirlos proporciona un colchón para desahogarse y un espacio seguro en el que puede darse cuenta de que algunos pensamientos no son tan malos cuando se escriben, pero se sienten grandes cuando están en su mente.

      5. Todo depende de la actitud. Pase lo que pase en su vida, no puede controlarlo pero sí puede controlar la actitud que desprende.

      6. Mantenga la calma y la compostura pase lo que pase

      7. Confíe en sus decisiones

      8. La estabilidad es caos, y el caos es estabilidad. Nos sentimos más estables cuando tenemos retos en nuestras vidas, cuando hay un poco de sano caos

      9. No sea como los demás. Abrace su singularidad

      10. Usted es suficiente. No escuche a nadie

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    • Definitivamente existe una delgada línea entre la arrogancia y la confianza cuando se trata de Steven Bartlett. No cabe duda de que ha diseñado una vida para sí mismo, sin tener dinero ni grandes oportunidades.

      Sus experiencias son suyas y creo que otras personas podrían replicar su éxito con el momento oportuno, la oportunidad y la confianza en sí mismas. Pero es en esta autoconfianza donde me encuentro en conflicto.

      Está claro que es un tipo inteligente, con ganas de vivir y una mentalidad empresarial poco común y brillante. Entiendo lo que dice la mayor parte del tiempo, pero su forma de enmarcar algunas situaciones, sus comentarios sobre teorías hacen que su perspectiva parezca arrogante. Hay algunos momentos en los que parece que simplemente está echando humo por su propio agujero. Aunque tal vez esto sea justo si se ha convertido en el éxito que tiene. A veces creo que sus “valores” contradicen el tono de este libro. Sin embargo, lo disfruté y creo que hay cierto valor en aprender de esta confianza.

      Respeto a Steven Bartlett y éste fue un buen libro que recomendaría a las personas que quieran leer una historia inspiradora, pero a veces puede valer la pena tomar elementos de esta lectura con una pizca de sal.

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    • Cuando empecé a leer su libro, los primeros capítulos no me impresionaron en absoluto y repetían la mayoría de las ideas que publica día a día en LinkedIn. A los pocos capítulos estaba pensando que éste sería un libro de 3*, entonces llegué a los capítulos sobre el apilamiento de habilidades y los relojes de arena que representan el tiempo que nos queda y pensé que en realidad este libro valía 4*. Sin embargo, los últimos capítulos fueron tan decepcionantes como los primeros, así que opté por 3*.

      Parece un libro para gente que no lee libros. Un libro para gente que sigue religiosamente a Steven y una forma adicional para él de extraer dinero de sus seguidores. Me sentí como si al comprar este libro hubiera sido interpretado por este concepto más grande que la vida que es Steven Bartlett. Jugué mi insignificante papel es él afirmando su dominio en el campo del marketing.

      El libro se siente demasiado elaborado, demasiado diseñado como parte de su clase magistral de marca personal. No se siente auténtico y es difícil entender quién es realmente Steven frente a este personaje que puede vender libros y podcasts y dar charlas en público. No tengo la impresión de que las lecciones que enseña y la vida que expone sean coherentes.

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    • En el estrecho género de los manifiestos personales de personas de veintitantos años, éste no es uno malo. Bartlett acierta básicamente. Las redes sociales y compararse con los demás es un camino hacia la infelicidad, aunque es difícil ignorar que su fuente de riqueza está en perpetuar esa toxicidad.

      He oído rumores de que los ejecutivos de las empresas FAANG (Facebook [Meta], Apple, Amazon, Netflix, Google) no dejan que sus propios hijos se acerquen a las pantallas de los medios sociales, y este libro tiene esa sensación. El autor debería ser admirado por su ética de trabajo. Por lo que no debería ser admirado es por hacer el juego y reforzar algunos de los aspectos más dañinos de nuestro paisaje mediático, “ganar la partida”, y luego darse la vuelta para hacer saber a todo el mundo que en realidad la partida que ganó es mala.

      Aún no soy muy viejo (39 este año), pero la arrogancia juvenil de este libro me deja sin aliento. El autor es soltero, no tiene hijos y ha dedicado su vida a enriquecerse sin importarle las consecuencias para los demás y ahora que ha tenido la oportunidad de pararse a pensarlo, piensa que quizá haya algo más en la vida. Me interesaría volver a sintonizar con su historia dentro de 15 años porque creo sinceramente que aquí hay cierto potencial para una reflexión interesante y buena. Pero por ahora es sobre todo potencial.

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    • Fue interesante leer cómo pasó de los harapos a la riqueza, pero gran parte del tiempo resultó arrogante y repetitivo.

      También parece un poco contradictorio cuando habla del valor que la gente da a los “me gusta” y “seguidores” de las redes sociales, etc., y de cómo todo es superficial y carece de sentido, cuando al final dice que está orgulloso de haber llegado al millón de seguidores en Instagram.

      Tampoco entiendo por qué eligió repetir sobre todo sus propias citas cada dos páginas más o menos. Parece que casi intentaba rellenar el libro.

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