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Tipos de Estructuralismo

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Tipos de Estructuralismos

Este elemento es una ampliación de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre tipos de estructuralismo.

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Vertientes del Estructuralismo

La escuela de pensamiento conocida como estructuralismo tiene muchas vertientes. Las variantes más comunes son las saussureanas y chomskyanas, y las variantes Barthes-Hjelmslev de la lingüística, así como el psicoanálisis lacaniano. Las estructuras se componen típicamente de relaciones entre entidades en un espacio topológico; los rasgos se distribuyen con cierta regularidad; la estructura muestra superficie y profundidad, y sus términos se definen por ejes binarios de valor y la presuposición de relaciones diferenciales y de oposición. Al recuperar y superar de forma radical la glosemática hjelmsleviana, y al introducir un elemento maquínico en la estructura, se diversificó el registro semiótico y delinguistificó la estructura.

En la renuncia de algunos autores al supuesto ontológico realista de estructura subyacente (que el inconsciente estuviera estructurado como un lenguaje), las positividades puras con múltiples y múltiplex relata, envolviendo los árboles sintagmáticos en rizomas proliferantes, erigiendo una máquina detotalizadora caracterizada por rupturas, desequilibrios y autopoiesis.

Lo que especifica al lenguaje humano es precisamente que nunca se refiere a sí mismo, que siempre permanece abierto a todos los demás modos de semiotización. Su ‘estructura’ resulta de la petrificación de una especie de agarre-todo a través del cual los elementos provienen de préstamos, amalgamas, aglutinaciones, malentendidos-una especie de humor astuto que gobierna sus generalizaciones.

Una versión de la glosemática de Hjelmslev como teoría de los flujos más allá de los efectos del significante. Sostiene que la glosemática es la única lingüística adaptada a la naturaleza tanto de los flujos capitalistas como de los esquizofrénicos.

Un rechazo de la pretendida cientificidad del estructuralismo, y de la centralidad del significante como fetiche que sobrecodifica toda la expresión, en favor de una pragmática y una semiótica híbridas que conciernen a la materialidad, el poder y el campo social.

En el apogeo del estructuralismo, el sujeto fue metódicamente excluido de su propio material de expresión, múltiple y heterogéneo. Es hora de reexaminar las producciones maquínicas de imágenes, signos de inteligencia artificial, etc., como nuevos materiales de subjetividad.

Una introducción de elementos de alteridad y desequilibrio por parte de la máquina, con implicaciones ontológicas de una heterogeneidad y virtualidad irreductibles.

La subjetividad no sólo se produce a sí misma a través de los estadios psicogenéticos del psicoanálisis o los “matemas” del inconsciente, sino también en las máquinas sociales a gran escala del lenguaje y los medios de comunicación de masas, que no pueden describirse como humanos. Aún es preciso encontrar un cierto equilibrio entre los descubrimientos estructuralistas -que no carecen de importancia- y su aplicación pragmática, para no naufragar en el abandono social de la posmodernidad.

Revisor de hechos: Merryn

Estructuralismo en General

Movimiento cultural del siglo xx, que se ha desarrollado principalmente en Europa, caracterizado por un método de comprensión que toma como modelo las ciencias exactas y aplica las estructuras lógicas y matemáticas al análisis del pensamiento y del comportamiento humanos. El estructuralismo se desarrolló específicamente en el terreno de las ciencias humanas y sociales. Es también una ideología, en la medida en que el método implica una concepción epistemológica y un planteamiento filosófico. El estructuralismo es una corriente muy diferenciada y sus representantes no siempre están de acuerdo en la definición de estructura. Según J Piaget, “una estructura es un sistema. de transformaciones que en cuanto sistema supone ciertas leves (en oposición a las propiedades de -los elementos) Y que se conserva o enriquece a través del propio juego de sus transformaciones, sin que éstas vayan más allá de sus fronteras o recurran a elementos exteriores.Entre las Líneas En una palabra, una estructura implica los tres caracteres de totalidad, transformación y autorregulación» (Le structurallisme, 1968).

▷ En este Día de 25 Abril (1809): Firma del Tratado de Amritsar
Charles T. Metcalfe, representante de la Compañía Británica de las Indias Orientales, y Ranjit Singh, jefe del reino sij del Punjab, firmaron el Tratado de Amritsar, que zanjó las relaciones indo-sijas durante una generación.
Detalles

Las estructuras no son realidades últimas de carácter metafísico; metodológicamente, son principios de explicación; en sí misas, son formas inconscientes, prerreflexivas y colectivas, que están en la base de todo el comportamiento humano y de todas las operaciones mentales, que son inaccesibles a la observación inmediata.

El análisis estructuralista no se interesa por los influjos causales ni por los condicionamientos históricos, geográficos, etc.; propone más bien un estudio sincrónico de la realidad. El estructuralismo reconoce como precursores a F. de Saussure, S. Freud, K, Marx, y más inmediatamente al estructuralismo lingüístico de R. Jakobson, Troubetzkoy, etc.

El estructuralismo ha ejercido una gran influencia en las más diversas disciplinas. C. Lévi-Strauss lo aplicó a la etnología, J. Piaget a la psicología y a la pedagogía, J Lacan al psicoanálisis, L. Althusser al análisis del marxismo, R. Barthes a la crítica literaria, M. Foucault al terreno filosófico (aunque rechazaba el título de filósofo y de estructuralista). J Derrida propone como tarea de la filosofía la reflexión sobre los signos. El análisis estructuralista se ha aplicado también a la exégesis bíblica (cf Yanini).

Algunos pensadores han considerado que la teología no puede eludir el reto del estructuralismo si quiere mantener un rigor científico.

Puntualización

Sin embargo, la teología, en cuanto ciencia de la fe, no puede reducirse al análisis estructural, aunque desde el punto de vista metodológico pueda encontrar en él alguna inspiración. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto).

Fuente: E. C. Rava, Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Tipos de Estructuralismos

La división de los estructuralismos depende del criterio de división que adoptemos: a) Si el criterio de división es el objeto u objetivo de estudio, obtendríamos tantos estructuralismos como ciencias: estructuralismo matemático (E. Gaulois y Bourbaki aplicaron la teoría de grupos a la topología y álgebra); estructuralismo lógico (lógicas de relaciones y de clases); estructuralismo psicológico (Gestaltismo de K. Koffka o W. Köhler; también la psicología evolutiva de J. Piaget); estructuralismo lingüístico (F. de Saussure, Escuelas de Praga y Copenhague, N. Chomsky); estructuralismo sociológico (Durkheim, Weber, Dilthey); estructuralismo antropológico (Lévi-Strauss); estructuralismo literario (también llamado textual o crítico: R (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Barthes); estructuralismo filosófico (Lacan, Althusser, Foucault, Derrida); etc. b) Para un criterio de división territorial, localizaríamos un estructuralismo norteamericano (L (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Bloomfield, Z. Harris, N. Chomsky), y otro estructuralismo europeo (a incluir y destacar el estructuralismo francés: Lacan, Althusser, Foucault, etc). c) Desde un criterio por individuación de cada pensador estructuralista surgiría un tipo distinto de estructuralismo. Contaríamos tantos estructuralismos como estructuralistas: estructuralismo de Lévi-Strauss; estructuralismo de Lacan, etc. Tal vez por esto ningún estructuralista se considera tal.Entre las Líneas En cualquier caso, desde un criterio temporal, la Segunda Guerra Mundial (1945) marca el antes y después del estructuralismo. Nosotros nos referiremos particularmente al estructuralismo francés filosófico de posguerra, considerado por algunos como una moda intelectual.

Resultan interesantes los dos sentidos del término latino structura: a) distribución de las partes importantes y vistas de un edificio, y b) armadura, que, a nivel del subsuelo (por lo tanto parte no vista), servía de sustentación a un edificio. Diferenciamos, pues, dos clases de estructuras: una patente y otra oculta, fundamentando la visible. Destacamos que struere se usaba como verbo dinámico (construir; normalmente el sustantivo deriva del verbo): una estructura no es solo (o no es nunca) algo hecho, sino haciéndose, construyéndose, transformándose. Así pues, definimos al estructuralismo como un “movimiento filosófico, que busca en la realidad sus estructuras dinámicas y ocultas/inconscientes”.

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II. REFLEXIÓN SISTEMÁTICA.

El estructuralismo es tanto un método como una teoría; o mejor, es un método que genera teorías. Como es un método heurístico, servirá como herramienta para acceder a la explicación de la realidad como realidad estructural: como método, porque ha de adecuarse a la complexión del objeto estudiado; y como teoría, porque todo discurso filosófico trata de desentrañar los fundamentos últimos del objeto. La diferencia del estructuralismo con los otros métodos y teorías son obviamente sus prejuicios estructurales: o hay que partir de la base de que las cosas son como estructuras para así comprenderlas (estrategia metodológica), o habrá que partir de la base de que las cosas son estructuras (premisa ontológica). Las tres características de una estructura son: /totalidad, transformabilidad y autorregulación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). El estructuralismo opina que las estructuras son principios explicativos, invisibles e inconscientes para las personas, y, por lo tanto, no inferibles desde la realidad mostrenca (sensible); de ahí que a sus explicaciones estructurales las denominen modelos teóricos postulados. Un sistema lo constituyen sus miembros y las relaciones entre sus miembros. Cuando explicamos estructuralmente un sistema situaríamos los miembros del sistema, con todas sus peculiaridades y características intrínsecas y únicas; también atenderíamos a las interdependencias de los miembros, ahora disfrazados en símbolos universales. A la estructura que explica solo las interdependencias, prescindiendo de los miembros, se la llama estructura formal. A los estructuralistas les interesa la estructura formal común del mayor número de sistemas; es más, sueñan con descubrir la estructura formal de todos los sistemas (encontrarían el principio explicativo ultimísimo de toda la realidad).

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características y el futuro de esta cuestión):

El método estructuralista consta de cuatro operaciones: a) captación y delimitación de un sistema a observar; b) concepción de estructuras que expliquen lo observado en ese sistema: las estructuras no son inferibles del sistema observado (más bien viceversa); toca inventarlas, atendiendo a cuatro normas: sencillas, ajustadas, completas y contrastables con la realidad; c) elección de la estructura que mejor explique ese sistema: la estructura no falsada o hasta la fecha verificada, y más sencilla, ajustada y completa que las demás, será el modelo teórico postulado para ese sistema; d) comparación de esa estructura formal con otras estructuras, intentando fundirlas en una única estructura que las integre. El presupuesto metodológico fundamental, desde donde todos los métodos estructuralistas enraízan, es la reinterpretación de una teoría explicativa, desde unas claves de lectura distintas de las oficiales, cambiando a su vez las explicaciones oficiales que venían avaladas por dicha teoría ahora releída. Se comprenderá por qué los relectores estructuralistas siempre parten de una teoría anterior desde donde apoyar sus reinterpretaciones. Las teorías estructuralistas son precisamente esas nuevas explicaciones desde la relectura de una teoría que ya las explicaba.

Como precursores del estructuralismo destacamos el modelo filosófico ejercido por los maestros de la sospecha: K. Marx, F. Nietzsche y S. Freud; y el modelo lingüístico de F. de Saussure. De la sospecha recoge su intento desmitificador de la gran tradición humanista; de Saussure su método. De ambos, su visión de la realidad como doble: una manifiesta y encubridora, la otra cubierta (oculta) y descubridora.

III. PRINCIPALES REPRESENTANTES DEL ESTRUCTURALISMO.

1. Claude Lévi-Strauss. Estudia el parentesco (en Mato Grosso y Amazonia) y los mitos desde su relectura estructuralista del psicoanálisis (véase sobre el enfoque de Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, el psicoanálisis en la filosofía, el modelo de psicoanálisis, la teoría del psicoanálisis, la psicología y la terapia psicoanalítica) de Freud y del marxismo de Marx. Tanto la realidad del parentesco como la de los mitos es doble. La realidad latente (e inconsciente) del parentesco es la prohibición del incesto; la función oculta positiva de esta regla -aparentemente negativa- es el intercambio extrafamiliar, que es el que produce la sociedad, en la cual germina la cultura. Todos los mitos son variantes de una misma estructura. Tanto la prohibición del incesto como los mitos son universales. Como todo y solo lo universal es natural, estamos ante dos muestras de lo primigenio natural humano desconocido, o ante el inconsciente estructural del espíritu humano, poseedor de un sistema categorial repetido en cada persona (esta es la teoría metafísica del inconsciente trascendental).

2. Jacques Lacan. Estudia al yo desde su relectura estructuralista del psicoanálisis (véase sobre el enfoque de Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, el psicoanálisis en la filosofía, el modelo de psicoanálisis, la teoría del psicoanálisis, la psicología y la terapia psicoanalítica) de Freud. La realidad del yo como doble: el Yo (yo-consciente) y el [yo] (yo-inconsciente). Tanto el Yo como el [yo] poseen lenguajes distintos y autónomos: el /lenguaje del Yo es socio-cultural, simbólico y aprendido, y consta de significantes y significados (según explicó Saussure); el del [yo], es universal, metafórico e innato, y solo contiene significantes (según explica Lacan). Cuando accedimos al lenguaje del Yo (cuando aprendimos a hablar), nos integramos socialmente y reprimimos nuestro lenguaje universal e innato, escindiendo el yo y formando el Yo y él [yo]. Nosotros somos él [yo], de ahí que por culpa del otro Yo, o, en el fondo, del impuesto lenguaje simbólico, malvivamos alienados, a la búsqueda infructuosa de la identidad perdida.

3. Louis Althusser. Estudia al marxismo desde su relectura estructuralista de las obras de Marx. La realidad del marxismo es doble: el marxismo ideológico (obra del joven Marx, 1840-1845) y el marxismo científico (surgido del Marx maduro, 1846-1883). Entre el ideológico y el científico se acusa una “ruptura epistemológica”: El ideológico -al fundamentarse en las filosofías de Hegel y Feuerbach- es una teoría idealista, historicista y humanista, casi una religión; el científico -al enfrentarse a los problemas sociales de la explotación obrera- es una práctica científica, ahistórica y antihumanista, toda una revolución. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). Aunque lecturas inocentes (imposibles de hecho) o esencialistas (“religiosas”) han tratado o de identificar ambos Marx (por la identidad de la evolución diacrónica), o de ensalzar al Marx joven, lo cierto es que el auténtico marxismo es el científico, siendo el ideológico un marxismo burgués.

IV. CONSIDERACIONES CRÍTICAS.

Se ha acusado (persona contra la que se dirige un procedimiento penal; véase más sobre su significado en el diccionario y compárese con el acusador, público o privado) reiteradamente al estructuralismo de ser antihumanista. Pero, ¿es el estructuralismo antihumanista? El estructuralismo nos advierte que no debemos caer en el fraude del Humanismo racionalista, que, partiendo de una noción de persona, a continuación asienta en esa noción su criterio de fundamentación epistémica: es decir, “como decretamos que todo ser humano es racional y libre -dirían los humanistas-, podemos confiarnos en el ser humano como detentor, detector y guardián de la verdad”. El antihumanismo metodológico del estructuralismo se alza contra el peligro de antropologización del saber (M. Heidegger), peligro doble: a) peligro de que nuestra idea del ser humano fundamente/avale nuestro saber (“esto es verdad porque lo digo yo, todo un señor libre y racional”); b) peligro de que nuestra idea del ser humano determine un saber a la carta de los humanos (sólo interesa saber lo que interese a los humanos).Entre las Líneas En cualquier caso hay que reconocer que, como en ocasiones el ser humano molesta, mejor que se le mantenga al margen, o como escribió Althusser: “Sólo se puede conocer algo acerca del hombre a condición de reducir a cenizas el mito filosófico (teórico) del hombre”; esto es, gracias a que la persona no se erigirá como piedra angular explicativa, será posible pensar de nuevo la realidad total, incluido el ser humano. La exclusión del sujeto representa una necesidad de orden metodológico para ser más objetivos. Es necesario entender que no estamos ante ningún desprecio contra las personas reales (lo cual sería absurdo); estamos simplemente ante un antisubjetivismo teórico y epistemológico. El estructuralismo, por tanto, no es, a priori, un antihumanismo.

Observando el estructuralismo advertimos la estrecha relación método-teoría: “Dime cómo piensas (método) y te diré lo que piensas (teoría)”. Respecto al método estructuralista, cabe considerar: a) lo fructíferos que resultan los trasvases interdisciplinares (de la matemática a la lingüística y de esta a la /filosofía); b) la posibilidad (también fructífera) de pertenecer a una corriente de pensamiento sin menoscabo de la originalidad de sus individuos (cada estructuralista un estructuralismo); c) que “la exclusión del sujeto representa una necesidad, diríamos de orden metodológico: excluir el punto de vista del árbitro que inspecciona […] desde fuera y, por este hecho, es propenso a encontrarle causas desde fuera” (Lévi-Strauss).

Respecto al discurso estructuralista, cabe seguir considerando que no todo humanismo es humano (de ahí que no todo antihumanismo sea ahumano).

Otros Elementos

Además, que la realidad no es evidente (de ahí que haya que sospecharla y destaparla); y que un /personalismo “bien ordenado no comienza por uno mismo, sino que coloca al mundo antes que la vida, la vida antes que el hombre, el respeto a los otros antes que el amor propio” (Lévi-Strauss).

Fuente: F. Muñoz, Diccionario de Pensamiento Contemporáneo, San Pablo, Madrid, 1997

Recursos

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Véase También

  • Filosofía, Historia de las Ideas
  • Postmodernismo
  • Movimientos Filosóficos, Escuelas de pensamiento, Filosofía francesa
    Postestructuralismo, Teoría Psicoanalítica
    Félix Guattari, Gilles Deleuze
    Siglo XX

    BIBL.: ALTHUSSER L., La revolución teórica de Marx, Siglo XXI, México 1969′; BOLIVAR A., El estructuralismo: de Lévi-Strauss a Derrida, Cincel, Madrid 1985; DERRIDA J., La filosofía como institución, Granica, Barcelona 1984; FOUCAULT M., Arqueología del saber, Siglo XXI, México 1970; GÓMEZ GARCíA P., La antropología estructural de Claude LéviStrauss, Tecnos, Madrid 1981; LACAN J., El objeto del psicoanálisis, Anagrama, Barcelona 1970; LÉVI-STRAUSS C., Antropología estructural, Eudeba, Buenos Aires 1968; BROEKMAN J., El estructuralismo, Herder, Barcelona 1974;
    F Kambartel, Estructura, en CFF, 11. 57-67; J. M (examine más sobre todos estos aspectos en la presente plataforma online de ciencias sociales y humanidades). Broekmann, El estructuralismo, Herder Barcelona 1974; Equipo “Cahiers Évangile», Iniciación al análisis estructural, Verbo Divino, Estella 1978: A. Grabner-Haider, Semiótica – y teología, Verbo Divino, Estella 1976. PoUILLON J., Problemas del estructuralismo, Siglo XXI, México 1969′; SPERBER D., ¿Qué es el estructuralismo? (El estructuralismo en antropología), Losada, Buenos Aires 1975.

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