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Acuerdos del Congreso de Viena

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Acuerdos y Decisiones del Congreso de Viena (1815)

Este elemento es una ampliación de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre este tema.

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Congreso de Viena: Las decisiones y acuerdos mas relevantes (Historia)

(Aparte de otras muchas trascendentes decisiones) La comisión territorial que se reunió en Frankfurt del Main decidió en 1819 la creación de la Confederación Germánica, una unión de 39 estados soberanos -entre ellos Prusia- presidida por el Imperio Austriaco. Aunque el rey de España Fernando VII tuvo cierto apoyo de carácter moral, no consiguió que las potencias reunidas en Viena le ayudaran en sus deseos de recuperar los dominios españoles en América, entonces en proceso de independencia.

El Congreso tomó la importante decisión de condenar el comercio de esclavos y permitió la libre navegación sobre los ríos que atravesaban varios estados o representaban una frontera interestatal. Su principal logro fue el restablecimiento del equilibrio de poder entre las potencias europeas.

No obstante, la paz solo se consiguió mediante el establecimiento del absolutismo (siglos XVII y XVIII en Europa; consulte también la información respecto a la historia del derecho natural) como principio básico de la política internacional, impuesto desde la organización de la Santa Alianza, que a partir de septiembre de 1815 y mediante periódicos congresos eliminó todas aquellas manifestaciones que pudieran suponer la implantación en Europa de regímenes liberales o la independencia nacional de aquellos pueblos integrados en las potencias hegemónicas. [1]

Consecuencias del Congreso de Viena

El Congreso de Viena (1814-1815) difiere del de Westfalia en que los tratados de paz que pusieron fin a las guerras napoleónicas no fueron elaborados por él. La paz quedó restablecida por el Tratado de París del 30 de mayo de 1814, cuyo artículo 32 preveía la reunión de un congreso general de todos los beligerantes con objeto de completar sus disposiciones. Esta iniciativa retomaba un principio establecido en el Tratado de Chaumont (9 de marzo de 1814, aunque fechado el 1 de marzo) según el cual Austria, Gran Bretaña, Prusia y Rusia, aliadas contra Napoleón, se proponían mantener una cooperación continua tras la victoria común, así como emplear sus medios «en un perfecto concierto». El retorno de Napoleón de la isla de Elba dio lugar, tras la batalla de Waterloo, al segundo Tratado de París, de 20 de noviembre de 1815, que modificaba algunas disposiciones del primero cuando el congreso había concluido ya.

Si bien el Congreso de Viena —que no fue inaugurado formalmente y que no se reunió en sesión plenaria, sino que trabajó en comités— miraba antes al pasado que al presente, tuvo el mérito de instaurar un estado de cosas relativamente estable en Europa, donde no se produciría ninguna guerra general durante un siglo.

Detalles

Los actores principales fueron Austria, España, Francia, Gran Bretaña, Portugal, Prusia, Rusia y Suecia (enumerados según el orden alfabético, en francés, adoptado entonces) [España no firmó el Acta final, pero se adhirió el 10 de junio de 1817].Si, Pero: Pero Austria, Gran Bretaña, Prusia, Rusia y Francia desempeñaron, a título de grandes potencias reconocidas como tales, un papel de primer orden que más tarde se afirmará en el Concierto europeo.

El Acta final (9 de junio de 1815), seguida de 17 anexos, recuerda a la Paz de Westfalia en cuanto regula los asuntos alemanes en estrecha relación con los europeos. Así, sus artículos 53 a 64 y el anexo IX (Acta del 8 de junio) contienen la constitución de la Confederación Germánica, que, integrada por los 38 Estados alemanes que subsistían, y que, bajo la presidencia de Austria, vino a reemplazar al Sacro Romano Imperio difunto, que no se pretendió restaurar. Resurgió en su interior el dualismo austro-prusiano, que, tras la crisis de 1848-1850, terminaría por hacerlo estallar con carácter definitivo a partir de la guerra de 1866 (Paz de Praga de 23 de agosto).

Por otro lado, Polonia, restablecida en parte por Napoleón, sufrió un nuevo reparto del que Rusia, una vez más, fue la principal beneficiaría. La Polonia central («Polonia del Congreso») formó un reino en unión personal con el Imperio ruso, aunque poseía su propia constitución, su gobierno particular y su ejército. Cracovia sobrevivió como ciudad libre y neutral hasta su anexión por Austria (1846).

Pormenores

Las antiguas Provincias Unidas de los Países Bajos y las Provincias belgas formaron el Reino de los Países Bajos. Suiza, aumentada en tres cantones, recuperó su independencia, provista de un estatuto de neutralidad que ha sobrevivido a todas las crisis internas e internacionales hasta nuestros días.

Pormenores

Por el contrario, las repúblicas de Génova y Venecia no se restablecieron, sino que fueron adjudicadas a Piamonte-Cerdeña y a Austria, respectivamente (aquí, en el seno del reino lombardo-véneto, que vendría a incorporarse al Reino de Italia en 1866).

El Acta final desarrolló los gérmenes de un Derecho fluvial internacional, diseminados en algunos tratados anteriores, estableciendo la libre navegación de los ríos que separasen o atravesaran varios Estados (artículos 108-116 y reglamentos complementarios del anexo XVI relativos a la navegación del Rin y la del Neckar, el Main, el Mosela, el Mosa y el Escalda; artículo 14 para los ríos y canales (véase qué es, su definición, o concepto, y su significado como “canals” en el contexto anglosajón, en inglés) de la antigua Polonia; artículo 96 para el Po).

Puntualización

Sin embargo, se trataba de principios que requerirían normas convencionales ulteriores.Entre las Líneas En la línea de disposiciones del Acta final, el régimen de los ríos internacionales será aplicado sucesivamente por la Convención de Maguncia relativa a la navegación del Rin del 31 de marzo de 1831, revisado por la Convención de Mannheim de 17 de octubre de 1868 y que se ha mantenido en vigor, con enmiendas, hasta nuestros días; el Tratado de Londres de 19 de abril de 1839 relativo al Escalda; el Tratado de paz de París de 30 de marzo de 1856 en lo concerniente al régimen del bajo Danubio, que fue ampliado al conjunto del río por el Acta de navegación del Danubio de 2 de noviembre de 1865. Las necesidades de utilización racional de estas vías de comunicación dieron lugar, con las comisiones fluviales creadas a este fin (Comisión europea del Danubio, 1856; Comisión central del Rin, 1868), a la constitución de las primeras organizaciones internacionales.

▷ En este Día de 24 Abril (1877): Guerra entre Rusia y Turquía
Al término de la guerra serbo-turca estalló la guerra entre Rusia y el Imperio Otomano, que dio lugar a la independencia de Serbia y Montenegro. En 1878, el Tratado Ruso-Turco de San Stefano creó una “Gran Bulgaria” como satélite de Rusia. En el Congreso de Berlín, sin embargo, Austria-Hungría y Gran Bretaña no aceptaron el tratado, impusieron su propia partición de los Balcanes y obligaron a Rusia a retirarse de los Balcanes.

España declara la Guerra a Estados Unidos

Exactamente 21 años más tarde, también un 24 de abril, España declara la guerra a Estados Unidos (descrito en el contenido sobre la guerra Hispano-estadounidense). Véase también:
  • Las causas de la guerra Hispano-estadounidense: El conflicto entre España y Cuba generó en Estados Unidos una fuerte reacción tanto por razones económicas como humanitarias.
  • El origen de la guerra Hispano-estadounidense: Los orígenes del conflicto se encuentran en la lucha por la independencia cubana y en los intereses económicos que Estados Unidos tenía en el Caribe.
  • Las consecuencias de la guerra Hispano-estadounidense: Esta guerra significó el surgimiento de Estados Unidos como potencia mundial, dotada de sus propias colonias en ultramar y de un papel importante en la geopolítica mundial, mientras fue el punto de confirmación del declive español.

El Congreso de Viena elaboró igualmente, como una parte de sus acuerdos, una Declaración de las potencias sobre la abolición (nota: el abolicionismo es una doctrina contra la norma o costumbre que atenta a principios morales o humanos; véase también movimiento abolicionista y la abolición de la esclavitud en el derecho internacional) de la trata de esclavos negros (8 de febrero de 1815), considerándola contraria a los principios de la humanidad y la moral universal». Fue desarrollada además a lo largo de los siglos XIX y XX por una serie de convenios que dieron prueba, por sí mismos, de la tenacidad de la institución y, más aún, de la propia esclavitud: el Tratado de las Cinco Potencias relativo a la trata, de 20 de diciembre de 1841, que establecía un derecho de visita recíproca de los buques sospechosos en alta mar; el Acta general de la Conferencia de Berlín sobre África occidental de 26 de febrero de 1885, referido a este continente; el Acta general de la Conferencia antiesclavista de Bruselas de 2 de julio de 1890, igualmente dedicada a África.

El Congreso de Viena aprobó un reglamento relativo a la categoría de los agentes diplomáticos (19 de marzo de 1815), completado por el Protocolo de Aquisgrán de 21 de noviembre de 1818. Se trataba de un primer paso hacia la codificación de una materia regida desde siempre por la sola costumbre internacional. Se clasificó a los agentes diplomáticos en cuatro categorías: los embajadores, legados o nuncios, los enviados, ministros y otros, los ministros residentes (añadidos en 1818), los encargados de negocios permanentes; solo los embajadores, legados y nuncios poseían un carácter representativo; los miembros de las tres primeras categorías estaban acreditados ante el Jefe de Estado, los de la cuarta, ante el Ministro de Asuntos Exteriores. Este estatuto ha estado en vigor hasta la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 18 de abril de 1961, que no ha conservado a los ministros residentes. Es bien sabido que el envío de embajadores, reservado en esta época en exclusiva a las grandes potencias, se ha generalizado a lo largo del siglo XX.

Fuente: Histoire du droit international public, Editions Economica, 1995 (traducido por Editorial Tecnos en 1998)

Otras Consecuencias: Creación de normas de derecho internacional por el Congreso de Viena y los tratados subsiguientes

Principios; Efectos

La historia del derecho internacional a principios del siglo XIX no es tanto la historia de los principios del derecho como un relato del derecho aplicado en la práctica en ese momento. Esto no significa que los escritores hayan guardado silencio, sino que, en vista de la nueva situación política que prevaleció después de las Guerras Napoleónicas y el Congreso de Viena (1815), solo se ocuparon de las normas establecidas en los tratados o que se encuentran como derecho internacional consuetudinario en la práctica diplomática (véase Diplomacia). Por otra parte, el intento de codificación de partes considerables del derecho internacional muestra que para los estadistas las normas que rigen las relaciones entre los Estados, sus soberanos, las repúblicas y también la Santa Sede tenían un carácter de derecho en mayor grado que antes (Codificación y desarrollo progresivo del derecho internacional). Por esta razón, la cortesía como práctica de la cortesía internacional se distingue ahora de la ley.

2 Este nuevo enfoque del derecho internacional se refleja no solo en los tratados que resuelven controversias particulares, como el primer Tratado Definitivo de Paz y Amistad firmado en París el 30 de mayo de 1814 (“Primer Tratado de Paz de París”) y el segundo Tratado Definitivo de Paz del 20 de noviembre de 1815 (“Segundo Tratado de Paz de París”), sino también en la celebración de convenios colectivos o de acuerdos multilaterales después de un congreso, como el Acta Final del Congreso de Viena de 9 de junio de 1815, el Protocolo de la Conferencia de Aix-la-Chapelle de 15 de noviembre de 1818 y el Acta Final para completar y consolidar la organización de la Confederación Alemana de Viena de 15 de mayo de 1820. La Ley de la Confederación Alemana de 8 de junio de 1815, que es un instrumento jurídico nacional con algunos elementos de derecho internacional, también es importante, ya que creó una asociación de Estados que, al igual que la Confederación Alemana, mantuvo unidos a los distintos Estados durante más de medio siglo y, al mismo tiempo, junto con los demás acuerdos, gozó de una especie de garantía por parte de los Estados europeos implicados.

El Congreso de Viena de 1815 se celebró bajo la dirección de Austria, Gran Bretaña, Prusia y Rusia, que ahora enfatizaron su posición llamándose a sí mismos las Grandes Potencias. Por iniciativa de GB, el objetivo político del congreso era ayudar a restablecer el equilibrio de poder en Europa y, en respuesta a una sugerencia del zar Alejandro I, promover un mejor intercambio de bienes e ideas. La prohibición de la trata de esclavos de África a través del Atlántico hacia América se vinculó con el debate sobre el intercambio de bienes (Mercancías, Libre Circulación de). La demanda de prohibición se basaba en una idea humanitaria (Humanidad, Principio de), cuya consecuencia aún no podía preverse plenamente; aunque esta idea se derivaba de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y de la Revolución Francesa, la demanda de prohibición ya estaba muy extendida en Gran Bretaña. Se convirtió en ley en Francia a través de un decreto napoleónico después de su regreso de Elba. La aceptación por parte de la opinión pública británica de las obligaciones contraídas en Viena se debe a que la vigilancia de este comercio y, por lo tanto, de las relaciones comerciales de muchas potencias diferentes, cayó automáticamente en 1815 en manos de las mayores potencias marítimas, posición que fue confirmada y reforzada posteriormente por el Tratado para la Represión de la Esclavitud de 20 de diciembre de 1841 (92 CTS 437) (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Desde bases navales como Santa Elena, los escuadrones británicos podían vigilar los presuntos transportes de esclavos mientras controlaban los buques a su alcance, con el efecto secundario inevitable de que podían supervisar el comercio exterior de las naciones de mercancías.

Puntualización

Sin embargo, los Estados participantes en el Congreso de Viena se vieron influidos principalmente por la idea humanitaria cuando dieron su consentimiento a la prohibición de la trata de esclavos mediante la Declaración relativa a la abolición (nota: el abolicionismo es una doctrina contra la norma o costumbre que atenta a principios morales o humanos; véase también movimiento abolicionista y la abolición de la esclavitud en el derecho internacional) universal de la trata de esclavos de 8 de febrero de 1815 (63 CTS 473). El reconocimiento de la trata de esclavos y, más tarde, también de la inmoralidad de la esclavitud misma, encontró su expresión legal en varias ocasiones a lo largo del siglo. Fue causa de la Guerra Civil Americana (1861-1865) y objeto de varios convenios internacionales, de los cuales el más completo es el Acta General de la Conferencia de Bruselas relativa a la trata de esclavos africanos de 2 de julio de 1890 (“Acta General de Bruselas relativa a la Esclavitud [1890]”).

Los vínculos comerciales entre Estados fueron promovidos por un programa de internacionalización de aquellos ríos que forman la frontera entre dos o más Estados o que fluyen a través de varios cursos de agua internacionales de Estados). Esto fue planeado en Art. 5 Primer Tratado de Paz de París, pero permaneció en la etapa de planificación (véase más en esta plataforma general) en el Congreso de Viena y solo se realizó parcialmente en una fecha posterior, por ejemplo, en el Convenio relativo a la Navegación del Rin de 31 de marzo de 1831 (revisado por el Convenio y el Protocolo sobre la Navegación del Rin de Mannheim de 17 de octubre de 1868; Río Rin). Con algunas enmiendas, ha permanecido en vigor hasta el día de hoy, además de haber sido suspendido en 1936 por el Reich alemán. El Tratado de Londres de 19 de abril de 1839 abrió el Escalda a la navegación internacional, y el Tratado de Paz de París (1856) abrió el bajo Danubio hasta las puertas de hierro, mientras que la internacionalización de toda la longitud navegable del río se llevó a cabo en el Acta para la Navegación del Danubio de 2 de noviembre de 1865 (“Acta del Danubio [1865]”).

Sobre todo, el Congreso de Viena codificó la ley sobre agentes y misiones diplomáticas. Esto es visto como su verdadero logro en relación con el derecho internacional por aquellos que buscan principalmente un principio formal para la naturaleza del derecho internacional.

Puntualización

Sin embargo, desde el punto de vista jurídico, esto es también una expresión de la idea de la relación entre Estados, que es llevada a cabo principalmente y casi a diario por los órganos que mantienen un contacto permanente con sus ministerios y, además, con los Jefes de Estado (véase también Jefes de Gobierno y otros altos funcionarios) (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Dado que los Jefes de Estado son los órganos supremos de los Estados con la función de actuar internacionalmente para vincular al Estado de derecho, y que en el Congreso de Viena quedó claramente implícita una gradación de la importancia política de los Estados -y, por ende, del rango de los Jefes de Estado soberanos-, se produjo una gradación de las categorías de diplomáticos. Este sistema, que surgió de consideraciones de representación formal, se mantuvo completamente inalterado hasta la Primera Guerra Mundial; en la práctica, sin embargo, se fueron añadiendo gradualmente elementos funcionales. Así lo demuestra la práctica de enviar a un embajador en un caso determinado (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Dado que un enviado de rango de embajador solo era apropiado entre las Grandes Potencias -ahora entendido como un concepto legal-, el Estado de origen reconoció así al Estado receptor como una Gran Potencia, como ocurrió por primera vez con las cuatro Potencias victoriosas y el Reino de Francia en el Protocolo de Aix-la-Chapelle (1818). A lo largo del siglo XIX, las consideraciones que se derivan de la importancia de una determinada cuestión para las relaciones entre poderes también se convirtieron en motivos suficientes para el nombramiento de un embajador.Entre las Líneas En un anexo del Acta Final del Congreso de Viena se enumeran los embajadores, enviados y encargados de negocios, a los que el Protocolo de Aix-la-Chapelle añade, por orden de precedencia, los ministros residentes. El hecho de que se reconociera que los nuncios y legados papales gozaban de la máxima precedencia, y que en ocasiones actuaban como decanos incluso en Estados no católicos, muestra cómo había cambiado la valoración de la importancia de la Santa Sede. La ley de la diplomacia es excepcionalmente compleja y la cuestión de la precedencia solo plantea un aspecto de la misma en el que se hizo especial hincapié en ese momento. Tiene una gran importancia para las relaciones entre los Estados debido al principio de extraterritorialidad que introdujo en la ley, y que en realidad solo significa un privilegio de inmunidad de jurisdicción de los tribunales del Estado receptor, y no en todos los aspectos (véase la información sobre Inmunidad Diplomática; consulte también la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas [1961]).

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características y el futuro de esta cuestión):

La nueva característica de los escritos sobre derecho internacional de esta época es la disminución de los debates abstractos de principio en favor de la consideración de la práctica de los Estados. [rtbs name=”mundo”] La práctica estatal entra en la literatura y la domina, mientras que las especulaciones de derecho natural (Derecho Natural y Justicia) desaparecen.

Puntualización

Sin embargo, el cambio no fue uniforme. La nueva edición de las Institutions du droit de la nature et des gens (Instituciones del derecho de la naturaleza y de los genes) de G de Rayneval (1832) contenía todavía algunos elementos de derecho natural, aunque la aplicación práctica de esa supuesta ley natural, es decir, la suma de las normas jurídicas, constituye la mayor parte de la obra. Las proporciones de la especulación y la práctica racionalista todavía se invirtieron en 1817 en la obra Europäisches Völkerrecht de T. von Schmalz.

Entre los escritores alemanes destaca F Saalfeld, que publicó su Handbuch des positiven Völkerrechts en 1833, con el objetivo declarado de dar forma científica al nuevo y firmemente establecido estado del tema. A diferencia de Schmalz, veía los tratados no como el cumplimiento del derecho natural, sino como una fuente de derecho en sí mismos. JL Klüber escribió su Droit des gens moderne de l’Europe (1819), que también se basa en la idea de un derecho natural de las naciones sobre el que se construye un sistema de derecho concreto por medio de tratados explícitos o implícitos.

Puntualización

Sin embargo, su enfoque es más bien el de un abogado de derecho público, ya que expone el derecho de la Confederación Alemana desde este punto de vista. La obra más conocida de Klüber, típica de la recepción de la práctica estatal en los materiales de estudio de la época, es Acten des Wiener Kongresses (9 vols 1815-35).
7 El erudito que se dedicó al derecho internacional como sistema en el sentido propio, y cuyo trabajo fue fundamental para la escritura (su redacción) alemana sobre derecho internacional en la primera mitad del siglo XIX, fue AW Heffter. La primera edición de su Europäisches Völkerrecht der Gegenwart apareció en 1844 y la octava y última edición en 1888. La ley de las misiones diplomáticas recibió un tratamiento particularmente detallado. Es característico del enfoque de Heffter, ahora anticuado, que tenga la peculiar noción de que no solo los Estados, sino también los Jefes de Estado, e incluso sus familias y enviados, son sujetos de derecho internacional.
El riguroso plan del Congreso de Viena para preservar una Europa en la que los Estados fueron ostensiblemente restaurados a su condición pre-revolucionaria encontró expresión en una serie de principios. La Santa Alianza (1815) se estableció entre las tres principales potencias continentales el 26 de septiembre de 1815 con este fin, y trató de dar una especie de legitimidad religiosa a las formas restauradas de gobierno para toda la Europa cristiana, independientemente de las diferencias confesionales. Como institución política, la Alianza se opone a todas las formas de revolución y a la idea de que una nación es un Estado (un miembro de las Naciones). La nación había sido desarrollada por los reyes franceses como una entidad política a la que la Revolución Francesa dio una dimensión dinámica, pero no encajaba en el equilibrio pluralista de una sociedad de Estados predominantemente dinásticos. Los medios estáticos y dinámicos utilizados por la Santa Alianza en la ejecución de sus políticas produjeron, intencionada e involuntariamente, una serie de instituciones jurídicas diferentes.

Instituciones jurídicas de la primera mitad del siglo XIX

Aunque el Primer Tratado de Paz de París restauró la Confederación Suiza, que estaba constituida políticamente por varias naciones o partes de naciones y había sido destruida en su forma original por los ejércitos revolucionarios franceses, su neutralidad no estaba garantizada hasta el Segundo Tratado de Paz de París (Neutralidad, Concepto y Reglas Generales). Esta garantía fue la innovación jurídica del tratado. La neutralidad permanente se convirtió así en una institución de neutralización. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). Aunque esta institución no asegura directamente la existencia del Estado neutralizado, la garantía apoya la distribución de poder existente mediante la obligación de los Estados garantes de evitar toda acción que entrañe la posibilidad de participación militar del Estado neutralizado y la imposición de los deberes correspondientes a estos últimos Estados, ahora liberados de los conflictos militares (reconnaître et faire reconnaître). Esto significa renunciar al arma política -entonces totalmente legítima- del uso agresivo de la fuerza militar en el campo de la oposición a las fuerzas europeas. La institución de la neutralización se convirtió así en uno de los elementos estáticos y estabilizadores del derecho internacional.

El intento de aplicar la misma institución a la antigua capital de Polonia, Cracovia, que fue declarada Ciudad Libre en el Congreso de Viena (Ciudades Libres), resultó ser insuficiente para superar las tensiones políticas derivadas de las divisiones de Polonia, ya que la ciudad era un órgano demasiado pequeño para tener mucho peso político y no existía una tradición neutralista en Polonia y los Estados vecinos (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Después de varias amenazas graves a su existencia legal, la Ciudad Libre de Cracovia fue disuelta cuando fue ocupada por Austria el 6 de noviembre de 1846.

Aunque Bélgica también carecía de una política de neutralidad basada en la tradición cuando fue creada y neutralizada entre 1830 y 1833, su neutralización, confirmada por la Resolución de 19 de abril de 1839 del Congreso de Londres, duró mucho más tiempo, hasta la Primera Guerra Mundial. Las condiciones y el final de la neutralidad del Gran Ducado de Luxemburgo establecida por el Tratado de Londres de 11 de mayo de 1867 (135 CTS 1) eran similares (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Desde entonces, la institución de la neutralización ha ocupado un lugar destacado en el derecho internacional.

La institución de la intervención debe mencionarse como uno de los medios dinámicos para mantener las condiciones establecidas y como un instrumento agresivo de la política de legitimidad de las potencias europeas. El significado antirrevolucionario de la intervención, propuesto por GF von Martens en su Cours diplomatique de 1801 y ampliado a un derecho de autopreservación de los Estados intervinientes, resultó ser una justificación inadecuada de la práctica. Contra los casos de intervención a favor de los gobernantes amenazados por la revolución en Europa, principalmente en Italia entre 1820 y 1822, y de nuevo en 1833, debe plantearse la dudosa intervención en Grecia. Sólo seis años después del comienzo de la lucha griega por la independencia, los poderes de la Santa Alianza decidieron, el 6 de abril de 1821, intervenir a favor de los griegos en la Sublime Puerta, abandonando así las ideas de legitimidad en su aplicación a un gobernante no cristiano, el sultán.Entre las Líneas En 1827 mediaron entre los insurgentes aún no reconocidos y Turquía, y en el mismo año derrotaron a la flota turco-egipcia en Navarino, cometiendo así un claro acto de intervención armada. La institución jurídica cambió así su significado y volvió a la antigua doctrina de Victoria de que es lícito actuar contra un Estado que niega a sus propios sujetos derechos esenciales, en este caso la acción contra Turquía en apoyo de los griegos (Intervención Humanitaria).
13 En el caso de la revuelta de las colonias sudamericanas contra España (Descolonización: Territorios Españoles), los objetivos de las Grandes Potencias eran mutuamente contradictorios. Así lo demuestra el liderazgo (véase también carisma) de GB en el reconocimiento de los Estados sudamericanos (Reconocimiento), después de haber luchado por su independencia desde 1810.

La intervención en apoyo de las reclamaciones legítimas encontró sus límites externos en la Doctrina Monroe (Doctrinas[Monroe, Hallstein, Brezhnev, Stimson]). Esto contiene el contraprincipio de la no intervención, pero también demuestra tendencias aislacionistas por parte de los Estados Unidos de América. Por un lado, pedía la moderación de las potencias europeas, incluida Rusia con respecto a Alaska, pero, por otro, establecía una actitud de moderación por parte de los Estados Unidos en relación con los asuntos europeos. Esta reinterpretación de los conceptos del derecho internacional anglosajón por parte de los Estados Unidos se cita con frecuencia como el punto de partida de una nueva doctrina anglosajona de derecho internacional.

Las potencias europeas intervinieron en varias ocasiones contra Turquía en favor de las minorías cristianas, en particular en relación con las masacres de cristianos armenios, con el fin de evitar amenazas a los derechos humanos de los propios súbditos de un Estado.

Puntualización

Sin embargo, la institución de intervenciones con fines humanitarios no puede justificar plenamente esas medidas, sobre todo teniendo en cuenta que los Estados que intervienen suelen perseguir su propio fin al mismo tiempo.

Una Conclusión

Por lo tanto, se fue desarrollando gradualmente una prohibición de intervención formulada de manera abstracta como un principio legal de no intervención (Intervención, Prohibición de).

La cuestión del reconocimiento jurídico de los Estados y gobiernos se remonta a las revoluciones de los tiempos modernos. El origen de esta institución jurídica se encuentra en el primer tercio del siglo XIX en el conflicto entre la exclusión por razones de legitimidad de nuevos sujetos de derecho internacional en forma de Estados disidentes independientes y la persistencia de las tendencias revolucionarias (Conflicto Armado, No Internacional). El acto jurídico independiente y unilateral de reconocimiento puede producirse en relación con diversos objetos (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). Dependiendo de los motivos en los que se basa el reconocimiento, la secuencia real de los acontecimientos debería ser, en primer lugar, el reconocimiento de los insurgentes como beligerantes (Reconocimiento de la beligerancia de la beligerancia), luego su reconocimiento como gobierno y, por último, su reconocimiento como nuevo Estado en un territorio claramente definible, cuando los tres requisitos para la existencia de un Estado están presentes en el área gobernada por ellos. Luego, en la segunda mitad del siglo XIX, se plantea la cuestión del reconocimiento de las organizaciones internacionales como sujetos de derecho internacional con derechos y funciones limitados (véase sobre las organizaciones o instituciones internacionales, y sus aspectos generales).

La intervención armada de las Grandes Potencias en el levantamiento griego de 1827 equivalía, por tanto, al reconocimiento de los insurgentes como beligerantes.

El Comité Griego de Libertad fue reconocido cada vez más como un gobierno. Luego, en el Protocolo de Londres del 3 de noviembre de 1830, Grecia fue reconocida como Estado independiente.

El levantamiento belga del 25 de agosto de 1830 condujo al reconocimiento del Gobierno belga en el Congreso de Londres en 1831 y, tras largas negociaciones con los gobiernos de las dos partes en conflicto, al Tratado de Londres del 19 de abril de 1839, en el que Bélgica fue reconocida como Estado independiente.

Otros Elementos

Además, el ascenso de los intereses británicos se muestra claramente aquí, ya que fue a través de su presión que el río Escalda se internacionalizó; al mismo tiempo, también podemos ver el comienzo del declive de la Santa Alianza.

Los acontecimientos en el Cercano Oriente provocaron una modificación de la práctica del reconocimiento mediante la aplicación del principio de legitimidad en favor de un Estado no cristiano, Turquía, que solo se reconocía de facto en ese momento. La insostenibilidad de la idea básica de la Santa Alianza queda demostrada por el hecho de que los Estados creados como resultado de una rebelión o intervención, que entonces eran reconocidos de facto o de iure, o bien no eran cristianos -como en el caso de Egipto- o bien, aunque eran cristianos, estaban tan atrasados social y políticamente que los principios ordinarios de la estatalidad apenas podían aplicarse a ellos. Esto dio como resultado que su independencia fuera reconocida por etapas. Aunque fueron respetados como unidades desde el principio, permanecieron bajo la soberanía de Turquía o de varios Estados europeos y solo fueron reconocidos como Estados independientes, e incluso no todos ellos, hacia finales de siglo. La fuerza de los acontecimientos históricos condujo a un reconocimiento cada vez mayor de Turquía como sujeto de derecho internacional.Entre las Líneas En esta evolución de la primera mitad del siglo destacan los Tratados de Paz ruso-turcos firmados en Adrianópolis el 14 de septiembre de 1829 (80 CTS 83) y el de la Alianza Defensiva, denominado Tratado de Unkiar Skelessi, de 8 de julio de 1833 (84 CTS 1). También la Convención para la Pacificación del Levante firmada en Londres el 15 de julio de 1840 entre Inglaterra, Austria, Prusia, Rusia y Turquía, que convirtió a Mehemet Ali en gobernante de Egipto bajo el protectorado formal de Turquía (90 CTS 285).

Otros Elementos

Además, el Convenio sobre el Estrecho de los Dardanelos y el Bósforo, de 13 de julio de 1841 (“Convenio sobre los Estrechos[1841]”), que regulaba la navegación en los Dardanelos de conformidad con los intereses marítimos de las Grandes Potencias, hacía hincapié en la necesidad de mantener la existencia de Turquía, lo que incluía un reconocimiento de facto (véase más sobre los Dardanelos y Bósforo; y sobre el Estrecho Internacional).

El reconocimiento se desarrolló de manera especial y diferenciada en América del Sur, facilitado por la proliferación de nuevos Estados y la constante sucesión de revoluciones dentro de estos Estados (Nuevos Estados y Derecho Internacional). La protección otorgada por los Estados Unidos contra las intervenciones extranjeras en el extranjero es comprensible no solo a la luz de consideraciones de interés propio, sino también de su opinión sobre el significado jurídico del reconocimiento, que Francia había concedido a los Estados Unidos en 1788, cuando los Estados Unidos se encontraban en una posición similar (consulte más sobre estos temas en la presente plataforma digital de ciencias sociales y humanidades). De América del Sur surgió un elemento democrático en la práctica del reconocimiento de la doctrina Tobar en el Tratado General de Paz y Amistad del 20 de diciembre de 1907 (206 CTS 63), declarado por un político ecuatoriano, de que un Estado o gobierno solo debe ser reconocido si tiene, o al menos posteriormente adquiere, una base democrática. La doctrina Estrada de reconocimiento sin condiciones previas, que toma su nombre de un mexicano, pertenece al período de desarrollo del derecho internacional estadounidense después de la Primera Guerra Mundial (véase, en relación al Derecho Internacional, los desarrollos regionales en América Latina; también la información sobre el Derecho Internacional Regional).

Según la teoría del reconocimiento constitutivo que prevaleció originalmente, la institución jurídica del reconocimiento es un medio dinámico para la admisión cautelosa de nuevos Estados en el sistema jurídico internacional.Entre las Líneas En el caso del reconocimiento de los gobiernos, es un dispositivo político para reducir las obligaciones derivadas de la participación en las relaciones jurídicas internacionales.

Dado que el reconocimiento no se produce por omisión, sino únicamente por un acto deliberado, puede considerarse como uno de los principios dinámicos del derecho internacional. La práctica del reconocimiento experimentó un desarrollo considerable en los siglos XIX y XX; sus orígenes se encuentran en el conflicto entre el principio de legitimidad y el enfoque racionalista del sistema pluralista de los nuevos Estados que surgieron a principios del siglo XIX.

El derecho de asilo (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como “right of asylum” en derecho internacional, en inglés) de las personas que sufren persecución política, es decir, el derecho del Estado que les da refugio para denegar la extradición a su Estado de origen, aunque hayan cometido actos políticos que constituyen delitos en virtud de la legislación de ese Estado, también se ha incorporado en las codificaciones nacionales y en los tratados en ese período, tras haber sido practicado durante algún tiempo de manera puramente discrecional por los Estados anglosajones y Suiza (véase Asilo Territorial).
24 La definición del derecho de asilo (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como “right of asylum” en derecho internacional, en inglés) propuesta por Thomas Jefferson en 1792, que incluía incluso a los asesinos que habían actuado por motivos políticos, nunca fue más allá de la etapa de un proyecto, desde el punto de vista del derecho internacional, de la misma manera que la concesión de asilo a los “amigos de la libertad” por parte de los revolucionarios franceses, aunque se promulgara como Art. 120 de la Constitución francesa de 1793, nunca fue reconocida en el derecho internacional. El acuerdo de extradición relativo a los falsificadores y asesinos alcanzado por los EE.UU. y Gran Bretaña a iniciativa del Secretario de Estado Jay in Art. 27 El Tratado de Amistad, Comercio y Navegación del 19 de noviembre de 1794 (Tratado de Jay [1794]) hizo pocos cambios en la práctica anterior con respecto a los delitos políticos. El apoyo angloamericano a las antiguas colonias españolas, es decir, a los gobiernos insurgentes y a los nuevos Estados, amplió aún más la práctica del asilo en dirección a la ideología revolucionaria.

En derecho interno, el derecho de asilo (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como “right of asylum” en derecho internacional, en inglés) se incluyó en los códigos legislativos de numerosos Estados de Europa continental como consecuencia del predominio de las ideas liberales, como en Saxe-Meiningen el 25 de agosto de 1829. El ejemplo más conocido es la Ley belga de extradición de 1 de octubre de 1833. Al mismo tiempo, el derecho de asilo (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como “right of asylum” en derecho internacional, en inglés) comenzó a establecerse en el derecho internacional, aunque solo fuera en tratados bilaterales como el Tratado de Extradición suizo-francés del 30 de septiembre de 1833 (84 CTS 59).

Dado que la no extradición de los delincuentes políticos es la norma, ya sea por ley o por tratado, en todos los Estados democráticos, sujeta en su mayoría a la excepción de los intentos de asesinato -como en la enmienda de 1856 a la Ley belga de Extradición-, y dado que esta práctica se ha convertido en objeto de obligaciones multilaterales en numerosas convenciones americanas, es una cuestión de opinión si el derecho de asilo (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como “right of asylum” en derecho internacional, en inglés) político debe considerarse una norma de derecho internacional o no. Teniendo en cuenta el contraste entre los Estados democráticos surgidos en el mundo angloamericano -y también, en el segundo tercio del siglo XIX, cada vez más en el continente europeo- y la Santa Alianza, con su política de restablecimiento del statu quo prerrevolucionario, hay que admitir que, con el avance de las ideas liberales, el derecho de asilo (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como “right of asylum” en derecho internacional, en inglés) se desarrolló como una institución jurídica eficaz en el siglo XIX y se convirtió así en una norma de derecho internacional.

Pormenores

Por el contrario, los síntomas de la quiebra, bancarrota, o insolvencia, en derecho (véase qué es, su concepto jurídico; y también su definición como “insolvency” o su significado como “bankruptcy”, en inglés) de la institución y los cambios de gran alcance en el concepto de asilo se encuentran en el siglo XX.

Autor: Black

Recursos

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Notas y Referencias

  1. Información sobre congreso de viena las decisiones mas relevantes de la Enciclopedia Encarta

Véase También

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