Código de Conducta

Código de Conducta

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Nota: Para una información más general, véase Codigos de Conducta.

Visualización Jerárquica de Código de conducta

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Código de Conducta Empresarial

Nota: Para una información más general, véase Codigos de Conducta empresarial.

Código de Conducta en las Normas Electorales

En relación a la jerarquía de las leyes (véase más detalles) y los marcos legales que rigen las elecciones en los países (véase, desde una perspectiva comparada, sobre el derecho electoral latinoamericano):

¿Cuál es la finalidad de un código de conducta?

Un código de conducta es un conjunto de normas escritas elaboradas por una organización, una empresa, un poder legislativo o una institución gubernamental (como un organismo de gestión electoral) para regir el comportamiento de determinados grupos. Los organismos de gestión electoral suelen redactar códigos de conducta para regir a los funcionarios electorales, así como a los actores externos, como los candidatos, los medios de comunicación, los observadores electorales, el personal de seguridad y los funcionarios electorales durante un período electoral. Por ejemplo, la Comisión Electoral de Pakistán ha redactado códigos de conducta para los medios de comunicación, los partidos políticos, los observadores, los candidatos y el personal de seguridad.

Muchos parlamentos de todo el mundo han redactado códigos de conducta para regular su propio comportamiento y mejorar la percepción del público. El Parlamento de Sri Lanka decidió redactar un código de conducta para los parlamentarios y otros políticos tras una oleada de comportamientos «indisciplinados» en la Cámara, aunque no lo convirtió en ley, mientras que el Parlamento del Reino Unido instituyó un código de conducta tras un escándalo de sobornos. Los códigos de conducta son beneficiosos por muchas razones. El proceso de redactar, discutir y acordar lo que debe considerarse un comportamiento aceptable puede aumentar la buena voluntad y la profesionalidad de las partes implicadas. La percepción pública del grupo regulado mejora muchas veces al instaurar un código de conducta. Además, dado que los códigos de conducta suelen formar parte del «derecho indicativo», permiten a las legislaturas y otros organismos administrativos utilizar su capacidad oficial para fomentar o proscribir comportamientos que serían demasiado vagos para la legislación tradicional. Por ejemplo, un código de conducta puede animar a los candidatos a actuar con «integridad» o a evitar incurrir en «prácticas corruptas» sin tener que definir estos términos con la especificidad que requieren las leyes.

¿Quién redacta los códigos de conducta?

En el contexto electoral, los códigos de conducta suelen ser redactados por el organismo de gestión electoral. Como mejor práctica, esto debería hacerse de manera inclusiva y consultiva con las partes interesadas cuyo comportamiento se está regulando. En particular, los partidos políticos y los candidatos deben participar en el desarrollo de los códigos de conducta, como medio de asegurar la aceptación de las normas acordadas que regirán el comportamiento. También deberían elaborarse códigos de conducta para los organismos de gestión electoral y su personal.

¿Cuál es la fuente de autoridad de los códigos de conducta?

Dado que los códigos de conducta son generalmente actos administrativos sin fuerza de ley, entran en la categoría de «derecho indicativo», lo que significa que son legalmente relevantes pero no vinculantes. Su autoridad se deriva del derecho de los organismos administrativos a gestionar su propio funcionamiento cotidiano o a fomentar comportamientos positivos en otros grupos (como partidos políticos, observadores, personal de seguridad y medios de comunicación).

Ocasionalmente, los códigos de conducta pueden ser redactados y aprobados por una legislatura (funcionando como «ley dura»), aunque esto es menos común. También hay apoyo internacional para los códigos de conducta que regulan los partidos, los candidatos y los medios de comunicación durante las elecciones. La Declaración del Consejo Interparlamentario sobre los Criterios para unas Elecciones Libres y Justas recomienda que los Estados «animen a los partidos, los candidatos y los medios de comunicación a aceptar y adoptar un Código de Conducta que rija la campaña electoral y el periodo de votación». La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción anima igualmente a los Estados a «esforzarse por aplicar, dentro de sus propios sistemas institucionales y jurídicos, códigos o normas de conducta para el desempeño correcto, honorable y adecuado de las funciones públicas». »

¿Quién interpreta y aplica los códigos de conducta?

La aplicación de los códigos de conducta depende de si se consideran leyes «blandas» o «duras». Los códigos de conducta se consideran «soft law» cuando no son aprobados por un órgano legislativo y, por tanto, se basan en el cumplimiento voluntario. Los códigos de conducta que se consideran «hard law» tienen el peso y la aplicabilidad de una ley cuando son redactados y aprobados por un órgano legislativo.

Algunos países han hecho de la adhesión a un código de conducta una condición para la candidatura para garantizar su cumplimiento. El cumplimiento también puede provenir del miedo a las sanciones por parte del organismo administrativo, ya sea a través de acciones laborales negativas por parte del organismo de gestión electoral para imponer el cumplimiento interno, o a través de la vergüenza pública por parte del organismo de gestión electoral u otras organizaciones para imponer el cumplimiento externo por parte de grupos externos como los partidos políticos. Pueden ser relevantes en los procesos judiciales en los que las costumbres o las normas internas pueden ofrecerse como prueba, por lo que en estos casos el cumplimiento se impone por el miedo a los litigios. Los códigos de conducta pueden ser autoimpuestos cuando su cumplimiento sirve a los intereses del grupo, o cuando el código de conducta se limita a enumerar comportamientos normativos preexistentes.

¿Cómo se modifican?

Los códigos de conducta pueden modificarse de la misma manera que se redactan, por ejemplo, por el organismo de gestión electoral. Algunos países optan por elaborar un código de conducta global que abarque a todas las partes interesadas (por ejemplo, Zambia y Nepal), mientras que otros elaboran códigos de conducta específicos para diferentes grupos de interesados en las elecciones (por ejemplo, Pakistán y Nigeria). Independientemente del modelo elegido, es una buena práctica que la conducta de todos los funcionarios electorales (permanentes o temporales) se rija por un código de conducta con mecanismos claros de aplicación.

El término «política» se utiliza en diferentes sentidos relacionados con la gobernanza:

  • Política general del Estado – los principios políticos y la dirección establecida por un gobierno, que constituye la base de su administración;
  • Política legislativa – una declaración del propósito político que se pretende lograr con una nueva ley, la forma en que se debe lograr el propósito y un conjunto de instrucciones para los redactores legislativos profesionales que redactarán un proyecto de ley; y
  • Política administrativa – declaraciones y directrices emitidas por una autoridad con respecto a la forma en que pretende administrar sus funciones y ejercer su discreción.

Las políticas emitidas en las elecciones son del tercer tipo. Por lo general, son declaraciones de intenciones amplias e informativas sobre los principios que deben seguirse, la prioridad de los programas o una medida administrativa cumplida. Por ejemplo, la Comisión Electoral de Nepal ha instituido una «política de género e inclusión» que enumera una serie de objetivos relacionados con el género y la inclusión y los principios necesarios para alcanzarlos, como «todas las leyes, normas y directivas pertinentes para las elecciones se mejorarán y modificarán desde la perspectiva de género». «Las políticas no son leyes y, por tanto, no entran en la jerarquía. Una política es una declaración de principios o un objetivo. Una ley es un conjunto de normas para cumplir una política haciendo cumplir el principio y garantizando que se alcance el objetivo.

¿Quién redacta las políticas?

Las políticas son redactadas por la autoridad que pretende aplicarlas, pero no se redactan en términos legislativos.

¿Cuál es el origen de la autoridad de una política?

Las políticas no tienen autoridad en el sentido de una ley. Sirven para proporcionar información y crear confianza en que habrá un proceso abierto y justo. También orientan e informan el desarrollo y la redacción de reglamentos y procedimientos. Dado que la confianza en la integridad de unas elecciones es la clave para la aceptación del resultado, las declaraciones políticas bien escritas y comunicadas son importantes. Sin embargo, no son leyes.

¿Quién interpreta y hace cumplir las políticas?

Como una política es una declaración de principios o un objetivo, no están sujetas a la aplicación de la misma manera que los diferentes niveles de leyes. La autoridad que emite una política es responsable del cumplimiento interno de la misma.

¿Cómo se modifican?

Las políticas pueden modificarse en cualquier momento de la misma manera que se redactan. Todos los países tienen una base jurídica, que suele consistir en un documento fundacional, como una constitución, y las leyes aprobadas por el poder legislativo nacional y otros niveles de autoridad legislativa. Estas leyes funcionan de forma jerárquica, lo que determina su rango de autoridad y cómo la autoridad y el alcance de cada nivel se derivan de la constitución. Los gobiernos sin fundamento jurídico no se reconocen como naciones legales (de jure), sino como no gobernadas o que sólo tienen un gobierno de facto. La estructura jerárquica varía de un país a otro y depende de la forma de gobierno.

Estas formas incluyen los sistemas presidenciales, parlamentarios y totalitarios, incluidos los que tienen un régimen de partido único, y las monarquías. Por ejemplo, en una nación federal como Estados Unidos, las leyes de los estados individuales son muy importantes y sólo están supeditadas a las leyes federales en ámbitos específicos. En algunas naciones federales, sobre todo las que no tienen una larga historia estatal, los estados pueden tener mucha menos autoridad y legislar en menos ámbitos.

En los estados unitarios, el poder legislativo está centralizado en el poder legislativo federal y el gobierno local sólo legisla en un número relativamente menor de asuntos de menor importancia. En algunas naciones, la constitución define toda la estructura jerárquica hasta todos los niveles y en otras prevé que el poder legislativo nacional determine el proceso de delegación de autoridad de un nivel a otro inferior. Por ejemplo, en muchas naciones federales, como Canadá, la constitución define los ámbitos en los que los estados o provincias pueden legislar, pero permite que el estado o la provincia decidan qué asuntos locales se delegan en las ciudades o condados.

Datos verificados por: Sam

Código de Conducta en los Sistemas Electorales

Distinción de otros códigos afines

La expresión «códigos de conducta» puede hacer referencia a fenómenos distintos. Por ello conviene excluir previamente tres supuestos de códigos. Todos ellos afectan a sujetos electorales e incluso a la propia celebración de las elecciones, pero responden a una realidad diferente de los auténticos códigos de conducta que sí forman parte de la estructura legal de los procesos:

  • En primer lugar, no se pueden calificar de tales una serie de normas que rigen la actividad de la Administración Electoral en sentido amplio. Así, hay «Códigos de conducta» generales, como el de los funcionarios electorales australianos y Códigos que se refieren a personas concretas que intervienen en un determinado sector, como el realizado por los auditores informáticos en las elecciones de Colombia de 1994. Dentro de este capítulo se pueden incluir los realizados por distintas organizaciones internacionales, como por ejemplo para los observadores electorales. Se trata de un conjunto de normas que tratan de diseñar un status de neutralidad con relación a los contendientes en el proceso y para una serie de personas que están encargadas de su realización. Por su naturaleza son más bien asimilables a normas administrativas de conducta de los funcionarios públicos o a normas deontológicas de determinadas profesiones.
  • Responden también a una realidad distinta los Códigos que con carácter general (no exclusivamente con finalidades electorales) se están dotando los partidos políticos, comenzando por Estados Unidos y Canadá. Aunque puedan ser de aplicación durante el periodo electoral, como de hecho ocurre, vinculan al partido que los adopta con sus propios afiliados/simpatizantes, y no con los demás partidos políticos.
  • Por último, también excluimos los Códigos implícitos de actuación electoral que existen en todos los sistemas democráticos: un compromiso previo de que los resultados de la elección van a ser aceptados y, en ocasiones, otros acuerdos como el de no tratar determinadas cuestiones durante las campañas electorales. Se diferencian de los auténticos Códigos de conducta en que no suelen ser explícitos, y aún menos publicitados como tales.

Rasgos característicos de los códigos de conducta

¿Cuáles son las notas que caracterizan un auténtico código electoral? Al menos las dos siguientes:

  • Es fruto de un acuerdo entre partidos políticos, en principio para una elección concreta, aunque nada impide que se le dote de un cierto grado de permanencia.
  • Trata de complementar las normas electorales, y en ese sentido son característicos de elecciones de transición. Su objetivo fundamental es lograr un desarrollo pacifico del proceso electoral, impidiendo el abuso de posiciones dominantes.

Naturaleza y obligatoriedad de estos códigos

A partir de estas notas comunes presentan sin embargo importantes diferencias en cuanto a su naturaleza y el alcance de su carácter vinculante.

Por los sujetos que participan, los códigos pueden ser realizados por los partidos incluir también algún tipo de organización internacional; o ser impulsados por los Organismos electorales. Ver Administración Electoral.

Esta última posibilidad de Códigos de conducta impulsados y controlados en su aplicación por los Organismos electorales nos lleva a uno de los problemas fundamentales de estos instrumentos: su carácter voluntario o obligatorio. A pesar de que teóricamente puede sostenerse que los Códigos deben ser necesariamente voluntarios (entre otras razones porque suponen una limitación de conductas no prohibidas por la ley y pueden incidir en derechos fundamentales de los contendientes), sin embargo un estudio empírico de la realidad (Goodwin-Gill) revela al menos tres tipos de situaciones:

  • Hay ejemplos de países en los que el Código acordado ha sido incorporado a la Ley Electoral por el Parlamento, como ocurrió en Camboya en 1992 vid Código de Conducta en Camboya. En este caso cabe plantearse si sigue tratándose propiamente de un código de conducta o si, como parece más acertado, su incorporación a la Ley electoral supone que deje de existir como tal código.
  • Mayores complicaciones presentan aquellos casos que sin dejar de ser Códigos de conducta, es decir, un acuerdo entre contendientes, incluyen entre sus previsiones determinadas sanciones por su incumplimiento. Ocurre así en el Código Sudafricano de 1992 ver Código de Conducta en Sudáfrica, que prevé sanciones económicas e incluso atribuye al Organismo electoral que lo tutela la posibilidad de excluir a los candidatos que lo incumplen. En estos supuestos los Códigos de conducta adquieren un marcado e inequívoco contenido normativo.

Sin embargo, la mayor parte de los Códigos tienen un carácter puramente voluntario, en el sentido de que no prevén sanción alguna por su incumplimiento. Es más dudoso que en este supuesto puedan considerarse en sentido estricto como parte de la estructura normativa de los procesos. Con todo, en la medida en que efectivamente son cumplidos, regulan de facto o consensualmente aspectos muy importantes y tienden a adquirir fuerza de obligar.

Contenido de los códigos de conducta

En cuanto al contenido de los Códigos, se trata en general de normas destinadas a:

  • evitar el uso de la intimidación y la violencia;
  • establecer reglas de comportamiento en campaña;
  • evitar el abuso de su posición por los partidos en el poder.

La mayor parte prevén además la cooperación con los organismos electorales y suelen imponer reuniones periódicas, pero con carácter general no otorgan a estos organismos una facultad de interpretación y aplicación forzosa.

Fuente: aceproject
A continuación se examinará el significado.

¿Cómo se define? Concepto de Código de conducta

Véase la definición de Código de conducta en el diccionario.

Características de Código de conducta

Las relaciones internacionales es el estudio de las relaciones de los Estados entre sí y con las organizaciones internacionales y ciertas entidades subnacionales (por ejemplo, burocracias, partidos políticos y grupos de interés). Está relacionada con otras disciplinas académicas, como la ciencia política, la geografía, la historia, la economía, el derecho, la sociología, la psicología y la filosofía. Este recurso incluye lo siguiente: política internacional, política de cooperación, seguridad internacional y defensa.

Política exterior y sistemas internacionales
La influencia del conductismo contribuyó a organizar las diversas teorías de las relaciones internacionales y la disciplina en dos partes principales o perspectivas: la perspectiva de la política exterior y la perspectiva del análisis de los sistemas internacionales. Dentro de cada una de estas perspectivas se desarrollaron diversas teorías. La perspectiva de la política exterior, por ejemplo, abarca las teorías sobre el comportamiento de los Estados individuales o de categorías de Estados como las democracias o las dictaduras totalitarias, y la perspectiva del análisis del sistema internacional abarca las teorías sobre las interacciones entre los Estados y cómo el número de Estados y sus respectivas capacidades afectan a sus relaciones mutuas. La perspectiva de la política exterior también incluye estudios de los rasgos, estructuras o procesos dentro de una sociedad o política nacional que determinan o influyen en la forma en que dicha sociedad o política participa en las relaciones internacionales. Uno de estos estudios, conocido como el enfoque de la toma de decisiones, analiza la información que utilizan los responsables de la toma de decisiones, sus percepciones y motivaciones, la influencia en su comportamiento de la opinión pública, los entornos organizativos en los que operan y sus antecedentes intelectuales, culturales y sociales. Los estudios que analizan las relaciones entre la riqueza, el poder o el nivel tecnológico de un Estado y su estatus y papel internacional proporcionan otros ejemplos de la perspectiva de la política exterior.

El análisis comparativo de la política exterior apareció por primera vez a mediados de la década de 1960. Mediante la comparación de las fuentes internas de la conducta exterior en diferentes países, utilizando criterios estándar de selección y análisis de datos, este enfoque trata de desarrollar cuentas generalizadas de la actuación de la política exterior, incluyendo teorías que exploran la relación entre el tipo de vínculo interno-externo que muestra un país y su sistema político y económico y nivel de desarrollo social. Algunas investigaciones también han estudiado hasta qué punto ciertas pautas de comportamiento, como las manifestaciones o protestas violentas, pueden extenderse de un Estado a otro.

Mientras que el análisis de la política exterior se centra en las unidades del sistema internacional, el análisis del sistema internacional se ocupa de la estructura del sistema, las interacciones entre sus unidades y las implicaciones para la paz y la guerra, o la cooperación y el conflicto, de la existencia de diferentes tipos de Estados. El término interacciones sugiere desafío y respuesta, dar y recibir, movimiento y contramovimiento, o entradas y salidas. Las historias diplomáticas presentan relatos de acción y respuesta en situaciones internacionales e intentan interpretar los significados de los intercambios. La teoría del equilibrio de poder, que afirma que los Estados actúan para protegerse formando alianzas contra Estados poderosos o coaliciones de Estados, es otro ejemplo de la perspectiva del sistema internacional. Otros ejemplos son las explicaciones y descripciones de los regateos en las negociaciones internacionales y los estudios de las carreras armamentísticas y otros procesos de escalada de acción-reacción.

En nuestro mundo contemporáneo, la circulación transfronteriza de personas, bienes, dinero e información evoluciona continuamente. Con esta profundización de la dependencia mutua, los gobiernos locales o nacionales no pueden hacer frente por sí solos a diversos retos en materia de políticas públicas. A la hora de formular y aplicar las políticas públicas nacionales, los Estados suelen considerar necesario consultar a diversas organizaciones internacionales y a otros Estados miembros que se enfrentan a retos similares.

La cooperación internacional es la interacción de personas o grupos de personas que representan a varias naciones en la búsqueda de un objetivo o interés común.

En los últimos dos siglos, el rápido aumento de la población, la industrialización/urbanización y el uso excesivo de combustibles fósiles han provocado problemas medioambientales como el cambio climático, la escasez de energía, la contaminación y los residuos. Las repercusiones de estos problemas amenazan el futuro de la sociedad humana.

La cooperación entre países puede ser una herramienta eficaz para, por ejemplo, reforzar, compartir y acelerar el desarrollo sanitario dentro de los países y entre regiones. Implica crear, adaptar, transferir y compartir conocimientos y experiencias para mejorar la salud, aprovechando al mismo tiempo los recursos y capacidades existentes.


Recursos

Traducción de Código de conducta

Inglés: Code of conduct
Francés: Code de conduite
Alemán: Verhaltenskodex
Italiano: Codice di condotta
Portugués: Código de conduta
Polaco: Kodeks postępowania

Tesauro de Código de conducta

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Véase También

  • Código internacional de conducta

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