Sociedad Civil en Asia
Se puede argumentar que la verdadera importancia de la sociedad civil y la cultura en una democracia moderna radica precisamente en su capacidad para equilibrar o moderar el individualismo atomizador que es inherente a la doctrina liberal tradicional, tanto política como económica. Así pues, las luchas que ayudarán a determinar el destino de la democracia liberal no serán sobre la naturaleza de las instituciones, sobre las que ya existe un gran consenso en todo el mundo. Las verdaderas batallas se darán en los niveles de la sociedad civil y la cultura. No está claro que el confucianismo y otros elementos de la cultura tradicional asiática constituyan barreras importantes para el avance de la democracia liberal en Asia. Que sí constituye tal barrera es argumentado por asiáticos como el ex primer ministro de Singapur Lee Kwan Yew, entre otros. Por parte de Lee, esto representa una distorsión deliberada y egoísta del confucianismo, que identifica con el orden político que le pareció conveniente establecer en Singapur en el momento concreto en que estuvo en el poder. Otras sociedades asiáticas, como Taiwán y Corea, han ido avanzando hacia una forma muy reconocible de democracia occidental en el último decenio sin perder por ello su carácter confuciano. No hace falta decir que la cultura semiconfuciana de Japón ha demostrado ser bastante compatible con las instituciones democráticas durante dos generaciones.