Este texto ha revisado parte de la erudición sobre la continuidad y el cambio institucional en el contexto del Sur Global, así como la forma en que el pasado moldea el presente cuando se trata de procesos de democratización. A lo largo de este texto se ha argumentado que un cuidadoso análisis histórico institucionalista tiene mucho que decirnos sobre la variada trayectoria política de los distintos Estados. Sin embargo, al hacerlo, el texto también ha repetido uno de los principales puntos débiles de la erudición en este ámbito hasta ahora, que es que tiende a pasar por alto la importancia de la relación entre las instituciones formales y sus homólogas informales. Por ejemplo, las estructuras y procesos clave estudiados aquí son todos formales, es decir, son instituciones codificadas oficialmente, como las constituciones y las elecciones. En este texto se ha prestado bastante menos atención a las instituciones informales: las normas y costumbres informales que también guían el comportamiento político. Esto es desafortunado porque ninguna institución formal puede considerarse verdaderamente consolidada hasta que no esté apuntalada por un conjunto de normas informales de apoyo. En otras palabras, la institucionalización de los organismos democráticos clave y, hasta cierto punto, de participación ciudadana, requiere tanto la ampliación de su capacidad como una creciente adhesión a sus normas y a su misión. En consecuencia, sólo podemos comprender plenamente las vías democráticas del Sur Global si tenemos en cuenta la compleja interacción entre los procesos informales y los formales. Tener en cuenta el papel de las instituciones informales no sólo es importante porque nos ayuda a desarrollar una mejor comprensión de los procesos de democratización en algunas partes del Sur Global, sino también porque el cambio institucional no siempre adopta la forma del tipo de transformación “big bang” que tiende a priorizarse dentro de los relatos institucionalistas históricos. Además de los momentos de reconfiguración política de alto perfil, necesitamos comprender mejor los procesos más graduales de fortalecimiento y decadencia institucional, de retroceso autoritario progresivo y de consolidación democrática incremental. Estos procesos de cambio más graduales están fuertemente condicionados por la relación entre las instituciones informales y las formales. Por lo tanto, sólo cuando integremos el análisis existente de la dependencia del camino con el tipo de marco propuesto por Helmke y Levitsky podremos dar cuenta plenamente de los éxitos y fracasos democráticos del continente.