Las metáforas, en general, permiten a los autores comunicar pensamientos e incluso plantear afirmaciones sobre cómo es el mundo. Para que este punto de vista sea plausible y al mismo tiempo haga justicia a toda la complejidad de las metáforas literarias, se requieren al menos tres cosas. En primer lugar, debemos liberarnos de una concepción demasiado restrictiva del funcionamiento del discurso ordinario. Las metáforas en la literatura suelen ser abiertas, matizadas y evocadoras desde el punto de vista imaginario y emocional; pero otras formas de discurso indirecto ordinario, e incluso algunas formas de significado convencional como los insultos y otros términos “gruesos”, también poseen estas cualidades. En segundo lugar, debemos prestar atención a las diferencias genuinas, aunque en gran medida derrotables, que genera el contexto literario. En particular, dado que los textos literarios son obras de arte publicadas, el significado literario se construye como una colaboración entre un “autor modelo” y un “lector modelo”, cada uno de los cuales tiene acceso tanto a más como a menos supuestos interpretativos que el escritor y el receptor reales -más, en la medida en que no están restringidos por recursos limitados de tiempo y atención; pero también menos, en la medida en que sólo pueden invocar razonablemente supuestos que son mutuamente accesibles a ambas figuras como personas públicamente constituidas. En tercer lugar, debemos atender a la diversidad que existe entre las metáforas literarias y sus efectos. Las metáforas en la literatura pueden ser precisas y enfocadas con láser, así como abiertas y vagas; pueden ser abstractas, así como concretamente imaginativas y emocionales; y pueden plantear afirmaciones valiosas para la verdad, así como presentar perspectivas no propositivas. No tiene por qué haber conflicto entre ellos; de hecho, la flexibilidad de los objetivos y efectos de la metáfora es una de sus alegrías teóricas y estéticas. Las metáforas de los textos científicos, políticos o históricos pueden ser igualmente objeto de una atención pública sostenida, y pueden ser igualmente abiertas e incluso alusivas.