Este texto se ocupa de la organización del defensor del Pueblo en el contexto constitucional. En algunos países, como Alemania, el Defensor del Pueblo bancario y el Defensor del Pueblo de los seguros, creados a imagen y semejanza del Defensor del Pueblo de los seguros británico, han adquirido una reputación considerable. Esto es más visible en el creciente número de reclamaciones de los consumidores que se presentan ante los defensores del pueblo en lugar de acudir a los tribunales, que de otro modo estarían disponibles, y en la organización voluntaria a escala nacional de las agencias de seguros a través de la Asociación del Defensor del Pueblo. Esto refleja una aceptación cada vez mayor del ombudsman y da lugar tanto a una confianza mutua propicia para el mercado como a un alto grado de satisfacción entre los consumidores y las empresas. Así pues, el establecimiento de más defensores del pueblo en otros mercados de consumo parece prometedor, siempre que los miembros de los respectivos sectores muestren intereses homogéneos y tengan en cuenta la clave del éxito del defensor del pueblo: competencia decisoria limitada y decisiones unilateralmente vinculantes para el profesional.