Identidad Amenazada
Una sociedad (relativamente) homogénea podría justificar la práctica general de limitar la inmigración y la ciudadanía a quienes cumplieran la prueba de nacionalidad del grupo dominante, haciendo ciertas excepciones para dar cabida a los derechos de (al menos algunos) refugiados políticos, inmigrantes residentes (no nacionales) de larga duración y productivos, y (al menos algunos) indigentes económicos. En pocas palabras, el argumento concluye que incluso si el Estado-nación puro no es moralmente defendible, un Estado que, no obstante, está animado por el principio de preservar una nación es moralmente legítimo, siempre que haga algunas excepciones (relacionadas con ciertos derechos de los individuos y exigencias de justicia distributiva) que concedan la ciudadanía a ciertos individuos que no son miembros de una nacionalidad. ¿Es este un argumento sólido?