Este texto se ocupa de los derechos de la comunidad LGBT. Hay mucho que celebrar en el surgimiento de un cuerpo de trabajo jurídico tan rico y complejo. En muchos contextos se encuentran señales de una disciplina emergente de estudios jurídicos sobre lesbianas y gays. Sin embargo, sería erróneo concluir que este florecimiento de la actividad ha sido suficiente para crear una disciplina reconocida en los estudios jurídicos o que este trabajo ha encontrado un hogar dentro de las instituciones de educación jurídica en las que se desarrollan las investigaciones jurídicas. En parte, este estado de cosas es un reflejo de la continua dominación de los estudios jurídicos positivistas. En este caso, las cuestiones relacionadas con las lesbianas y los gays siguen considerándose como asuntos más apropiados para otras disciplinas distintas del derecho, ya que plantean cuestiones políticas, sociales y culturales que están alejadas de los estudios jurídicos. Tampoco se deduce necesariamente que las instituciones que adoptan un enfoque más católico de los estudios jurídicos sean menos hostiles a las cuestiones de lesbianas y gays (Robson, 1998). Los estudios jurídicos siguen siendo en gran medida heterocéntricos en su visión del mundo y sigue habiendo una considerable hostilidad indirecta, y a veces directa, dentro de las instituciones de estudios jurídicos hacia las cuestiones relacionadas con las lesbianas y los gays. La cuestión de si debería existir una categoría separada de juristas lesbianas y gays también plantea cuestiones importantes sobre la posibilidad y el significado estratégico de una forma distinta de erudición o una disciplina de estudios jurídicos sobre lesbianas y gays. Si bien las actividades de todos los juristas que se ocupan de cuestiones de lesbianas y gays se ven influidas, de forma abierta o encubierta, por una política de identidad, la rica diversidad de temas, cuestiones y enfoques pone en tela de juicio cualquier intento de reducir ese conjunto de trabajos por referencia a identidades problemáticas. Este conjunto de estudios jurídicos tampoco puede reducirse a trabajos que sólo se basan en cuestiones de identidad sexual. A su vez, las cuestiones de sexualidad, identidad, sexo y género que se plantean dentro de este cuerpo de estudios jurídicos tienen un amplio significado, desde cuestiones discretas relacionadas con problemas jurídicos específicos hasta cuestiones que abordan la naturaleza misma del derecho y de los estudios jurídicos. Aunque las consideraciones estratégicas pueden respaldar el avance hacia los estudios jurídicos sobre lesbianas y gays, para contrarrestar la omnipresente visión heterocéntrica del mundo y la violencia de la exclusión sobre la que se construye, en el mejor de los casos, estos avances deberían considerarse como etapas de un proceso y no como un fin en sí mismos.