Innovación en el Sector de la Salud
Se necesitan innumerables prácticas cotidianas (que incluyen conversaciones, textos y cosas) para “hacer que las cosas sucedan” en los entornos de red. Estas prácticas implican a toda una serie de profesionales, no sólo a los altos ejecutivos, como se centra gran parte de la literatura existente sobre estrategia. Dos ejemplos son (1) la participación de los “usuarios finales” (en nuestro caso, las familias) que se implicaron plenamente en las prácticas estratégicas que promovieron la movilización de conocimientos, que finalmente se produjo no sólo entre los organismos sanitarios, sino también desde y hacia quienes recibían los cuidados; y (2) la aparición del SPOC como objeto fronterizo que adquiere poder por derecho propio. Por lo tanto, la principal contribución de este capítulo se centra en el poder de las prácticas cotidianas para promover la innovación. Las prácticas sociales y materiales sí incorporan poder, lo que puede promover la innovación. Todos los profesionales de nuestra red sanitaria estaban atraídos por la toma de decisiones -conjunta- con vistas a mejorar la atención sanitaria de los niños. Por lo tanto, se examina la pertinencia de tener en cuenta el poder de los distintos tipos de prácticas y profesionales (incluidos los usuarios finales y los objetos materiales) en los entornos de red. Además, pudimos mostrar cómo el modelo de traducción del poder de Latour encaja con la elaboración de estrategias en el sentido de que nos permite comprender cómo se produce la innovación en los entornos de redes, con el habla, el texto y las cosas implicados en este proceso de traducción. La pasión y la emoción a la hora de abogar por algún tipo de innovación -especialmente por parte de los padres durante las sesiones del foro familiar- tenían una gran influencia, por ejemplo con el director general. En resumen, es importante considerar la charla emocional como una forma de poder por derecho propio. Esto deja para futuras investigaciones la cuestión de si esa charla emocional puede “maquillarse” para proporcionar un poder adicional a una narración.