Religión en el África Subsahariana
Este texto se ocupa de la “Religión en el África Subsahariana”. En África, al menos, la modernidad (o estar obsesionado por ella) ha decepcionado en repetidas ocasiones al no tener suficientemente en cuenta el contexto local, los actores locales, las culturas y las creencias. Desde una perspectiva no muy distinta, se ha proclamado que la fe es un engaño y la religión un peligroso “virus mental” que puede extenderse por las sociedades, frenando su progreso. Se podría argumentar que existe un peligro o engaño correspondiente en la negativa a reconocer el papel social duradero de la religión, o a depositar la fe en ella. No se trata necesariamente de argumentar que la expresión religiosa pueda ser correcta (o errónea), sino simplemente de que la fe no puede descartarse como algo innecesario. Más bien debemos reconocer que la religión es una fuerza social, política y de progreso fundamental en muchos contextos africanos. Estudiar o comprometerse con la religión y su papel en la opinión pública no es una cuestión sencilla, pero si no se tiene en cuenta la religión y las ideas religiosas se corre el riesgo de que no se produzca un cambio social duradero y significativo. El compromiso y el reconocimiento religioso parecen una forma más productiva y adecuada de entender y enmarcar las sociedades y la vida de las personas, en lugar de una simple negación de una dimensión importante a través de la cual las personas entienden el mundo y a través de la cual se vincula el tejido de la sociedad. Esto es más cierto en África, con su creciente espiritualidad y su persistente pobreza, que en cualquier otro lugar.