Medicina en la Antigua Roma
Este texto se ocupa de la Historia de la Medicina en la Antigua Roma. La medicina de la antigua Roma era descendiente directa de la medicina de la antigua Grecia. Los médicos utilizaban diversas técnicas e instrumentos y, al igual que los griegos, también practicaban varios rituales religiosos para lograr la curación, ya que creían en el origen sobrenatural de muchas enfermedades. La medicina gozaba de mucha menos estima que en Grecia, pero a diferencia de la sociedad griega, que consideraba la salud un asunto personal, el gobierno romano fomentaba la mejora de la sanidad pública. La medicina de la época podía resultar eficaz cuando la practicaban maestros bien formados que a veces ejercían especialidades como la oftalmología y la urología, y los cirujanos romanos disponían de un juego de herramientas que incluía fórceps, escalpelos, catéteres y extractores de flechas. Estos instrumentos tenían diferentes usos y se hervían en agua caliente antes de utilizarlos. Para las operaciones, los cirujanos utilizaban analgésicos como el opio y la escopolamina, y el ácido acético (el ácido del vinagre) se empleaba para lavar las heridas. Sin embargo, la medicina podía resultar ineficaz, o incluso peligrosa, cuando la practicaban ciertos médicos no cualificados, que ya eran tachados, por razones más o menos buenas, de charlatanes.