Los bancos centrales modernos son instituciones públicas, sin fines de lucro, económicas y políticas, con funciones especiales derivadas de su dominio de los recursos monetarios. Conforman la política monetaria, tienen una fuerte influencia sobre los tipos de cambio, y son los guardianes de la estabilidad financiera. Sus decisiones influyen en las variables económicas que determinan el crecimiento, la producción y las políticas nacionales de desarrollo y tienen relación con las condiciones de la cooperación financiera y monetaria internacional. Como regla general, los bancos centrales están regulados por un mandato del gobierno que especifica sus objetivos y las condiciones bajo las cuales se ejerce el control sobre los recursos monetarios.
Después de situar el tema en su contexto teórico, esta entrada discute las reglas y las instituciones sociales sobre las cuales el comando de los bancos centrales sobre los recursos monetarios descansa en última instancia; subraya el establecimiento de bancos centrales como un sistema confiable de autoridad monetaria, a nivel nacional e internacional; y examina la forma en que el poder de la institución ha sido refundido y fortalecido en la era de la globalización financiera, en relación con la tendencia generalizada hacia la independencia del Banco Central de los gobiernos electos en las viejas y nuevas democracias.