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Memorialización del Genocidio de Ruanda

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Es evidente que las prácticas de crueldad de 1994 estaban arraigadas en un complejo humus ideológico. Estaban vinculadas tanto a las representaciones colectivas desarrolladas a lo largo del siglo XX, que transformaron el cuerpo de tutsis y hutus en un lugar de antagonismo político, como a la ideología del genocidio que se generalizó a principios de los años noventa. La naturaleza específica de la violencia infligida a los cuerpos a nivel local sigue siendo en gran medida desconocida. Todavía son escasos los estudios locales detallados sobre el genocidio, y el análisis de los archivos de los tribunales Gacaca no ha hecho más que empezar. Sobre todo, no se ha realizado ningún estudio comparativo real de las masacres perpetradas en 1994 y las cometidas en 1963 y 1973. En términos más generales, todavía no se ha escrito una historia de las modalidades de la violencia en Ruanda y en la región africana de los Grandes Lagos en el siglo XX. Si bien el genocidio cometido contra los tutsis tuvo un cierto número de características específicas, las masacres de Burundi, tanto en 1972 como en 1993, junto con las llevadas a cabo en Uganda bajo el gobierno de Idi Amin, también requieren un análisis más profundo.

Teoría de los Derechos Humanos

Retos actuales de los derechos humanos Los principales retos que se le plantean en la actualidad a los derechos humanos serían los siguientes: a) El establecimiento de una concepción amplia y omnicomprensiva de los derechos humanos. Para una adecuada comprensión de éstos es necesario […]

Fundamentalismo en los Derechos Humanos

Carta, ética y moral

Este texto se ocupa del fundamentalismo y no fundacionalismo en los derechos humanos en el contexto del derecho internacional. Como se desarrolla en conjunción con la teoría de los derechos humanos, la argumentación teórica contemporánea tiende a desarrollarse dentro de límites disciplinarios bien definidos. A veces puede haber buenas razones para ello. Si los supuestos y las preguntas difieren completamente, el diálogo es difícil o incluso frustrante. Pero el sentido y la belleza de la investigación filosófica es que debe invitarnos a cuestionar los supuestos y a replantear las preguntas. Con la proliferación de los derechos humanos, el crecimiento del número de instituciones de derechos humanos y la expansión de la jurisprudencia sobre derechos humanos, también ha aumentado el atractivo de la erudición sobre “desarrollos actuales” y de la especialización. Probablemente sea justo decir que la mayor parte de los estudios sobre derechos humanos de hoy en día se basan en una de estas tendencias o en ambas. Sin embargo, no se puede eludir la importancia de las cuestiones relativas a los primeros principios de los derechos humanos. Si los derechos humanos, como fenómeno jurídico e institucional, se alejan demasiado de una idea moral y política discernible, a la larga se volverán indefendibles