Tratados Modernos
Las reivindicaciones territoriales globales son tratados modernos entre los pueblos aborígenes y el gobierno federal. Se basan en el uso y la ocupación tradicionales de las tierras por parte de los pueblos aborígenes que no han firmado tratados y que no han sido desplazados de sus tierras por la guerra u otros medios. Estas reclamaciones, que se resuelven mediante negociación, siguen un proceso establecido por el gobierno federal para permitir que las Primeras Naciones, los inuit y los pueblos métis sean plenamente reconocidos como los habitantes originales de lo que hoy es Canadá. La resolución de estas reclamaciones implica una serie de condiciones, como dinero, tierras, formas de gobierno local, derechos sobre la fauna salvaje, derechos para proteger la lengua y la cultura, y la gestión conjunta de tierras y recursos. Los tratados son acuerdos protegidos por la Constitución que son vinculantes para todas las partes. Los tratados firmados por los pueblos aborígenes entre 1701 y 1923 se conocen como “tratados históricos”, mientras que los “tratados modernos” se refieren a todos los tratados negociados desde entonces.