Naturaleza de la Justicia Social

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Nota: puede interesar la lectura de Injusticia Laboral, la lectura de injusticia judicial, la lectura de injusticia social y de la injusticia en general.

Naturaleza de la Justicia Social

La delincuencia es un reto internacional. Aunque los patrones de conducta delictiva y las respuestas sociales varían enormemente, todas las comunidades de todos los países tienen cierto grado de preocupación por el riesgo y el impacto de los asesinatos, las violaciones, los robos, las agresiones, los hurtos, los delitos financieros, etcétera. Es cierto que los delitos que son bien conocidos en algunas comunidades son desconocidos en otras. Por ejemplo, los delitos de cuello blanco relacionados con fondos de cobertura fraudulentos son una posibilidad clara en las naciones occidentales con industrias bancarias y de inversión complejas de una forma que no lo son en las comunidades no industrializadas de lugares remotos del mundo que no cuentan con este aparato financiero. Pero la mayoría de los delitos graves resultan familiares a la mayoría de las naciones y comunidades.

Las formas en que las sociedades definen, previenen y responden a los delitos varían, lo que da lugar a una amplia gama de retos de justicia social. Por ejemplo, algunas naciones persiguen y encarcelan a los homosexuales, mientras que tales prácticas son inauditas en otras zonas del mundo. La flagelación de presos está ampliamente aceptada en algunos países asiáticos, pero se considera censurable en la mayoría de los demás. Aunque se han realizado serios esfuerzos para eliminar los prejuicios y la discriminación en el sistema de justicia penal en todas las naciones, las condiciones opresivas y deshumanizadoras persisten y requieren una atención continua; estas condiciones no tienen por qué considerarse inevitables o insolubles.

La justicia penal implica claramente mucho más que la prevención de la delincuencia y la detención, condena, castigo y rehabilitación de los delincuentes. Ciertamente, es importante comprender estos componentes básicos del sistema de justicia penal (prevención de la delincuencia, aplicación de la ley, adjudicación, correcciones); sin embargo, comprender plenamente la justicia penal de hoy en día requiere un rico análisis de las complejas cuestiones de justicia social que conforman los enfoques y las respuestas de las distintas sociedades a la delincuencia. Véase más acerca del “Control Democrático de la Delincuencia“.

▷ En este Día de 15 Mayo (1961): Golpe Militar en Corea del Sur

En un día como hoy de 1961, los militares toman el poder en Corea del Sur y derrocan la Segunda República. El general Park Chung-Hee se hace cargo de la maquinaria gubernamental, disuelve la Asamblea Nacional e impone una estricta prohibición de la actividad política. También en un día como hoy, en 1770, María Antonieta se casa con el futuro rey Luis XVI de Francia. Sería la última reina de Francia antes de la Revolución Francesa. (Imagen de wikimedia)

La naturaleza de la justicia social: implicaciones para la justicia penal

La justicia social es un tema complejo con diversos significados. En su sentido más amplio, la justicia social se refiere a la asignación equitativa de los derechos humanos, las protecciones, las oportunidades, las obligaciones y los beneficios sociales. La justicia social también implica reconocer y abordar las desigualdades sociales y económicas, y tratar de eliminar la discriminación y la opresión asociadas a la raza, la etnia, el origen nacional, el color, el sexo, la orientación sexual, la identidad o expresión de género, la edad, el estado civil, las creencias políticas, la religión, el estatus migratorio y la discapacidad mental o física. Idealmente, los esfuerzos por promover la justicia social incluyen tanto actividades de cambio social a gran escala, como la reducción de las desigualdades de ingresos, la homofobia y la discriminación en el lugar de trabajo, como el trato justo a las personas (por ejemplo, garantizar que los gays o lesbianas víctimas de violencia doméstica reciban la misma protección en los tribunales que sus homólogos heterosexuales, y que los niños nacidos de padres inmigrantes tengan acceso a la educación y la atención sanitaria). Es decir, la justicia social puede promoverse “al por mayor” o “al por menor”.

Esta distinción es especialmente importante en el ámbito de la justicia penal. Vistos en sentido amplio, algunos delitos pueden entenderse como una función de la desigualdad estructural generalizada, de forma que algunos individuos cometen actos de robo, vandalismo y malversación debido a su opresión y subyugación profundamente arraigadas. Para prevenir y reducir significativamente la delincuencia pueden ser necesarios, por ejemplo, cambios radicales en la distribución de los ingresos y los recursos, y reducciones drásticas del racismo institucional. Visto de forma más restringida, la verdadera justicia social requiere un trato justo y equitativo de los sospechosos y reclusos criminales individuales. La justicia social a este nivel minorista requiere que los sospechosos de delitos no sean torturados durante los interrogatorios para extraerles una confesión, que los acusados ante los tribunales penales reciban juicios justos y que los reclusos sean tratados con humanidad durante su encarcelamiento.

▷ Lo último (mayo 2024)

Lo último publicado esta semana de mayo de 2024 en esta plataforma digital:

Escándalo Público

Independencia de Haití

Anticonsumismo

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• Biden bloquea la difusión de la grabación ante el fiscal especial sobre documentos clasificados
• La Liga de Salvini quiere retirar la bandera europea de los edificios italianos
• Cinco soldados israelíes mueren por fuego amigo de un tanque en la Franja de Gaza
• Putin y Xi estrechan su “alianza estratégica”

Sin duda, en los últimos años hemos sido testigos de notables avances en la promoción de la justicia social en todo el espectro de la justicia penal. Los departamentos de policía de todo el mundo han trabajado con diligencia para reducir el acoso a los ciudadanos, las prácticas discriminatorias y la corrupción. Son notables los esfuerzos de muchos departamentos de policía por mejorar la calidad de la formación ética y las relaciones entre la policía y los ciudadanos. Además, muchos sistemas judiciales de todo el mundo han adoptado medidas ambiciosas para mejorar los derechos legales de los acusados en los tribunales penales, minimizar la probabilidad de condenas erróneas, reducir la discriminación en las sentencias y satisfacer las necesidades de las personas cuya conducta delictiva es función de una enfermedad mental y de una adicción, según abundante literatura. Muchos departamentos penitenciarios también han trabajado diligentemente para prevenir los malos tratos a los reclusos y las acciones discriminatorias por parte del personal, y esto se ha estudiado ampliamente. De hecho, se trata de éxitos que hay que celebrar.

Basado en la experiencia de varios autores, mis opiniones y recomendaciones se expresarán a continuación (o en otros lugares de esta plataforma, respecto a las características en 2024 o antes, y el futuro de esta cuestión):

A pesar de estos impresionantes esfuerzos, en muchos países la justicia penal está saturada de injusticia social. En contraste con la justicia social, la injusticia social conlleva diversas formas de dominación, opresión, discriminación y explotación deshumanizadoras y coercitivas. En el contexto de la justicia penal, algunos ejemplos son la brutalidad y la discriminación policial, las confesiones coaccionadas de los sospechosos, los procesamientos y condenas a sabiendas erróneos en los tribunales penales y los malos tratos a los reclusos. En relación a la injusticia en la justicia penal, como se comenta en otro lado, se pueden encontrar pruebas de injusticia y opresión en todo el sistema de justicia penal: en las fuerzas del orden, en el poder judicial y en los centros penitenciarios, como ahí se describe.

En los análisis de la injusticia social subyacen varios supuestos clave, todos ellos relevantes para la justicia penal:

• Las relaciones de dominación y explotación dentro de las sociedades humanas y entre ellas, dondequiera y cuandoquiera que existan, y las formas de vida injustas impuestas y moldeadas por dichas relaciones, son el resultado de elecciones y acciones humanas. Aunque no son contrarias a la naturaleza humana, la opresión y la injusticia no son expresiones inevitables de ella.
• Las sociedades que inician condiciones de injusticia, a pequeña escala y a nivel local, tienden a extender estas relaciones y condiciones también más allá de su población y sus territorios. Estas prácticas y tendencias opresivas se intensifican gradualmente y adquieren impulso como resultado de ciclos de resistencia por parte de las víctimas y de represión reactiva por parte de los perpetradores, así como a través de la competencia por el dominio entre diferentes sociedades opresoras e injustas. Finalmente, las condiciones de injusticia penetran y permean la mayoría de las ramas de la humanidad en todo el planeta.
• Las relaciones de dominación y explotación y los procesos coercitivos por los que se establecen, mantienen y extienden dentro y fuera de las sociedades, llegan a reflejarse no sólo en las instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, y en todas las esferas de la vida cotidiana, sino también en la conciencia y el comportamiento de sus víctimas y perpetradores.
• Las condiciones de injusticia y su expansión gradual nunca fueron, ni son ahora, inevitables. La gente ha desafiado a menudo estas prácticas y condiciones destructivas.

Aunque el debate de Gil no se centraba en los fenómenos de la justicia penal per se, sus afirmaciones sobre la naturaleza de la injusticia y la opresión son pertinentes. Las prácticas injustas y opresivas en la justicia penal son el resultado de la elección y la acción humanas; sin embargo, no son inevitables y pueden cuestionarse. Con el tiempo, las prácticas injustas y opresivas en la justicia penal -en los departamentos de policía, los tribunales y los centros penitenciarios- se han extendido del ámbito local al mundial. En consonancia con las observaciones de Gil, las prácticas injustas y opresivas en los entornos de la justicia penal han impregnado la vida cotidiana y la conciencia y el comportamiento tanto de las víctimas como de los agresores.

Revisor de hechos: Ruth

Recursos

Notas y Referencias

Véase También

• Lucha de clases
• Distribución
• Igual justicia Igualdad
• Justicia
• Libertad
• Genocidio
• Justicia global
• Reducción de daños
• Derechos humanos
• Desigualdad
• Ley internacional
• John Rawls
• Libertades
• Redistribución
• Justicia restaurativa
• Justicia social en Asia
• Declaración Universal de los Derechos Humanos
• Guerra contra las drogas
• Justicia Distributiva

Bibliografía

García Máynez, Eduardo, Filosofía del derecho, México, Porrúa, 1974; Gómez Robledo, Antonio, Meditación sobre la justicia, México, Fondo de Cultura Económica, 1973

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