Socialización

La palabra “Socialización” tiene varios sentidos. Por ejemplo, a nivel legal, aparece en el Artículo 15 de la Constitución de Alemania, y hace referencia a los fines de socialización, y la disposición sobre el suelo, los recursos naturales y otras propiedades. También se aplica en sociología y psicología. En este elemento se ha establecido el campo “semántico-pragmático” de la sociabilidad haciendo un repaso de la bibliografía anterior sobre la sociabilidad, con el objetivo de señalar la diferencia entre la comunicación positiva y la comunicación cortés. hemos demostrado que la comunicación positiva incluye acciones sociales positivas orientadas al otro y diseñadas para hacer que el otro se sienta bien, mejorar la imagen o fomentar la sociabilidad. La comunicación cortés, sin embargo, es una evaluación de la adecuación del lenguaje y el comportamiento al contexto. Para que la comunicación positiva alcance su objetivo de fomentar la sociabilidad, debe ser percibida como positiva. Éste es el punto de contacto entre la comunicación positiva y la cortés: la sociabilidad es un trabajo relacional que se evalúa en contexto. Comprender las similitudes y diferencias entre la comunicación positiva y la cortés sienta las bases para debatir sobre la sociabilidad marcada positivamente frente a la marcada negativamente. Equipados con definiciones claras, ahora podemos discutir el proceso de interpretación que conduce a cada evaluación.

Teoría del Psicoanálisis

Este texto se ocupa de la “Teoría del Psicoanálisis”. Actualmente, la psicología del ego que fue dominante en el pensamiento psicoanalítico estadounidense durante tantos años se ha modificado significativamente y actualmente también está fuertemente influenciada por el punto de vista relacional en desarrollo. Las diversas escuelas de enfoque terapéutico que operan actualmente en Estados Unidos incluyen influencias de los relacionistas objetales británicos, de los “freudianos modernos”, de las teorías de Klein y Bion, de la autopsicología, de los lacanianos, etc. Verdaderamente, en las instituciones psicoanalíticas de Estados Unidos hay ahora un caleidoscopio de enfoques. Muchos psicoanalistas creen que la experiencia humana puede explicarse mejor mediante la integración de estas perspectivas. Sea cual sea la perspectiva teórica que emplee un psicoanalista, los fundamentos del psicoanálisis están siempre presentes: la comprensión de la transferencia, el interés por el inconsciente y la centralidad de la relación psicoanalista-paciente en el proceso de curación.

Modelo Psicoanalítico

Este texto se ocupa del modelo psicoanalítico. En este texto se explor el psicoanálisis como teoría de la personalidad y como tratamiento psicológico. En las últimas décadas, los psicoanalistas, enfrentados a la crítica tanto desde dentro como desde fuera del psicoanálisis, se han sometido a un creciente autoescrutinio en un esfuerzo por encontrar un papel más significativo en las comunidades en las que viven y practican. Un ejemplo importante es que, ante las críticas por su tendencia a patologizar la homosexualidad, los psicoanalistas han comenzado a revisar las teorías tradicionales del desarrollo psicosexual para que sean más flexibles e inclusivas. Los psicoanalistas también han centrado su atención en el impacto psicológico de la inmigración y en el papel de la raza en la psicoterapia. Paralelamente a estos desarrollos, los institutos psicoanalíticos, la base de formación de los psicoanalistas, se han ampliado. En Estados Unidos, donde el psicoanálisis era antes casi exclusivamente del dominio de los médicos, los institutos psicoanalíticos ofrecen ahora oportunidades de formación para psicólogos, trabajadores sociales, académicos y otros.

Fuente de la Pulsión

Este texto se ocupa de la “Fuente de la pulsión”. Origen interno específico de cada pulsión determinada, ya sea el lugar donde aparece la excitación (zona erógena, órgano, aparato), ya sea el proceso somático que se produciría en aquella parte del cuerpo y se percibiría como excitación. El sentido de la palabra fuente se va diferenciando, dentro de la obra de Freud, a partir de su empleo metafórico corriente.

Freudomarxismo

El freudomarxismo es una corriente intelectual que atraviesa toda la historia del pensamiento freudiano entre 1920 y 1975, tanto desde el punto de vista doctrinario (vínculo entre el freudismo y el marxismo) como desde un punto de vista político (relaciones entre el comunismo y el psicoanálisis, en Rusia, Alemania, Hungría, Francia, Brasil, la Argentina, Italia, los Estados Unidos). Los representantes de esta corriente tuvieron enfoques muy diversos.

Formación reactiva

Este texto se ocupa de la “Formación reactiva”. Actitud o hábito psicológico de sentido opuesto a un deseo reprimido y que se ha constituido como reacción contra éste (por ejemplo, pudor que se opone a tendencias exhibicionistas). En términos económicos, la formación reactiva es una contracatexis de un elemento consciente, de fuerza igual y dirección opuesta a la catexis inconsciente. Las formaciones reactivas pueden ser muy localizadas y manifestarse por un comportamiento particular, o generalizadas hasta constituir rasgos de carácter más o menos integrados en el conjunto de la personalidad.

Federación Psicoanalítica de América Latina

Este texto se ocupa de la Federación psicoanalítica de América Latina o FEPAL. Reconocida por la IPA, a fines del siglo XX se había convertido en la tercera potencia freudiana del mundo, después de la American Psychoanalytic Association (APsaA) y la Fédération européenne de psychanalyse (FEP); en ella
están representadas dieciocho sociedades componentes o provisionales, y seis grupos de estudio, abarcando en total ocho países: la Argentina (cuatro sociedades, un grupo de estudio), Brasil (seis sociedades, tres grupos de estudios), Chile, Colombia, México (dos sociedades), Perú, Uruguay, Venezuela (dos sociedades). La Federación agrupaba (en los años 80) a algo más de tres mil psicoanalistas en total, es decir, un tercio de la cifra global de la IPA, para una población de trescientos ochenta millones de habitantes: ocho psicoanalistas por millón de habitantes, con diferencias considerables entre país y país; la Argentina y Brasil tienen la densidad más alta, a mucha distancia de los otros.

Preclusión

En Derecho, se trata de un principio que inspira la Legislación procesal, en virtud del cual, para que los actos procesales sean eficaces, han de realizarse en el momento procesal oportuno, careciendo de validez en otro caso. En psicoanálisis: El funcionamiento del lenguaje y las categorías topológicas de lo real, lo simbólico y lo imaginario permiten especificar este defecto de la siguiente manera: el significante que ha sido rechazado del orden simbólico reaparece en lo real, por ejemplo alucinatoriamente. Las perturbaciones que se siguen de ello en los tres registros de lo real, lo simbólico y lo imaginario (R.S.I.) dan a las psicosis sus diferentes configuraciones. El efecto radical de la forclusión sobre la estructura se da no sólo en el cambio de lugar del significante, sino también en el estatuto primordial de lo que es excluido.

Fantasías Originarias

Este texto se ocupa de las “Fantasías originarias”. Estructuras fantaseadas típicas (vida intrauterina, escena originaria, castración, seducción) que el psicoanálisis reconoce como organizadoras de la vida de la fantasía, cualesquiera que sean las experiencias personales de los individuos; según Freud, la universalidad de estas fantasías se explica por el hecho de que constituirían un patrimonio transmitido filogenéticamente.

Pulsiones de Vida

Este texto se ocupa de las pulsiones de vida. Gran categoría de pulsiones que Freud contrapone, en su última teoría, a las pulsiones de muerte (véase más detalles). Tienden a constituir unidades cada vez mayores y a mantenerlas. Las pulsiones de vida, que se designan también con el término «Eros», abarcan no sólo las pulsiones sexuales propiamente dichas, sino también las pulsiones de autoconservación (véase sobre estas).

Pulsiones de Muerte

El concepto de pulsión de muerte, introducido por Freud en Más allá del principio de placer (Jenseits des Lustprinzips, 1920) y constantemente reafirmada por él hasta el fin de su obra, no ha logrado imponerse a los discípulos y a la posteridad de Freud a igual título que la mayoría de sus aportaciones conceptuales. Sigue siendo una de las nociones más controvertidas. Para captar su sentido, creemos que no basta remitirse a las tesis de Freud acerca de la misma, o encontrar en la clínica las manifestaciones que parecen más aptas para justificar esta hipótesis especulativa; sería necesario, además, relacionarla con la evolución del pensamiento freudiano y descubrir a qué necesidad estructural obedece su introducción dentro de una reforma más general («vuelta» de los años 20 del siglo XX). Sólo una apreciación de este tipo permitiría encontrar, más allá de los enunciados explícitos de Freud e incluso de su sentimiento de innovación radical, la exigencia de la cual este concepto es testimonio, exigencia que, bajo otras formas, ya pudo ocupar un puesto en modelos anteriores.

Pulsión Parcial

Este texto se ocupa de la pulsión parcial. Se designan con este término los elementos últimos a los que llega el psicoanálisis en el análisis de la sexualidad. Cada uno de estos elementos viene especificado por una fuente (por ejemplo, pulsión oral, pulsión anal) y un fin (por ejemplo, pulsión de ver, pulsión de apoderamiento).

Pulsión de Apoderamiento

Este texto se ocupa de la pulsión o impulso de apoderamiento. Término utilizado ocasionalmente por Freud, sin que su empleo pueda codificarse con precisión. Entiende por tal una pulsión no sexual, que sólo secundariamente se une a la sexualidad, y cuyo fin consiste en dominar el objeto por la fuerza.
El término Bemächtigungstrieb resulta difícil de traducir (en las traducciones francesas resulta difícil aislar este concepto, por cuanto el mismo término se traduce en formas distintas). Los términos «pulsión de sometimiento» o «instinto de posesión», a los que suele recurrirse, no parecen muy adecuados

Pulsión Agresiva

Este texto se ocupa de la “Pulsión agresiva”. Designa, para Freud, las pulsiones de muerte, en tanto que dirigidas hacia el exterior. El fin de la pulsión agresiva es la destrucción del objeto. Alfred Adler introdujo el concepto de una pulsión agresiva en 1908, al mismo tiempo que el de un «entrelazamiento pulsional» (Triebverschränkung).

Psiconeurosis de Defensa

Este texto se ocupa de la “Psiconeurosis de defensa”. Término utilizado por Freud durante los años 1894-1896 para designar cierto número de afecciones psiconeuróticas (histeria, fobia, obsesión, ciertas psicosis), poniendo en evidencia en ellas el papel, descubierto en la histeria, del conflicto defensivo. Una vez adquirida la idea de que, en toda psiconeurosis, la defensa desempeña una función esencial, el término «psiconeurosis de defensa», que estaba justificado por su valor heurístico, desaparece a expensas del de psiconeurosis. Freud introdujo el término “psiconerurosis” para designar las neurosis determinadas por los conflictos infantiles y sus modos de defensa específicos (la histeria, la neurosis obsesiva, la fobia) y ciertas psicosis, entre ellas la paranoia, en oposición a las neurosis actuales.

Psicología Colectiva

Este texto se ocupa de la psicología colectiva, o de las masas. Estudio racional de las relaciones sociales en tanto están determinadas por factores psíquicos.
Las relaciones de lo individual y de lo colectivo (de lo «social») constituyen uno de los objetos triviales de la epistemología de las ciencias humanas. Hay que admitir que este tema suscita controversias generalmente bastante estériles, sobre todo cuando se busca hacer valer la preeminencia de un abordaje psicológico o de un abordaje sociológico de los hechos humanos.

Psicoanálisis Salvaje

Este texto se ocupa del “Psicoanálisis salvaje”. En sentido amplio, tipo de intervenciones de «analistas» aficionados o Inexpertos, que se basan en conceptos psicoanalíticos a menudo mal comprendidos para interpretar síntomas, sueños, palabras, actos, etc. En sentido más técnico, se califica de salvaje una interpretación que no tiene en cuenta una determinada situación analítica, en su singularidad y en su dinámica actual, en especial revelando directamente el contenido reprimido sin tener en cuenta las resistencias y la transferencia.

Prueba de realidad

Este texto se ocupa de la “Prueba de realidad”. Proceso postulado por Freud, que permite al sujeto distinguir los estímulos procedentes del mundo exterior de los estímulos internos, y prevenir la posible confusión entre lo que el sujeto percibe y lo que meramente se representa, confusión que se hallaría en el origen de la alucinación.

Protección contra las Excitaciones

Este texto se ocupa de la protección contra las excitaciones o estímulos. Término utilizado por Freud, dentro del marco de un modelo psicofisiológico, para designar una determinada función y el aparato que le sirve de soporte. La función consiste en proteger (schützen) al organismo contra las excitaciones provenientes del mundo exterior que, por su Intensidad, ofrecerían el peligro de destruirlo. Este aparato se concibe como una capa superficial que envuelve al organismo y filtra pasivamente las excitaciones.

Principio de Inercia Neurónica

Este texto se ocupa del principio de inercia (neurónica). Principio de funcionamiento del sistema neurónico, postulado por Freud en el Proyecto de psicología científica (Entwurf einer Psychologie, 1895): las neuronas tienden a evacuar completamente las cantidades de energía que reciben.

Preedípico

Este texto se ocupa del concepto del período denominado “Preedípico”. Se dice del estadio de la relación del hijo con su madre, anterior a su entrada en el Edipo. La presencia desde el principio de la vida de la instancia paterna obliga a relativizar esta noción.

Placer de Órgano

Este texto se ocupa del llamado “Placer de órgano”. Modalidad de placer que caracteriza la satisfacción autoerótica de las pulsiones parciales: la excitación de una zona erógena se apacigua en el lugar mismo en que se produce, independientemente de la satisfacción de las otras zonas y sin relación directa con la realización de una función. El término «placer de órgano» es utilizado por Freud en varias ocasiones; no parece constituir una innovación terminológica por su parte; el término sugiere una oposición con aquel otro, más corriente, de placer de función o placer funcional, que designa la satisfacción ligada a la realización de una función vital (por ejemplo, placer de la alimentación).

Par Antitético

Este texto se ocupa del “par antitético”. Término frecuentemente utilizado por Freud para designar algunas grandes oposiciones básicas, ora al nivel de las manifestaciones psicológicas o psicopatológicas (por ejemplo: sadismo-masoquismo, voyeurismo-exhibicionismo), ora al nivel metapsicológico (por ejemplo: pulsiones de vida – pulsiones de muerte).

Introyección

Este texto se ocupa de la introyección. Proceso puesto en evidencia por la investigación analítica: el sujeto hace pasar, en forma fantaseada, del «afuera» al «adentro» objetos y cualidades Inherentes a estos objetos. La introyección está próxima a la “incorporación” (en psicoanálisis), que constituye el prototipo corporal de aquélla, pero no implica necesariamente una referencia al límite corporal (introyección en el yo, en el Ideal del yo, cte.). Guarda íntima relación con la identificación.

Imago de los Padres Acoplados

Este texto se ocupa del imago de los padres acoplados. Se trataría de fantasías muy arcaicas e intensamente ansiógenas. La noción de «imago de los padres acoplados» es inseparable de la concepción kleiniana del complejo de Edipo. Imago es un término [latino] introducido por C. G. Jung (1911) para designar una representación como la del padre (imago paterna) o la madre (imago materna), que se fija en el inconciente del sujeto y orienta ulteriormente su conducta y su modo de aprehensión de los otros. La imago es elaborada en una relación intersubjetiva y puede ser deformada respecto de la realidad. Así, la imago de un padre fuerte puede sustituir a un padre inconsistente en la realidad.

Identificación proyectiva

Este texto se ocupa de la identificación proyectiva. Concepto introducido en 1946 por Melanle Klein para designar un modo específico de proyección e identiricación que consiste en introducir la propia persona en el objeto, para hacerle daño. Melame Klein planteó la noción de identificación proyectiva en una comunicación de 1946 presentada ante la British Psychoanalytical Society (BPS), con el título de “Notas sobre algunos mecanismos esquizoides”. Allí relacionó este mecanismo con el sadismo infantil: el niño no quiere simplemente destruir a la madre, sino tomar posesión de ella. “Esto lleva a una forma de identificación que establece el prototipo de la relación de objeto agresiva. Para este proceso propongo el nombre de «identificación proyectiva».” La identificación proyectiva es una de las modalidades de la proyección en el sentido freudiano, pero es también un mecanismo de naturaleza psicótica que se encuentra en todos los sujetos.

Ideal del Yo

Este texto se ocupa del “ideal del yo”. Término utilizado por Freud en su segunda teoría del aparato psíquico: instancia de la personalidad que resulta de la convergencia del narcisismo (idealización del yo) y de las identificaciones con los padres, con sus substitutos y con los ideales colectivos. Como instancia
diferenciada, el Ideal del yo constituye un modelo al que el sujeto Intenta adecuarse. En Freud resulta difícil delimitar un sentido unívoco del término «ideal. del yo». Las variaciones de este concepto obedecen a que se halla íntimamente ligado a la elaboración progresiva de la noción de superyó y, de un modo más general, de la segunda teoría del aparato psíquico.

Superyó

Superyó Este elemento es una expansión del contenido de los cursos y guías de Lawi. Ofrece hechos, comentarios y análisis sobre este tema. Alemán: Über-Ich. Francés: Surmoi (o Sur-moi). Inglés: Super-ego. Italiano: super-io. Portugués: superego. Superyó Una de las Instancias de la personalidad, descrita por Freud en su segunda teoría del aparato psíquico: su función … Leer más

Serie Complementaria

Este texto se ocupa de la serie complementaria. Término utilizado por Freud para explicar la etiología de la neurosis y superar la alternativa que obligaría a elegir entre factores exógenos o endógenos: estos factores son, en realidad, complementarios, pudiendo cada uno de ellos ser tanto más débil cuanto más fuerte es el otro, de tal forma que el conjunto de los casos puede ser ordenado dentro de una escala en la que los dos tipos de factores varían en sentido inverso; sólo en los dos extremos de la serie se encontraría un solo factor.