Diversidad en la Profesión Jurídica
La profesión jurídica tiene un historial sombrío en cuestiones de diversidad. Las mujeres, los BAME, los LGBTQI y los abogados discapacitados han sido históricamente marginados en la profesión. Aunque se han dado grandes pasos para mejorar la diversidad en el nivel de entrada, sigue habiendo una falta significativa de diversidad en el extremo superior de la profesión, en ningún lugar más que en la falta de jueces procedentes de grupos desfavorecidos. Hay dos dificultades particulares a las que se enfrenta la profesión cuando trata de abordar la diversidad. La primera es que muchas de las barreras a las que se enfrentan los grupos desfavorecidos no son creadas por la profesión, sino por las desigualdades socioeconómicas profundamente arraigadas que existen en la sociedad en general. Por ejemplo, hasta que los hombres no asuman la parte que les corresponde del trabajo asistencial, las mujeres estarán en desventaja. La segunda barrera importante es la cultura jurídica de largas jornadas y normas masculinas blancas, que pueden ser más difíciles de desafiar y cambiar. Sin embargo, si cambian, eso será bueno para todos los abogados.