Los antropólogos han contribuido a comprender las tres grandes cuestiones de la historia económica moderna: el desarrollo, el socialismo y el capitalismo monomundial. Al hacerlo, conectan la antropología económica con sus raíces en la filosofía occidental, la teoría social y la historia del mundo. Hasta la Segunda Guerra Mundial, los antropólogos intentaron y no lograron interesar a los economistas en sus exóticos hallazgos. A continuación, iniciaron un vigoroso debate sobre si un enfoque tomado de la economía era apropiado para el estudio de las economías no industriales. Desde los años setenta, han desarrollado una crítica al capitalismo basada en estudiarlo tanto en su país como en el extranjero. Los autores pretenden rejuvenecer la antropología económica como proyecto humanista en un momento en que la crisis financiera mundial (o global) ha socavado la confianza en la economía de libre mercado. Abogan por la continua relevancia de predecesores como Marcel Mauss y Karl Polanyi, a la vez que ofrecen una revisión incisiva de los trabajos recientes en este campo.