Los miembros de la Cooperación Económica Asia-Pacífico han avanzado hacia sus objetivos originales, pero su institución ha ido redefiniendo sus propios objetivos y funcionamiento. Al mismo tiempo, otros avances institucionales en la región crean ahora la perspectiva de competencia y solapamiento con la Cooperación Económica Asia-Pacífico. Los avances en materia de integración económica pueden resultar más fáciles en un foro transpacífico de Asia Oriental que en uno más amplio. Por otra parte, Asia Oriental es en sí misma una agrupación muy diversa y se enfrentará a limitaciones bastante similares a las que encuentra la Cooperación Económica Asia-Pacífico, mientras que Estados Unidos tratará de mantener la cooperación transpacífica. Un resultado puede ser la ”geometría variable”, en la que las amplias consultas de la Cooperación Económica Asia-Pacífico animen a diferentes grupos de economías a ser pioneros en la cooperación en cuestiones de interés compartido, no necesariamente en el contexto institucional del propio proceso de la Cooperación Económica Asia-Pacífico. Las medidas unilaterales coordinadas han contribuido a eliminar muchos obstáculos al comercio y la inversión, pero la cooperación voluntaria no ha resultado adecuada para liberalizar “sectores sensibles”, como la agricultura, los textiles y el vestido. La limitada capacidad de la Cooperación Económica Asia-Pacífico para responder a las graves crisis financieras de Asia oriental a finales de los años noventa también demostró el valor de prestar atención a todos los fundamentos del crecimiento económico sostenido, no sólo a la reducción de los obstáculos al comercio y la inversión internacionales.