País Donante
La competencia es buena en el sentido de que los países receptores eligen el proyecto más eficaz y, por tanto, terminan con el mejor donante para ellos. Así, la existencia de muchos donantes que compiten por los beneficiarios no significa que muchos donantes den dinero al mismo proyecto, sino al más eficaz. Los contribuyentes de los países donantes (ciudadanos) no son los receptores de la ayuda y no tienen información sobre su eficacia; y los beneficiarios previstos (clientes) no tienen poder de voto en los países donantes y, por tanto, no pueden influir en los políticos responsables de aprobar los programas de ayuda. Podemos describir esta situación como un bucle de retroalimentación de información roto. En ausencia de una retroalimentación efectiva por parte de los receptores de la ayuda, los intereses de los consultores y los proveedores de productos básicos determinan muchas decisiones de las agencias de ayuda: estos grupos son los beneficiarios directos (controlan la información del programa) y tienen influencia directa sobre los responsables de la toma de decisiones en los países donantes. Los países donantes también pueden perseguir objetivos que socavan la eficacia de la ayuda exterior, y la realidad, como se refleja en este texto, lo refleja.