El mayor recurso a los acuerdos comerciales bilaterales y regionales ha tomado un giro neoliberal. Como tales, los acuerdos comerciales bilaterales y regionales son ahora un medio principal a través del cual se realizan mayores protecciones a los inversores, la mercantilización de los servicios sociales, los derechos garantizados de acceso de los inversores a las oportunidades de inversión, la privatización de los bienes del servicio público y, en general, la disminución del control soberano. Estos acuerdos comerciales hacen posibles los objetivos anteriores no solo en los países en desarrollo, sino también en las economías industrializadas. Demuestro que estos acuerdos brindan a los intereses comerciales oportunidades para ejercer una presión concertada para influir en la adopción de políticas económicas neoliberales tanto en las economías desarrolladas como en las economías en desarrollo.
El bilateralismo y el regionalismo en el comercio son modas contemporáneas que están difundiendo tales ideales económicos en la periferia del sistema de comercio global. En otras palabras, la emulación por los pequeños países en desarrollo de las políticas económicas neoliberales en los países desarrollados es un motor importante de la reforma económica. Los países en desarrollo adoptan esta postura voluntariamente por una variedad de razones: (i) porque ha habido una convergencia en el pensamiento de los formuladores de políticas y los pensadores académicos en países en desarrollo y desarrollados en parte como resultado de la socialización a través de la educación o las asociaciones y contactos profesionales; (ii) como resultado de la persuasión de que las reformas neoliberales son condiciones previas importantes para objetivos como el aumento del crecimiento económico o la eficiencia de las instituciones del sector público, los funcionarios de los países en desarrollo las han adoptado; (iii) los funcionarios públicos de los países en desarrollo están adoptando estratégicamente reformas neoliberales, ya que se consideran un dispositivo de señal de que su país es “seguro” para la inversión o porque los acuerdos comerciales bilaterales y regionales cuentan con apoyo presupuestario que de otra manera no está disponible para estos funcionarios de países en desarrollo en su país de origen; (iv) los funcionarios en los países en desarrollo son imitadores pasivos (véase más en esta plataforma general) que, en ausencia de pruebas sólidas sobre la eficacia de los ideales neoliberales por su propia cuenta o en relación con las ideas de reforma alternativas, son actores con límites racionales que consideran poco práctico evaluar la eficacia de tales ideales o sus alternativas.
En resumen, este artículo sostiene que el aumento en el número de acuerdos comerciales regionales y bilaterales representa una oportunidad importante para una mayor difusión de tales ideales económicos, una visión que a menudo falta en las principales cuentas que han enfatizado cómo esta tendencia se ajusta o se aleja de las normas de Organización de Comercio Mundial.