La reforma del bienestar consiguió su empuje principal del gobierno de la ciudad y del estado. Estos niveles del sector público empezaron a sufrir graves crisis presupuestarias durante los años setenta y ochenta. Un ejemplo principal era la ciudad de Nueva York. Nueva York experimentó una crisis fiscal en 1975. La asistencia pública, entre otras cosas, fue culpada por los problemas fiscales de la ciudad, precipitando un movimiento para reformar el bienestar de la ciudad. Durante la década de 1980, otras ciudades siguieron el ejemplo de Nueva York. Al mismo tiempo, los gobiernos estatales de todo el país empezaron a pedir “exenciones” de las regulaciones federales relativas a la asistencia pública. Como resultado, muchas características de TANF, incluyendo límites de tiempo y restricciones para padres adolescentes, ya se habían implementado a nivel estatal cuando se promulgó la legislación federal de 1996.