Características del Protestantismo
Las características principales del Protestantismo están relacionadas con otros puntos de vista distintivos sobre asuntos como el pecado, los sacramentos del bautismo y la Cena del Señor, y la escatología (vida futura). Por ejemplo, basándose en las Escrituras, los protestantes rechazan la clasificación católica de los pecados como “mortales” o “veniales” y la doctrina del purgatorio. Como guías para vivir una vida cristiana, el protestantismo mira la centralidad del amor y la justicia como se expresa en la persona de Jesucristo. Jesús mismo encarnó el amor de Dios y ordenó a sus seguidores que expresaran este amor. Vio el amor como el cumplimiento de la ley y los profetas del Antiguo Testamento (Mateo 22:40). Los protestantes ven la vida de Jesús como un modelo para vivir fielmente ante Dios y en relaciones correctas con otras personas. Los protestantes también hacen hincapié en que los cristianos que se relacionan con Dios por la fe y que siguen a Jesucristo pueden vivir sus vidas en libertad como hijos de Dios. El poder del pecado como fuerza controladora de la vida se rompe con el perdón que viene a través de la muerte de Cristo en la cruz (Efesios 1:7; Colosenses 1:14). El poder de la ley moral para condenar a los pecadores también se rompe por la gracia de Dios en Cristo (Romanos 6:14). La vida cristiana es la vida en el Espíritu que habita en los creyentes (Romanos 6:9-11). Esto da a los cristianos la libertad de seguir a Cristo como su guía de conducta moral y de estar abiertos a la dirección del Espíritu de Dios para determinar cómo vivir y cómo actuar. La libertad cristiana implica la responsabilidad de buscar la voluntad de Dios en todas las cosas. Para los protestantes el objetivo de la vida cristiana es “hacer todo para la gloria de Dios”.