En el derecho de sociedades, cualquier accionista puede ejercer los derechos y acciones que corresponden al grupo de socios. De este modo, puede exigir la responsabilidad de los directivos de la empresa. Esta ventaja se justifica por el hecho de que estos últimos son los únicos que tienen derecho a representar a la empresa ante los tribunales, por lo que si han cometido una falta con respecto a la empresa, no serán proclives a tomar la iniciativa de una acción dirigida contra uno u otro o contra todos ellos. Inicialmente reservada a los accionistas de las sociedades anónimas, esta acción se extendió posteriormente a todo tipo de sociedades.