En los años comprendidos entre 1960 y 1996, Guatemala fue devastada por repetidas olas de insurgencia y guerra de contraguerrilla. La insurgencia comenzó en 1960 cuando un pequeño grupo de oficiales militares dio un golpe de Estado contra el régimen guatemalteco. Aunque el golpe fracasó, sus organizadores escaparon a la captura, organizaron una pequeña fuerza guerrillera y prometieron derrocar al gobierno. Setenta y cinco mil personas, casi todos civiles, fueron masacrados en dieciocho meses, la mayoría en los primeros ocho meses de la campaña. En el área de mayor actividad guerrillera, conocida como el Triángulo Ixil, aproximadamente un tercio de la población local puede haber sido asesinada. A pesar de la violencia masiva asociada a la campaña, la brutalidad del ejército guatemalteco no fue principalmente el resultado de líderes sedientos de sangre, tropas indisciplinadas o el racismo dirigido contra los partidarios indígenas de la guerrilla. El 28 de enero de 2013, un juez de Guatemala ordenó que el que había sido presidente del país en 1982-83, el general José Efraín Ríos Montt, fuera juzgado por genocidio. Es el primer ex jefe de Estado juzgado por genocidio en América. Su sucesor en la presidencia de Guatemala, el general Óscar Mejía, también había sido acusado de genocidio, pero entonces se le consideró no apto para el juicio. El 19 de marzo de 2013, el tribunal comenzó a juzgar el caso contra Ríos Montt, es decir, que cometió genocidio contra Maya Ixil mientras ocupaba el cargo entre marzo de 1982 y agosto de 1983.