Este es un momento muy emocionante para la música. La tecnología está generando nuevos sonidos y un acceso sin precedentes a la música. A medida que se dispone de más y más datos musicales, la metodología de investigación musical puede sufrir un cambio fundamental. La disciplina pasará de ser un campo “pobre en datos” a un campo “rico en datos”. Hasta ahora, la investigación significativa se ha limitado a temas como las atribuciones de los compositores, la mejora de las imágenes, la determinación de la procedencia basada en marcas de agua y algunos estudios de notación. Aún queda mucho por hacer. Además, con la presión de las áreas de recuperación de la información musical (MIR), es posible que haya una mayor necesidad de que los académicos de diferentes disciplinas musicales trabajen juntos para resolver una variedad de rompecabezas musicales. Tanto para los musicólogos y teóricos como para los miembros de las comunidades empresariales y legas, tendremos que desarrollar tecnologías y programas analíticos más sofisticados para la búsqueda y recuperación de una masa de información y sonido en constante expansión.