La Asia central premoderna vio mucha violencia y guerras que tenían fundamentos religiosos o se originaron a partir de afirmaciones genealógicas. Las reformas coloniales y soviéticas provocaron la reconsideración de la diversidad cultural en la lógica de la división étnica. En el siglo XX, la referencia a la etnicidad (sentimiento de lealtad hacia una población o área territorial determinada; los vínculos étnicos son culturales más que raciales) se convirtió en el lenguaje principal de la escalada y explicación de la violencia espontánea. Con el debilitamiento del gobierno soviético, la región experimentó una serie de conflictos acalorados. Los más masivos de ellos fueron los pogromos de 1989 contra los turcos Meskhi en Uzbekistán y los enfrentamientos de 1990 en Kirguistán que tomaron la forma de una confrontación étnica entre la mayoría kirguisa y la minoría uzbeka. También surgieron disturbios menores en las zonas fronterizas y en las aldeas de etnicidad (sentimiento de lealtad hacia una población o área territorial determinada; los vínculos étnicos son culturales más que raciales) mixta.
Después del colapso de la URSS, en la década de 1990 se produjo un aumento de la violencia social y religiosa en Asia Central. Sin embargo, a pesar de que la violencia es de carácter diferente, Asia Central ya había ganado la reputación de una región muy conflictiva precisamente en el sentido étnico. Muchos expertos y políticos enumeraron múltiples conflictos étnicos potenciales a punto de estallar en la región. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). En 2010, una de estas predicciones se hizo realidad en el sur de Kirguistán, donde estalló un choque entre los kirguisos y los uzbekos. Estas evaluaciones de expertos también fueron confirmadas por conflictos ocasionales sobre la tierra y el agua que surgen entre comunidades que viven en las zonas fronterizas.
Sin embargo, la etiqueta de conflicto étnico no siempre explica las razones de la violencia. Los conflictos en Asia Central surgen y se desarrollan como una variedad de acciones locales, que tienen diferentes secuencias, lógica y motivación. (Tal vez sea de interés más investigación sobre el concepto). Estas acciones son realizadas por agentes muy diferentes: personas, grupos e institutos que tienen sus propios intereses y disposiciones. Las consignas sociales y políticas suenan durante los eventos, mientras que la línea de confrontación se encuentra entre las comunidades locales y grupos particulares de personas, no entre “naciones” o “grupos étnicos”. La etiqueta de conflicto étnico simplifica todos estos enredos; Usualmente hay un interés político o una cierta tradición intelectual detrás de esto, que esencializa e históricoiza las razones de la agresión.