Este texto se ocupa del ciclo económico de la actividad empresarial y su historia, y en especial en relación con la política. Ciclo económico, en la economía mundial, en los países individuales o incluso en un solo sector (por ejemplo, la industria del automóvil), hace referencia a la alternancia entre períodos de alza y de baja. La fase ascendente se caracteriza por una mayor demanda, más producción, más ventas, más beneficios, nuevas inversiones y posiblemente más puestos de trabajo; la fase descendente, por una menor demanda, una menor producción, menos ventas, un descenso de los beneficios, una contención de las nuevas inversiones y un aumento del desempleo. Este cambio se representa gráficamente con líneas onduladas: a la subida (expansión), el auge, la bajada (recesión) y la depresión le sigue una nueva subida. Dada la fuerte conexión entre el entorno económico y la proporción de votos, los políticos en ejercicio tienen un incentivo para manipular la economía cuando se acercan las elecciones. La noción de que los titulares alterarán el entorno económico para su beneficio político a corto plazo a expensas de la estabilidad económica a largo plazo se denomina generación de un ciclo económico político. Los estudios empíricos de los ciclos políticos contemporáneos han prestado más atención recientemente a los ciclos políticos, en lugar de a los ciclos empresariales, ya que los instrumentos políticos tendrían que ser manipulados para afectar a la economía. La falta de pruebas de ciclos políticos empresariales sería coherente con la ausencia de intentos de manipulación, o con ciclos políticos que no tuvieron el efecto deseado debido a otros factores exógenos y a la crudeza de la política macroeconómica.