El marco legal para mantener la paz internacional y la protección del derecho a la vida es un sistema coherente y bien establecido, que refleja las normas que se han desarrollado a lo largo de los siglos y que han resistido la prueba del tiempo. Las normas centrales del derecho internacional no necesitan ni deben abandonarse para enfrentar los desafíos planteados por el terrorismo y las “nuevas” formas de conflicto. Por el contrario, el hecho de que los aviones no tripulados, por ejemplo, hagan que los asesinatos selectivos sean mucho más fáciles debería servir como un indicador para garantizar una aplicación diligente de estas normas, especialmente en vista de la probable expansión en el número de Estados con acceso a esta tecnología en el futuro.
En el contexto de las nuevas armas, el paradigma (modelo, patrón o marco conceptual, o teoría que sirve de modelo a seguir para resolver alguna situación determinada) legal que se sigue hace una diferencia importante. Si la suposición es la de un conflicto armado no internacional global, al que el derecho humanitario se aplica como el régimen legal dominante, entonces es mucho más fácil justificar la fuerza letal, que si uno toma el marco legal predeterminado del derecho internacional de los derechos humanos como el régimen gobernante.